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31 dez 2012

La Piedra Filosofal o El Secreto de los Alquimistas

LA PIEDRA FILOSOFAL O
EL SECRETO DE LOS ALQUIMISTAS

Por el
V.M. SAMAEL AUN WEOR

PRIMERA EDICIÓN
7 DE OCTUBRE DE 1984

“La PIEDRA FILOSOFAL es el CRISTO INTIMO vestido con los CUERPOS DE ORO. Empero, para que los CUERPOS EXISTENCIALES DEL SER se convier¬tan en ORO PURO, es preciso ser ALQUIMISTA y trabajar arduamente en la GRAN OBRA. Todos los ALQUIMISTAS pueden darse el lujo de poseer CUERPOS DE ORO PURO; pero, claro está, ALQUIMISTA no es cualquier hijo de vecino.”

Samael Aun Weor

AGRADECIMIENTOS

De una manera muy especial, agradecemos al Ing. Javier Arrata Meneses y su esposa Regina de Arrata, al Ing. Alberto Silva y su esposa Dina de Silva, al Lic. Juan Arrata Meneses y su esposa Susy de Arrata, por sus abnegados esfuerzos económicos y valiosos sacrificios, en el afán de hacer posible la edición de esta Obra. Así mismo, vayan estos dirigidos, de corazón, a todos aquellos que de una u otra forma nos brindaron su apoyo y colaboración. Mención especial merece el valiosísimo aporte físico y moral, que paso a paso nos han brin¬dado, el escritor Gnóstico, Don Jorge Vélez Restrepo, mi esposa Gloria María Vélez de Palacio, y, por supuesto, mi pequeño Michael, en la elaboración integral de esta esplendorosa Obra de nuestro V.M. Samael Aun Weor, “La Piedra Filosofal o El Secreto de los Alqui¬mistas”

PROLOGO

Como quiera que la Ciencia Alquí¬mica, — sus fundamentos — están ba¬sados en principios propios, sencillos y descomplicados, y en procesos muy naturales que, originalmente nada tienen que ver con “ampulosas teorías de enjundioso contenido”, no será difícil al lector, ni excusa tendrá para ello, el emprender tan preciosa labor.

Es por esta razón, que siendo la Ciencia Madre sencilla, humilde y descomplicada, necesite de elementos afines a ella.

“Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendi¬dos, y las hayas revelado a los niños. Así, Padre, pues que así agradó en tus ojos”.

Es difícil no perderse en el tortuoso camino en la búsqueda de los principios de la Alquimia sin 1a sabia guía y orientación de un amoroso Maestro que haya vivido, paso a paso, en sí mismo, los admirables procesos de transmu¬tación del plomo de su personalidad en el Oro del Espíritu Puro y en el crisol de su existencia.

Por fortuna, hemos tenido la gracia especial, de recibir la enseñanza viva de nuestros Venerables Maestros Samael Aun Weor y Rabolú, trabajadores Infatigables de la Gran Obra y auténticos habitantes de la Ciudad de Heliópolis: Hombres Solares Cristificados en el más estricto sentido de la palabra.

El Venerable Maestro Samael Aun Weor, es el Quinto Ángel del Apocalip¬sis, el Budha Maitreya y Kalki Avatara de la Era de Acuario. Su Doctrina, la de la Vía Directa, es la del Cristo Intimo revestido con los Cuerpos de Oro del Hombre Solar. Es ésta la verdadera PIEDRA FILOSOFAL que confiere al Iniciado que la tenga en su poder, el elíxir de larga vida, los Polvos de Pro¬yección, la Medicina Universal y el “Donum Dei”.

El Venerable Maestro Rabolú, como águila rebelde y fiel discípulo del V.M. Samael, desafió los abismos insondables del conocimiento y logró elevarse por las altas cimas de las montañas del saber. Él es uno de los 42 jueces del Tribunal del Karma, encarnado en humilde cuerpo humano por allá en las vertientes de la Sierra Nevada de Santa Marta, en Co¬lombia. Desde allí dirige sabiamente al Movimiento Gnóstico Cristiano Uni¬versal del V. M. Samael Aun Weor.

En este libro, nos proponemos de una manera muy especial, entregar a la humanidad entera, enseñanzas valiosísimas de nuestros Venerables Maestros relacionadas con el Arte de la Alquimia Práctica. Los originales de éstas, reposan en nuestro poder en cassettes y en transcripciones fidedignas de estos. En aquellos grabados, la viva voz de los Maestros retumba con la poten-cia del trueno o armónicamente toca cuerdas muy profundas de nuestra conciencia.

Por nuestra parte, hemos elaborado una Introducción a la Ciencia Alquímica, donde, con fundamentos irrefu¬tables, hacemos énfasis, inicialmente, sobre la realidad de la transmutación alquímica y, posteriormente, ilustramos al investigador sobre los principios in¬teligentes de la constitución atómica.

Investigando “aquí, allá y acullá”, hemos podido evidenciar que cada articula material está dotada de conciencia propia. Al comienzo, nuestro estudio se enfoca en la conciencia de los minerales, entre ellos algunos metales, posteriormente en el reino vegetal y por último en la misma “Materia Prima” para la Gran Obra. La documentación que aquí presentamos abarca los más revolucionarios descubrimientos científi¬cos como también lo que la mística y la filosofía enseñan al respecto.

Ya en las enseñanzas propiamente dichas del V. M. Samael Aun Weor, que se inician en esta obra con “Ciencia Atómica” y que culminan en “Procesos de Construcción del Sol Psicológico Intimo o La Doctrina de la Vía Directa”, encontrará el aspirante el material suficiente que le permitirá entender de una manera clara y precisa el camino a seguir en el trabajo alquímico.

Finalmente, insertamos la enseñanza práctica y experimentada que el V. M. Rabolú nos entregara sobre El Gran Ar¬cano o la práctica de laboratorio con la Materia Prima de la Gran Obra que ha de sufrir los diferentes procesos de purifi¬cación con la sabia manipulación del fuego filosófico.

L. P.
Quito, Ecuador. Navidad de 1983

INTRODUCCIÓN A LA CIENCIA ALQUIMICA

TESTIMONIOS CIENTÍFICOS DE TRANSMUTACIÓN ALQUIMICA

Los investigadores de la ciencia materialista desvirtúan, — sin conocimiento de CAUSA — la posibilidad de la transmutación metálica con una producción lucrativa basándose en la inversión para su obtención. El resultado no podría ser otro, pues el proceso, está desprovisto del factor esencial que permite lograr una auténtica transmutación metálica en las proporciones que se quisieran.

Un científico afirmó, al respecto:

“Es posible que se transforme acero en oro como se transforma, según se dice, el uranio en radio y en helio, pero esas transformaciones no afectan más que a milmillonésimas de miligramos, y entonces sería mucho más económico obtener oro del mar, que contiene toneladas de él”.

Posteriormente, encontramos el si¬guiente dato:

“En 1977, en Alemania (RF) se cons¬truye un poderoso acelerador de Iones pesados, que transmuta un núcleo de ura¬nio en oro, mediante el bombardeo con Iones acelerados a 1,8 mil millones de electrón-voltios”.

Nótese, pues, cómo opera la ciencia materialista, despilfarrando una cantidad exagerada de unidades de energía, para lograr este tipo de transmutación, ya que, para la transmutación metálica, no es necesaria la electricidad generada por nuestras centrales hidroeléctricas.

El secreto de los llamados “Polvos de Proyección”, no se ha conocido, ni siquiera en los textos de alquimia que abundan por todas partes, no porque los Adeptos desconocieran este secreto, sino porque siempre estuvieron dispues¬tos a no revelarlo.

Cuando el Alquimista, por las ince¬santes sublimaciones Mercuriales, ha logrado crearse sus vehículos planetarios metálicos (Cuerpos Solares: Astral, Mental, Causal, etc.), y haber fijado el Oro Filosófico en estos Cuerpos Metálicos, entonces estos átomos de Oro, podrán ser proyectados en agua pura. Esta agua pura, así cargada con átomos de Oro, puede perfectamente transmutar el plomo fundido en un crisol en oro puro, oro de la mejor calidad.

Sólo, pues, quien tenga Oro en su Aura, en sus Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, puede transmutar plomo en oro. Podría darse que, por alguna gracia muy especial, alguien recibie¬ra de un Adepto de estos, una pequeña parte de estos polvos de proyección, en forma líquida o pulverizada.

Seguidamente, transcribiremos al¬gunos párrafos del escritor Jacques Sadoul, en donde se podrá apreciar el testimonio indiscutible de dos notables científicos sobre la realidad de la trans¬mutación metálica. Omitiremos, a propósito, las comillas del texto de J. Sadoul, para que no aparezca el conjunto pesado:

Nuestro primer testigo será JUAN BAUTISTA VAN HELMONT. Este médico y químico belga (nacido en Bruse¬las en 1577) hizo uno de los principales descubrimientos científicos: el de gas. Percibió la presencia del ácido carbóni¬co y por deducción, comprendió que se trataba de un nuevo cuerpo químico. (…) Descubrió también la existencia de hidrógeno sulfurado en el Intestino grueso del cuerpo humano; comprobó la presencia de un jugo ácido segregado por el estómago; preparó el ácido clor¬hídrico, el aceite de azufre, el acetato de amoniaco, etc. Parece difícil imaginar mejor testigo para el caso de transmutación.

Por otra parte, Louis Figuier se ve obligado a escribir lo siguiente, aunque se esfuerce por demostrar la irrealidad de las transmutaciones: “los filósofos herméticos han citado siempre con gran aplomo el testimonio de Van Helmont para sustentar como verídico el hecho general de las transmutaciones. Desde luego, resulta difícil encontrar una au¬toridad más fidedigna e impresionante que la del ilustre médico y químico cu¬ya justa fama como sabio sólo es comparable a su reputación de hombre rec¬to. Las circunstancias en que se realiza¬ban las transmutaciones eran suficientemente insólitas para causar asombro, y es comprensible que el propio Van Hel¬mont se sintiera inclinado a proclamar la verdad de los principios alquímicos tras la singular operación realizada por él mismo.”

Allá por 1618, cuando trabajaba en su laboratorio de Vilvorde, Van Helmont recibió la visita de un descono¬cido que quería, según dijo, conversar con él sobre una materia de interés pa¬ra ambos. Al principio, el sabio lo tomó por algún colega deseoso de tratar sobre asuntos médicos; pero el desconocido abordó, sin rodeos, el arte hermético. Van Helmont le interrumpió al instante diciéndole que, en su opinión, la alqui¬mia era una superstición carente de toda realidad científica y que no quería ha¬blar de ella. Entonces, el forastero le di¬jo:

—Comprendo que no deseéis discu¬tir sobre ello, Maese Van Helmont; pero, ¿queréis hacerme creer que tampoco deseáis verlo?

Algo sorprendido, el sabio le pregun¬tó qué entendía él exactamente por “ver-lo”, El otro respondió:

—No estoy contándoos una fábula si os aseguro que la piedra filosofal exis¬te y está dotada de un poder transmuta¬torio. Tal vez me creáis, y yo me resigno. Pero, ¿seguiréis haciéndolo si yo os en¬trego una porción de esa piedra y os dejo operar por vuestra propia cuenta?

Van Helmont, creyendo habérselas con un loco o un charlatán, respondió que se prestaría a hacer el experimento con el trozo de la piedra siempre y cuando su interlocutor le permitiera actuar solo y establecer sus propias condiciones. Creyó que así desanimaría al personaje, pero se equivocó. El visitan¬te aceptó inmediatamente la propuesta y depositó sobre una cuartilla, en la mesa del químico, algunos granos de un polvo que Van Helmont describió así: “He visto y manipulado la piedra filoso¬fal. Tenía el color del azafrán en polvo, era pesada y brillaba como el vidrio frag¬mentado.”

Una vez hecho esto, el desconocido pidió permiso para retirarme; Como Van Helmont quisiera saber si volvería para comprobar los resultados de la experien¬cia, él le respondió que no era necesa¬rio, porque tenía absoluta confianza en el éxito de la empresa. Mientras le acompañaba hasta la puerta, Van Helmont le preguntó que por qué se había fijado precisamente en él para hacer tal experi¬mento, y el otro le contestó que “deseaba convencer a un ilustre sabio cuyos traba¬jos honraban al país.”

Desconcertado un tanto ante la firmeza de su interlocutor, el químico decidió hacer el ensayo. Hizo preparar a sus ayudantes de laboratorio un crisol, donde se colocaron ocho onzas de mercu¬rio. Una vez se hubo fundido el metal, Van Helmont echó la pequeña porción de materia que le entregara el desconocido, después de envolverla en un papel, como se le había recomendado. Luego tapó el crisol y aguardó durante un cuar¬to de hora; concluido ese plazo, hizo llenar de agua el crisol, que se rompió violentamente, con el súbito enfriamien¬to: en el centro había un trozo de oro cuyo peso era igual al del mercurio que se depositara en él.

Este relato no es imaginario ni mu¬cho menos. Fue el propio Van Helmont quien dejó constancia, por escrito, de los citados acontecimientos, y los hizo publicar bajo su nombre y responsabilidad. En efecto, tuvo valor y —¿por qué no decirlo?— espíritu científico suficientes para reconocer el error en público y proclamar su convencimiento sobre la realidad del hecho alquímico. (Su obra se titula L’aurore de la medicine) En re¬cuerdo de aquella experiencia, puso el nombre de Mercurio a un hijo suyo, que llegó a ser un ferviente defensor de la alquimia, como lo demostró ensegui¬da convirtiendo al famoso filósofo Leibniz.

Trasladémonos ahora al año 1666 y al domicilio de Helvetius, médico del príncipe de Orange. Helvetius, cuyo ver¬dadero nombre era Johann Friedrich Schweitzer, había nacido en 1625, en el ducado de Anhalt. Con extraordinaria rapidez adquirió gran celebridad como médico y sabio eminente, hasta el punto de que el príncipe de Orange lo consideró imprescindible en su séquito.

Fue un tenaz adversario del arte hermético y atacó violentamente al caballero Digby y su polvo de simpatía cuando éste visitó la corte de Orange. Llegó incluso a publicar una diatriba con¬tra aquel fraguador, que circuló rápidamente por toda la Haya.

Ahora bien, el 27 de diciembre de 1666, un desconocido solicité audiencia al médico, tal como en el caso de Van Helmont. Helvetius lo describió como hombre de unos cuarenta años de edad, bajo y de porte digno. El extranjero empezó felicitando al médico por su últi¬ma obra, El Arte Pirotécnico, y luego hizo algunos comentarios sobre el libelo de Helvetius contra el caballero Digby. Después de aprobar la condena formula¬da por el médico, sobre el pretendido polvo de simpatía del fraguador, el visi¬tante le preguntó si creía posible que existiese en la Naturaleza una panacea para curar todos los males.

Helvetius le contestó que conocía bien la pretensión de los alquimistas, los cuales aseguran poseer tal medi¬camento llamado oro potable — se¬gún había oído decir —, aunque él lo consideraba un auténtico señuelo; sin embargo reconoció que la obtención de tal fármaco era el sueño de todos los médicos.

Entonces preguntó al forastero si era uno de ellos.

El otro eludió una respuesta clara y pretendió ser un modesto fundidor de cobre que, por conducto de un amigo, había sabido que era posible extraer de los metales eficaces medicamentos. La conversación prosiguió en los mismos términos, cada cual hilando fino para hacer hablar al otro. Al fin, el visitante cambió de táctica y preguntó directamen¬te a Helvetius si era capaz de reconocer la piedra filosofal cuando la viera.

Y Helvetius contestó:

—He leído varios tratados de adep¬tos célebres… Paracelso, Basilio Valentín, el Cosmopolita, y el relato de Van Helmont. Pero no pretendo ser capaz de reconocer la materia filosófica si me la mostraran.

Entonces, el extranjero se llevó la mano al bolsillo del pecho y extrajo una pequeña caja de marfil. Luego la abrió y mostró al médico un polvo de co¬lor azufre pálido.

—¿Veis este polvo, Maese Helve¬tius? —dijo—. Pues bien, aquí hay suficiente cantidad de piedra filosofal para transmutar cuarenta mil libras de plomo en oro.

Mientras dejaba que el médico tan¬teara con la yema del dedo aquel polvo, habló, enorgullecido, de sus maravillo¬sos efectos medicinales. Luego recogió la caja y se la volvió a meter en el bolsi¬llo. Helvetius le pidió que le regalara algunos fragmentos de su polvo para hacer un ensayo con ellos, pero el extran¬jero se negó, alegando que no tenía autorización. Sin embargo, como pidie¬ra pasar a otra habitación resguardada de las miradas curiosas, el médico supuso que, al fin, le daría el fragmento de la piedra. Pero se engañó, pues el extranjero deseaba sólo mostrarle unas medallas de oro que llevaba cosidas a sus vestidu¬ras. Después de manipularlas y examinar¬las atentamente, Helvetius comprobó que aquel oro era incomparablemente supe¬rior, por su maleabilidad, a cuantos ha¬bía visto antes. Bajo el siguiente alud de preguntas, el extranjero negó haber fabricado aquel oro hermético y adujo que se trataba sólo de un regalo; cierto amigo extranjero le había obsequiado con aquellas medallas. Seguidamente re¬firió al médico una transmutación efec¬tuada ante sus propios ojos por el hipoté¬tico amigo, e indicó asimismo que aquel adepto utilizaba una dilución de su polvo para conservar la salud.

Helvetius fingió quedar convencido, pero insinuó que una demostración palpable lo acabaría de convencer. El extranjero se negó a ello, parapetándose siempre tras una autoridad superior. Finalmente, afirmó que pediría autori¬zación al adepto, y si éste se la daba, volvería dentro de tres semanas para efec¬tuar una transmutación ante el médico. Helvetius le despidió diciéndose que aquel individuo era un fanfarrón y que no vol¬vería más.

Pero tres semanas después, el foras¬tero llamó de nuevo a la puerta del mé¬dico del príncipe de Orange. Esta vez, el extraño personaje tampoco pareció tener prisa por hacer una demostración, pues entablé con Helvetius una conver¬sación sobre temas filosóficos. Sin embar¬go, el médico la desvió reiteradamente hacia el propósito inicial, e incluso lo invitó a almorzar, para ejercer más presión. El extranjero persistió en su ne¬gativa.

A continuación inserto el relato de los acontecimientos subsiguientes, tomado de la obra de Helvetius Vitulus Aureus. Este extracto, traducido direc¬tamente del latín por Bernard Husson, apareció en el número 59 de la revista Initiation et Science.

Le rogué que me obsequiara con un poco de su tintura, aunque sólo fuera la porción necesaria para transfor¬mar en oro cuatro gramos de plomo. El se dejó ablandar por mis ruegos y me entregó un fragmento tan grande como una semilla de nabo, mientras decía:

“Recibid, pues, el tesoro supremo del mundo, que no han podido entrever ni siquiera los reyes ni los príncipes”.

“Pero, ¡Maese! — protesté yo —. Ese minúsculo fragmento no será suficiente para transmutar cuatro gramos de polvo”.

“Entonces me respondió”:

“Dádmelo.”

“Y cuando yo esperaba que me diera mayor cantidad, él lo partió en dos con la uña y mojando una de las por¬ciones al fuego, envolvió la otra en un pa¬pel rojo y me la ofreció diciendo”:

Esto será más que suficiente.

“Decepcionado y atónito pregunté: ¿Qué significa esto, Maese? Yo dudaba ya, pero ahora me es absolutamente imposible creer que esta ínfi¬ma porción baste para transformar cuatro gramos de plomo.

“Pero él replicó”:

Lo que os digo es la verdad.

“Entonces le di mis más efusivas gracias y guardé mi tesoro, disminuido y sumamente concentrado, en una pequeña caja, mientras le aseguraba que efectuaría el ensayo al día siguiente y jamás revelaría a nadie el resultado de la prueba”.

¡Nada de eso, nada de eso! — exclamó él —. “Debemos hacer saber a los hijos del Arte todo cuanto manifieste la gloria de Dios Todopoderoso, a fin de que vivan como teósofos y no mueran como sofistas.”

Entonces fue cuando Helvetius con¬fesó algo a su visitante. Durante su pri¬mera entrevista había tenido en las manos aquella caja con los polvos de proyección, y aprovechó la oportunidad para recoger con la uña algunas partículas y guardarlas bien, tan pronto como desa¬pareciese el extranjero. Luego había hecho fundir plomo en un crisol y ha¬bía arrojado dentro aquellos granos sus¬traídos, sin que se produjera transmuta¬ción alguna. El plomo había permaneci¬do incólume en el crisol, mezclado con unas partículas de tierra vitrificada. En vez de indignarme, el extranjero se echó a reír y explicó que para conseguir la transmutación era indispensable una medida precautoria: se debía revestir el polvo con una bolita de cera, o bien envolverlo en un trocito de papel, a fin de preservarlo contra los vapores de plo¬mo o mercurio, pues si no se hacía así, estos lo atacaban y le arrebataban todo su poder transmutatorio. Entonces dijo que tenía el tiempo justo para acudir a otra entrevista y por tanto, no podría presenciar la proyección, pero sí volver al día siguiente, si el médico quería es¬perarle hasta entonces.

Este accedió gustosamente, y mien¬tras acompañaba a su visitante hacia la salida, le hizo varias preguntas. ¿Cuánto duraba la fabricación de la piedra? ¿Cuánto costaba el magisterio? ¿Cuál era la identidad de la materia prima y del mercurio filosófico? El extranjero rió otra vez ante tanta curiosidad y replicó que le era imposible enseñar todo el arte hermético al médico en unos instantes. Sin embargo, le reveló que la Obra era poco costosa y no requería un período exage¬radamente largo. Respecto a la materia prima, declaró que se extraía de los minerales; en cuanto al mercurio filosó¬fico, era una sal de virtudes celestes que disolvía los cuerpos metálicos. Ter¬minó diciendo que ninguna de las mate¬rias necesarias para la Obra tenía un precio excesivo, y que si se utilizaba la vía breve, se podía realizar todo el magis¬terio en cuatro horas. Como Helvetius lanzara una exclamación de asombro, agregó que existían dos vías, pues no todos los filósofos empleaban la mis¬ma, pero que, de todas formas, Helve¬tius debería de abstenerse de realizar la Gran Obra, porque sus conocimientos eran insuficientes, y todo cuanto conse¬guiría sería perder tiempo y dinero. Con estas palabras tan poco alentado¬ras se despidió del médico, prometién¬dole volver al día siguiente, promesa que no cumpliría.

Helvetius tenía intención de esperar el regreso del artista desconocido, pero su esposa, a quien habría informado so¬bre el extraño suceso, se mostró demasia¬do impaciente y quiso intentar la proyección sin mas demora. Aguijoneó Incesantemente a mi marido para que hiciera por sí solo la operación, puesto que sabía ya cómo proceder. Cansado de discutir, Helvetius accedió y ordenó a sus ayudantes que encendieran fuego bajo un crisol. No tenía ninguna confianza en el éxito del ensayo, y sospechaba que aquel visitante —pese a sus palabras y a su aire digno— era un charlatán que, llegado el momento decisivo, había preferido recurrir a la huida. Si su mujer no hubiese insistido tanto, él probable¬mente se habría abstenido de hacer tal experimento, pues las razones aduci¬das por el extranjero para explicar su fracaso no le parecían nada convincentes. Se le antojaba absurdo que un poco de cera o papel preservase el valor transmu¬tatorio de aquellos ínfimos polvos. Por todo ello, procedió al experimento sin la menor Convicción.

Buscó un viejo tubo de plomo y lo colocó en el crisol; cuando se hubo fundido, su mujer echó el polvo de proyección envuelto en cera. Entonces la materia entró en ebullición y se dejaron oír fuertes silbidos. Al cabo de quince minutos, la totalidad del plomo se había convertido en oro.
Acto seguido, Helvetius refundió el oro para formar un lingote, que llevó sin tardanza a un orfebre vecino. Este lo probó con la piedra de toque y le ofreció cincuenta florines por onza. Natu¬ralmente, el médico no quiso venderlo y empezó a mostrarlo a sus numerosas amistades. El hecho se difundió muy pronto por toda la Haya y sus contornos, hasta tal extremo, que el maestro de prue¬bas y supervisor de moneda en Holanda, Maese Povelius, le hizo una visita para pe¬dirle que permitiera revisar el oro hermético en los laboratorios oficiales, bajo su dirección. Se acordó hacerlo. Lo tra¬tó siete veces con antimonio, sin lograr hacerle perder peso; lo sometió a todas las pruebas esenciales con especial meti¬culosidad, pero se vio obligado a reconocer que, efectivamente era oro y de una ley jamás vista.

Hasta aquí el extracto que hemos entresacado de la obra del escritor J. Sadoul.

Todavía, en el British Museum, se puede apreciar un fragmento de Oro Alquímico. El catálogo afirma que fue producido en Bapora en octubre de 1814 ante la presencia del coronel Macdonald y del doctor Colquhoun.

CUATRO MAESTROS ALQUIMISTAS RESURRECTOS

El Conde de SAINT-GERMAIN.

Testimonios sobre la existencia actual del Conde de Saint-Germain, los hay en gran cantidad. Comencemos sobre el en¬cuentro que el famosísimo y serio escritor Giovanni Papini, tuvo con el Conde el 16 de febrero del año 1939, a bordo de la embarcación marina “Prince of Wales”, la que viajaba por el océano Indico, rumbo a la India. Esto lo consig¬nó Giovanni Papini en su libro “Gog”, con las siguientes palabras:

“He conocido estos días al famoso Conde de Saint-Germain. Es un caballero muy serio, de mediana estatura, pero de apariencia robusta y vestido con refi¬nada sencillez. No parece tener más de cincuenta años.”

“En los primeros días de la travesía no se acercaba y no hablaba con nadie. Una noche que me hallaba solo en la cu¬bierta y miraba las luces de Massaua, apareció junto a mí de improviso y me sa¬ludó. Cuando me hubo dicho su nombre creí que se trataba de un descendiente de aquel conde de Saint-Germain que lle¬nó con sus misterios y con la leyenda de su longevidad todo el Setecientos. Había leído hacía poco, por casualidad, en un magazín, un artículo sobre el conde “inmortal” y no fui cogido por fortuna desprevenido. El conde mostró satisfacción al darme cuenta de que yo conocía algo de aquella historia y se decidió a hacerme la gran confidencia.”

“— No he tenido nunca hijos y no tengo descendientes. Soy aquel mismo, si se digna creerme, que fue conocido con el nombre de conde de Saint Germain en el siglo XVIII. Habrá leído que algunos biógrafos me hacen morir en 1784, en el castillo de Eckendoerde, en el ducado de Achleswing. Pero existen documentos que prueban que fui recibido en 1786 por el emperador de Rusia. La condesa de Adhémar me encontró en 1789 en París, en la iglesia de los Recoletos. En 1821 tuve una larga conversación con el Conde de Chalons en la plaza de San Marcos de Venecia. Un inglés, Vandam, me conoció en 1847. En 1869 comenzó mi relación con Mrs. Annie Besant. Mrs. Oakley intentó en vano encontrarme en 1900, pero, conocien¬do el carácter de esa buena señora, conse¬guí evitarla. Encontré algunos años des¬pués a MR. Leadbeater, que hizo de mí una descripción un poco fantástica, pero en el fondo bastante fiel. He queri¬do volver a ver, después de unos sesenta años de ausencia, la vieja Europa: ahora regreso a la India, donde se hallan mis me¬jores amigos. En la Europa de hoy, desan¬grada por la guerra y alocada en pos de las máquinas, no hay nada que hacer.”

“— Pero si las noticias que yo tengo son exactas, usted era ya más que un cen-tenario en 1784, en la época de su presun¬ta muerte.”

“El conde sonrió dulcemente.”

“— Los hombres — respondió — son demasiado desmemoriados o demasiado niños para orientarse en la cronología. Un centenario, para ellos, es un prodi¬gio, un portento. En la antigüedad, e incluso en la Edad Media, se recordaba todavía algunas verdades elementales que la orgullosa ignorancia científica ha hecho olvidar. Una de estas verdades es “que no todos los hombres son mortales”. La mayoría mueren realmente después de setenta o cien años; un pequeño número sigue viviendo indefinidamente. Los hombres se dividen, desde este pun¬to de vista, en dos clases: la inmensa plebe de los extinguidos y la reducidísi¬ma aristocracia de los “desaparecidos”. Yo pertenezco a esa pequeña élite y en 1784 había ya vivido no un siglo, sino varios”.

“¿Es usted, pues, inmortal?”

“— No he dicho esto. Es necesario distinguir entre inmortalidad e inmortalidad. Las religiones saben desde hace miles de años que los hombres son in¬mortales, es decir, que comienzan una segunda vida después de la muerte. A un pequeño número de esos está reservada una vida terrestre tan sumamente larga que al vulgo de los efímeros le parece inmortal. Pero así como hemos naci¬do en un momento dado del tiempo, es bastante probable que deberemos también nosotros, más pronto o más tarde, morir. La única diferencia es ésta: que nuestra existencia media en vez de por lustros se mide por siglos. Morir a setenta años o morir a setecientos no es una diferencia tan milagrosa para quien reflexiona sobre la realidad del tiempo.”

“— Ha hecho usted alusión a una aris¬tocracia de inmortales. ¿No es verdad, pues, el único que goza de este privile¬gio?”

“— Si vuestros semejantes conociesen mejor la Historia, no se extrañarían de ciertas afirmaciones. En todos los paí¬ses del mundo, antiquísimos y modernos, vive la firme creencia de que algunos hombres no han muerto, sino que han sido “arrebatados”, esto es, desaparecen sin que se pueda encontrar su cuerpo. Estos siguen viviendo escondidos y de incógnito o tal vez se han adormecido y pueden despertarse y volver de un momento a otro. Vaya a Alemania y le enseñarán el Unterberg cerca de Salis¬burgo, donde espera desde hace siglos, en apariencia adormecido, Carlomagno; el Kyffhauser, donde se ha refugiado, esperando, Federico Barbarroja; y el Sudermerberg que hospeda todavía a Enrique el asesino. En la India dirán que Na¬na Sahib, el jefe de la sublevación de 1857, desaparecido sin dejar rastro en el Nepal, vive todavía escondido en el Himalaya. Los antiguos hebreos sabían que al Patriarca Enoch le fue evitada la muerte; y los babilonios creían la misma cosa de Hasisadra. Se ha esperado durante siglos que Alejandro Magno reaparecie¬se en Asia, como Amílcar, desaparecido en la batalla de Panormo, fue esperado por los cartagineses. Nerón desapareció sin someterse a la muerte. Y todos sa¬ben que los británicos no creyeron nun¬ca en la muerte del rey Artus, ni los godos en la de Teodorico, ni los daneses en la de Holger Danske; ni los portugueses en la del rey Sebastián, ni los suecos en la del rey Carlos XII, ni los servios en la de Kraljevic Marco.”

“Todos estos monarcas se hallan adormecidos y escondidos, pero deben volver. Aún hoy los mongoles esperan el regreso de Gengis Kan.”

“Una interpretación plausible de cier¬tos versículos del Evangelio ha hecho creer a millones de cristianos que San Juan no murió nunca, sino que vive todavía entre nosotros. En 1793, el famo¬so Lavater estaba seguro de haberle en¬contrado en Copenhague. Pero bastaría el ejemplo clásico del Judío Errante, que bajo el nombre de Ahas Verus o de Butadeo, ha sido reconocido en diver¬sos países y en diversos siglos y que cuen¬ta actualmente más de mil novecientos años. Todas estas tradiciones, indepen¬dientes las unas de las otras, prueban que el género humano tiene la seguridad o al menos el presentimiento de que hay verdaderamente hombres que sobrepasan en gran medida el curso ordinario de la vi¬da. Y yo, que soy uno de estos, puedo afirmar con autoridad que esta creencia responde a la verdad. Si todos los hombres disfrutasen de esta longevidad fabulosa, la vida se haría imposible, pero es necesario que alguno, de cuando en cuando, permanezca: somos, en cier¬to modo, los notarios estables de lo transitorio.”

“— ¿Soy indiscreto si le pregunto cuáles son sus impresiones de inmor¬tal?“

“No se imagine que nuestra suerte sea digna de envidia. Nada de eso. En mi leyenda se dice que yo conocí a Pilatos y que asistí a la Crucifixión. Es una grosera mentira. No he alardea¬do nunca de cosas que no son verdad. Sin embargo, hace pocos meses cumplí los quinientos años de edad. Nací, por lo tanto, a principios del cuatrocientos y lle¬gué a tiempo para conocer bastante a Cristóbal Colón. Pero no puedo, ahora, contarle mi vida. El único siglo en que frecuenté más a los hombres fue, como usted sabe, el setecientos, y puedo lamentarlo. Pero ordinariamente vivo en la soledad y no me gusta hablar de mí. He experimentado en estos cinco siglos muchas satisfacciones, y a mi curiosidad, en modo especial, no me ha faltado alimento. He visto al mundo cambiar de cara; he podido ver, en el curso de una sola vida, a Lutero y a Napoleón, Luis XIV y Bismarck, Leonardo y Beethoven, Miguel Ángel y Goethe. Y tal vez por eso me he librado de las supersticiones de los grandes hombres. Pero estas ven¬tajas son pagadas a duro precio. Después de un par de siglos, un tedio incurable se apodera de los desventurados inmor¬tales. El mundo es monótono, los hom¬bres no enseñan nada, y se cae, en cada generación, en los mismos errores y ho¬rrores; Los acontecimientos no se repi¬ten, pero se parecen; Lo que me quedaba por saber ya he tenido bastante tiempo para aprenderlo. Terminan las novedades, las sorpresas, las revelaciones. Se lo puedo confesar a usted, ahora que única¬mente nos escucha el mar Rojo: Mi inmortalidad me causa aburrimiento. La tie¬rra ya no tiene secretos para mí, y no tengo ya confianza en mis semejantes. Y repito con gusto las palabras de Hamlet, que oí la primera vez en Londres en 1594: “El hombre no me causa ningún placer, no, y la mujer mucho menos.”

“El conde de Saint-Germain me pareció agotado, como si se fuese volviendo viejo por momentos. Permaneció en silencio más de un cuarto de hora contemplando el mar tenebroso, el cielo estrellado.”

“Dispénseme — dijo finalmente —si mis discursos le han aburrido. Los vie¬jos, cuando comienzan a hablar, son insoportables.”

“Hasta Bombay, el conde de Saint Germain no volvió a dirigirme la palabra, a pesar de que intenté varias veces entablar conversación. En el momento de desembarcar me saludó cortésmente y le vi alejarse con tres viejos hindúes que se hallaban en el muelle esperándole.”

En otra obra muy famosa se afirma:

“La existencia histórica del conde se inició en Londres el año 1743. Allá por 1745 tuvo ciertas fricciones con la justicia, pues se había hecho sospechoso de espionaje. Horace Walpole hizo esta observación al respecto: “Está aquí desde hace dos años y no quiere revelar quién es, ni cuál es su origen, si bien confiesa que utiliza un nombre falso.” Por entonces se describía al conde como un hombre de estatura mediana, ron¬dando los cuarenta y cinco, muy amable y gran conversador. “Se sabe a ciencia cier¬ta que Saint-Germain era un seudónimo, porque él mismo dijo en cierta ocasión a su protector, el landgrave de Hesse”:

“Me llamo Santus Germanus, el hermano santo.”

También se sabe que, tras pasar varios años en Alemania, en 1758, se presentó en la corte de Luis XV. Madame Pompadour nos ha dejado una descripción de Saint Germain: “El conde parecía un cincuentón; tenía un aire fino, espiri-tual, vestía sencillamente, pero con gus¬to. Lucía hermosos diamantes en los de¬dos, la tabaquera y el reloj.” Aquel fo¬rastero, aquel desconocido cuyo título nobiliario era muy dudoso y cuyo nom¬bre parecía incierto, por decirlo de algu¬na forma, supo abrirse paso hasta el círculo íntimo de Luis XV, quien le con¬cedió varias audiencias privadas. Y ese ascendiente sobre el rey fue lo que irri¬tó sobremanera al ministro Choiseul y lo que acarreó a Saint-Germain la des¬gracia y el exilio. Finalmente se sabe que el conde pasó la última época de su vida en el castillo de landgrave de Hesse, donde murió, según se dice, el 27 de febrero de 1784. Observemos, sin embar¬go, que esa “muerte” se produjo duran¬te una de las raras ausencias del land¬grave, ocasiones en que solamente rodeaban al conde unas cuantas mujeres fácilmente sobornables.”

“Se conoce su historia entre los años 1743 y 1784. Pues bien, busquemos ahora los testimonios de personas fide¬dignas que lo conocieron antes o después de esas fechas límite. La condesa de Gergy, embajadora de Francia cerca del estado Veneciano, nos da el primer informe. Vio a Saint-Germain en casa de Madame Pompadour y, aparentemen¬te, quedó estupefacta. Según sus propias manifestaciones, recordó haber conocido en Venecia allá por el 1700, a un aristó¬crata extranjero cuyo parecido con el conde era asombroso, aunque aquél tenía otro apellido. Ella le preguntó si no sería su padre u otro familiar cercano.”

“— No, Madame — respondió el con¬de con gran calma —. Perdí a mi padre hace mucho tiempo. Pero viví en Venecia entre fines del siglo pasado y principios de éste. Por cierto que tuve el honor de haceros la corte, y vos encontrasteis agradables algunas barcarolas compuestas por mí y que ambos solíamos cantar juntos”

“Perdonad mi franqueza, pero eso no es posible. Aquel conde de Saint¬ Germain tendría entonces cuarenta y cin¬co años, y vos tenéis ahora esa edad.”

Madame — contestó sonriendo el conde — yo soy muy viejo.”

“— Pero, con arreglo a esos cálculos, vos tendríais ahora casi cien años.”

“— ¡Eso no es imposible!”

“Entonces, el conde enumeró ante Madame de Gergy una infinidad de deta¬lles relacionados con la estancia de ambos en el Estado veneciano. Y, por si quedara alguna duda, se ofreció a recordarle ciertas circunstancias, ciertas observa¬ciones, ciertos escarceos…”

¡No, no! — lo interrumpió pre¬surosamente la anciana embajadora — Me habéis convencido por completo; Pero vos sois un… un diablo realmente extraordinario… (Citado por Touchard Lafosse en Les Chroniques de I’oeil -de¬boeuf.)

“Más allá del año 1784 encontramos una nueva intervención del conde, que no parece dejar lugar a dudas. El año siguiente a su “muerte” oficial partici¬pó en la convención masónica de París, celebrada el 15 de febrero de 1785.”

“…Hay otra persona cuya afirma¬ción de haber conocido a Saint Germain no puede ponerse seriamente en duda. Se trata de Wellesley Tudor Pole, viajero e industrial a quien le fue conferida la Orden del Imperio Británico y fue acre-ditado estudioso de arqueología, fundador de la Big Ben Silent Minute Observance, presidente del Chalice Well Trust de Glastonbury y gobernador de la Glas¬ton Toru School for Boys.”

“En su libro The Silent Road, Tudor Pole describe un extraño encuen¬tro mientras viajaba en el Oriente Express. Era en la primavera de 1938, y se dirigía a Constantinopla, leyendo el Infierno de Dante.”

“En un paradero de Bulgaria, Tudor Pole miró por la ventanilla y vio un hombre de edad mediana, apuesto y bien vestido, que caminaba sobre la nieve, en el terraplén de la vía férrea. El hombre sonrió y saludó con la cabeza al sor-prendido viajero inglés. El tren arrancó y pronto entró en un túnel, pero el va¬gón de Tudor Pole siguió con las luces apagadas. Cuando el tren salió del túnel, el desconocido estaba sentado en el rin¬cón opuesto. Entonces vio la obra de Dante que estaba leyendo Tudor Pole e inició una fascinante conversación sobre el problema del cielo y el infierno y el enigma de nuestro actual estado de existencia.”

“Tudor Pole dijo que su compañero de viaje hablaba con impecable acento, pero evidentemente no era inglés. Su atuendo y el sesgo de su mente sugerían que muy bien podía ser húngaro. Invitó al desconocido a comer con él, a lo cual re¬plicó sorprendentemente que no comía manjares.”

“Un poco aturrullado, y compren¬diendo que aquel hombre no era un viajero corriente, Tudor Pole se dirigió al coche restaurante. Cuando volvió una hora más tarde, su misterioso visitante se había ido.”

“Unos días después, Tudor Pole es¬taba en el andén de Scutari, junto al Bósforo. Su equipaje estaba ya en el tren.”

“Volvió a aparecer mi amigo del Oriente Express; estaba entre la muchedumbre, a cierta distancia de mí, y sa¬cudía vigorosamente la cabeza. Descon¬certado, dejé que el tren se marchase sin mí. Poco después, este tren sufrió un accidente a unos ciento cincuenta kilómetros de donde yo me hallaba. En definitiva, recobré mi equipaje. Parte de él estaba manchado de sangre.

“Tudor Pole no identificó al des¬conocido en su libro, pero Walter Lang, que escribió la Introducción y también unos comentarios sobre otro de sus libros, preguntó a Tudor Pole: “¿Sabe quién era el hombre del tren?” Pudor Pole respondió: “Sí. ¡Era Germain!”.

NICOLÁS FLAMEL

El más celebre alquimista francés. De su nacimiento se dice que ocurrió en el año 1330 cerca de Pontoise, en el seno de una familia muy humilde, aunque alcanzó a recibir la educación de un letrado. De él dicen que murió en 1418.

Una de sus obras más conocidas es “El Libro de las Figuras Jeroglíficas”, en cuyas figuras se esconden los proce¬sos de la Gran Obra.

De la obra de J. Sadoul, transcribi¬remos lo siguiente, omitiendo las comillas de su texto, para que el texto no se en¬cuentre pesado y confuso:

Un viajero del siglo XVII, llamado Paúl Lucas, informa sobre un viaje al Asia Menor, de cuya crónica extrae¬mos el siguiente pasaje: “En Burnus¬-Bachi sostuve una conversación con el ‘devis’ de los uzbecos sobre una filosofía hermética. Este levantino me dijo que los verdaderos filósofos poseían el secreto para prolongar mil años su existencia y preservarse de todas las enfermedades. Por último, yo le hablé del ilustre Flamel y le hice observar que el hombre había muerto a despecho de la piedra filosofal. Apenas cité este nombre, se echó a reír de mi simplicidad. Como quiera que yo le había dado crédito a cuanto había dicho, me asombró extraordinariamente su actitud dubitativa ante mis palabras. Al advertir mi sorpresa me preguntó con el mismo tono, si era tan ingenuo como para creer que Flamel hubiese muerto. Y agregó:

“— No, no. Usted se equivoca. Fla¬mel vive todavía; ni él ni su mujer saben aún lo que es la muerte. Hace tres años escasos los dejé a ambos en la India; es uno de mis mejores amigos.”

Más tarde, el derviche proporcionó nuevos informes a Paúl Lucas:

“La celebridad es a menudo una cosa bastante incómoda pero un sabio es hombre prudente y sabe siempre salir de los aprietos. Flamel entrevió que un día u otro sería detenido sobre todo des¬de que se sospechó que poseía la piedra filosofal. Tras la sensación que causó su liberalidad no pasaría mucho tiempo sin que se le atribuyera la posesión de esa ciencia; todo parecía indicarlo ya. Pero él ideó un medio para soslayar tal persecución: hizo publicar la noticia de su muerte y la de su mujer. De acuerdo con sus consejos ella fingió una enfer¬medad que siguió un curso fatal, y cuan¬do se la dio por muerta, estaba en Suiza aguardándole, según las instrucciones recibidas. En su lugar se enterró un trozo de madera cubierto con algunas prendas, y para cumplir estrictamente con el ceremonial, se celebró el acto fúnebre en una de las capillas que ella misma ha¬bía hecho construir. Poco después, él recurrió a la misma estratagema; y como el dinero abre todas las puertas, no costó mucho ganarse la confianza de mé¬dicos y eclesiásticos. Flamel dejó un testamento en el cual disponía que se lo enterrase con su mujer y se levantase una pirámide sobre sus sepulturas; y mientras este sabio auténtico viajaba para reunirse con su esposa, se enterró un segundo trozo de madera en su lugar. Desde aquellas fechas, ambos llevan una vida muy filosófica, dedicados a viajar y a ver países. Esta es la verdadera histo¬ria de Nicolás Flamel, no la que cree usted ni la que se piensa neciamente en Paris, donde muy pocas gentes tienen conocimiento de la verdadera sabiduría…”

Hay otros testigos y relatos, muy numerosos, que dan fe de la supervivencia de Flamel. Es bien curioso que todos ellos concuerden en un punto: -el filósofo y su esposa se retiraron a la In¬dia cuando él se reunió con Perrenelle en Suiza, adonde ella le había precedido tras su “muerte”, para hacer los preparativos del gran viaje.

FULCANELLI

Notable físico nu¬clear y gran alquimista francés, autor de dos valiosísimas obras de alquimia; “El Misterio de las Catedrales”, cuya primera edición se publicó en el año de 1926, y “Las Moradas Filosófales”, en el año de 1930 y que contiene los secretos de la Gran Obra.

Eugene Canseliet, su discípulo, en el “Prefacio a la segunda edición” del “Misterio de las Catedrales”, escribe:

“En nuestra introducción a Las Doce Claves de la Filosofía, repetimos a propósito que, BASILIO VALENTÍN (famoso monje benedictino del monaste¬rio de Erfurt, en Alemania, Año 1413) fue el iniciador de nuestro Maes¬tro. (…) En aquella época ignorábamos la carta tan conmovedora que transcribimos aquí y que tiene toda la belleza cautiva¬dora del impulso del entusiasmo, el acen¬to del fervor que inflama súbitamente al escritor anónimo a causa del desvanecimiento de su firma, como lo es el destina¬tario por la falta de dirección, indudablemente, este fue el maestro de FULCANELLI el cual dejó, entre sus cartas, aquélla reveladora, marcada en cruz por dos líneas sucias de carbón a lo largo de la señal del pliegue, por haber estado tanto tiempo cerrada en un portafolio, donde aun fue alcanzada por el impalpable polvo y grasa del enorme horno siempre en actividad. Así, el autor del Misterio de las Catedra¬les, conservó durante muchos años, como un talismán, la prueba escrita del triunfo, de su verdadero iniciador, prueba que na¬da nos prohíbe publicar hoy, sobretodo porque ella da la idea potente y justa del ambiente sublime en el que se coloca la Gran Obra. Pensamos que no se nos re¬prochará lo largo de la extraña carta, de la que sería un pecado, eliminar tan sólo una palabra:

Mi querido amigo,

Esta vez, habéis verdaderamente re¬cibido el Don de Dios; es una gran Gracia, y por primera vez, me doy cuenta de cuán raro sea este favor. En efecto, yo creo que el arcano, en su abismo insondable de simplicidad, no se encuentra con la sola ayuda del raciocinio aún siendo éste muy sutil y ejercitado. Al fin estáis en posesión del Tesoro de los Tesoros, y damos gracias a la Luz Divina que os ha hecho partícipes. Además, lo habéis merecido justamente con vuestra inque¬brantable fe en la Verdad, en la constancia de los esfuerzos, la perseverancia en el sacrificio, y también, no lo olvide¬mos… con vuestras buenas obras.

Cuando mi mujer me anunció la bella noticia, quedé asombrado de la glo¬riosa sorpresa y no cabía ya más en mí de la felicidad. A tal punto que me dije: porque no paguemos esta hora de eufo¬ria con algo terrible en un mañana. Mas, si bien informado brevemente de la co¬sa, he creído entender, lo que confirma mi certidumbre, que el fuego solamente es apagado cuando la Obra se completa y toda la masa tintórea impregna el vi¬drio que, de decantación en decantación, al final queda completamente saturado y luminoso como el sol.

Habéis empujado vuestra generosi¬dad hasta el punto de asociarnos a este elevado y oculto conocimiento que os pertenece por derecho y que es totalmente personal. Mejor que otro, adverti¬mos todo el valor, y mejor que otro estamos en condiciones de quedaros eternamente agradecidos. Sabed bien que las más bellas frases, las más elo¬cuentes manifestaciones no valen lo que la conmovedora simplicidad de estas palabras: SOIS bueno, y es propiamente por esta gran virtud que Dios ha puesto sobre vuestra frente la diadema de la ver-dadera realeza. Él sabe que haréis un no¬ble uso del cetro y del inestimable gaje que conlleva. Desde mucho tiempo ya, Os conocemos como el manto azul de vuestros amigos en sus necesidades; el manto caritativo se ha súbitamente agigantado, porque, ahora, todo el azul del cielo, y su gran sol, cubren vuestras nobles espaldas. Podéis disfrutar amplia¬mente de esta grande y rara felicidad para gloria y consuelo de vuestros amigos, y también de vuestros enemigos, por¬que la desgracia borra todo y ya disponéis de la vara mágica que cumple todos los milagros.

Mi mujer, con aquella inexplicable intuición de las personas sensitivas, tuvo un extraño sueño. Vio un hombre envuelto en todos los colores del arco iris y elevado hasta el sol. La explicación no se ha hecho esperar. ¡Qué maravilla! ¡Qué bella y victoriosa respuesta a mi carta llena de dialéctica y — teóricamente — exacta, mas, cuán lejana aún, de lo Verdadero, de lo Real! ¡Ah! Se podría casi afirmar que quien ha salu¬dado la estrella de la mañana ha perdido para siempre el uso de la vista y de la razón, porque está fascinado por esta falsa luz y precipitado en las tinieblas. – A menos que, como ha sido con vos, un gran golpe de fortuna no lo aleje bruscamente de la orilla del precipi¬cio.

No veo la hora de veros nueva¬mente, querido amigo mío, de volver a escuchar el relato de las últimas horas de angustia y de triunfo, Mas, tened en cuenta, que es tanta la felicidad que sen¬timos y tanta la gratitud que hay en nuestro corazón, que jamás alcanzaré a expresarme en palabras, ¡aleluya!

Os abrazo y me felicito con vos
Vuestro viejo amigo…

Esta preciosísima carta, es un testi¬monio muy diciente como para que se le haga algún comentario. Bástenos sólo decir que quien alcanza el “Donum Dei” ha consumado la gran Obra y alcanza¬do la inmortalidad.

Eugene Canseliet, en su prologo a la “Segunda Edición” del “Misterio de las Catedrales”, dice: “Cuando escri¬bió el Misterio de las Catedrales, en 1922, Fulcanelli no había recibido El Don de Dios.

Y en el Prefacio a la Primera Edición, con fecha Octubre de 1925, dice Canseliet: “Desde mucho tiempo ya, el autor de este libro no está más entre nosotros.” Por lo que se entiende que entre 1922 y 1925 el Maestro Fulcanelli recibió el “Donum Dei”. Posteriormente su Obra “Las Moradas Filosófales”, fue publica¬da en 1930.

Desde entonces, Fulcanelli se perdió en el misterio.

En 1937, Jacques Bergier, asistente del físico-nuclear André Helbronner, se entrevistó con Fulcanelli. El contenido de esta entrevista lo podrá conocer el lector en nuestro capitulo La Conciencia Atómica.

En 1953, Louis Pawels, autor de la obra “El Retorno de los Brujos”, tuvo la certeza de haber encontrado a Fulca¬nelli en un café de París.

Eugene Canseliet, el hombre más próximo a Fulcanelli en todo el curso de este intrigante misterio, afirma que conoció a su maestro en España, en fecha tan reciente como el año 1954.

Si, como dijo Canseliet, Fulcanelli tenía ochenta años cuando trabajaron juntos por primera vez en los años veinte, el maestro debía de tener de 100 a 110 años cuando tuvo lugar aquel encuentro en España.

Es indudable que Canseliet estuvo aquel año en España. Gerard Heym, erudito en ocultismo, conoció a Canseliet a causa de su amistad con su hija, y vio el pasaporte de Canseliet. En él figuraba el visado de entrada en España, fechado en 1954.

Cómo recibió Canseliet la llamada para ir a España, es cosa menos sabida; pero Heym tuvo la impresión de que el mensaje le fue transmitido de alguna ma¬nera paranormal, posiblemente por clari¬videncia.

Informadores próximos a Canseliet me refirieron lo que el viejo alquimista dijo que había ocurrido en tal ocasión. Puede resumirse así:

Después de recibir la misteriosa llamada, Canseliet hizo sus bártulos y emprendió el viaje a España. Su lugar de destino era Sevilla, donde alguien se reuniría con él.

Efectivamente, alguien salió a su en¬cuentro —no se sabe exactamente quién— y Canseliet fue llevado a un gran palacio o castillo en la montaña. Allí fue recibi¬do por su viejo maestro, Fulcanelli, el cual tenía aún el aspecto de un hombre de unos cincuenta años. Canseliet tendría entonces cincuenta y cuatro.

Canseliet fue conducido a sus ha¬bitaciones, en un piso alto de una de las torres del Castillo, y su ventana daba a un patio grande y rectangular. Durante su estancia, Canseliet tuvo la clara impre¬sión de que el castillo era un gran refugio secreto de toda una colonia de distingui¬dos alquimistas — posiblemente, incluso adeptos como su maestro — y que era propiedad de Fulcanelli. Poco después de su llegada, le mostraron un “petit laboratoire” y le dijeron que podría tra¬bajar y experimentar en él.

Al volver a sus habitaciones, Canse¬liet se asomó a la ventana para respirar el aire fresco y observó el patio inferior. Allá abajo, vio un grupo de niños — pro¬bablemente hijos de otros invitados en el castillo — que estaban jugando. Pero había algo extraño en ellos. Al fijar más la atención, comprendió que eran las ropas que llevaban. Parecían trajes del siglo XVI. Los niños estaban entregados a alguna clase de juego, y Canseliet pensó que se habrían vestido de aquel modo para alguna mascarada o fiesta de disfraces. Aquella noche se acostó y no volvió a pensar en el incidente.

Al día siguiente, volvió a sus expe¬rimentos en el laboratorio que le habían destinado. De vez en cuando, se presen¬taba su maestro, le hablaba brevemente y comprobaba sus progresos.

Una mañana, Canseliet bajó la es¬calera de la torre donde se alojaba y se plantó en una puerta abovedada que daba al patio. Estaba allí cuando oyó voces.

Cruzando el patio, se acercaba un grupo de tres mujeres, charlando animadamente. Canseliet se sorprendió al ver que llevaban vestidos largos y holgados al estilo del siglo XVI, como los niños que había visto un par de días antes, ¿Sería otra mascarada? Las mujeres seguían acercándose.

Canseliet se debatió entre la sor¬presa por lo que veía y la incomodidad de verse sorprendido en parcial desha¬billé. Iba a dar media vuelta y volver a sus habitaciones, cuando, al pasar las mujeres por delante del lugar donde se hallaba, una de ellas se volvió, le miró y sonrió.

Fue cuestión de un breve instante. La mujer se volvió de nuevo a sus compañeras y juntas siguieron su camino, fuera de su campo visual.

Canseliet se quedó pasmado. Jura que la cara de la “mujer” que le había mirado era la de Fulcanelli.

“Por extraña que parezca la historia, Canseliet afirma que le vio y que, Comprensiblemente, sólo lo había confiado a unos íntimos amigos”

Hasta aquí estos párrafos de la obra “El Misterio Fulcanelli”.

Terminaremos esta breve relación sobre lo que nuestro Venerable Maestro SAMAEL AUN WEOR nos dice con relación a Fulcanelli:

FULCANELLI ES UN RESU¬RRECTO QUE REALIZO LA GRAN OBRA. Su máxima obra, precisamente, ha sido llamada “LAS MORADAS FILOSÓFALES” y nadie, desgraciadamente la ha entendido, Ello se debe a que, para entenderla, es necesario ha¬berla realizado… Después de la segunda guerra mundial, ciertos servicios secre¬tos estuvieron buscando a Fulcanelli (él es un experto físico nuclear) para arrancarle alguna información, pero, afor¬tunadamente, él supo evadirse y ahora está en ciertos lugares secretos que son, a su vez, Templos o Monasterios.

SAMAEL AUN WEOR,

Es el Quinto Ángel del Apocalipsis, el Budha Maitreya y Kalki Avatara de la Era de Acua¬rio y Presidente Fundador del Movi¬miento Gnóstico Cristiano Universal como Escuela Iniciática Práctica de los Misterios Gnósticos. Autor de más de cien obras escritas que contienen la enseñanza Gnóstica y de numerosas cá¬tedras herméticas y públicas. Su Doctri¬na, es LA DOCTRINA DE LA VÍA DI¬RECTA, la de la ENCARNACIÓN DEL CRISTO INTIMO AQUÍ Y AHORA. Él es el fiel depositario de los sublimes arcanos de la Alquimia, los que, por or¬den del Padre de todas las Luces, ha de¬velado y entregado a toda la humanidad, SAMAEL AUN WEOR es el CRISTO ROJO DE ACUARIO, y el SUPER¬HOMBRE DEL SIGLO XX.

Llegando a la imponente metrópoli de México D.F., y procedentes de aque¬llas otras bellísimas tierras del Canadá, hubimos de ponemos en contacto con el Venerable Maestro Samael. La cita se fijó para el próximo día a las ocho de la noche. Fue el cuatro de febrero de 1976. Al llegar a su residencia, lo halla-mos vestido sencillo pero muy decoro¬samente. Con su amable sonrisa, nos in¬vitó a pasar. Resonaban festivamente en el amplificador, los valses de Straus.

Acompañados de otra dama, mi es¬posa, mi pequeño hijo y mi persona, pasamos el umbral de tan espléndida mo¬rada. Entre muchas otras cosas maravi¬llosas, nos dijo:

—Me alegra mucho que hayan venido-.

Hace un año — continuó — que físicamente debí haber muerto.

Por aquella época tenía el Maestro 59 años y parecía tener unos 45.

Más, como quiera que aún no he terminado la Gran Obra, hubiera por tal motivo quedado estancado. Afortunada¬mente recordé, que por allá en Egipto, en la época de los faraones, hace unos cuatro mil años, dejé una momia. El cuerpo de aquella momia quedó intacto sin que se le extrajeran sus vísceras, gracias a ciertos procedimientos mági¬cos que conocían a fondo los antiguos Iniciados Egipcios. Fue entonces como apelé a un proceso de Alta Magia, que se conoce con el nombre de intercambio atómico Bio-Electro-Magnético.

Como quiera que no entendíamos bien de qué se trataba, el Maestro aclaro:

—Es un intercambio atómico. Mien¬tras de aquí de mi cabeza, partía un áto¬mo hacia la momia de Egipto, a su vez, de la cabeza de la momia salía otro átomo hacia mi cabeza aquí en México. Y así, este proceso se sucedía ininterrumpidamente, matemáticamente. Ahora ya toda mi cabeza está totalmente confor¬mada por los átomos de la cabeza de la momia. Esta cabeza que ustedes ven aquí es la de la momia. Así, pues, que ustedes están conversando con un cadáver, pues, hace un año, morí en vida. Puede decir¬se que tengo un año de vida.

De casetes grabados de su viva voz extraemos lo siguiente:

“Les soy sincero a ustedes, yo soy un hombre que está viviendo más allá de lo normal. Ustedes, dirán que ¡cómo es posible! Si se los puntualizo, el cerebro que estoy utilizando para pensar estuvo cuatro mil años en un sarcófago en Egip¬to. Yo dejé el cuerpo vivo cuando me to¬có vivir en la dinastía de los faraones. Nací en Egipto pero no morí en Egipto. Mi cuerpo pasó a un sarcófago; ese cuer¬po allí vivo lo puse en estado de cata¬lepsia. Digo catalepsia para que ustedes me entiendan, pero es una ciencia más antigua que la catalepsia.”

— ¿Usted era Iniciado en ese mo¬mento?

“He sido Iniciado desde hace va¬rios Mahamvantaras.”

¿Usted contribuyó a la creación de la Tierra junto con los Cosmocratores?

“Estuve con los Cosmocratores desde la aurora, desde el momento en que la Tierra surgió del Caos.” (El Vene¬rable Maestro Samael Aun Weor, es la Mónada Planetaria de Marte encarnada en humano cuerpo, es el Quinto de los Siete Cosmocratores.)

“Bueno, les estoy contando lo de Egipto. Mi cuerpo quedó allí en catalepsia, está en la cripta subterránea, hace como cuatro mil y tantos años, desde la época de Kefren, pero por esta época, en pleno siglo XX, me estoy revistiendo con este cuerpo mediante el intercambio atómico. Los átomos de este cuerpo están pasando al cuerpo egipcio y los átomos del cuerpo egipcio están pasando a éste… Por lo menos pue¬den estar seguros que esta cabeza que us¬tedes ven ya es la egipcia.”

“El otro día estaba en una confe¬rencia y hubo gente que me distinguieron como egipcio, ya la cabeza es la misma que estuvo entre el sarcófago, el resto del cuerpo, pues está cambiando, las viseras todo En este momento soy la muerte ¿Por qué?, Porque el cuerpo que tenía Víctor Manuel Gómez, ese cuerpo ya está en proceso de desintegra¬ción, sus átomos están pasando a un sepulcro, y los átomos de aquél están pa¬sando acá”.

¿Y, esos los podría volver a re¬vivir?

“Pues, ese cuerpo de Víctor Ma¬nuel Gómez (su parte atómica) no queda muerto, queda vivo, pero con las funcio¬nes orgánicas en suspenso. De manera que si ustedes observan cuidadosamente cierta apariencia aquí, pues hace que la gente no se me acerque, pero realmente soy la muerte. Los antiguos egipcios cultivamos una ciencia que los modernos ni remotamente sospechan. Esta ciencia nos ha permitido a nosotros conservar nuestro cuerpo físico, poder existir y salir con nuestro cuerpo desde el sepulcro para afuera, para vivir entre los mortales en pleno Siglo XX. No quiero decir que todos los compañeros de esa época hicieron lo mismo, pero sí existi¬mos un grupo de Hombres que dejamos nuestros cuerpos vivos entre el sepulcro muy bien sellado.”

En una de sus últimas obras (“Mis¬terios Mayas”), dice el V. M. Samael lo siguiente:

“Hay dos clases de momias: las mo¬mias vivas y las momias muertas. Las momias muertas se conocen porque las vísceras han sido colocadas en vasos de alabastro. Las momias vivas, aún aho¬ra en pleno siglo XX, siguen vivas.

“No está de más decirles que yo mismo, cuando viví en Egipto, en una época pasada, durante la dinastía de Kefren, pasé por esos procesos.”

“Mi cuerpo físico fue dejado a vo¬luntad en estado de catalepsia. Ese cuerpo pasó a un sarcófago y fue colo¬cado dentro de una cripta, pero vivo, y todavía conservo ese cuerpo egipcio vivo. Con ese cuerpo egipcio seguiré cumpliendo la misión que se me ha confiado. De lo contrario, ¿cómo? Actualmente soy un hombre como de sesen¬ta años. Para poder hacer la labor en to¬da Europa, en toda Asia, ¿cómo la ha¬ría? Suponiendo veinte años en Europa y treinta años en Asia, llegaría como un viejecito…, para hacer una revolu¬ción espiritual, ¿con qué tiempo? Ya no habría tiempo. La única forma es to¬mar ese vehículo físico momificado para continuar trabajando en la Gran obra.”

Maestro, ¿usted tiene que perder ese cuerpo físico actual?

“Ya parte está perdido. Claro está que existe un tipo de reencarnación que es desconocida para muchos seudo-esoteristas y seudo-ocultistas; en esoterismo se llama Re-Encarnación YAO, es decir, en vida.”

“El intercambio atómico permite la reencarnación del iniciado egipcio en una momia que haya tenido. Esto es desconocido para los sabios de esta época. Es claro que el intercambio atómico con una momia, da por resultado que viene uno a quedar con su vehículo vi¬vificado, máxime si la momia está vi¬va.”

“Si yo cambio mis átomos actuales, con los átomos de ese cuerpo momificado, quedo con ese cuerpo momifi¬cado en vivo y en pleno Siglo XX. Claro que hablamos de la Re-encarnificación; en YAO; así se llama en Ciencia Sagrada.”

“Con este intercambio atómico, no hay necesidad de pasar por esos estados en que se tiene que dejar el cuerpo fí¬sico y esperar varios años para volver a re-encarnificar; eso es un trabajo difi¬cilísimo”

“La Re-Encarnación en YAO es al¬tamente científica, y pertenece a la parte más elevada de la Física Atómica.”

“Tal reencarnación en YAO no sería posible si no se conocieran los HACHIN. ¿Y qué son los HACHIN? Pues son las Almas Ígneas o partículas ígneas que existen en cada átomo. Esas Almas Ígneas o CONCIENCIAS ATÓMICAS, son obedientes.”

“Es la Cuarta Vertical (la cuarta dimensión) la que sirve para que los principios ígneos o HACHIN puedan transportar instantáneamente a los átomos de un lugar a otro por remoto que sea.”

“La Alta Física Nuclear es descono¬cida para los sabios actuales. Cuando los antiguos sabios egipcios momificaban sus cuerpos con el objeto de alcanzar la inmortalidad más tarde, hacían alusión a esto que hoy aclaro.”

“Muchas gentes de estos tiempos que ahora andan por aquí, por allá y acullá, tuvieron vehículos físicos en la antigua tierra de los faraones, y si ellos marcharan por el camino de las Santas Revalorizaciones del SER, podrían llegar a adquirir la inmortalidad aquí y ahora mismo, mediante el intercambio atómi¬co de la alta física nuclear, desconocida para los sabios y físicos atómicos de este Siglo XX.”

Gracias a este procedimiento Mági¬co de ALTA FÍSICA NUCLEAR, el V. M. SAMAEL AUN WEOR, pudo continuar su trabajo Alquímico hasta perfeccionar la PIEDRA FILOSOFAL. Fue así como en el año de 1977 nos dijo:

“En estos precisos instantes, mi Se¬ñor Interior Profundo, está en su Santo Sepulcro. En el año de 1978, mi Señor Interior Profundo, resucitará en mí y yo en ÉL para poder hacer la gigantes¬ca OBRA que hay que hacer por la humanidad. Y será ÉL, el que la haga, y no mi insignificante persona que no es sino un instrumento. Pero, ÉL en sí, es perfec¬to y ÉL la hace porque ÉL es perfecto. De manera que doy testimonio de lo que me consta, de lo que he vivido.”

Posteriormente, el Venerable Maestro SAMAEL AUN WEOR, culminó la GRAN OBRA ALQUIMICA, y fue así como hubo de pasar por el proceso de Muerte y Resurrección, matando así a la muerte con la misma muerte por toda una eternidad. Su proceso de desencarnación sucedió el 24 de Diciembre de 1977, cerca a las 12 de la noche. La placa de su carroza mortuoria, sin haberse elegido programadamente, tenía las Iniciales AUM.

Casi dos años después, en la “Asam¬blea Extraordinaria Nacional”, realizada entre el 29 de Junio y el 1 de Julio de 1979, en el Palacio de Convenciones y Exposiciones de la ciudad de Medellín, Antioquia, Colombia, organizada por el Movimiento Gnóstico Cristiano Universal de Colombia, sucedió algo maravilloso.

Esta Asamblea estuvo presidida por el Venerable Maestro Rabolú, quien es uno de los 42 Jueces del Karma de la Justicia Objetiva Divina, y en quien depositara el V. M. Samael Aun Weor, el cuidado y guía del Movimiento Gnóstico Cristiano Universal. Dicho sea de paso, el V. M. Rabolú, está por esta época culminando también los procesos de su GRAN OBRA ALQUIMICA.

Algo insólito sucede en aquella Asamblea memorable. Resumámoslo con las siguientes palabras:

A la entrada del local de la Asam¬blea, — a la que asistieron más de tres mil miembros activos del Movimiento Gnóstico Cristiano Universal de Colom¬bia —estaba el V. M. SAMAEL AUN WEOR con su cuerpo inmortal, con aquel cuerpo de la momia que tuviera en Egipto hace unos cuatro mil años. Allí estaba el Maestro Samael con su cuer¬po resurrecto el cual tiene una aparien¬cia de unos 40 a 45 años.

Es lógico que nadie lo identificó, a excepción del V. M. Rabolú, que ya le conoce muy bien, puesto que el cuer¬po de la momia, es diferente al que el Maestro Samael tenía en México.

Allí, en aquella Asamblea, — sin que de ello se percatara la hermandad gnóstica — el V. M. Samael le entregó al V. M. Rabolú una PESADA CRUZ DE ORO, con lo cual quedó establecido que el V. M. Rabolú también estaba ya en el mismo camino del V. M. Samael Aun Weor.

En cierta ocasión, un grupo de in¬quietos aspirantes a la Gnosis, le preguntaron al V. M. Rabolú dónde se en¬contraba realmente el V. M. Samael. Y el V. M. Rabolú respondió de la siguiente manera:

“Él ocupó directamente la momia que tenía guardada. O sea, por ejemplo, en estos momentos él está con su momia, trabajando, moviéndose. O sea que él no está desencarnado como creen mu¬chas personas, él tiene su otro cuerpo. YO ME ENTREVISTE CON ÉL, ya tiene su momia, está trabajando con su momia, actuando como cualquier perso¬na normal. Está en el Viejo Mundo, o sea, por allá en el Tibet y usa su turban¬te estilo tibetano. De modo que para mí, él no dejó de trabajar. Él cogió su otro cuerpo, se lo puso, y, ¡adelante! Es un tipo de combate, es un Maestro de batalla que no se está quieto un momento.”

Nota: Los HACHIN (ASHIM) son las Almas del Fuego o Coro Angélico de Malchut, según la Kábala Hebraica.

LA CONCIENCIA ATÓMICA

La Ciencia Materialista — La Ciencia Alquímica

En cierta ocasión, en una conferen¬cia afirmé que, gran parte de los postulados de la llamada ciencia materialista, serían las mentiras del mañana, y no faltó quien, armas en ristre, saliera a de¬fender su posición contraria a mi afir-mación. Más, no soy el único, ni el pri¬mero, ni el último en afirmarlo:

“Oímos decir que la idea de la Piedra Filosofal fue un error, pero todas nuestras opiniones han partido de erro¬res, y lo que hoy consideramos como la verdad en química, quizá será maña¬na reconocido como una falacia.”
J.VON LIEBIG,
FAMILIAR LETTERS IN CHEMISTRY

La “Botánica”, por ejemplo, con¬siderada la rama de la ciencia que estu¬dia a los vegetales, es otro término mal empleado. Entre los griegos antiguos, los “Botane” eran, literalmente “los habitantes de la hierba”, o sea, las inteligencias elementales o almas de las plantas. De esta manera, la “Botánica” de¬bería ser, en rigurosa ciencia, el estudio de los habitantes de la hierba y no úni¬camente el estudio de estas últimas.

Si, en rigurosa acepción académica, la ciencia materialista es: “Conocimiento EXACTO y razonado de ciertas cosas”, no podría, pues, errar, siendo un “conocimiento exacto”. Y, si, errar, es, casti¬zamente, sinónimo de mentir, y, por otra parte, la ciencia materialista que significa “conocimiento exacto”, ha errado en innumerables ocasiones, es mentiro¬sa, falsa y demasiado orgullosa, pues no acepta sus propios errores, los justifica de mil maneras.

¡Ciencia sin Conciencia! ¡Qué ocu¬rrencia!

Lo mismo valga para el científico Inconsciente.

Desde el momento en que la llamada ciencia se divorció de los principios místicos y filosóficos, le quitó el alma a la investigación.

Las matemáticas, llamada “ciencia exacta”, ¿no tuvo en uno de sus padres al Divino Pitágoras, tan enunciado en nuestras aulas docentes? Y, se nos dice en estas que fue el descubridor de la tabla de multiplicar, del sistema decimal y del teorema que lleva su nombre, Y, ¿qué estudioso negaría que fue un gran filósofo y místico en todo el sentido de la palabra?

¿Qué diríamos de Paracelso, uno de los fundadores de la medicina experimental, descubridor de la existencia del cinc como metal independiente y definió la toxicidad del arsénico, seña¬lando, además la eficacia terapéutica antiluética del precipitado rojo de mercurio? Y Paracelso fue uno de los promo¬tores de la Alquimia Mística, la que pro¬pone una verdadera transformación de la persona, en la persona.

Alberto Magno (Alquimista) fue el primero en preparar la potasa cáustica y en desentrañar la composición del cinabrio (sulfuro de mercurio) Basilio Valentín (Alquimista) descubrió, además del antimonio, los ácidos clorhídrico y sulfúrico.

Actualmente es ya bastante famoso el gran físico nuclear y Alquimista co¬nocido con el nombre de Fulcanelli, cuyas dos obras (El Misterio de las Catedrales y Las Moradas Filosófales) aparecieron respectivamente en 1926 y 1930

Trascribiré a continuación lo que Louis Pawels describe en su obra “El Retorno de los Brujos”, sobre una entrevista que su amigo Jacques Bergier tuvo en 1937 con el Adepto Fulcanelli:

A petición de André Helbronner (notable físico nuclear francés), mi ami¬go (Jacques Bergier, asistente de Helbronner) se entrevistó con el misterioso personaje en el prosaico escenario de un laboratorio de ensayos de la Sociedad del Gas, de París. He aquí, exactamente, su conversación:

“Monsieur André Helbronner, del que tengo entendido que es usted ayudan¬te, anda buscando la energía nuclear. Monsieur Helbronner ha tenido la amabi¬lidad de ponerme al corriente de algunos de los resultados obtenidos, especial¬mente de la aparición de la radioactividad correspondiente al Polonio, cuando un hilo de Bismuto es volatilizado por una descarga eléctrica en el seno del deu-terio a alta presión. Están ustedes muy cerca del éxito, al igual que algunos otros sabios contemporáneos. ¿Me permi¬te usted que le ponga en guardia? Los trabajos a que se dedican ustedes y sus semejantes son terriblemente peligrosos. Y no son sólo ustedes los que están en peligro, sino también la Humanidad entera. La liberación de la energía nu¬clear es más fácil de lo que piensa. Y la radiactividad superficial producida puede envenenar la atmósfera del Planeta en algunos años. Además, pueden fabricarse explosivos atómicos con algunos gramos de metal y arrasar ciudades ente¬ras. Se lo digo claramente: los alquimistas lo saben desde hace mucho tiempo”.

Bergier se dispuso a Interrumpirle, protestando. ¡Los alquimistas y la física moderna! Iba a prorrumpir en sar¬casmos, cuando el otro lo atajó:

“Ya sé lo que va a decirme: los alquimistas no conocían la estructura del núcleo, no conocían la electricidad, no tenían ningún medio de detección. No pudieron, pues, realizar ninguna transmutación, no pudieron, pues, libe¬rar jamás la energía nuclear. No intenta¬ré demostrarle lo que voy a decirle ahora, pero le ruego que lo repita a Mon¬sieur Helbronner: bastan ciertas disposi-ciones geométricas de materiales extre¬madamente puros para desencadenar las fuerzas atómicas, sin necesidad de utili¬zar la electricidad o la técnica del vacío. Y ahora me limitaré a leerle unas breves líneas”.

El hombre tomó de encima de su escritorio la obra de Fréderic Soddy, L’interprétation du Radium, la abrió y leyó:

“Pienso que existieron en el pasado civilizaciones que conocieron la energía del átomo y que fueron totalmente destruidas por el mal uso de esta energía”.

Después prosiguió:

“Le ruego que admita que algunas técnicas parciales han sobrevivido. Le pi¬do también que reflexione sobre el hecho de que los alquimistas mezclaban preocu-paciones morales y religiosas con sus ex¬perimentos, mientras que la Física moder¬na nació en el siglo XVIII de la diversión de algunos señores y de algunos ricos li¬bertinos. CIENCIA SIN CONCIENCIA…”

He creído que hacía bien advirtiendo a algunos investigadores, aquí y allá, pero no tengo la menor esperanza de que mi advertencia fructifique. Por lo demás, no necesito la esperanza.

Bergier se permitió hacer una pre¬gunta:

“— Si usted mismo es alquimista, señor, no puedo creer que emplee su tiempo en el intento de fabricar oro, como Dunikovski o el doctor Miethe. Desde hace un año, estoy tratando de documentarme sobre la alquimia y sólo he tropezado con charlatanes o con interpretaciones que me parecen fantásticas”. ¿Podría usted, señor, decirme en qué consisten sus investigaciones?

“— Me pide usted que resuma en cuatro minutos cuatro mil años de fi¬losofía y los esfuerzos de toda mi vida. Me pide, además, que le traduzca en len¬guaje claro conceptos que no admiten el lenguaje claro. Puedo, no obstante, decirle esto: no ignora usted que, en la Ciencia Oficial hoy en progreso, el papel del observador es cada vez más importan¬te. La relatividad, el principio de incer-tidumbre, muestran hasta qué punto interviene hoy el observador en los fenó-menos. El secreto de la alquimia es éste: existe un medio de manipular la materia y la energía de manera que se produzca lo que los científicos contemporáneos llamarían un campo de fuerza. Este campo de fuerza, actúa sobre el obser¬vador y le coloca en una situación pri¬vilegiada frente al Universo. Desde este punto privilegiado tiene acceso a realidades que el espacio y el tiempo, la materia y la energía, suelen ocultarnos. Es lo que nosotros llamamos la Gran Obra.”

Pero, ¿y la piedra filosofal? ¿Y la fabricación del oro?

“Esto no es más que aplicaciones, casos particulares. LO ESENCIAL NO ES LA TRASMUTACIÓN DE LOS META¬LES, SINO LA DEL PROPIO EXPERI¬MENTADOR. ES UN SECRETO ANTI¬GUO QUE VARIOS HOMBRES EN¬CONTRARAN TODOS LOS SIGLOS”.

¿Y en qué se convierten enton¬ces?

“Tal vez algún día lo sabrá”.

“Mi amigo no vería nunca más a aquel hombre, que dejó un rastro imbo¬rrable bajo el nombre de Fulcanelli. Todo lo que sabemos de él es que sobre¬vivió a la guerra y desapareció comple¬tamente después de la Liberación. Todas las gestiones para encontrarlo fracasaron. Estas gestiones fueron bien reales, pues las llevó a cabo la comisión “Alsos”, patrocinada por la CIA americana, que, después de 1945, tenía órdenes muy estrictas de encontrar a todos los que hubiesen tenido relación alguna con la ciencia atómica en Europa. Bergier fue llamado a declarar, pero no pudo proporcionar ninguna pista al coman¬dante que lo interrogó. Este le permitió examinar el primer documento conocido sobre la utilización militar del átomo. Jacques Bergier comprobó entonces que se había descrito perfectamente la pila atómica como “una estructuración geo¬métrica de sustancias extremadamente puras” y que, por otra parte, ese mecanis¬mo no requería la electricidad ni la téc¬nica del vacío, tal como lo había predicho Fulcanelli. El informe acababa exponiendo la posibilidad de que se produjera una contaminación atmosférica susceptible a extenderse a todo el Plane¬ta. Se comprende que tanto Bergier como los oficiales americanos desearan encontrar a un hombre cuya existencia era una prueba fehaciente de que la ciencia alquímica llevaba muchas déca¬das de ventaja a la ciencia oficial. Y si Fulcanelli ocupaba una posición tan ventajosa respecto a los conocimien¬tos atómicos, también debería estar bien informado sobre muchos otros asun¬tos, y tal vez por eso fueran vanas todas las pesquisas”.

Para reflexión de nuestros lectores, veamos a qué conclusión científica llegó uno de los más grandes sabios de la época, Einstein, según entrevista personal que Giovanni Papini consigna¬ra en su obra “GOG”.

Einstein se ha resignado a recibir¬me porque le he hecho saber que le te¬nía reservada la suma de 100.000 marcos, con destino a la Universidad de Jerusalén (Monte Scopus)

Le encontré tocando el violín. (Tie¬ne, en efecto, una verdadera cabeza de músico.) Al verme, dejó el arco y comen¬zó a interrogarme.

—¿Es usted matemático?
— No.
—¿Es físico?
— No.
—¿Es astrónomo?
— No.
—¿Es ingeniero?
— No.
—¿Es filósofo?
— No.
—¿Es músico?
— No.
—¿Es periodista?
— No.
—¿Es israelita?
— Tampoco.

— Entonces, ¿por qué desea tanto hablarme? ¿Y por qué ha hecho un dona¬tivo tan espléndido a la Universidad hebrea de Palestina?

— Soy un ignorante que desea instruirse y mi donativo no es más que un pretexto para ser admitido y escu¬chado.

Einstein me perforó con sus ojos negros de artista y pareció reflexionar.

— Le estoy agradecido por el dona¬tivo y por la confianza que tiene en mí. Debe convenir, sin embargo, que decir¬le algo de mis estudios es casi imposible si usted, como dice, no conoce ni las matemáticas ni la física. Yo estoy habi-tuado a proceder con fórmulas que son incomprensibles para los no iniciados, y hasta entre los iniciados son poquísimos los que han conseguido comprenderlas de un modo perfecto. Tenga, pues, la bondad de excusarme…

— No puedo creer — contesté — que un hombre de genio no consiga expli¬carse con las palabras corrientes. Y mi ignorancia no está, sin embargo, tan absolutamente desprovista de Intuición…

— Su modestia — repuso Einstein — y su buena voluntad merecen que haga violencia a mis costumbres. Si algún punto le parece oscuro, le ruego desde ahora que me excuse. No le hablaré de las dos relatividades formuladas por mí: eso ya es una cosa vieja que puede encontrarse en centenares de libros. Le diré algo sobre la dirección actual de mi pensamiento.
“Por naturaleza soy enemigo de las dualidades. Dos fenómenos o dos concep¬tos que parecen opuestos o diversos, me ofenden. Mi mente tiene un obje¬tivo máximo: Suprimir las diferencias. Obrando así permanezco fiel al espíritu de la conciencia que, desde el tiempo de los griegos, ha inspirado siempre a la uni¬dad. En la vida y en el arte, si se fija usted bien, ocurre lo mismo. El amor tiende a hacer de dos personas un solo ser. La poesía, con el uso perpetuo de la metáfora, que asimila objetos diversos, presupone la identidad de todas las cosas.

“En las ciencias este proceso de uni¬ficación ha realizado un paso gigantesco. La astronomía, desde el tiempo de Ga¬lileo y de Newton, se ha convertido en una parte de la física. Riemann, el ver¬dadero creador de la geometría no Euclidiana, ha reducido la geometría clásica a la física; las investigaciones de Nernst y de Max Boro han hecho de la química un capítulo de la física; y como Loeb ha reducido la biología a hechos quími¬cos, es fácil deducir que incluso ésta no es, en el fondo, más que un párrafo de la física. Pero en la física existían, hasta hace poco tiempo, datos que pare¬cían irreductibles, manifestaciones distin¬tas de una entidad o de grupos de fenómenos. Como, por ejemplo, el tiempo y el espacio; la masa inerte y la masa pesada, esto es, sujeta a la gravitación; y los fenómenos eléctricos y los mag¬néticos, a su vez diversos de los de la luz. En estos últimos años estas manifestaciones se han desvanecido y estas distinciones han sido suprimidas. No solamente, como recordará he demostrado que el espacio absoluto y el tiempo universal carecen de sentido, si no que he deducido que el espacio y el tiempo son aspectos indisolubles de una sola realidad. Desde hace mucho tiempo, Faraday había establecido la identidad de los fenómenos eléctricos y de los magnéticos, y más tarde, los experimentos de Maxwell y Lorenz han asimilado la luz del electromagnetismo. Permanecían, pues, opuestos, en la física moderna, sólo dos campos: El campo de la gravitación y el campo electromagnético. Pero he conseguido, finalmente, demostrar que también estos constituyen dos aspectos de una realidad única. Es mi último descubrimiento: La teoría del campo unitario. Ahora, espacio, tiempo, materia, energía, luz, electricidad, inercia, gravitación, no son mas que nombres diversos de una misma homogénea actividad. Todas las ciencias se reducen a la física, y la física se puede ahora reducir a una sola fórmula. Esta fórmula, traducida al lenguaje vulgar, diría poco más o menos así: “Algo se mueve”. Estas tres palabras son la síntesis última del pensamiento humano.

Einstein se debió de dar cuenta de la expresión de mi rostro, de mi estupor.

-¿Le sorprende –añadió- la aparente sencillez de este resultado supremo? ¿Millares de años de investigaciones y de teorías para llegar a una conclusión que parece un lugar común de la experiencia más vulgar? Reconozco que no está del todo equivocado. Sin embargo, el esfuerzo de síntesis de tantos genios de la ciencia lleva a esto y nada más: “Algo se mueve”. Al principio –dice San Juan- era el verbo. Al principio –contesta Goethe- era la acción. Al principio y al fin –digo yo– es el movimiento. No podemos decir ni saber más. Si el fruto final del saber humano le parece una vulgarísima serba, la culpa no es mía. A fuerza de unificar es necesario obtener algo increíblemente sencillo.

Hasta aquí esta trascripción.

Queda un interrogante: ¿Qué es lo que anima al movimiento? En las sagradas escrituras se nos dice: “…y el espíritu de Dios se MOVÍA sobre la haz de las aguas.” En alquimia sabemos perfectamente de qué se trata…

Valga la pena decir, que si todas las ciencias se reducen a la física, la física se reduce a la alquimia. No en vano, a la filosofía Hermética (ciencia alquímica) se le ha llamado “La Madre de todas las Ciencias”…

LA CONCIENCIA DEL ÁTOMO

La Conciencia Atómica no-se so¬mete para efectos de transmutación a impulsos meramente mecánicos des¬provistos del conocimiento de las leyes que rigen la Conciencia del Átomo. Penetrar en el mundo atómico descono¬ciendo las leyes que lo rigen es ocasionar un caos catastrófico en su infinitamente pequeño universo. Y es eso precisamente lo que los llamados señores de la ciencia materialista se han empeñado en hacer y los resultados no se han hecho esperar: desequilibrio casi total de la naturaleza humana y exterior.

Es por ello que jamás estos señores podrán demostrar en sus laboratorios la transmutación de los metales viles en oro. Lo que han logrado es sólo una mínima cantidad con relación a los metales originales, o elementos originales.

El hecho de que el electrón, como corpúsculo de electricidad negativa, y que danza alrededor del átomo, para “ser domesticado” necesite menos de una mil millonésima de segundo para obe¬decer, es algo que nos invita a la reflexión…

¿Quién guía de una manera tan matemática y exacta los movimientos atómicos? Los fanáticos y dogmáticos materialistas nos dirían que la mecánica de la naturaleza. Muy bien; y, ¿podrá existir mecánica sin mecánicos? No. Entonces si se nos habla de una mecá¬nica, por fuerza se tienen que aceptar principios inteligentes que dirijan el mo¬vimiento de esa mecánica.

Ya el sabio y científico alemán, Doc¬tor Arnoldo Krumm Heller, había afirmado que un átomo es un trío de materia, energía y conciencia. La materia es la forma perceptible a través del microsco¬pio, su constitución; la energía es la di¬námica del movimiento; y la conciencia es la inteligencia oculta (no manifiesta al científico materialista) que guía tan sabia y matemáticamente el movimiento atómico. Si todo en la naturaleza está cons¬tituido en última síntesis por partículas atómicas y sub-atómicas, cualquier cuer¬po tiene su conciencia atómica, sea este mineral, vegetal, animal, humano, etc.

Mas, dejemos que la investigación científica no desprovista de fundamentos místicos y filosóficos, nos hable al respecto.

“Nosotros, pues, declaramos (dice el Gran Sabio Fulcanelli en sus “Moradas Filosófales”), sin tomar partido que los grandes científicos de quienes hemos trascrito sus opiniones se equivocan cuando niegan la posibilidad de un resultado lucrativo de la transmutación. Ellos se engañan acerca de la constitu¬ción y las cualidades profundas de la materia, si bien piensan haber explorado todos sus misterios. Mas, ¡ay!, La complejidad de sus teorías, la acumulación de definiciones, creadas para explicar lo inexplicable, y sobretodo, la perniciosa influencia de una educación materialis¬ta, les impulsa a buscar cada vez más lejos, lo que en cambio está a sus puer¬tas. Ellos son, en mayoría, matemáticos que han perdido en sencillez, en buen sentido, lo que han ganado en lógica humana, en rigurosidad numérica. Ellos sueñan aprisionar la naturaleza en una fórmula, de poner la vida bajo fórmula de ecuaciones. Y así, en sucesivas desvia¬ciones, llegan inconscientemente a alejarse de tal manera, de la simple verdad, que justifican las duras palabras del Evangelio: “Ellos tienen ojos para no ver y un intelecto para no entender”.

¿Será posible atraer a estos hombres a una concepción menos complicada de las cosas, guiar a estos dispersos hacia la luz del espiritualismo que les falta? Nosotros lo intentaremos, y, ante todo, diremos a aquellos que consientan seguirnos, QUE NO SE PUEDE ESTUDIAR LA NATURALEZA FUERA DE SU ACTIVIDAD.”

“El análisis de la molécula y del átomo, nada nos enseñan; es incapaz de resolver el problema más grande que un científico pueda proponerse: ¿Cuál es la esencia de esta dinámica invisible y misteriosa que anima la materia? En efecto ¿qué sabemos del movimiento? Ahora, aquí abajo, todo es vida y movimiento. La actividad vital, claramente manifes¬tada en los animales y en los vegetales, no es menos vital en el reino mineral si bien exige más atención del observa¬dor. LOS METALES, EN EFECTO, SON CUERPOS VIVIENTES Y SENSIBLES y son testimonios de esto el ter¬mómetro de mercurio, las sales de plata, los fluoruros, etc. ¿Qué es la dilatación y la contracción, sino dos efectos del dinamismo metálico, dos manifestaciones de la vida mineral? Y aún, al filósofo no basta anotar el alargamiento de una barra de hierro sometida al calentamien¬to, sino que debe buscar cuál es la VO¬LUNTAD OCULTA que obliga al metal a alargarse. Se sabe que los metales, so¬metidos a la acción de las radiaciones caloríficas, alargan sus poros, extienden sus moléculas, aumentan de superficie y de volumen; en un cierto sentido se expande, un poco así como nosotros inmersos bajo la acción benéfica de los efluvios solares. No se puede negar que una reacción similar tiene una causa profunda, inmaterial, porque no se podría explicar, sin este impulso, cuál otra seria la fuerza que obliga a las par¬tículas cristalinas a abandonar su INER¬CIA APARENTE. ESTA VOLUNTAD DEL METAL, o sea, SU MISMA AL¬MA, ha sido totalmente evidenciada por un bellísimo experimento realizado por Ch.—Ed, Guillaume. Una barra de acero calibrada y sometida a una trac¬ción continua y progresiva y cuya po¬tencia es registrada por medio de un dinamógrafo. Cuando la barra está pa¬ra ceder, se manifiesta un estrangula¬miento del cual se fija el punto exacto. Se suspende la tracción y se regresa la barra a sus dimensiones primitivas, pa¬ra luego reiniciar el experimento. Esta vez, el estrangulamiento se produce en un punto diferente al primero. Con¬tinuando de la misma manera se observa que todos los puntos fueron experimen¬tados sucesivamente y que todos comen¬zaron a ceder, uno después del otro a la misma tracción. Ahora, si se calibra por última vez la barra de acero y se vuelve a iniciar, desde el principio, se prueba que ahora se debe usar una fuer¬za muy superior a la primera para pro¬vocar la reaparición de los síntomas de ruptura. Ch.—Ed. Guillaume deduce de estas experiencias, con razón evidente, que el metal se comportó como hu¬biera hecho un cuerpo orgánico; él re¬forzó sucesivamente todas sus partes más débiles y aumentó a propósito su cohesión para defender mejor su Inte¬gridad amenazada.”

Veamos otro testimonio científico con relación a la Conciencia mineral.

Jagadis Chandra Bose, de cuya labor en el campo de la fisiología vegetal sólo dijo la Enciclopedia Británica, casi medio siglo después de su muerte, que se adelantó tanto a su tiempo, que apenas podía valorarse en su justo mérito, dejó un testimonio irrefutable al respecto:

“En 1899, Bose observó el extraño caso de que el radioconductor mecáni¬co para recibir las ondas de radio perdía sensibilidad cuando se le usaba continuamente, pero recuperaba su estado normal tras un periodo de descanso. Esto le lle¬vó a la conclusión de que, por inconcebible que pareciese, los metales pueden recuperarse de la “fatiga”, de manera semejante a como recobran sus energías los animales e individuos cansados. En virtud de trabajos posteriores, comenzó a pensar que la línea divisoria entre los metales “sin vida”, como se dice, y los organismos “vivos” era sumamente tenue. Pasando espontáneamente del campo de la física al de la fisiología, inició entonces un estudio comparativo de las curvas de la reacción molecular en las sustancias inorgánicas con las de los tejidos de los animales vivos’.

“Con gran asombro y sorpresa, advirtió que las curvas producidas por el óxido magnético de hierro ligeramente calentado se parecían notablemente a las de los músculos. En ambas disminuía la reacción y la recuperación con el exceso de trabajo, y la fatiga consiguiente podía desaparecer en virtud de un masa¬je delicado, o de un baño de agua calien¬te. Otros componentes metálicos reaccionaban de manera parecida a los animales. Cuando se limpiaba una superficie metá¬lica grabada con ácidos para eliminar has¬ta la última señal impresa en ella, mos¬traba reacciones en las partes tratadas por el ácido, que no se advertían en las otras. Bose atribuía cierto tipo de memoria del tratamiento a las secciones afec¬tadas. En el potasio observó que su poder de recuperación se perdía casi totalmen¬te si se le trataba con diversas sustancias extrañas: esto parecía análogo a las reac¬ciones del tejido muscular a los venenos”

“En un trabajo que presentó al Congreso Internacional de Física, cele¬brado en la exposición de París de 1900, con el título, “De la generalidad de los fenómenos moleculares producidos por la electricidad sobre la materia inorgánica y sobre la materia viva”, hizo hincapié en la “unidad fundamental existente en la diversidad aparente de la naturale¬za”, llegando a la conclusión de que “es difícil trazar una línea divisoria, y afir¬mar que aquí termina el fenómeno físico y aquí comienza el fisiológico” El Congreso se quedó bouleversé por la desconcertante, o más bien apabullante idea, de que la distancia que separa lo animado de lo inanimado quizá no sea tan grande ni tan infranqueable como generalmente se cree; el secretario del Congreso declaró que estaba pasmado.”

“Sir Michael Foster, secretario de la Real Sociedad, se presentó una mañana en su laboratorio para ver con sus propios ojos lo que estaba ocurriendo. Bose mostró al veterano de Cambridge algu¬nas de sus grabaciones, a lo que comen¬tó el anciano en tono de broma:

Pero, vamos Bose, ¿qué tiene de nuevo esta curva? ¡La venimos viendo desde hace medio siglo por lo menos!

Pero… ¿qué cree usted que es?— replicó Bose sin levantar la voz.

Está muy claro… ¡es la curva de reacción de un músculo, naturalmen¬te! — contestó Foster con firmeza.

“Mirando al profesor desde el fondo de sus penetrantes ojos castaños, dijo entonces Bose con acento seguro”:

Perdóneme, pero es la reacción metálica del estaño.

“Foster se quedó con la boca abierta”.

¿Cómo? — prorrumpió, levantándose de un salto de su silla —. ¿Estaño? ¿Dijo usted estaño?

“Cuando Bose le enseñó todos los resultados que había obtenido, Foster se quedó tan desconcertado como abru¬mado. Allí mismo le invitó a presentar un informe de sus descubrimientos en otro discurso del Viernes en la Insti¬tución Real, y se ofreció para presentar su trabajo personalmente a la Real Sociedad, a fin de obtener prioridad. En la asamblea nocturna del 10 de Mayo de 1901, Bose dio cuenta de todos los resultados que había obtenido durante más de cuatro años, e hizo demostra¬ciones de cada uno de ellos en una serie completa de experimentos, para terminar con la peroración siguiente:

“Les he mostrado a ustedes estos documentos autógrafos sobre la historia de la tensión y del esfuerzo en los seres vivos y no vivos. ¡Cuán semejantes son las escrituras de ambos! Tan semejantes que, en realidad, no se distinguen unas de otras. Ante tales fenómenos, ¿cómo vamos a poder trazar una línea divisoria y afirmar, aquí termina lo físico y aquí empieza lo fisiológico? No existen tales barreras absolutas. Cuando fui testigo mudo de estas grabaciones autógrafas y percibí en ellas una fase de la unidad general que vincula todas las cosas —la mota que tiembla en las ondulaciones de la luz, la vida activa que pulula en nuestra tierra, y los soles radiantes que fulguran por encima de nosotros —, fue cuando comprendí por vez primera una pequeña parte del mensaje procla¬mado por mis antepasados a las orillas del Ganges hace treinta siglos: “A los que no ven más que una cosa en todas las múltiples manifestaciones cambiantes de este universo, es a quienes pertenece la Verdad Eterna… ¡a nadie más, a na¬die más!”

“El asesor, doctor Howard Miller, citólogo de Nueva Jersey y médico de Backster (Cleve Backster, el más famoso examinador de detectores de mentiras de Estados Unidos), llegó a la conclusión de que todos los seres vivos debían de tener una especie de conciencia celular”.

“La facultad de sentir —asevera Backster — no parece acabar en el nivel celular. Puede extenderse al mole¬cular, al atómico y hasta al sub-atómico. Todas las clases de seres que han sido consideradas convencionalmente inani-madas, acaso necesiten una reevaluación”

“… el astrónomo inglés sir James Jeans había escrito que la corriente del conocimiento humano está llevando imparcialmente hacia una realidad no mecánica: el universo comienza a parecer más que una gran máquina, un gran pensamiento. La mente ya no parece ser un intruso accidental en el campo de la materia. Estamos comenzando a sospechar que deberíamos conside¬rarla como la creadora y gobernante de este reino”.

Hemos podido evidenciar, como, ya se nos habla desde un punto de vista bastante científico y serio, de la concien¬cia atómica o inteligencia latente en la materia. Continuaremos con otros tes¬timonios de gran valor, que se extienden desde el reino vegetal hasta el humano.

LA CONCIENCIA DE LA NATURALEZA

“Las gentes creen que la naturaleza es algo inconsciente, pero se equivocan. ¡Pobres gentes!”

“¡HIJOS DE LA TIERRA! escuchad a vuestros instructores, los Hijos del Fuego…”

“Reyes y reinas del fuego, criaturas de los bosques… ¡os conjuro!. No hay selva que no tenga su genio… No hay ár¬bol que no tenga su criatura, sus poderes y su inteligencia… No hay árbol sin alma… Todo vegetal es el cuerpo físico de una criatura elemental de la naturaleza…”

“Las plantas tienen alma, y las almas de las plantas encierran todos los poderes de la Diosa Madre del Mundo…”

“Las almas de las plantas, son los elementales de la Naturaleza. Estas criaturas inocentes todavía no han salido del Edén, y por lo tanto aún no han perdido sus poderes ígneos…”

“Los elementales de las plantas, ju¬guetean como niños inocentes entre las melodías inefables de este gran Edén de la Diosa Madre del Mundo”.

“No hay nada que no tenga alma en esta creación ardiente…”

“Si observamos con los ojos del Es¬píritu el fondo ardiente de una roca milenaria, vemos que CADA ÁTOMO ES EL CUERPO FÍSICO DE UNA CRIATURA ELEMENTAL mineral, que lucha, ama y trabaja entre el crepitar ardiente de las llamas universales, anhelando intensamente subir las gradas ardientes del carbón y del diamante, para tener la dicha de ingresar al reino sublime de los vegetales…”

Así, con estos párrafos anteriores nos habla nuestro Venerable Maestro SAMAEL AUN WEOR, en su maravillo¬sa obra “Rosa Ígnea”.

Millones de lectores de periódicos rusos recibieron las primeras ideas de que las plantas comunican sus emociones al hombre en octubre de 1970, cuando Pravda publicó un articulo titulado “Lo que nos dicen las hojas”.

“Las plantas hablan… Sí, gritan” declaró el órgano oficial del partido comunista. “Solo que parece que aceptan sus infortunios sumisamente y sufren su dolor en silencio” El reporte de Prav¬da, y Chertkov nos dice que fue testi-go de estos acontecimientos extraordi¬narios en Moscú cuando visitó, el labora-torio de Clima Artificial, instalado en la Academia de Ciencias Agrícolas de Timiryazev.

“Delante de mis ojos, un tallo de echada gritó literalmente cuando se metieron sus raíces en agua caliente. Es verdad que la “voz” de la planta sólo se registró en un instrumento electró¬nico especial de extraordinaria sensibilidad que reveló en una ancha tira de papel “un valle de lágrimas sin fondo” Como si se hubiese vuelto loca, la aguja grabadora describió en las contorsiones de sus trazos sobre la superficie blanca la agonía mortal del tallo de cebada, aunque, limitándose a mirar a la pequeña planta, nadie habría sospechado jamás lo que estaba padeciendo. Mientras sus hojitas seguían erguidas y verdes como siempre, el “organismo” de la planta estaba ya muriendo. Algún tipo de cé¬lulas “cerebrales” nos estaba diciendo desde dentro de ella lo que le ocurría”.

Este aparte anterior extraído del libro “La Vida Secreta de las Plantas”, encuentra un complemento formidable con este otro de la misma obra:

“Creyendo que se estaba haciendo sensacionalismo en los periódicos de occidente”, decía el reportero de Izvesti¬ya, Matveyev se trasladó a Leningrado, donde se entrevistó con Vladimir Grigorievich Karamanov, director del laborato¬rio de Bio-cibernética del Instituto de Agro-física para recabar una opinión autorizada al respecto.

“Según el reportero de Izvestiya, Karamanov mostraba como una planta leguminosa corriente había adquirido algo equivalente a “manos” para indicar a un cerebro instrumental que cantidad de luz necesitaba. Cuando el cerebro mandaba señales a las “manos”, éstas no tenían más que oprimir un conmuta¬dor, y la planta podía entonces esta¬blecer por propia cuenta la longitud óp¬tima de su “día” y de su “noche”. Pos¬teriormente, cuando la misma planta había adquirido el equivalente de unas “piernas”, podía instrumentalmente indi¬car si necesitaba agua. Acreditándose como un ser perfectamente racional —seguía el reportaje—, la planta no se atragantaba vorazmente de agua sin ton ni son, sino que se limitaba a beber unos dos minutos por hora, regulando la cantidad que necesitaba con la ayuda de un mecanismo artificial”.

“Esto era algo auténticamente sensacional en el terreno científico y técnico — terminaba el artículo —, demostración evidente de las capacidades técnicas del hombre del siglo XX”.

Cuando se le preguntó si creía que Backster había descubierto algo nuevo, Karamanov replicó en tono algo tolerante: “¡Nada de eso! Que las plantas son capaces de percibir el mundo que las rodea es una verdad tan anti¬gua como el mismo mundo. Sin percep¬ción, no puede haber ni hay adaptación. Sí las plantas careciesen de órganos sen¬soriales y no tuviesen medios de transmi¬tir y procesar la información con su me¬moria y lenguaje propio, inevitablemente perecerían”

El profesor V. N. Pushkin, de la Unión Soviética, doctor en Ciencias Sociológicas, tratando de encontrar un sig¬nificado en las reacciones de las flores, escribió:

“Es posible que exista un vínculo específico y positivo entre los dos sistemas informativos, el de las células de las plantas y el del sistema nervioso. El lenguaje de las células de las plantas puede estar relacionado con el de las cé¬lulas nerviosas. Estos dos tipos de cé¬lulas vivas totalmente distintas parecen ser capaces de “entenderse” recíprocamen¬te”,

De la misma obra, entresacamos lo siguiente:

“La magia y el misterio del mundo vegetal que existe tras estas actividades científicas se han convertido también hace poco en el tema de un libro nuevo, titulado Hierba, de un escritor popular eslavófilo, Vladimir Soloukhin, que apare¬ció a fines de 1972 en cuatro números de la revista Nauka i Zhizn (Ciencia y vida), que tiene una circulación de tres millones. Nació Soloukhin en una aldea próxima a la antigua ciudad de Vladimir, de Rusia septentrional, y quedó fasci¬nado con la exposición que un buen día hizo Pravda del trabajo desarrollado por Gunar, extrañándose mucho de que no hubiese provocado más entusiasmo en sus paisanos rusos”.

Es posible que estén estudiados superficialmente los elementos de la me¬moria de las plantas — escribe —, ¡pero por lo menos están en blanco y negro! Sin embargo, nadie es capaz de llamar a sus amigos o vecinos, nadie es capaz de gri¬tar con voz de borracho por teléfono: ¿No te has enterado de lo que ocurre? ¡Las plantas son capaces de sentir! ¡Las plantas sienten dolor! ¡Las plantas gri¬tan! ¡Las plantas lo recuerdan todo! ¡Las plantas piensan!.

Al empezar Soloukhin a llamar por teléfono a sus amigos, lleno de en¬tusiasmo y alegría, se enteró por uno de ellos de que un miembro notable de la Academia Soviética de Ciencias, que trabajaba en Akademgorodok, la nueva población habitada casi exclusivamente por científicos investigadores y situada en las afueras del centro industrial mayor de Siberia Novosibirsk, había dicho lo siguiente:

“¡No se asombren! También noso¬tros estamos realizando muchos experi¬mentos de este tipo, todos los cuales se polarizan hacia una sola idea: las plan¬tas tienen memoria. Son capaces de re¬coger impresiones y retenerlas largos periodos. Hicimos que un hombre moles¬tase y hasta torturase a un geranio varios días seguidos. Lo pellizcó, lo despedazó, le pinché las hojas con una aguja, echó ácidos en sus tejidos, lo quemé con un fósforo y le cortó las raíces. Otro hombre cuidó con todo cariño al mismo geranio, lo regó, removió y esponjó su suelo, lo salpicó con agua fresca, buscó apoyo para sus ramas, más pesadas y atendió a sus quemaduras y heridas. Cuando aplicamos los electrodos de nuestros instrumentos a la planta, ¿qué creen ustedes que ocurrió? En cuanto el que la había atormentado se le acerca¬ba, el punzón grabador del instrumento empezaba a moverse frenéticamente. La planta no se ponía precisamente “nervio¬sa”, sino que se asustaba, se horrorizaba. Si hubiese podido, se habría arrojado por la ventana o habría atacado a su verdugo. En cuanto éste se marchaba, y se ponía a su lado el hombre bueno, el gera¬nio se apaciguaba, sus impulsos se desva¬necían, y el punzón trazaba sobre la cartulina líneas tranquilas, podría decirse que hasta cariñosas”

I. Zabelín, doctor de ciencias geográ¬ficas y profesor de la Universidad de Mos¬cú, expresó:

“Estamos comenzando nada más a comprender el lenguaje de la naturale¬za, SU ALMA, su razón. El “mundo in¬terior” de las plantas se esconde a nuestra mirada tras setenta y siete sellos”.

DIOS ESTA EN TODAS PARTES

Él es la Inteligencia que anima el movimiento de lo infinitamente pequeño y de lo infinitamente grande. Él es la vi¬da que bulle y palpita en cada sol, como en cada átomo.

Cuando el CRISTO dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y LA VIDA”, y siendo que la vida expresada como mo¬vimiento atómico en todas las cosas, grandes y pequeñas, desde un ser humano hasta un ángel y desde una piedra hasta una estrella, expresó algo de dimensio¬nes tan vastas y profundas, que apenas sí alcanza a ser vislumbrado por el enten¬dimiento humano.

En “El Evangelio según Tomás”, de los textos de Nag-Hammadí hallados recientemente en Egipto, el CRISTO, dice:

“Cortad la leña; allí estoy yo. Levan¬tad la piedra y me encontraréis”.

En las Sagradas Escrituras, en Josué, capítulo 24, versículos 26 y siguientes, hay algo a propósito que merece nues¬tra reflexión:

“Y escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios; y tomando una grande piedra, levantola allí debajo de un alcornoque que estaba junto al san-tuario de Jehová”.

“Y dijo Josué a todo el pueblo”:

He aquí esta piedra será entre nosotros por testigo, LA CUAL HA OÍDO TODAS LAS PALABRAS DE JEHOVÁ que él ha hablado con nosotros: será, pues, testigo contra vosotros, porque no min¬táis contra vuestro Dios”.

Donde, en otro aparte del Libro Habacuc, capítulo 2, versículo 11, dice:

“Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá”.

Regresando al Nuevo Testamento, encontramos estas mismas enseñanzas en la boca del CRISTO:

“Y no penséis decir dentro de voso¬tros: A Abraham tenemos por padre: porque yo os digo, que puede Dios des¬pertar hijos a Abraham aun de estas pie¬dras”. (Mateo 3:9)

“Entonces algunos de los Fariseos de la compañía, le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Y él respondien¬do, les dijo: Os digo que si estos callaren, las piedras clamarán”. (Lucas 19: 39 y 40)

Siendo el CRISTO “La Verdad”, no puede mentir, y siendo “LA VIDA”, es la Vida que anima al mineral, al vege¬tal, al animal, al humanoide, al hombre, al ángel, al Sol, a la estrella, a Dios.

Tendrá por fuerza, el científico materialista, si quiere ir más allá, inclinarse humildemente ante LAS LEYES DIVINAS QUE MANEJAN LA VI¬DA ATÓMICA, CONOCERLAS, RESPETARLAS Y ACTUAR DE ACUERDO A ELLAS. Y entonces, ya no será un científico materialista, sino un Filósofo, un amigo de la ciencia y buscador de “LA VERDAD”…

LA MATERIA PRIMA

Si Fulcanelli nos afirma que en la búsqueda de la piedra filosofal y de la fabricación del oro “lo esencial no es la transmutación de los metales, sino la del propio experimentador”, la Materia Prima está contenida en el mismo expe¬rimentador.

En “El Misterio de las Catedrales”, nos dice:

“Existe una piedra de grandes vir¬tudes, la que siendo llamada piedra no es una piedra; es mineral, vegetal y animal, se encuentra en toda parte y a toda hora, EN CUALQUIER PERSO¬NA”.

“También Flamel escribe: ‘Hay una piedra oculta, escondida y sepultada profundamente bajo un manantial, ella es vil, pobre y sin ningún valor; y está cubierta de excrementos y de estiér¬col; a ella, siendo siempre la misma, le han sido dados muchos nombres diver¬sos. El sabio Morieno dice que esta pie¬dra, que no es piedra, está animada porque tiene la virtud de procrear y de generar…”

En los “Siete Capítulos de Hermes”, está escrito:

“He aquí, os declaro lo que ha sido oculto: La Obra está con vosotros y en vosotros, doquiera ella esté continuamen¬te, vosotros también la tendréis siempre donde os encontréis”.

Aun así, la naturaleza de la Materia Prima para la Gran Obra, seguía siendo un enigma. Ni siquiera el Gran Adepto Fulcanelli se atrevió a develar este otrora indecible misterio. Mucho menos ras¬gó el velo que cubría el Artificio para la elaboración del Mercurio Filosófico.

Hemos de aclarar que para la elabo¬ración del Mercurio Filosófico se pro¬cede con el primer mercurio o Materia Prima.

Fulcanelli, afirma: “Sepan, pues, los buscadores, que su solvente, o mercu¬rio común, es el resultado del trabajo de la naturaleza, mientras el mercurio de los sabios es una producción del ar¬te”.

Más adelante, el mismo autor dice que la técnica para la elaboración del Mercurio Filosófico “… no requiere de una especial destreza de mano, ni habili¬dad profesional, sino solamente el cono¬cimiento de un curioso ARTIFICIO, que constituye aquel SECRETUM SECRETO¬RUM que jamás ha sido revelado y que, probablemente, Jamás lo será”.

Es claro que “El Padre de todas las Luces” del Gran Adepto Fulcanelli, no le había autorizado para revelar un misterio de tal índole. Mas, “El Padre de todas las Luces”, en nuestro Vene¬rable Maestro Samael Aun Weor si le autorizo para develar lo que antes ningún otro Maestro entregara pública¬mente a la humanidad.

En su Obra “Tratado de Alquimia Sexual”, el V. M. Samael Aun Weor, nos enseña:

1— Arnoldo de Villanueva, Al¬berto el Grande, Raimundo Lulio y mu¬chos otros alquimistas, denominan Mer¬curio al Esperma o Semen.

2— No hay sino una sola materia que sirve de fundamento a la Gran Obra del Padre.

3— Esa materia prima de la Gran Obra, es el esperma denominado Mer¬curio por todos los alquimistas.

4— El Mercurio es el Esperma co¬cido de todos los metales.

5— Dice Arnoldo de Villanueva que, según el grado de sulfuración, el Mercurio engendra los diversos metales (cuerpo astral, mental, causal etc.) en el seno de la Tierra (Filosófica)

6— Así pues, el Mercurio según el grado de cocción, viene a revestir las diversas formas metálicas.

7— Realmente cada cosa puede ser descompuesta en sus propios elementos.

8— Con ayuda del calórico podemos descomponer el hielo en agua, porque el agua es el elemento del hielo.

9— Así pues, todos los metales de la tierra pueden ser descompuestos en el Mercurio, porque el mercurio es la materia prima de todos los metales.

10— Este Mercurio es el Semen espermático, en el cual pueden descomponerse todos los metales, porque ese es el elemento de donde salen todas las cosas.

11— El hombre puede descompo¬nerse en el semen, porque ese es el elemento de donde salió, y cada cosa puede ser descompuesta en los propios elemen¬tos de que está compuesta.

12— Antes de poder transmutar los metales, hay primero que reducirlos a su materia prima.

13— Así también, antes de que el hombre pueda redimirse de sus pecados y entrar en el reino de los cielos, hay que primero reducirlo a su materia prima, para luego transmutarlo en el hom¬bre celestial de que nos habla San Pablo.

14— Por ejemplo, si yo tengo una estatua y quiero darle a esa estatua una forma absolutamente nueva, debo primero reducir esa estatua a su materia prima, descomponiéndola en los mismos elementos de que está compuesta.

15— Luego, con esa materia prima hago la estatua en forma absolutamente nueva, y totalmente diferente.

16— Así también, sí querernos transmutamos en Hombres Celestiales, en maestros de sabiduría, debemos reducir¬nos al Esperma de que fuimos formados, para elaborar el CRISTO, el Niño de Oro de la Alquimia Sexual.

17— Cambia las naturalezas y hallarás lo que buscas.

LA CONCIENCIA ATÓMICA SEMINAL

Cleve Backster, de quien hablamos en precedentes capítulos, hizo investigaciones científicas con partículas de es¬perma y comprobó que “Las células del esperma resultaron ser extraordinariamen¬te capaces, porque parecían Identificar a su donante y reaccionar a su presencia, sin hacer caso a la de otros sujetos de sexo masculino. Estas observaciones pare¬cen indicar que hay una especie de me¬moria total que llega hasta la célula, y en consecuencia, que el cerebro quizá no sea sino un mecanismo conmutador, no necesariamente un órgano para alma¬cenar recuerdos”.

Aclaramos aquí, que para los efec¬tos de la Gran Obra, no se debe extraer ni tan siquiera una pequeña gota del esperma sagrado de nuestro organismo, pues estos procesos de transmutación se llevan a cabo dentro de nuestro propio laboratorio humano. Es gravísima la for¬nicación (eyaculación seminal en cualquier proporción o cantidad), como también el adulterio, para el alquimista: podría quemarse el laboratorio y arrui¬nar la Obra de por vida…

Del párrafo inicial, sáquese esta con¬clusión: las células del esperma, su constitución atómica y subatómica, tam¬bién tienen mi propia conciencia. Y si la semilla del ser humano, es lo más selecto que hay en esta preciosa máquina, allí está también lo más selecto de la conciencia atómica.

Conocer que allí residen los átomos alquimistas de la Gran Obra, es INDISPENSABLE para tomar conciencia de la enorme responsabilidad que tenemos con nuestra simiente y de la urgente necesi¬dad de conocer las LEYES DIVINA¬LES ATÓMICAS que dirigen los proce¬sos alquímicos.

No podría, pues, un monstruo experimentador de la ciencia materia¬lista, lograr masivamente y en armonía, sin violencia, someter las Leyes Divi¬nales Atómicas a sus caprichos de labo¬ratorio “Ciencia sin Conciencia…”

En el esperma sagrado hay átomos divinales muy elevados:

En los libros sagrados del oriente, entre otros, existen unos que se conocen con el nombre de “upanishads” En el “Brihadaranyaka Upanishad”, impreso en la Universidad de Oxford, en la página 136, volumen 1, se puede leer lo siguiente:

“Aquel que mora en el Semen y dentro del Semen, que el Semen no co¬noce, cuyo cuerpo es el Semen, que el Semen no conoce, cuyo cuerpo es el Se¬men y que gobierna desde el interior al Semen, este es el SI, el dominador interior, el inmortal; Invisible, mas vi¬dente; Inaudible, mas oyente; Impercep¬tible, mas perceptor; Ignoto, mas cono¬cedor. No hay otro vidente fuera de él, no hay otro oyente fuera de él, no hay otro perceptor fuera de él. Este es tú SI, el soberano interior, el inmortal. Todo el resto es mal”.

El Fuego del Espíritu Santo tiene como habitáculo al Agua del Esperma Sagrado. Es por esta razón que en “El Evangelio Gnóstico de Felipe” de los textos de Nag-Hammadi, está escrito: “Semen del Espíritu Santo”.

Es de vital importancia que el Alqui¬mista comprenda que no se debe derra¬mar ni tan siquiera una gota del esperma sagrado, como lo muestra el “Mutus Liber” (en una edición antigua) en la Plancha No. 14 al final aparece Perrenelle (esposa de Nicolás Flamel) indican¬do que si el mercurio cae fuera del reci-piente, es decir si se eyacula, no-se ob¬tiene la unidad indicada en la Plancha por su esposo, sino los cuernos (símbolo de impureza y obra demoníaca) indicados por el gesto de Perrenelle.

Se sabe perfectamente que uno de los términos con que se denomina a la materia prima es el de “Antimonio” Viene muy a propósito de gran interés lo que Basilio Valentín, en su “Carroza Triunfal del Antimonio” expresa referente a éste Veamos:

“Sepa, pues, el lector, que todas las cosas tienen en sí mismas el Espí¬ritu operante y vivificante, el cual mora en los cuerpos, los nutre y conserva. Los espíritus no faltan de los elementos, que en ellos viven por la voluntad de Dios, sean buenos o malos. Los hombres y los otros animales tienen en sí el espí¬ritu vivo y operante, el cual yéndose, quedan cadáveres aquellos. Las hierbas y las plantas contienen en sí el espí¬ritu de salud, de otra manera serían inútiles al uso médico o a su prepara¬ción. Así también, los metales y los mi¬nerales llevan consigo su impalpable es¬píritu, los que contienen toda potencia y virtud de aquellos, porque sin el espí¬ritu la cosa es muerta y no muestra en sí ninguna operación vivificante. Sepa así (el lector), que EL ESPÍRITU EN EL ANTIMONIO ESTA, el cual todas las cosas que en él están escondidas y que de él se extraen, él las conduce, mas invisiblemente, pues en el imán (mercurio) está escondida una virtud invisible, de la cual en mi Tratado del Imán, trataré ampliamente los espí¬ritus son de dos clases: Inteligentes y no inteligentes. Los Inteligentes, dotados de razón, cuando quieren son compren¬sibles e incorpóreos, como lo son los habitantes de los elementos, siendo algunos fuegos ígneos seductores, otros lúcidos fantasmas: los aéreos, habitantes del aire, los acuáticos que poseen las aguas, y también los de la tierra que son los que aparecen en las mi¬nas de metales, llamados hombres de dichas minas. Estos espíritus entienden, CONOCEN LAS ARTES y pueden mudar su forma…”

“Los otros espíritus del mundo y que espontáneamente no se dejan sorprender son aquellos que están escon¬didos en el hombre, en los animales, en los brutos, plantas y minerales, los cuales tienen vida operativa, lo que se demuestra con sus operaciones y con la potencia de sanar, cuando, por el beneficio del Arte se separan de sus cuerpos. Así también, EL ESPÍRITU DEL ANTI¬MONIO demuestra y comunica a los hom¬bres su virtud”

Es por ello que nuestro V. M. Samael Aun Weor, en su “Tratado de Alquimia Sexual”, afirma enfáticamente:

“23— En el semen existe un átomo angélico que gobierna a nuestros vapo¬res seminales”.

“24— Ese átomo angélico eleva los vapores de nuestro semen hacia el canal medular, para que el ángel (atómico en nosotros) de los cedros del bosque lo utilice para abrir la puerta Inferior de la médula, a fin de que la divina princesa del Kundalini entre por allí”

En “La Creación del Sol Psicoló¬gico Intimo o La Doctrina de la Vía Directa”, nuestro V. M. Samael Aun Weor, respecto a la naturaleza del ANTIMONIO, enseña:

“El ANTIMONIO no es una sustan¬cia meramente como pretenden muchos. En Alquimia el Antimonio va más lejos. Es una de las partes autónomas y auto-conscientes de nuestro propio Ser, pues¬to que nuestro propio Ser tiene muchas partes autónomas y auto-conscientes. El Antimonio es una de ellas, es un Alqui¬mista (nuestro Alquimista atómico) Esa parte trabaja activamente fijando el Oro en el Mercurio”.

Allí, pues, en el Esperma Sagrado, está el Alquimista Atómico, EL ESPÍRITU DEL ANTIMONIO de Basilio Valentín. Allí mismo en el Semen hay otras Inteligencias Atómicas, unas subor¬dinadas al Antimonio y otras que tienen una jerarquía superior a éste. Mas, todas estas partes atómicas Divinales, trabajan en común acuerdo en la Gran Obra, siempre y cuando el practicante haga la Obra bien hecha y según los cánones de la Santa Alquimia.

Fulcanelli, apelando a la Cábala Fonética, deja entrever este misterio del Antimonio al final del capítulo IV de “Louis D’ Estissac”

“Uno de los personajes importantes de Pantagruel, el hombre de ciencia, se llama Epistemon. Y el artesano secre¬to, el espíritu encerrado en una sustancia bruta (mercurio común o primer mercurio), traduce el epistemon (Antimonio) griego, porque este espíritu es capaz por sí solo de ejecutar y realizar la obra entera, sin otro concurso que el del fuego elemental”.

Donde, en otro aparte dice:

“Es preciso aún, interrogar a la Naturaleza para aprender de ella en qué condiciones y bajo el imperio de qué voluntad se operan sus múltiples producciones. El espíritu filosófico no sería capaz, en efecto, de contentarse con una simple posibilidad de identificación de los cuerpos, si no que reclama el co¬nocimiento del secreto de su elabora¬ción.

Y para concluir esta iniciativa nues¬tra, transcribiremos la enseñanza valiosísima y única que, nuestro Venerable Maestro SAMAEL AUN WEOR, en su último libro “La Pistis Sophia Develada”, nos trasmitiera:

“(Santiago es el bendito patrón de la Gran Obra.)”

“(Quien estudie la epístola univer¬sal de Santiago entenderá los principios de la Gran Obra.)”

“(El Padre de todas las Luces a tra¬vés de nuestro propio Santiago Interior nos enseña los misterios de la Gran Obra.)”

“(Es pues, Santiago, una de las par¬tes autónomas y auto-conscientes de nuestro propio ser.)”

“(Santiago-Mercurios, se encuentra íntimamente relacionado con la ciencia transmutatoria de Jesod-Mercurio)”

“(El libro fundamental de la “Gran Obra” que Santiago lleva en sus manos, es el Apocalipsis.)”

“(Incuestionablemente el Apocalipsis es el libro de la sabiduría que sólo es com¬prensible a los Alquimistas)”

“(Sólo los trabajadores de la Gran Obra pueden comprender el Apocalip¬sis.)”

“(En la química superior, esto es en la Alquimia, se encuentra la ciencia secreta del Apocalipsis.)”

“(Las leyes de la química superior o Alquimia, los principios, el orden del Magisterio del Fuego, se hallan depositados en el Apocalipsis.)”

“(Santiago dentro de cada uno de nosotros, es repito el bendito patrón de la Gran Obra.)”

“(Santiago es otra parte autónoma e Independiente de nuestro propio ser individual.)”

“(Cada uno de nosotros tiene su propio Santiago.)”

En otro aparte, de la misma obra, nos dice el V. M. Samael:

“(El espíritu del oro está en el ES¬PERMA SAGRADO.)”

“(El antimonio es una parte del Ser; el Gran Alquimista que fija el oro en los cuerpos existenciales superiores del Ser.)”

En su cátedra hermética “Conoci¬miento del Ser”, nuestro V. M. Samael nos enseña:

“Incuestionablemente hay uno (una parte del Ser) que es encargado de Alquimia, y se le llama en Alquimia EL ANTI¬MONIO, pero éste no es una de las doce potestades”. (Los doce apóstoles atómicos)

“Lo que sí hay es un especialista en Alquimia, al cual, estoy seguro, le obedece el ANTIMONIO, que es precisamente SANTIAGO EL MAYOR, el Bendito Patrón de la Gran Obra. A él le obedece el Antimonio, en el sentido que es (Santiago) el encargado trascendental de la Alquimia, de la Gran Obra.”

El ANTIMONIO ATÓMICO es el Gran Alquimista de Notre Dame de Paris…

L. P.

INTROITO

“No hay cosa oculta, que no haya de ser manifestada: ni cosa escondida, que no haya de ser entendida, y de venir a luz”. (Lucas 8:17)

Mas, todo tiene su tiempo y su me¬dida, porque “Todo es hermoso a su tiempo, y todo es sabroso en sazón”.
Develar LOS FUNDAMENTOS de la Gran Obra, estaba RESERVADO a quien correspondía. Esta labor fue estricta¬mente respetada por los Hijos del Arte, pese a su anhelo profundo por traspasar los límites impuestos, en su amor por la humanidad.

Es menester, que antes, conozca¬mos aquello de LAS SIETE VERDADES, en la Palabra Sagrada del Budha Mai¬treya y Kalki Avatara de la Nueva Era de Acuario, Venerable Maestro SAMAEL AUN WEOR:

“Yo, SAMAEL, humilde siervo de la Nueva Era (de Acuario) tan sólo os he enseñado LA QUINTA VERDAD; ¡es¬cuchad hombres!: LA QUINTA VERDAD ES LA MAGIA SEXUAL. GABRIEL fue el Avatara de la primera raza (la Raza Protoplasmática o Polar); RAFAEL fue el de la segunda (la Raza Hiperbórea); URIEL fue el de la tercera (la Raza Lemur, ubicada otrora en lo que es hoy el océano Pacífico); MICHAEL fue el de la cuarta (la Raza Atlante, que ocupó entonces lo que hoy es parte del océano Atlántico); YO, SAMAEL AUN WEOR SOY EL AVATARA DE LA ACTUAL QUINTA RAZA (la Raza Aria, que se inició después del Diluvio Universal); ZACHARIEL será el de la sexta (la Raza Koradhi) y ORIFIEL será el de la sép-tima (la Raza Liliputiense)”.

“Existen Siete Verdades: I, conoci¬miento de los dolores y miserias de este mundo; II, conocimiento de la fragili¬dad humana; III, conocimiento del deseo y del pecado; IV, conocimiento de la mente humana; V, el árbol del conocimiento (los Misterios del SEXO); VI, la conciencia humana; VII, el árbol de la vi¬da (el SER)”

“Son Siete Avataras y Siete Verda¬des, cada una enseña una verdad terrible. JESÚS EL CRISTO no es Avatara, es más que todos, es el Salvador del Mundo, jefe de todas las almas, él confirma las enseñanzas de los Avataras y las amplía. Él vendrá en el cenit de acuario y confir¬mará las que SAMAEL os ha dado, así sucesivamente en las demás razas; enton¬ces el Reino de Dios se habrá consumado como Él lo anunció a sus siervos, los profetas”.

Entre los Hijos de la Ciencia Madre, la Alquimia, quien más se acercó a rozar este “indecible” Arcano, fue el Ma¬estro FULCANELLI; claro, sin atreverse a rasgar el velo del Santuario. Mas, deje¬mos que el estudioso se entere por la propia Palabra de este Gran Maestro, ciudadano de Heliópolis, HOMBRE SO¬LAR, la que se encuentra en sus valiosí¬simas Obras “El Misterio de las Catedrales”, y “Las Moradas Filosófales”:

“No nos corresponde explicar en qué consiste el ARTIFICIO utilizado en la producción del MERCURIO FILOSÓFICO. Sintiéndolo mucho, y pese a toda la solicitud que tenemos para con los “hi¬jos de la ciencia”, debemos imitar el ejemplo de los sabios, que han juzgado pru¬dente RESERVAR esta insigne PALABRA”.

“Ello explica por qué los escrito¬res se han mostrado tan reservados con relación al MERCURIO FILOSÓFICO cuyas fases sucesivas el operador puede seguir, comprender y dirigir a su gusto. Si la técnica reclama cierto tiempo y demanda algún esfuerzo, como contra¬partida es de una extremada simplicidad. Cualquier profano que sepa mantener el Fuego la ejecutará tan bien como un alquimista experto. No requiere pericia especial ni habilidad profesional, sino sólo el conocimiento de un curioso ARTI¬FICIO que constituye ese SECRETUM SECRETORUM, que no ha sido revelado y, probablemente, no lo será jamás”.

“Antes de proseguir, digamos que este ARTIFICIO DESCONOCIDO — que, desde el punto de vista químico debería calificarse de absurdo, de ridículo o de paradójico, porque su acción inexplicable desafía toda regla científica — marca la encrucijada en que la ciencia alquímica se aparta de la ciencia química”.

“Y es que el misterio que envuelve nuestra segunda operación es el mayor de todos, pues afecta a la ELABORACIÓN DEL MERCURIO FILOSÓFICO, la cual jamás ha sido enseñada abierta¬mente”.

“Sin embargo, nuestros maestros en el Arte cuidan muy bien de llamar la atención del lector sobre la diferencia funda¬mental existente entre la calcinación vulgar, tal como se realiza en los labo¬ratorios químicos, y la que practica el INICIADO en el gabinete de los filóso¬fos. Esta no se realiza por medio de un fuego vulgar, no necesita en absoluto el auxilio del reverbero, pero requiere la ayuda de un AGENTE oculto, de un FUEGO SECRETO, el cual, para dar una idea de su forma, se parece más a un agua que a una llama. Este FUEGO, o esta AGUA ARDIENTE, es la chispa vital comunicada por el Creador a la ma-teria inerte; Es el ESPÍRITU encerrado en las cosas, el RAYO ÍGNEO, impere-cedero, encerrado en el fondo de la sustancia oscura, informe y frígida. Roza-mos aquí el más alto secreto de la Obra; y nos complacería cortar este nudo gordiano en favor de los aspirantes a nuestra Ciencia — recordando, ¡ay!, Que nos vimos detenidos por esta misma dificultad durante más de veinte años — si nos estuviera permitido profanar un mis¬terio cuya revelación depende del PADRE DE LAS LUCES. Por más que nos pese, sólo podemos señalar el escollo y aconsejar, con los más eminentes filósofos, la atenta lectura de ARTEPHIUS (El Libro Secreto de Artefio), de PONTANO (De Lapide Philosophico) y de la obra titulada EPÍSTOLA DE IGNE PHILOSOPHO¬RUM”.

Efectivamente, la REVELACIÓN de este ARTIFICIO estaba RESERVADA AL SEÑOR DE LA QUINTA VER¬DAD, al QUINTO DE LOS SIETE, al AVATARA DE LA QUINTA RAZA, (la Raza Aria, la que se inició después del Diluvio Universal y concluirá MUY PRONTO, con el Cataclismo Final que se avecina), al BUDHA MAITREYA, VENERABLE MAESTRO SAMAEL AUN WEOR.

El Señor de la Fuerza, el CRISTO ROJO, nuestro V. M. Samael Aun Weor, con su PALABRA, expresión viva del VERBO ENCARNADO, lo expresa de la siguiente manera:

“Obviamente, hay que aprender a preparar el MERCURIO DE LOS SABIOS. El Secreto de la preparación del Mercurio nunca fue develado. Ni Siquiera FULCANELLI lo develó. Pero A ESE QUE ESTA AQUÍ ADENTRO, dentro de esta insignificante persona que nada vale, LE HA TOCADO DEVELAR TAL SECRETO. Obviamente que la CLAVE de la preparación del Mercurio, se encuentra precisamente en un delicado y muy sencillo ARTIFICIO que ustedes ya conocen. CONEXIÓN DEL LINGAM¬-YONI, SIN DERRAMAR JAMÁS EL VASO DE HERMES TRIMEGISTO, el Tres veces Grande Dios Ibis de Thot. Este es todo el SECRETUM SECRETO¬RUM que sirve de basamento para la pre-paración del Mercurio de los Sabios”.

Afortunado será, pues, el Buscador que se allegue a la Fuente Viva de esta enseñanza del Maestro; mas, desdichado de aquél, que cambie su primogenitura por un plato de lentejas; será más indigno aún que aquél miserable que habiéndose conducido al Trono del Tem-o-h-p-ab, y espantado ante el terrible misterio, era expulsado del Santuario a las tinieblas exteriores donde no se oye sino el llanto y el crujir de dientes.

Henos, pues aquí, ante el Umbral del “Misterium Mágnum”.

Nuestro Venerable Maestro SAMAEL AUN WEOR, en los catorce capítulos de la primera parte de esta Obra y en el primero de la segunda, nos devela con un lenguaje atinado, sencillo y clá¬sico a la vez, los procesos del Mercurio Filosófico en LA OBRA DEL SOL.

Allí se revela el Maestro, no sólo co¬mo Gran Científico de la ALTA FIS1CA NUCLEAR de la Escuela Faraónica, sino como ALQUIMISTA DE PRIMER ORDEN.

Los verdaderos discípulos de Hermes como “I Fratelli di Heliópolis”, y el “humilde OBRERO”, así lo reconocerán.

El Camino del Sol, el “INTIÑAN”, es el Sendero angosto estrecho y difí¬cil que conduce a la LUZ. Y en este Sen¬dero, se mueve EL CAMINANTE DE LA VÍA DIRECTA, el que ENCARNA AL CRISTO INTIMO, EL HABITANTE DE HELIOPOLIS, EL HOMBRE SOLAR.

Esta es, pues, LA DOCTRINA del V. M. SAMAEL AUN WEOR: LA DOCTRINA DE LA VÍA DIRECTA EN LA OBRA DEL SOL.

Como parte valiosísima de esta Obra, hemos introducido la enseñanza experimentada, clara y directa en el LABORATORIO, que nuestro VENERABLE MAESTRO RABOLÚ, — CAMI¬NANTE DE LA DIRECTA, JUEZ DEL TRIBUNAL DEL KARMA O JUSTICIA CÓSMICA OBJETIVA, Y GUÍA MUN¬DIAL DEL MOVIMIENTO GNÓSTICO CRISTIANO UNIVERSAL como Escuela Iniciativa práctica en LA DOCTRINA DE LA VÍA DIRECTA del V. M. Samuel Aun Weor —, entregara a un grupo de inquietos estudiantes Gnósticos, por allá en las vertientes de la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia. Ésta “PRACTICA DEL ARCANO”, es la que se corresponde con el segundo capítulo de la Segunda Parte.

Sólo nos resta transmitir lo siguiente:

“Si llegas por ti mismo a la Inteli¬gencia de los ARCANOS, merecerás el título de ADEPTO; pero sábelo bien: sería en vano que los sabios Maestros quisieran revelarte las Supremas Fórmu¬las de la Conciencia y el Poder Mágico. La Verdad oculta no podría transmitirse en un discurso. Cada uno debe evocarla, crearla y desarrollarla en sí. Eres IMITATUS, o sea, el que otros han colocado en el Camino. Esfuérzate en llegar a ADEPTUS, es decir, EL QUE CON¬QUISTA LA CIENCIA POR SÍ MISMO. En una palabra: EN EL HIJO DE SUS PROPIAS OBRAS”.

L. P.

PRIMERA PARTE

LA PIEDRA FILOSOFAL
O
EL SECRETO
DE LOS ALQUIMISTAS

Por el

V. M. SAMAEL AUN WEOR

CIENCIA ATÓMICA

El sistema solar de Ors, en el cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser, resulta siendo en el fondo una gran Molécula que se desarrolla y desenvuelve dentro de ese organismo vibrante y es¬piraloide de la Vía Láctea.

Las distintas concepciones cientí¬ficas sobre átomo son en el fondo exclusivamente provisionales. El fracciona¬miento atómico de ninguna manera significa conocimiento absoluto sobre la estructura del átomo o sobre el comple¬jo mecanismo íntimo de moléculas, cor¬púsculos sub-atómicos y electrones.

La concepción saturniana de la es¬tructura atómica es muy empírica, toda opinión científica o Supra-científica, re¬sulta siendo demasiado relativa e inesta¬ble.

Nosotros los gnósticos afirmamos en¬fáticamente que además de los proto¬nes, electrones, neutrones, etc., existen muchos otros corpúsculos, todavía desconocidos para la ciencia oficial.

Los científicos ya fraccionan el áto¬mo para liberar energía nuclear pero realmente nada saben sobre la íntima estructura intra-corpuscular del electrón.

A la luz de la nueva cultura iniciada en el mundo por el movimiento gnóstico, podemos considerar al electrón como una primordial cristalización de eso que los indostaníes llaman Akasha, la materia prima de la Gran Obra, la sustancia única de la cual devienen por cristaliza¬ciones encadenadas las múltiples sustancias, los distintos elementos de la naturaleza.

El electrón es fuera de toda duda una cristalización primordial extraordinaria de carácter Supra-atómico.

Todo átomo, todo electrón, tiene su origen en el seno viviente del Akasha puro, la sustancia primordial el Mulaprakriti de los indostaníes, el Caos, las Aguas Seminales Universales del Génesis, el eterno femenino simbolizado por todas las deidades femeninas de las antiguas religiones, la Gran Madre, Isis, Adonía, Insoberta, Res, Cibeles, Vesta, María, Tonantzín, etc…

Esta sustancia primordial, este Aka¬sha, esta materia prima de la Gran Obra, es fuera de toda duda, la Madre Divina, Isis, la virgen adorable de todas las re-ligiones antiguas siempre llenas de gracia.

El Padre, el Primer Logos, depositó en ella toda la gracia de su amor. El Espíritu Santo, el Tercer Logos, deposi¬tó en ella toda la gracia de su poder ígneo.

Realmente en el Universo sólo exis¬te una sola sustancia básica que cuando cristaliza recibe el nombre de Materia y cuando no cristaliza, cuando permane-ce en su estado fundamental, recibe el nombre de Espíritu Universal de Vida.

Ella inicia sus procesos de conden¬sación o cristalización, cuando el Tercer Logos, mediante el connubio sexual de la palabra, la hace fecunda con el fuego flamígero.

Ella permanece en su estado insí¬pido, insustancial, inodoro, durante la noche cósmica, durante el gran Pralaya, cuando el Universo que existió, ya no existe.

Cuando el Fuego la hace fecunda, el Cristo Cósmico, el Segundo Logos pe¬netra en su vientre, el gran vientre y nace de ella y en ella para crucificarse en los mundos, por ello siempre se le represen¬ta con el niño en sus brazos. Es Isis con el niño Horus en sus brazos, es María con el Niño Dios en sus brazos, etc., etc., etc.

En el vientre fecundo de la gran madre se origina, bajo el impulso del Ter¬cer Logos, muchos campos de fuerza en donde las ondas de lo que podemos llamar Pre-materia condensan en cor¬púsculos.

Nada saben los científicos modernos sobre el misterio del núcleo atómico que se considera formado por protones y neutrones, nada preciso saben sobre las pruebas nucleares.

Todo el material planetario está científicamente constituido por átomos maravillosos fuera de toda duda, estos son las partículas más pequeñas de los elementos.

Todo átomo es un verdadero Uni¬verso en miniatura. Todo átomo es un trío de materia, energía y conciencia.

El átomo está constituido por nú¬cleo o sol muy radiante cargado positi¬vamente de electricidad, alrededor del cual giran danzando felices los electro¬nes planetarios infinitesimales, cargados negativamente.

El núcleo atómico es semejante en todos los materiales, como es también el Electrón, variando entre sí los elemen¬tos únicamente por el número de los Electrones supeditados al núcleo y por variaciones correspondientes a su cargo.

El átomo es todo un sistema solar en miniatura. Exactamente lo que el Sol es al sistema solar y el huevo fecundado al cuerpo humano, es el núcleo atómico con respecto a todo el Universo atómico.

Se nos ha dicho que el diámetro del núcleo atómico puede ser de un diez milésimo de todo el átomo.

Y como Júpiter en el sol, se nos di¬ce que sus electrones pueden medir un décimo de diámetro de su núcleo; de modo que en su escala propia circulan en una inmensidad de espacio tan gigan¬tesco y profundo como el que abarca en su totalidad el planeta Tierra y los otros planetas del sistema solar de Ors.

La naturaleza tiene muchos ele¬mentos y estos se catalogan ahora merced al número de electrones desde el 1 hasta el 96. El hidrógeno, con un electrón, tiene número atómico, 1; el helio con dos electrones, 2; etc., con dos excepciones únicamente los elementos desarrollados entre el vientre de la gran madre, resul¬tan siendo en el fondo, distintas crista¬lizaciones de la sustancia primordial.

Existen en la naturaleza siete cate¬gorías fundamentales de densidad entre los variados elementos.

Cada elemento es atraído sexualmente por aquél que posee el número complementario de electrones, del modo maravilloso como el sodio, con un elec-trón sobrante se inclina sexualmente por el cloro, al que falta uno, para for-mar sal.

Aquí tenemos al sexo… Aquí tenemos al macho y a la hembra de los elementos de la naturaleza uniéndose sexualmente.

El metal positivo es impelido irre¬sistiblemente a combinarse sexualmente con el metaloide negativo, en propor¬ción exacta a su contraste. Este es un paralelismo platónico extraordinario de las almas gemelas que buscan su mitad complementaria de la que fueron separa¬das en la primera creación.

El elemento activo en el sol cristo, es fuera de toda duda el hidrógeno en cantidad Infinita.

El átomo del hidrógeno sólo posee un sólo electrón que gira alrededor de su núcleo básico.

El átomo del hidrógeno se encuen¬tra en la frontera entre la materia en es¬tado molecular y la materia en estado electrónico. El siguiente estado de sutilización del hidrógeno, corresponde a los electrones libres, luz, ondas magnéticas estado espiritual.

Para crear un átomo de helio y dos rayos de sol se necesita consumir cuatro átomos de hidrógeno.

La energía sexual del tercer Logos fluye avasalladoramente desde el centro de todo átomo y de toda Galaxia y de todo sistema solar, uniendo polos opues¬tos para nuevas creaciones.

Los átomos del hidrógeno se com¬plementan con los átomos de carbono para iniciar el desarrollo de la luz.

Los átomos masculinos del hidró¬geno con un sólo electrón bombardean a los átomos femeninos del carbono, de seis electrones, para originar los áto¬mos de nitrógeno con siete electrones.

Los átomos del nitrógeno al unirse sexualmente con nuevos átomos de hi¬drógeno se convierten en átomos de oxígeno ligero. Cuando un átomo de oxí¬geno ligero se halla en plenitud se escapa de él un electrón libre y cierta cantidad de energía radiante.

Después de esto el resultado es un átomo pesado de nitrógeno que es nuevamente bombardeado sexualmente por hi¬drógeno, sin embargo, esta vez se obtiene un resultado diferente. El propio átomo de hidrógeno captura uno de los electro-nes del nitrógeno para formar un átomo helio con dos electrones, en tanto que el átomo de siete electrones del nitrógeno, se reduce al átomo de seis electrones del carbono con el que empezamos, porque el fin es siempre igual al principio más la experiencia del ciclo. Esa es la Ley.

Así se cierra este ciclo sexual del car¬bono. La luz solar se gesta sexualmente en la Novena Esfera, (el sexo)

La gran luz solar es el resultado químico y matemático de los distintos procesos sexuales atómicos del carbo¬no.

Los átomos de hidrógeno vienen a constituir un puente entre el espíritu universal de vida y la materia de diferen¬tes densidades.

La combinación de los átomos de hidrógeno con átomos de varias substancias ya existentes en la tierra, da lugar a todas las formas ¬de vida conoci¬das.

El fraccionamiento del átomo, las explosiones nucleares, liberan materia abismal sumergida, nuevos elementos atómicos terriblemente malignos; Neptu¬nio (93), Plutonio (94), Americio (95) y Curio (96)

Este tipo infernal de substancias atómicas terriblemente malignas se esca¬pan del abismo con las explosiones ató¬micas y atraen a la superficie de la tierra y a la mentalidad de las gentes, ciertas características psicológicas, espantosa¬mente monstruosas.

La desintegración del átomo es una blasfemia, una locura científica que no solamente trae daños físicos a este afli¬gido mundo, sino también, monstruosidades psíquicas mentales, abominaciones espantosas de tipo infra-infernal, etc.

Si el ser humano estudiara mejor la energía solar y le aprendiera a usar inteligentemente, el combustible líquido sería eliminado y la conquista del espacio sería un hecho, a condición de una con¬ducta recta.

Donde alcance a llegar un rayo de luz solar alcanza a llegar el hombre.

La Energía solar es millones de ve¬ces más potente que la energía atómica.

Esta gran molécula, este sistema so¬lar de Ors, funciona maravillosamente gracias al terrible potencial de la ener¬gía solar.

El átomo es en sí mismo un univer¬so en miniatura, todos los procesos mecánicos que se realizan en el fondo del átomo, se repiten en nuestro Sistema Solar.

Las investigaciones atómicas han evi¬denciado que en las externas regiones del átomo existe una verdadera nube de Car¬gas Eléctricas Negativas de Electrones, los cuales disociados de los Átomos, se aglomeran en densos raudales para for-mar todas las corrientes eléctricas.

Mucho se ha investigado el átomo y asombra su maravilla. El centro vital de ese pequeño mundo esférico es el nú¬cleo de carga positiva; alrededor de ese misterioso núcleo gravitan los electrones en la misma forma en que los planetas gravitan alrededor del Sol.

No cabe duda alguna de que el Nú¬cleo Atómico posee una carga eléctrica considerable, que utiliza para retener bajo su dominio, pero a respetable dis-tancia, todo el cortejo de electrones periféricos.

El núcleo es el corazón mismo del átomo y ya se adivina que dentro de ese Corpúsculo Nuclear, básico, fundamen¬tal, debe existir un mecanismo vital que está todavía por investigar.

Toda la razón de ser de ese univer¬so en miniatura llamado átomo, se en¬cuentra en el núcleo; Toda la herencia del átomo y su porvenir reside precisa¬mente en el núcleo, gracias a este cor¬púsculo central, puede explotar el átomo, o, por el contrario, cambiarse en otros tipos atómicos.

Los físicos admiten cual, dos constituyentes del Núcleo: El Protón y el Neutrón.

A todas las luces resulta absoluta¬mente claro que el protón es el Núcleo Básico de Hidrógeno, es decir, la parte más central del más ligero y del más sencillo de todos los elementos conoci¬dos, el Hidrógeno.

El científico Prout ya admitía en su tiempo que los diferentes elementos de la naturaleza, están formados por condensaciones del más sencillo, el Hidrógeno.

Existen doce hidrógenos fundamen¬tales que corresponden a doce categorías de materia contenidas en el univer¬so, desde el Absoluto hasta los Mundos. Infiernos, simbolizados por el Dante en su Divina Comedia, y que se encuentran situados dentro del Reino Mineral Sumergido, en el interior de la tierra.

Resulta también interesante estudiar el segundo constituyente de los Núcleos, el antes citado neutrón; tiene el mismo peso que el protón, es decir, que el nú¬cleo del hidrógeno, pero, a diferencia de todas las partículas conocidas por la ciencia hasta ahora, resulta curioso que no tenga carga eléctrica; es un corpúsculo neutro, debido a eso se le dio el nombre de Neutrón.

Nosotros los Gnósticos, después de haber descubierto los tres aspectos de la Energía Eléctrica, después de ha¬ber clasificado esos tres modos de la Electricidad con los términos Positivo, Nega¬tivo y Neutro, hemos considerado al Neutrón como cargado de electricidad neutra.

Eso de la electricidad en estado neu¬tro y estático dentro del neutrón pueda que no aparezca bien claro para los cien¬tíficos modernos, pero tarde o temprano tendrán que evidenciarlo.

Uno de los enigmas más grandes pa¬ra la Ciencia Atómica actual, es el de los Electrones; si aún no se conoce el meca¬nismo íntimo del Núcleo Atómico, mucho menos se conoce la intimidad del Electrón.

Existen electrones negativos y elec¬trones positivos y esto ya no es un secreto para los científicos, pero nada se sabe sobre el mecanismo interno de los Electrones.

El animal intelectual falsamente lla¬mado Hombre ha logrado fraccionar el átomo para liberar energía, pero afortu¬nadamente no conoce el mecanismo interno del electrón dentro del cual re¬siden tremendos poderes.

Se calcula que producen dos foto¬nes de medio millón de voltios cada vez que un electrón positivo es absorbido al penetrar en el platino, lo que corresponde a una producción de energía fotónica de un millón de voltios por electrón positivo.

El elemento activo en el Sol es el hidrógeno, y fuera de toda duda esto es muy interesante porque el átomo de hidrógeno, con un solo electrón girando alrededor de un núcleo, se encuentra en la frontera entre la materia en estado electrónico y la materia en es¬tado molecular.

El Hidrógeno y toda materia más densa, se combinan con otras materias, átomo con átomo para formar molécu¬las. Un estado superior de la Rarefac¬ción Superior del Hidrógeno, da como resultado Electrones Libres, materia en estado Electrónico, Luz, Ondas Magné¬ticas, etc.

Empleando el codiciado Uranio, los científicos modernos han tenido un franco éxito indiscutible en apartar un Electrón de un Átomo de densidad no natural, casi patológica; es lógico decir que así han liberado energía Ató¬mica de un poder incomparablemente superior a todo lo hasta ahora concebi¬do por la mente humana.

Los científicos se las ingeniaron luego para hacer, que Átomos de hidró¬geno se combinaran para formar Átomos de Helio, produciéndose en tal proceso energía de un poder espantoso y práctica¬mente ilimitado.

Fuera de toda duda la Bomba Ató¬mica es millones de veces más terrible que la Dinamita, pero menos pavorosa que la Bomba de Hidrógeno.

En la Bomba de Hidrógeno existe Prostitución de la Energía Solar, Ma¬gia Negra de la peor calidad, el resultado tiene que ser devastación y la reducción a inerte del material viviente, dentro de una escala totalmente nueva.

Si una Bomba de Hidrógeno llegase a explotar en aquellas zonas superiores de la atmósfera donde se haba el depósito del Hidrógeno Puro, toda la tierra sería entonces quemada con fuego vivo y perecería toda criatura y toda forma que tenga vida.

Queriendo usar la Energía Atómica, esto es, Intentando descubrir toda la cien-cia de la transmutación de los Átomos, la forma o manera de cambiar un Átomo en otro, el Animal Intelectual quien meterse en el Mundo donde la Materia tiene todas las posibilidades, pero quiere entrar en ese mundo por la puerta falsa; nos referimos al uso de las leyes cientí¬ficas, sin Ética de ninguna especie, sin haber Despertado la Conciencia, sin haber llegado a la Espiritualidad Verda¬dera.

Nosotros los Gnósticos tenemos procedimientos legítimos para entrar en ese Mundo Misterioso donde la Materia tiene infinitas posibilidades, en esas regiones Atómicas, Moleculares y Elec¬trónicas donde se gestan todos los procesos de la vida universal.

Ya la radiación Atómica tiene al¬terada la Carnada superior de la atmós¬fera terrestre, y si las explosiones ató¬micas continúan, pronto no podrá filtrar y analizar los rayos solares para descomponerlos en Luz y calor, entonces veremos el Sol negro como silicio.

Conforme la Carnada Superior de la Atmósfera de la tierra continúe alterándose debido a las explosiones Atómicas, los terremotos se intensificarán, porque dicha Carnada es el sustentante de la vida de nuestro planeta tierra.

El aire que respiramos, el agua que bebemos, ya viene cargada de radiaciones Atómicas, y esto, en vez de mejorar, irá de mal en peor, y cuando estalle la guerra Atómica se verán escenas Dantescas por las calles, las gentes per¬derán la razón debido al abuso de la ener¬gía atómica y los hospitales estarán llenos de dolor, y no habrá remedio.

Las explosiones Atómicas están libe¬rando de los Mundos Infiernos o Elemento Mineral Sumergido bajo la tierra, materias infernales, Átomos Abismales, cuales son Neptunio (93), Plutonio (94), Americio (95), y Curio (96), y ya co-mienzan a verse los resultados de esta blasfemia.

Dentro de todo Átomo existe un trío de: Materia, Energía y Conciencia. En esta clase de Átomos Abismales citados, existe Conciencia Diabólica, inteligencia terriblemente maligna.

Esos Demonios Atómicos ya están envenenando las mentes débiles y la vida de las grandes ciudades se ha vuelto espantosamente criminal, monstruosa, horrible, escalofriante, terriblemente maligna y en plazas y calles pronto se escucharán baladros, aullidos, silbos, re¬linchos, chirridos, mugidos, graznidos, maullidos, ladridos, bufares, roncares y crocotares; estamos en los tiempos del fin.

LOS CUERPOS PROTOPLASMÁTICOS

Los hombres de CIENCIA han po¬dido comprobar que los METALES también están expuestos a la enferme¬dad y la muerte. Determinados venenos pueden producir enfermedad y muerte en los METALES.

El Doctor Arnoldo Krumm Heller (HUIRACOCHA), Médico Coronel del Ejército MEXICANO y Profesor de Medi¬cina de la Universidad de Berlín, dijo en su Novela Rosacruz que todo ÁTOMO es un trío de MATERIA, ENERGÍA Y CONCIENCIA.

Nosotros los GNÓSTICOS sabemos que las partículas Sub-Atómicas poseen CONCIENCIA. Nosotros los GNÓSTICOS afirmamos enfáticamente que las características eléctricas y gravitatorias de una partícula cualquiera, representan sus cualidades mentales.

La SUSTANCIA DE LA MENTE existe en todos los REINOS de la natura¬leza, incluyendo los REINOS MINERAL, VEGETAL, ANIMAL.

La única diferencia que existe real¬mente entre las bestias y el ANIMAL INTELECTUAL equivocadamente llamado HOMBRE, consiste en que este último convirtió a la mente en INTELECTO.

VIDA y CONCIENCIA existen tam¬bién bajo cierta forma en las partículas elementales de la naturaleza.

Las partículas reciben información más allá del tiempo y del espacio, y esto nos recuerda las percepciones EXTRA-SENSORIALES de ciertos sujetos muy PSÍQUICOS, con los cuales se han hecho experimentos en los Laboratorios de Pa-rapsicología.
Cuando un ELECTRÓN y un POSI¬TRÓN se aniquilan para liberar energía, dos RAYOS GAMMA se producen, estos se hallan íntimamente relacionados entre sí y cuando uno de ellos sufre una transformación, el otro recibe inevitablemente su influencia sin que ningún nexo físico ordinario exista entre los dos FOTONES GAMMA.

Obsérvese la semejanza de este fe¬nómeno con aquellos que estudian la PARAPSICOLOGÍA.

Los Chinos Lee y Yang demostraron científicamente mediante experimentos con partículas atómicas, que en nuestra región del Universo el espacio no es simétrico y que las partículas más peque¬ñas de la materia tienden en él a girar sobre sí misma en una dirección privi¬legiada. No saben todavía los hombres de ciencia cómo se puede relacionar este efecto con la simetría esencial de la mate¬ria viviente.

La Ciencia de la ÓPTICA ya se está acercando a la CUARTA DIMENSIÓN y no está lejano el día en que el espacio TETRADIMENSIONAL se haga visible por medio de lentes muy potentes.

PARACELSO habla en sus libros de Medicina sobre GNOMOS, ONDINAS, NEREIDAS, GENIOS, SALAMANDRAS, SILFOS, etc., y como es natural los imbéciles se ríen de todo esto.

Nosotros los GNÓSTICOS descubri¬mos en los ÁTOMOS MINERALES a esos GNOMOS de que hablaba PARACELSO el médico medieval y aunque los cientí¬ficos se rían de nosotros, también sabe¬mos trabajar con los ELEMENTALES VEGETALES para curar enfermos tal como lo hacía en su tiempo el buen AUREOLO PARACELSO.

La CONCIENCIA de los ELEMEN¬TALES está vestida con cuerpos Proto¬plasmáticos suprasensibles.

Cuando la VIDA UNIVERSAL se concentra en el REINO MINERAL, entonces brotan por GENERACIÓN ESPONTÁNEA los CUERPOS PROTOPLASMÁTICOS o CUERPOS LUNARES; Esta clase de CUERPOS es susceptible de muchos cambios y transformaciones.

Los GNOMOS del REINO MINERAL cuando ingresan a la evolución del REINO VEGETAL sufren serias transformaciones en sus CUERPOS PROTOPLASMÁTICOS. Cuando los ELE¬MENTALES VEGETALES entran en la EVOLUCIÓN ANIMAL, pasan por nue¬vas transformaciones en sus CUERPOS PROTOPLASMÁTICOS. Cuando la olea¬da de vida evolutiva pasa del animal al hombre, nuevos cambios y metamor¬fosis se verifican en los CUERPOS PROTOPLASMÁTICOS de los ELEMENTA¬LES ANIMALES que ingresan a matri¬ces humanas por vez primera.

Los CUERPOS INTERNOS que estudian las ESCUELAS SEUDO-ESOTÉRICAS y SEUDO-OCULTISTAS, son propiedad común de todas las bestias de la NATURALEZA, son los Cuer¬pos Lunares o CUERPOS PROTOPLASMÁTICOS.

Dentro de los CUERPOS PROTOPLASMÁTICOS LUNARES están conte¬nidas las Leyes de la EVOLUCIÓN y de la INVOLUCIÓN.

Los cuerpos protoplasmáticos evolu¬cionan hasta cierto punto perfectamente definido por la naturaleza, después se precipitan por el camino de la involución hasta retornar al punto de partida original.

La evolución de los cuerpos proto¬plasmáticos se realiza sobre la superficie de la tierra, en el mundo celular.

La involución de los cuerpos proto¬plasmáticos se procesa en el Reino Mineral Sumergido.

No es extraño que los cuerpos protoplasmáticos inicien su involución en el mundo celular, pero sus complejos procesos involutivos se desenvuelven en el sub-mundo.

La muerte del CUERPO FÍSICO jamás puede destruir los cuerpos protoplasmáticos, estos continúan en el MUNDO MOLECULAR.

Los espiritistas hablan mucho sobre PERI-ESPÍRITU y éste en sí mismo es constituido por los cuerpos protoplasmáticos.

El ECTOPLASMA, la MATERIALIZACIÓN de los Cuerpos Lunares se ha realizado en algunos laboratorios cientí¬ficos con pleno éxito y hasta se ha podi¬do fotografiar tales cuerpos protoplas¬máticos.

El ALMA embrionaria que todo ser humano lleva dentro, está vestida con los cuerpos protoplasmáticos.

El ANIMAL INTELECTUAL equivo¬cadamente llamado HOMBRE, es una MAQUINA necesaria para la economía de la naturaleza.

La evolución de los cuerpos proto¬plasmáticos es necesaria hasta aquel punto en que la máquina pueda funcionar correctamente.

La máquina humana recibe y trans¬forma automáticamente ciertos RAYOS CÓSMICOS que luego transmite incons¬cientemente a las capas interiores de la tierra.

Todo animal y toda planta realizan en forma inconsciente esta misma fun¬ción y el Animal Intelectual no podía ser una excepción.

Cada planta y cada animal según su especie capta y transforma para bien del organismo planetario en que vivimos, definido tipo de rayos cósmicos, algunos captan vibraciones de la misma tierra, rayos terrestres que deben ser transfor¬mados y transmitidos nuevamente a la tierra.

Otras familias vegetales y animales tienen la misión de recibir y transformar rayos solares que luego la tierra recibe ávidamente.

Existen también múltiples familias vegetales y animales que reciben, transforman y transmiten al interior del orga¬nismo terrestre, rayos cósmicos del GRAN INFINITO.

Los cuerpos lunares involucionantes repiten los procesos vividos de la naturaleza pero en forma invertida. Esto significa revivir en forma RETROSPEC-TIVA todo el pasado humano, animal, vegetal y mineral.

Cuando los cuerpos lunares proto¬plasmáticos regresan al punto de partida original situado en el Reino Mineral como punto básico de la escala, enton¬ces estos cuerpos se reducen a polvareda cósmica.

La destrucción de los cuerpos proto¬plasmáticos es indispensable para liberar a las ALMAS perdidas.

Estas últimas retornan al CAOS PRIMITIVO ORIGINAL desde donde tendrán que levantarse nuevamente hasta alcanzar el ESTADO HUMANO otra vez, después de haber repetido el larguísimo y milenario ascenso EVOLU¬TIVO que se desarrolla a través de los reinos Mineral, Vegetal, Animal y Huma¬no.

La destrucción de los CUERPOS PROTOPLASMÁTICOS LUNARES en los MUNDOS-INFIERNOS es infinitamente dolorosa y DANTE la simbolizó maravillosamente en su Divina Comedia.

Es un constante caer hacia atrás, hacia el pasado en regiones cada vez más y más densas donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes.

Los CATACLISMOS que transforma¬rán la corteza de la tierra en forma de¬finitiva mataran a toda la humanidad y ésta ingresará a los MUNDOS-INFIER¬NOS definitivamente.

EL HIDROGENO SEXUAL SI-12

Es urgente saber que en el Univer¬so existen doce hidrógenos básicos fundamentales.

Los doce hidrógenos básicos están escalonados con las doce categorías de materias.

Las doce categorías de materia exis¬ten en todo lo creado, recordemos las doce sales del Zodíaco, las doce esferas de vibración cósmica dentro de las cuales debe desenvolverse una huma¬nidad solar.

De los doce hidrógenos básicos se derivan todos los hidrógenos secunda¬rios cuyas variadas densidades van desde el 6 hasta el 12,283.

El término hidrógeno tiene en gnosticismo un significado muy extenso. Cualquier elemento simple es realmente hidrógeno de cierta densidad.

El hidrógeno 384 se encuentra en el agua, el 192 en el aire, el 96 está depositado sabiamente en el magnetismo animal, emanaciones del cuerpo humano, rayos N, hormonas, vitaminas, etc., etc., etc.

Ya los hermanos del Movimiento Gnóstico están muy familiarizados con los hidrógenos 48-24-12-6, debido a que los hemos estudiado en nuestros pasa¬dos Mensajes de Navidad.

El hidrógeno 48 corresponde al Clo¬ro, CI, peso atómico 35, el hidrógeno 24 corresponde a la fluorina FI, peso atómico 19; el hidrógeno corresponde al hidrógeno de química, peso atómico 1.

El carbono, el nitrógeno y el oxí¬geno tienen los pesos atómicos de 12, 14, 16. El hidrógeno 96 corresponde al bromo, peso atómico 80; el hidró¬geno 192 corresponde al yodo, peso atómico 127.

Este interesantísimo tema de los hidrógenos pertenece al ramo de la química oculta o química gnóstica y como quiera que es demasiado difícil, para bien de nuestros estudiantes preferimos estudiarla poco a poco en cada uno de nuestros Mensajes de Navidad.

Pasemos ahora a estudiar el famoso hidrógeno sexual Si-12, el maravilloso hidrógeno creador que sabiamente se elabora en la fábrica del organismo humano.

La comida pasiva del plato, pasa dentro del organismo humano por mu¬chas transformaciones, refinamientos y sutilizaciones que se procesan dentro de la escala musical DO- RE- MI- FA-SOL- LA- SI.

La comida pasiva del plato comien¬za con Do, el Quimo resultante de la primera etapa de la transformación sigue con el Re, el alimento muy refina¬do que pasa osmóticamente a la corrien¬te sanguínea continúa con el Mi, y así sucesivamente siguen los procesos hasta quedar elaborado lo mejor de todo el organismo, el maravilloso elíxir, el li¬cor seminal con su hidrógeno 12 en la nota SI.

El hidrógeno sexual SI-12, se encuen¬tra en el semen, es el poder creador del tercer Logos.

La primera octava musical Do – ¬Re – Mi – Fa – Sol – La – Si, corresponde exactamente a la fabricación del hidró¬geno sexual SI-12, dentro del organismo humano.

Un Shock muy especial mediante el Maithuna (magia sexual), permite al hidrógeno sexual SI-12 pasar a una segunda octava musical Do- Re- Mi-Fa- Sol- La- Si, cuyo resultado viene a ser la cristalización del hidrógeno sexual SI-12 en forma extraordinaria del cuerpo astral.

Esto es lo que se llama transmutar plomo en oro. Es urgente transmutar la carne y la sangre en el cuerpo astral.

Un segundo Shock mediante el Mai¬thuna (magia sexual), permite al hidró¬geno sexual SI-12 pasar a una tercera octava musical Do- Re- Mi- Fa- Sol-La- Si-, cuyo resultado viene a ser la cristalización del hidrógeno sexual SI-12 en la forma extraordinaria del cuerpo mental, (cuerpo de paraíso)

El tercer Shock mediante el Maithu¬na (magia sexual), permite al hidrógeno SI-12 pasar a una cuarta octava musi¬cal Do- Re- Mi- Fa- Sol- La- Si, cuyo resultado es la cristalización del hidró¬geno sexual SI-12 en la forma magnífica del cuerpo de la voluntad conciente o cuerpo causal.

El hidrógeno sexual SI-12, es semi¬lla o fruto y lo sorprendente es que cristaliza siempre en organismo de carne y hueso. Recordemos que el cuerpo físico es el resultado del hidrógeno sexual SI-12.

El cuerpo astral viene a ser también el resultado del acto especial Maithuna (unión del Phalo y el útero sin derramar el semen)

El cuerpo astral, es un cuerpo de car¬ne y hueso, carne que no viene de Adán, pero carne, producto del hidrógeno sexual SI-12.

El verdadero cuerpo mental, es el producto del Maithuna, (magia sexual), y del hidrógeno sexual SI-12. Este es el cuerpo de paraíso, un cuerpo de perfección, un cuerpo de carne y hueso, pero carne que no viene de Adán.

El cuerpo de la voluntad consciente, llamado cuerpo causal, viene también a ser el resultado del acto sexual Mai¬thuna sin derrame de semen.

El cuerpo de la voluntad consciente o cuerpo causal resulta de la cristalización del Hidrógeno SI-12.

El auténtico astral, el verdadero mental, el legítimo causal, son los cuer¬pos solares, los cuerpos existenciales superiores del Ser.

Quien fabrica en la novena esfera los cuerpos existenciales superiores del Ser, los cuerpos solares, puede y tiene todo el derecho de encarnar su Real Ser, su espíritu triuno inmortal, Atman-Buddhi-Manas, o Espíritu Divino, Espíritu de Vida. Espíritu Humano. (Intimo-Alma-Espiritual-Alma-Humana)

Entonces al llegar a estas alturas Iniciáticas se dice que ha nacido un nuevo hombre, el Hijo del Hombre, un nuevo Maestro del Día, un Maestro del Mahanvantara.

El cuerpo físico se sostiene con el hidrógeno 48, el excedente de este hidrógeno se convierte en hidrógeno 24, con el cual se alimenta el cuerpo astral

El excedente del hidrógeno 24 se convierte en hidrógeno 12 (no se confun¬da con el hidrógeno sexual SI-12), el hidrógeno 12, (doce) sirve para alimentar el cuerpo mental.

El excedente del hidrógeno 12 (doce), se convierte en hidrógeno 6, con el cual se alimenta el cuerpo de la voluntad conciente, o cuerpo causal auténtico.

La creación de los cuerpos solares, es cuestión de Maithuna, magia sexual sin derramar el semen y se realiza en la fragua encendida de Vulcano, en la novena esfera (el sexo), este es un trabajo más amargo que la hiel, 20 o 30 años de conexión diaria con una sola mujer y sin derramar jamás ni una gota de se¬men, sin permitir que el semen salga del organismo.

EL SENTIDO DE LA TRANSMUTAC1ON DE LA ENERGÍA

Se hace necesario comprender el sen¬tido del Trabajo que estamos realizando. En nombre de la Verdad, debemos de¬cir que cada uno de los puntos clave del Cuerpo de Doctrina Gnóstico, tiene fundamentos sólidos.

Examinaremos algunos puntos.

Si pensamos por un momento en lo que es la Ciencia misma de la Trans¬mutación Sexual, hallamos el fundamen¬to en la misma sístole y diástole del Sa¬grado Sol Absoluto.

Bien sabemos que durante el Gran Pralaya, es decir, durante la noche cós¬mica, después de haberse disuelto com¬pletamente la Cadena Planetaria Lunar, el Sagrado Sol Absoluto, que es la mora¬da del Uni-Existente, de Aelohim, el Eterno Padre Cósmico Común, junto con sus Querubines y sus Serafines, amenazaba disolverse; es muy claro. Todos los mundos del pasado sistema solar se disolvieron mediante Pralaya.

Existía también la tendencia a disol¬verse el mismísimo Sagrado Sol Absoluto; fue entonces cuando el Uni-Existente, el Eterno Padre Cósmico Común, resol¬vió crear este Sistema Solar de Ors, en el cual vivimos, nos movemos y tene¬mos nuestro Ser.

Obviamente, hubo un cambio radi¬cal que permitió al Sagrado Sol Abso¬luto seguir existiendo, porque en otros tiempos, el Sagrado Sol era, dijéramos, Auto-Egocrático, es decir, se bastaba a sí mismo, pero como quiera que amenazaba disolverse mediante Pralaya, enton¬ces se creó el Universo para su manteni-miento, pasó a depender de fuerzas exteriores, entonces se convirtió en Trogo-Auto-Egocrático.

Es bueno, pues, distinguir entre lo que es Auto-Egocrático, es decir, capaz de bastarse a sí mismo, y lo que es Trogo-Auto-Egocrático.

Si analizamos cuidadosamente este punto, descubrimos que todas las fuerzas que vienen del Sagrado Sol Absoluto, chocan contra las masas planetarias del Sistema Solar. Al chocar, se produce una especie de “Shock”, con Transmutación de Energía, y estas fuerzas rein¬gresan hacia adentro y hacia arriba, hasta retornar al mismo Sagrado Sol de donde vinieron.

Es obvio que al regresar las fuerzas transformadas al punto original de partida, hacen que pueda existir aquel Sol, lo sostienen, lo mantienen. Si aquel Sol hubiese continuado siendo Auto-Egocrá¬tico, y no Trogo-Auto-Egocrático, es ob¬vio que ya se habría disuelto.

Ahora bien, la Energía Creadora, en última síntesis, viene del Sagrado Sol Absoluto. Ella desciende a través de los Siete Centros Magnéticos del Universo. En esoterismo se dice, a través de los Siete STOPINDER. Desciende esa poderosa energía de centro en centro, y por último, cristaliza en nuestras glándulas endocrinas sexuales, subyace en el Esperma, subyace en las secrecio-nes sexuales de la mujer, etc. Obviamente, tales energías, si continúan en su proceso de descenso, originan entonces toda cla¬se de criaturas vivientes.

Es claro que el Esperma o se utiliza para la reproducción de la raza, o no se utiliza.

Ahora bien, nos encontramos ante un planteamiento básico, importantísi¬mo: si no se utiliza el Esperma para la reproducción de la raza, si únicamente se practica la abstención, el celibato forzado y nada más, entonces ese Esper¬ma Involucionará, y en la mujer, las secreciones sexuales involucionarán; lo que digo al hombre se aplica también a la mujer.

La involución de las secreciones sexuales crea grasa en los cuerpos en algunos individuos y en otros se convierte en algo diferente: origina gentes de tipo, dijéramos, flacos, raquíticos y llenas de granos, manchas en la piel.

Ahora, desde el punto de vista psicológico, el Esperma y las secreciones sexuales involucionantes, dan doble as¬pecto, dijéramos, a la idiosincrasia personal, se convierte por una parte en fanatismo extremo, y por otra, en cinismo experto en alto grado.

Observen ustedes los monjes medie¬vales, los grandes inquisidores, abstemios, célibes; individuos gordos, llenos de gra¬sa, verdaderos cerdos, y otros flacos, enjutos, con la piel llena de granos, feos, horribles; después de que quema¬ban a alguna víctima en la hoguera, o que la torturaban, se les veía el cinismo, en sus ojos brillaba el fanatismo. Enton¬ces, en ellos encontramos por una parte, el fanatismo llevado al máximo, y por otra parte, un cinismo desconcertante. Se encogían de hombros después de que¬mar una criatura inocente, daban justi¬ficaciones verdaderamente cínicas, etc.

Así pues, la Involución del Esperma, la involución de las secreciones sexuales, realmente no es algo muy plausible.

En la naturaleza todo está encade¬nado y, obviamente, el Esperma o debe continuar su camino para la reproduc¬ción animal, o nos toca Imitar al Sagra¬do Sol Absoluto si es que queremos Regenerarnos.

Dije que el Sagrado Sol Absoluto, — y repito — emana de sí mismo sus ondulaciones, sus energías. Dije también que estas chocan contra las masas plane¬tarias que reciben después del “Shock” un impulso hacia dentro y hacia arriba hasta regresar al punto original de partida.

Ahora, si el Sagrado Sol Absoluto hace eso con sus energías creadoras, obviamente a nosotros nos toca hacer lo mismo si es que verdaderamente queremos regenerarnos. Descienden esas fuerzas Logoicas Sexuales hasta nuestras glándulas. Necesitamos darles un “Shock” especial, y esto es posible mediante el Sahaja Maithuna; entonces tales fuerzas reingresan hacia dentro y hacia arriba, creando órganos, cuerpos, poderes, etc. Por ese camino nos regeneramos.

Necesitamos imitar al Sagrado Sol Absoluto, puesto que él es nota del Sahaja Maithuna, incesantemente, ¿por qué no lo imitamos? Obviamente nuestro deber es imitarlo y así conseguimos lo que él consigue.

¿Él consigue qué? ¡Mantenerse, sos¬tenerse, brillar cada vez más!, etc.

¿Nosotros qué conseguimos? ¡Transformarnos radicalmente en forma definitiva!
Así pues, ¿cuál es el basamento de la Transmutación Sexual?, ¿En qué nos basamos? Pues, sencillamente en la Transmutación del mismo Sagrado Sol Absoluto. Si marchamos nosotros a tono con él, nos transformaremos radicalmen-te.

Toda criatura que anhela la Libera¬ción Final sabe muy bien que existe un planeta llamado Purgatorio. En el Planeta Purgatorio hay bellezas: se cono¬cen como unas 12 mil variedades de aves extraordinarias que llenan aquel mundo con sus cantos, con sus melodías; Unas 10 mil clases de minerales; toda la flora y la fauna del Universo está presente en tal mundo. Es un Planeta Secreto, más allá del bien y del mal.

Quienes de verdad quieran ingresar al seno del Sagrado Sol Absoluto, deben permanecer un tiempo en el Planeta Purgatorio. En dicho mundo hay muchas cavernas en las montañas, algunas natura¬les, otras han sido hechas por mano del hombre. En dicho mundo no hay ciudades, pero en las cavernas viven Indivi-duos Sagrados, dedicados exclusivamente a la purificación, a la eliminación de los últimos elementos residuales que hayan quedado en su psiquis.

Obviamente, es maravilloso el Sagra¬do Sol Absoluto. Sus habitantes tienen también naves cósmicas, con las cuales pueden viajar de mundo en mundo, o de galaxia en galaxia.

El Uni-Existente, el Eterno Padre Cósmico Común, Aelohim, suele mani¬festarse en aquel mundo para animar a quienes se están preparando para la Verdad Final.

No todas las almas pueden entrar al Planeta Purgatorio; sólo aquellos que hayan cristalizado en sí mismos a las Tres Fuerzas Primarias del Universo, tienen derecho a morar en el Planeta Purgatorio. No todas las almas pueden vivir en ese mundo secreto, únicamente aquellas que hayan creado los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Por lo que ustedes pueden escuchar, se darán cuenta que el Planeta Purgatorio es muy exigente.

Podría objetárseme el que siendo criaturas tan perfectas las que allí moran, ¿por qué motivo deben eliminar todavía elementos indeseables? La respuesta es que existen también Los Pecados del Al¬ma, o mejor dijéramos, del Cuerpo del Alma.

Ustedes conocen algo sobre ética, sobre códigos de moral, sobre ira, codi¬cia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc., etc., etc., pero nada saben, por ejemplo, sobre un texto secreto que hay en el Tibet oriental, con una éti-ca que está más allá del bien y del mal. Así también, los Pecados del Cuerpo del Alma, están más allí de todos nues¬tros códigos morales o de nuestros principios éticos conocidos. Es algo que escapa todavía a la comprensión de uste¬des; mas aquel que logra la perfecta purificación, ingresa por tal motivo al Sagrado Sol Absoluto.

No está de más decirles a ustedes en forma enfática que cada sistema solar tiene su Sagrado Sol Absoluto, pero hay tantos Soles Sagrados Absolu¬tos, cuantos sistemas solares existen en el inalterable infinito. Mas, todos los soles innúmeros del espacio estrellado se sostienen con el ritmo del Mahavan y el Chotavan que sostienen al Univer¬so firme en su marcha, es decir, con el ritmo del fuego.

Nuestro Sagrado Sol Absoluto, her¬manos, nos da, pues, la Clave de la Transmutación y de la Regeneración. Vean ustedes cómo él nos enseña a Transmutar, y sólo Transmutando él vive. Si no fuera por la Transmutación él no viviría, ya se habría disuelto. Vean cómo nos enseña el Camino de la disolución de los elementos inhumanos y crea un pla¬neta arquetípico, modelo especial de pu¬rificación: el Planeta Purgatorio, donde uno tiene que pasar por las últimas pu¬rificaciones.

No está de más decirles que cada Sis¬tema Solar tiene también su Planeta Purgatorio. Vean ustedes cómo el Sagrado Sol Absoluto nos ama, nos muestra el Camino y se Sacrifica por nosotros.

Así, pues, hermanos, cada uno de los principios que hemos enseñado en la Gnosis, tiene fundamentos maravillosos; todos ellos han sido indicados por el Sa¬grado Sol Absoluto.

Quienes no transmutan el Esperma Sagrado se cargan de vibraciones Venenoskirianas terriblemente malignas y a la larga ponen en actividad el abomina¬ble órgano Kundartiguador, tendrán la cola de Satán, el fuego dirigido desde el Coxis, no hacia arriba, sino hacia los infiernos atómicos del hombre. Un átomo situado en el Coxis dirige la fuerza creadora hacia abajo, convirtiéndose ésta en una especie de cola o apéndice satá¬nico.

Así, pues, hermanos, es necesario Transmutar, Imitar al Sagrado Sol Ab¬soluto que está Transmutando a todas horas y en cada instante; Sólo así mis queridos hermanos podemos marchar por el camino de la regeneración.

El Sagrado Sol Absoluto utiliza tres fuerzas para crear:

La primera es el Santo Afirmar.

La segunda es el Santo Negar.

La tercera es el Santo Conciliar.

Es así como el Uno se convierte en Tres. El Tres no podría convertirse en uno, pero el Uno sí puede convertirse en Tres. Si el Tres se convirtiera en Uno, vendría la Involución del Universo. Podría convertirse el Tres en Uno, pero sólo mediante la Voluntad del Absoluto. Y si no, hagan ustedes la operación ma¬temática, hagan una división del tres; si hacen ustedes la división, verán: tres por uno tres, a tres, cero; queda siempre un cociente con tres y vuelven y hacen la división y les resulta tres, y la vuelve y hacen, y tres; y tantos tres se hacen que podrían llegar al infinito. No es po¬sible convertir al tres en uno. Así, pues, el Uno se convierte en Tres: El Sagrado Sol Absoluto se desdobla en sus Tres grandes fuerzas para crear y volver nue¬vamente a crear.

Es necesario que nosotros aprenda¬mos a conocer cómo se manifiestan esas tres fuerzas en cada uno de nosotros.

Así vemos que a toda fuerza posi¬tiva, se le opone siempre una negativa; observemos nosotros esto detenidamen¬te…

Cuando nos propongamos realizar alguna acción especial, un trabajo espe¬cial o ejecutar un programa definido, podemos calcular la fuerza de resisten¬cia, porque por naturaleza el mundo tiene que provocar la resistencia y tal resistencia es el doble. Cuánto más gigantesca sea la empresa, más grande será la resistencia. Si aprendemos a cal¬cular la resistencia, entonces podremos desarrollar también con éxito cualquier programa. Ahí es donde está la capacidad del genio.

Debemos darnos cuenta de que ha habido un cambio de las energías en aquel objeto que siempre está en nuestra presencia. Debemos aprender a conocer cómo trabajan las Tres Fuerzas dentro de nosotros mismos. Si por ejemplo, se necesita hacer una creación, obviamen¬te se hacen necesarias tres fuerzas. ¿Creen ustedes que la fuerza positiva únicamente podría hacer una creación? ¡Obviamente, no! ¿Creen ustedes que la fuerza negativa podría hacer por sí misma una crea¬ción? ¡Incuestionablemente, no! ¿Creen ustedes que la fuerza neutra sola podría originar cualquier creación? ¡Pues, es obvio que no!

Para que haya una creación se nece¬sita que las fuerzas positiva, negativa y neutra, hagan contacto, se concen¬tren en un punto definido en el espacio. El hombre en sí mismo carga la fuerza positiva, la mujer la negativa. Para que haya una creación, se necesita que el hombre y la mujer se unan sexualmente, pero si la fuerza negativa se opone a la po¬sitiva, ¿de qué manera podría realizarse tal unión? Únicamente mediante un campo magnético especial, mediante una tercera fuerza que concilie a las dos primeras. ¿Cuál es esa tercera fuerza? La fuerza neutralizante. Esas tres fuer¬zas sí pueden hacer una creación.

Todo Universo que hay en el Sagra¬do Sol Absoluto, ha sido creado por el Santo Triamazikamno, es decir, por las Tres Fuerzas Primarias, por Trimurtis, para hablar más claro. Resulta interesante ver cómo las tres fuerzas se desenvuelven en otras tres y en otras tres, y así sucesivamente. El hombre por ejemplo, es una fuerza, la mujer es otra fuerza, el hijo es otra fuerza. Ese hijo a su vez, crece, se casa, y de ahí resulta una nueva criatura. Es decir, vemos pues, cómo de la fuerza neutralizante salen nuevas Trinidades, porque si el hombre es la positiva, la mujer es la negativa; en el caso concreto de la creación, el hijo es la tercera, o sea, el aspecto central. Es obvio que ese tercero, el hijo, a su vez, como fuerza positiva, toma a una mujer la fuerza negativa y de ahí resulta otro hijo; he ahí otra trinidad.

¿Cuántas trinidades salen de ahí? ¡Infinitas! Así es como crea el Sagrado Sol Absoluto.

A la primera fuerza se le ha llamado siempre el Padre, a la segunda, el Hijo, a la tercera, el Espíritu Santo. En la In¬dia a la primera fuerza se le llama Braha¬ma, a la segunda Vishnú, a la tercera Shiva. El Sagrado Sol Absoluto, pues, crea mediante las tres fuerzas primarias. El Sagrado Sol Absoluto mediante esas tres fuerzas creó este Sistema Solar de Ors, en el cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser. Es mediante esas tres fuerzas como el Sagrado Sol Abso¬luto crea. El Universo es creado.

Si el Universo no hubiera sido crea¬do, estaría en estado caótico, entonces no conoceríamos nosotros las leyes cósmicas, las leyes de la materia, las leyes del Espíritu, etc.

Todos los seres vivimos en un cos¬mos, y la palabra cosmos significa Orden, Orden de Mundos; eso es algo que no de¬bemos jamás olvidar. Mediante las tres fuerzas, el Sagrado Sol Absoluto crea y vuelve nuevamente a crear. Pero para que haya Orden, para que haya un Cosmos, se necesita que la creación hecha por las tres Santas Fuerzas, por esas Tres Voluntades: Padre, Hijo y Espí¬ritu Santo, se realicen de acuerdo con esa otra ley conocida con el nombre de la Eterna Heptaparaparshinokh, es de¬cir, la Ley del Siete.

Así tenemos que cada uno de nos, en su interior carga Siete Centros Magnéticos. Así tenemos que hay Siete Cos¬mos. Así tenemos que hay Siete Mundos Básicos Fundamentales en nuestro siste¬ma solar. Así pues, si no fuera por la Ley del Siete, no existiría el Orden en la creación.

El tres puede crear, pero necesita del Siete para que el Orden sea perfecto. La Ley del Siete hay que saberla enten¬der: esa fuerza o esa línea de fuerzas que se van separando poco a poco en su descenso a través de los Siete Stopinder o Siete Centros Magnéticos del Universo, para unirse luego en los extremos, y en¬tonces quedará la creación.

Si miramos a un Hombre Perfecto, descubrimos que es septenario: por el extremo inferior encontramos al hom¬bre con su personalidad humana o física y por el otro extremo o superior, al Hom¬bre Espíritu, y todo el conjunto está formado por Siete Cuerpos; he ahí el hombre septenario.

También se habla de Siete Mundos Cósmicos.

Así, pues, mis estimados hermanos si no fuera por el Siete, no existiría el Cosmos, no existiría el hombre. El Uni¬verso fue creado con los poderes del San¬to Tres, y organizado, ordenado, con los poderes del Santo Siete. Y es mediante esa energía creadora que desciende del Sagrado Sol Absoluto como podemos nosotros llegar verdaderamente a realizar dentro de nosotros mismos un Cosmos Perfecto, porque con el Sahaja Maithuna trabajamos nosotros con el Tres y con el Siete.

El hombre, — Repito —, es el Santo Afirmar; la mujer, el Santo Negar, y la fuerza neutralizante, el Santo Conci¬liar. Es mediante esas tres fuerzas como realizamos la transmutación y la crea¬ción de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, pero al fin y al cabo, el resultado viene a aparecer organi¬zado con el Santo Siete, con el hombre septenario completo, puro y perfecto. Así pues, lo que el Sagrado Sol Absoluto hace en grande, nosotros lo hacemos dentro de sí mismos con el Microcos¬mos. Si el Sagrado Sol Absoluto necesitó de las tres fuerzas primarias para crear y volver nuevamente a crear, nosotros también necesitamos de esas tres fuerzas durante el Sahaja Maithuna.

Si el Sagrado Sol Absoluto para po¬der organizar el Cosmos necesitó de la Ley del Siete, nosotros para poder crear nuestro Cosmos Interior, necesitamos también de la misma Ley del Siete, y así venimos a quedar con un Cuerpo físico, con un asiento vital o Lingam Sarira, con un Cuerpo Astral perfecto, con una Mente Cristo, con una Voluntad Consciente, con una Conciencia Búdhica maravillosa y con un Espíritu Auto-Realizado. He ahí la Ley del Siete.

El Universo, similarmente, esta construido en la misma forma: un planeta físico, un fondo vital etérico, un Cuerpo Astral Planetario, un Mental, un Causal, un Búdhico o Intuicional y el Espíritu Universal de Vida o el Gran Atman. Y es que lo infinitamente pequeño es similar a lo infinitamente grande.

En el trabajo de la Auto-Realización tenemos nosotros que trabajar con las Leyes del Tres y del Siete dentro de sí mismos. En el trabajo de la Auto-Reali¬zación, tenemos nosotros que trabajar con las mismas fuerzas con las cuales el creador hizo el Universo. Si él lo hizo en Seis días o Períodos y en el Séptimo descansó y lo bendijo, nosotros también tenemos que hacerlo en Seis Días o Pe¬ríodos y en el Séptimo descansaremos, es lo mismo. Y esto que estoy diciendo puede documentarse con el Génesis o con el Apocalipsis de San Juan, es lo mismo.

Hasta aquí mi plática de esta noche mis queridos hermanos. Si alguno de ustedes tiene algo que preguntar, puede hacerlo con la más entera libertad.

EL SISTEMA ERA AUTO-EGOCRA¬TICO (EL SAGRADO SOL ABSOLU¬TO) Y SE CONVIRTIÓ EN TROGO-AUTO-EGOCRÁTICO, ¿NO ES AUTÓNOMO?

“Depende del lenguaje en que nos estemos entendiendo. Si estamos hablan¬do en latín, Ego significa: Yo, pero la palabras Auto-egocrático o Trogo-Auto-egocrático no es latina, estoy ablando en lenguaje turcomano, etc., etc., mas bien términos de tipo esotérico, que nada tiene que ver con el latín; aquí cambia pues la cosa.

¿UN PRALAYA SE REALIZA SO¬LO DENTRO DE NUESTRO SISTEMA SOLAR O SE REALIZA DENTRO DE TODOS LOS SISTEMAS, DEN¬TRO DE TODAS LAS GALAXIAS?

“Con mucho gusto responderé a su pregunta, hermano. Indudablemente un Pralaya corresponde únicamente a nues¬tro Sistema Solar. Un Mahanvantara, a nuestro Sistema Solar. En el espacio infi¬nito hay millones de Galaxias con millo¬nes de Sistemas Solares; allí cunas, mas allá sepulcros. Allí aparece un sistema de mundos saliendo de una noche cósmica, en la Pralaya; Mientras unos universos están en Mahanvantara, otros están en Pralaya; Unos están de día, otros están de noche. Pero más allá del día y de la noche existe el súper sol, el súper sol solamente lo entienden los que viven en el inalterable absoluto, aquellos individuos sagrados que se conocen como Paramarthasatyas. Hasta aquí, hermano.

“¿Alguno otro tiene algo que preguntar? Como no hay más preguntas, vamos a hacer los trabajos de esta noche ”.

EL ARCHE

Para crear los cuerpos internos es necesario un pequeño artificio, que es a la vez, el secretum secretorum de los antiguos alquimistas. Este secretum secre-torum es el Arcano A.Z.F., que puede resumirse así: “Conexión sexual sin de-rrame seminal, sin eyaculación del “Ens Seminis.” Así se transmuta la energía creadora.

Ante todo, el Mercurio no es más que el alma metálica del esperma. En Alquimia, el esperma es el Azogue en bru¬to. Se dice que, con este esperma trans¬mutado, se elabora el Mercurio, que es el alma metálica del esperma. Bien, hay tres clases de Mercurio: 1— El Azogue en bruto o sea el Hexiohehary o esperma sagrado. 2— El alma metálica del esperma, que es el resultado de la trans¬mutación de la libido. Esa alma metálica, es energía creadora que asciende por los cordones ganglionares espinales hasta el cerebro. 3— El tercer Mercurio es el más elevado. Es el que ha sido fecundado por el Azufre. En Alquimia, el Azufre es el Fuego sagrado.

Los esoteristas orientales creen que cuando las corrientes positivas y negati-vas del Mercurio hacen contacto en el Triveni, cerca del hueso coxígeo, des-pierta, por inducción eléctrica, una ter¬cera fuerza que es el Kundalini. Este Kundalini, designado únicamente como fuego serpentino anular, que se desarrolla en el cuerpo del asceta cerca del hueso coxígeo, despierta en el cuerpo. Ese fuego sagrado o Azufre, se mezcla con el alma metálica del Mercurio y de esa mezcla resulta pues este Mercurio que es el que ha sido fecundado por el Azufre. Esta mezcla, de Mercurio y Azufre, asciende por el canal medular espinal hasta el cerebro, despertando los centros superiores del cerebro. El excedente de ese Mercurio, fecundado por Azufre, es el que debe hacer la virtual creación de los cuerpos existenciales superiores del Ser.

Cuando el Mercurio, fecundado por el Azufre, cristaliza dentro de nuestra psiquis y dentro de nuestro organismo con las notas Do Re Mi Fa Sol La Si, se forma el cuerpo Astral. De manera que el cuerpo Astral no es más que Mercurio fecundado por Azufre. Cuando, mediante una segunda octava Do Re Mi Fa Sol La Si, cristaliza el Mercurio fecundado por el Azufre, asume la figura del cuerpo Mental. De manera que el cuerpo Mental es, así también, Mercurio fecundado por Azufre en una segunda octava. Cuan¬do cristaliza el Mercurio fecundado por el Azufre en una tercera octava, con las notas Do Re Mi Fa Sol La Si, se forma el cuerpo Causal.

Una vez que se tengan los cuerpos Físico, Astral, Mental y Causal, se es un Hombre de verdad, es decir, con los principios anímicos y espirituales de un Hombre auténtico. Antes de eso, se es animal intelectual pero no Hombre.

El Mercurio fecundado por el Azufre, el tercer Mercurio, es el más refinado y el más importante, porque el tercer Mercurio es bastante importante, es lo que llamaríamos el Arché, el Arché griego, el famoso Arché. De ese tercer Mercurio que es el Arché, salen los cuer¬pos existenciales del Ser. También encon¬tramos el Arché en el Macrocosmos, Arché Macrocósmico. Ese Arché Macrocósmico es la nebulosa de donde salen los mundos. ¿Qué es la nebulosa? Es el Arché Macrocósmico, es una mezcla de Sal, Azufre y Mercurio. La sal es el espíritu.

La sal está contenida en el esperma sagrado y se sublima con la transmuta¬ción. De manera que en el Arché del Microcosmos hay también Sal. Azufre y Mercurio.

¿Cuál viene a ser la Sal aquí, Maestro?

La sal está contenida en las secre¬ciones sexuales, mas lo que pasa es que necesita sublimaciones, de manera que cuando se realizan las transmutaciones, también se transmuta la Sal. En el Arché del Microcosmos, de donde salen los cuerpos existenciales superiores del Ser, hay Sal, Azufre y Mercurio y en el Ar¬ché del Macrocosmos también hay Sal, Azufre y Mercurio.

De la nebulosa, del Arché Macro¬cósmico de allí, salen las unidades cósmicas, los mundos. Aquí abajo es igual que arriba, para que los mundos salgan se necesita la nebulosa, y para que eso suceda se necesita la materia prima que es el Arché, que es una mezcla de Sal, Azufre y Mercurio. Abajo, en el Microcosmos, también hay que elaborar prime¬ro la nebulosa con Sal, Azufre y Mercu¬rio, y de ella surge, como allá arriba los mundos, los cuerpos existenciales superiores del Ser. Lo que El Gran Ar¬quitecto Del Universo hizo en el Macrocosmos, nosotros lo tenemos que hacer aquí en pequeño, porque tal como es arriba es abajo. Así es como vienen a sur¬gir los cuerpos existenciales superiores del Ser.

De manera que se necesita crear en nosotros el Arché, dentro de nosotros. El Arché es Sal, más Azufre, más Mercu¬rio. Tanto arriba como abajo. Creando el Arché es que aquí vienen a cristalizar tanto el Físico como el Astral. El Mental como el Causal. Con el tercer Mercurio, que es el Arché, es con el que se fabrican los cuerpos solares. Nosotros los estudiamos bajo el punto de vista alquimista, a la luz del ocultismo para llegar a comprenderlo mejor.

El que ha fabricado los cuerpos, tiene después que perfeccionarlos. Para que esos cuerpos se perfeccionen, se ne¬cesita forzosamente eliminar el mercurio seco que no es otra cosa que los yoes, si uno no elimina los yoes, los cuerpos existenciales no se perfeccionan y los cuerpos que no se perfeccionan no pueden ser recubiertos por las distin¬tas partes del Ser. Para que los cuerpos puedan ser recubiertos por las distintas partes del Ser, deben perfeccionarse, convertirse en vehículos de oro puro. Pero, no podrían esos vehículos con-vertirse en instrumentos de oro puro sino se eliminaran el mercurio seco y el azufre arsenicado. ¿Cuál es el mercurio seco? Los Yoes. ¿Cuál es el azufre arse¬nicado? Pues el fuego carnal, bestial, de los infiernos atómicos del hombre. Ese fuego corresponde al abominable órgano Kundartiguador.

Hay que eliminar el mercurio seco y el azufre arsenicado para que los cuer¬pos existenciales superiores del Ser, creados por el Arché de la Alquimia, puedan convertirse en vehículos de oro puro de la mejor calidad.

Esos vehículos de oro puro pueden ser recubiertos por las distintas partes del Ser, y allí, al fin, todos ellos, pene¬trándose y compenetrándose mutuamente sin interferirse, vienen a servir de envol¬torio para nuestro Rey, nuestro Cristo íntimo. El se levanta de su sepulcro en el instante que hay un envoltorio de esa clase y se recubre con ese envoltorio para manifestarse aquí, a través de los sentidos, y trabajar por la Humanidad doliente, así es como el Señor viene a la vida, surge a la existencia el Cristo cós¬mico, o sea, el Magnés interior de la Alquimia.

¿Cuál es la Piedra Filosofal? La Pie¬dra Filosofal es el Cristo íntimo vestido con sus cuerpos de oro. Esa envoltura de oro, formada por los cuerpos, es el To-Soma-Heliakon, el cuerpo de oro del Hombre solar. Cuando uno posee la Piedra Filosofal tiene poder entero sobre toda la Naturaleza. La Naturaleza le sabe obedecer, posee el Elixir de la larga Vida, puede conservar el cuerpo físico durante millones de años. De ma¬nera que ése es el camino, el camino está en la semilla y nada más.

Dentro del organismo humano suce¬den cosas interesantes. Como los cuerpos existenciales superiores del Ser no son otra cosa que Mercurio fecundado por el Azufre, en esos cuerpos de Mercurio, tiene que aparecer entonces el oro. Pero, ¿quién podría fijar los átomos de oro en el Mercurio? No podrían ser fijados sino con un artífice, que no es otra cosa que el famoso Antimonio, el Antimonio de la Alquimia. El antimonio, en realidad, no es un metal desconocido en Quí¬mica, pero, en Alquimia, es una de las partes de nuestro Ser. Esa parte de nues¬tro Ser sabe fijar los átomos de oro en nuestros cuerpos de Mercurio. Así, esos cuerpos de Mercurio, vienen a conver¬tirse en cuerpos de oro puro de la mejor calidad.

Cuando uno posee los cuerpos de oro puro, recibe la espada de oro. Ya se es un arcángel, con espada de oro puro de la mejor calidad, una espada que se revuelve amenazadora lanzando fuertes llamas. La espada de los arcángeles.

Así que bien vale la pena, pues, fijar los átomos de oro en el Mercurio y todo esto se puede lograr a condición de eliminar el mercurio seco y el azufre arsenicado. Si alguien no elimina el mer¬curio seco y el azufre arsenicado senci¬llamente, no logra perfeccionar sus cuerpos y hacerlos de oro de la mejor cali¬dad.

Así, pues, todo el secreto de la Gran Obra, consiste en saber fabricar el Mercu¬rio hasta crear el Arché, la nebulosa intima y particular de donde han de sur¬gir nuestros distintos cuerpos.

— Maestro, ¿qué son las tres calci¬naciones por el hierro y por el fuego?

Las tres calcinaciones por el hierro y por el fuego corresponden a la Primera y Segunda Montaña y a parte de la Ter¬cera. Las tres calcinaciones del Mercurio son tres purificaciones por el hierro y por el fuego. Se llega a la resurrección del Cristo en uno, mediante tres purificaciones, tres purificaciones basadas en hierro y fuego. Esto está representado en la cruz por los tres clavos. Los tres clavos simbolizan las tres purificaciones de hierro y fuego. De manera que hay tres purificaciones, son tres calcinacio¬nes del Mercurio.

La primera calcinación corresponde a la montaña de la Iniciación, la segunda corresponde a la montaña de la Resu¬rrección y la tercera corresponde a los últimos ocho años de la Gran Obra. De manera que todo este trabajo de la Gran Obra consiste en la preparación del Mercurio. Dicen los sabios: “Dad¬nos el Mercurio y lo obtendremos todo.” En síntesis, el trabajo de la Gran Obra así es.

Ahora bien, ¿cómo se llega a la re¬surrección? Convirtiéndose en hombre antes de entrar al reino del Súper—Hom¬bre. Sobre el hombre, un códice de Ana¬huac, dice lo siguiente: “Los Dioses crearon a los hombres de madera, y des¬pués de haberlos creado, los fusionaron con la Divinidad.” No todos los hombres logran fusionarse con la Divinidad. “El hombre fusionado con la Divinidad, obviamente, es el Súper—Hombre.” La mayor parte de los Iniciados llegan a convertirse en hombres, mas no alcan¬zan el estado de Súper—Hombre. Para convertirse en hombre verdadero, tienen que ser creados los Cuerpos, pero resulta que hay muchos que logran crear los Cuerpos y reciben, naturalmente, sus principios superiores anímicos, espiritua¬les, es decir, se han transformado en le¬gítimos hombres, en hombres auténticos. Mas, cabe destacar que aún no han eli¬minado el mercurio seco ni el azufre arsenicado, entonces, ¿qué ha sucedido?, Que no han perfeccionado esos cuerpos, que no han logrado que esos vehículos sean de oro puro. Han logrado crearlos mas no han logrado transmutar esos cuer¬pos en oro de la mejor calidad. Se han quedado, simplemente, como hombres Hanasmussianos, Hanasmussianos porque realmente no han eliminado el ego. Esos casos son de fracaso.

El Hanasmussen queda con doble centro de gravedad. Una parte de la con¬ciencia es el Hombre interior profundo, el Ser, vestido con los Cuerpos. La otra parte es la conciencia vestida o embote¬llada entre los distintos yoes, formando el ego. Queda convertido en mago blanco y negro a la vez. Hanasmussianos con do-ble centro de gravedad son los abortos de la Madre Cósmica, fracasos. Andramelek es un caso de Hanasmussen con doble centro de gravedad. Uno invoca a Andramelek en los mundos superiores y encuentra que es un Trono. Pero, en otras invocaciones, viene más bien el mago negro Andramelek que es muy antiguo. Tiene doble centro de gra¬vedad, es un Hanasmussen.

Un Hanasmussen es un fracaso de la Gran Obra, un aborto de la Madre Cósmica. La Madre Cósmica es la signa¬tura astral del esperma sagrado, es la es¬trella resplandeciente que brota desde el fondo del mar, desde el caos metá¬lico del esperma. Stella Maris, la parte ígnea del Mercurio, nos guía y dirige en la Gran Obra. Es Ella quien nos ayuda en todo el trabajo de la Gran Obra. Stella Maris es la Virgen del Mar, de ese mar interior que uno carga, del esperma. Es de ahí de donde surge esa estrella generosa que es la parte ígnea del esper¬ma. Stella Maris es la estrella simbólica que guía a todo Mago, la que dirige la Gran Obra, es la signatura astral del esperma sagrado, la Madre Divina Kun-dalini Shakti. Con ella se realiza la Gran Obra, pero, si uno no elimina el mercurio seco y el azufre arsenicado, no logra fusionarse con la Divinidad. Si no hay muerte, se transforma en un aborto, en un fracaso. De manera que la Obra debe hacerse correctamente.

El Antimonio está dispuesto a fijar los átomos de oro en el Mercurio a condición de que se eliminen, con la ayuda de Stella Maris, el mercurio seco y el azu¬fre arsenicado. Si así lo hacemos, el Antimonio trabaja fijando el oro.

— Maestro, ¿es cierto que uno pasa las primeras iniciaciones inconsciente?

Son las primeras iniciaciones de Mis¬terios menores, son el sendero probatorio. Lo fundamental en nosotros son las gran¬des iniciaciones de Misterios mayores, el trabajo de la Gran Obra.

Para comprender los misterios de la Gran Obra se necesita recibir el Donum Dei, o sea, el Don de Dios. Si uno no ha recibido el Don de Dios para poder entrar en la ciencia de la Gran Obra, aunque la estudie no la entiende, porque resulta que me se llega a1 intelecto, se llega a la conciencia. Toda la ciencia de la Gran Obra va a la conciencia, per¬tenece a los funcionalismos de la con¬ciencia.

Vean ustedes como se puede hablar en Alquimia sobre toda la Gran Obra.

—Maestro Samael, ¿qué son los colo¬res blanco y rojo que tanto aparecen en los textos de Alquimia?

Son los colores que presenta el Mer¬curio cuando uno está purificando los cuerpos en el crisol. ¿Cuál crisol? Pues el crisol sexual. Así, da un color negro primero, un color blanco después, luego prosigue con el amarillo y culmina con el rojo. Ese es el simbolismo de los Re¬yes Magos, uno es blanco, otro es negro y el otro es amarillo. Falta el rojo, el rojo falta para que todos ellos, los Reyes, puedan levantarme. La estrella que los guía es precisamente, Stella Maris, que nos guía en el trabajo, es la que hace todo el trabajo. Obviamente, si alguno quiere, digamos, convertir el cuerpo Astral en un vehículo de oro puro, tiene que dedicarse a eliminar el mercurio seco. Claro que todos los yoes sumergi¬dos en el plano Astral surgen con una fuerza terrible, espeluznante, horrorosa, y se procesan dentro de su corrupción y aunque los demonios atacan violenta¬mente se deben desintegrar. Cuando ocurre esto se dice que uno ha entrado en el reino de Saturno, ha comenzado el trabajo de fuego, de fuego negro, que corresponde a Saturno. Cuando todos esos elementos comienzan a ser destruidos y desintegrados, el Mercurio del cuerpo Astral comienza a blanquearse. Pero, aunque ya se han destruido la mayoría de esos elementos indesea¬bles, el blanco color sólo cubre superficialmente el cuerpo Astral. Luego hay que continuar el trabajo con el mis¬mo cuerpo Astral, trabajando con el Mer¬curio Astral, eliminando de este Mer¬curio el mercurio seco y se llega de esta manera a poseer el color amarillo, el color amarillo de los grandes Miste¬rios. Si prosiguiendo en el trabajo, lle¬ga un momento en que ya no se tiene absolutamente ningún elemento indesea¬ble en el cuerpo Astral, cuando ya todo el cuerpo Astral ha sido purificado y que llegando a brillar, el Antimonio ha podido fijar los átomos de oro en ese Mercurio, entonces, el cuerpo Astral viene ha quedar de oro puro. Cuando ya es oro puro, lo traga la Divina Madre Kundalini y se recibe la púrpura, la tú¬nica de púrpura, la púrpura de los Reyes. Veamos, pues, los colores: negro, blanco, amarillo y luego la púrpura que equivale al rojo. El mismo proceso se da para el cuerpo Mental y para el Causal.

No podría verificarse la resurrec¬ción del Cristo en el corazón del hombre, en tanto no estén esos cuerpos todos convertidos en vehículos de oro puro, que penetrándose y compenetrándose sin confundirse, formen el famoso To Soma Heliakon, el cuerpo de oro del Hombre solar.

El To Soma Heliakon sirve de envol¬torio para el Señor, para el Cristo interior que se levanta de su sepulcro de cris¬tal y vuelve aquí, a manifestarse. El se envuelve con el cuerpo de oro y se expresa en el mundo físico como un Ma¬hatma. ¿Para qué el Señor viene a este mundo? Para trabajar por la Humanidad, ése es el objetivo. Como podemos obser¬var, ya vamos viendo el significado de los Reyes Magos y de la Estrella.

En cuanto al niño, ese niño es el Cristo íntimo. Niño al que adoran los Reyes Magos, el Cristo íntimo que tiene que pasar por todo ese trabajo. Durante este proceso de la Alquimia, el Señor interior profundo trabaja terriblemente. En el fondo, ya es dirigente de la Gran Obra, la misma Stella Maris trabaja bajo su dirección, Él es el Jefe de la Obra.

De manera que, cuando el Señor interior profundo ha terminado la tota¬lidad de la Gran Obra, dentro de ese sepulcro de cristal, nace como un niño en el corazón del hombre. Él tiene que desarrollarse durante el trabajo esotérico, tiene que vivir el Drama Cós¬mico dentro de uno mismo y se hace cargo de todos nuestros procesos menta¬les, volitivos y emocionales. En una palabra, se hace un hombre entre los hombres y sufre todas las tentaciones de la carne, de todos. Tiene que vencer y salir triunfante. Ya son todos sus vehículos de oro puro y puede uno vestir¬se con esos cuerpos y vivir en el mundo de la carne, como todo un Adepto resurrecto, triunfante en el Universo. Que se sepa, pues, que el Señor interior profundo, el Cristo íntimo, es el esti¬mulo en el mundo, de toda la majestad de Dios, porque es nuestro verdadero Salvador.

Esta es la esencia del Salvator Sal¬vandus del que se habla en el Gnosticis¬mo Universal. Él es el Salvator de ese Adepto, Él es el Salvador interior, el Jefe de la Gran Obra en el interior del labo¬ratorio, el Magnés interior de la Alqui¬mia, que vestido con sus cuerpos de oro, es la Piedra Filosofal, la Gema preciosa, el Carbunclo rojo.

Quien posee esa Piedra, tiene el po¬der de transmutar el plomo en Oro, los polvos de proyección, etc., etc., Esa Piedra es muy dúctil, elástica y perfecta. Eso sí, se puede echar dentro del fuego, como la manteca, sin que se pierda. Uno puede echar manteca dentro de un sartén en el fuego y no se pierde, así es la Piedra Filosofal si se tira dentro del fuego. Se puede perder el espíritu metálico de la Piedra, que es el Cristo íntimo. Ese espíritu metálico puede evaporarse, ¿cuándo? Cuando un metal se funde. ¿Cuándo se funde? Cuando se derrama el vaso de Hermes; se funde el espíritu metálico en la reac¬ción metálica del oro y es indudable que el Magnés interior se escapa. Ahí se sabe que ha perdido la Piedra Filoso¬fal, que la ha disuelto en el agua. Ha¬blando en otro lenguaje, fuera de la Gran Obra, diría que ahí se cae el Bodhisat¬tva. En Alquimia, se dice claramente, que se hecha la piedra al agua, que se disuelve en el agua en día sábado. Entiéndase que sábado es Saturno, o sea, el reino de la muerte. Quien disuelve su Pie¬dra en agua, pues pierde su piedra.

Todo el Génesis esta relacionado con la Gran Obra. El primer día del Génesis corresponde al trabajo en el abis¬mo y al primer Sello del Apocalipsis. El segundo día del Génesis, corresponde al trabajo con las aguas, el cuerpo vital. El tercer día del Génesis corresponde al astral. El cuarto día del Génesis, al mental. El quinto día, al causal. El sexto día del Génesis corresponde al sexto Se¬llo del Apocalipsis, al Búdhico o intuicional. Luego, el séptimo Sello, el séptimo día de la Creación, es el día de descanso. El trabajo se hace en los seis días o perío¬dos de tiempo, al séptimo hay descanso y al octavo viene la resurrección del Señor. De manera que el Génesis y el Apocalipsis se complementan.

La Gran Obra, en síntesis, se realiza en ocho años. La parte superior de la Gran Obra son ocho años, aun que el periodo de trabajo y preparación son muchos más. Pero ya la última síntesis, el último periodo en el que se construye la Gran Obra, es de ocho años. Los ocho años de Job, los ocho años maravillo¬sos.

La Obra se realiza, pues, en perío¬dos de tiempo, pero, todo eso se puede realizar en una sola existencia bien aprovechada.

El Génesis y el Apocalipsis son textos de Alquimia. El Génesis es para vivirlo ahora mismo con nuestro trabajo ínti¬mo y lo mismo el Apocalipsis. El Apo-calipsis es el libro de la Alquimia.

— Maestro Samael, ¿e1 Apocalipsis, está desvirtuado en las diferentes traducciones?

Esto es lo único con lo que no se ha metido nadie. Nadie lo entiende, nadie se mete con él, se ha podido salvar de la desgracia. Pero toda la Gran Obra está en el Apocalipsis, ése es el libro de la Sabiduría, el libro donde están las leyes de la Naturaleza. Pero cada uno tiene su propio Apocalipsis interior. Existe el Apocalipsis de Pedro, el de Juan, el de Pablo y también existe el Apocalip¬sis dentro de cada uno de nosotros. Cada uno tiene su propio Apocalipsis y hay dos formas de vivirlo: o lo vivi¬mos dentro de nosotros mismos hacien¬do la Gran Obra, o lo vivimos con la Na¬turaleza, con la Humanidad en general. Por ejemplo, la Humanidad actual ya lleva roto el sexto Sello, está aguardando, seguramente, romper el séptimo Sello. Cuando eso sea, habrá un gran temblor, vendrá el cataclismo final, la destruc¬ción total de esta raza. Si eso lo vive uno dentro de sí, es pavoroso, y culmina con el Maestro resurrecto. Los siete sellos representan los siete cuerpos: Físico, Etérico, Astral, Mental, Causal, el Búdhico y el Atmico.

El Apocalipsis es interior profundo y es para vivirlo dentro de uno mismo.

Lo mismo que los Evangelios. Los cuatro Evangelios de Cristo son alqui¬mistas y son para vivirlos dentro de uno mismo ya que el Cristo está dentro de uno mismo, dentro de uno mismo uno debe encontrarlo. Él es el Director de to¬do el trabajo de laboratorio.
— Pero, ¿el Jesús histórico sí exis¬tió, Maestro?

El Jesucristo interior existe, y el histórico también existió. El mérito de Él fue que hizo conocer la doctrina del Jesucristo íntimo particular de cada uno de nos, allí está su mérito, El pro¬pagó la doctrina del Cristo íntimo. Por ejemplo, Budha, su mérito, está en que enseñó la doctrina del Budha íntimo. Jesús de Nazaret hace conocer la doctri¬na del Jesucristo íntimo de cada uno de nosotros. Conque esto es Jeshua y Jeshua es Salvador. La Madre Divina Kundalini, antes de ser fecundada, es la Virgen negra que está en los sótanos de todos los monasterios góticos. A ella se le honra con velas, con veladores de color verde, con la esperanza que al¬gún día despierte el león verde, el fuego. Pero ya fecundada por el Logos, es la Di¬vina Madre, la Divina Concepción con el niño en sus brazos. Ese niño que descien¬de se hace hijo de la Divina Madre de uno, aguardando el instante de entrar en nues¬tro cuerpo para comenzar el proceso de la Gran Obra. El Salvador de cada uno de nosotros, el Jesucristo interior, eso es lo que cuenta. Nuestro Jeshua íntimo, nuestro Salvador, cada uno de nosotros tiene que encontrar su Salvador interior.

— Maestro, ¿Jesús, encarnó al Cristo?

Jesús de Nazaret, el gran Kabir Jesús, Él hizo la Gran Obra y habló del Jesucristo íntimo que es el Señor de la Gran Obra. El Drama Cósmico es el que tiene que vivir nuestro Señor interior, dentro de nosotros mismos, aquí y ahora, en el trabajo de la Gran Obra. Los tres traidores, por ejemplo, que son: Judas, Pilatos y Caifás, son tres demonios. Judas es el demonio del deseo y cada uno lo carga en su interior. Pilatos es el demonio de la mente, que siempre en¬cuentra justificación y evasivas para sus peores delitos. En cuanto a Caifás, es el demonio de la mala voluntad en cada uno de nosotros, el traidor que cambia al Cristo, mejor dicho, que prostituye la Religión. Caifás es un sacerdote, ¿qué es lo que hace?, Convierte el Altar en un lecho de placer y copula con las devotas y vende sus trajes, etc. En definitiva, Judas, Pilatos y Caifás, son los tres traidores que traicionan al Cristo ínti¬mo, ellos son los que le entregan a la muerte y todos los millones de perso¬nas que piden su muerte, son los yoes de uno que gritan ¡Crucifixia!, ¡Cruci¬fixia!, ¡Crucifixia! ¡Sí!, Nuestro Señor interior profundo es coronado con coro¬na de espinas, y es azotado. Eso lo pue¬de ver todo místico. Por último, es cru-cificado, baja de la cruz y es colocado en su sepulcro. Después, con su muerte, mata a la muerte y resucita allí vestido con sus cuerpos de oro y posee su cuer¬po especial terrenal, he ahí el misterio de la Piedra Filosofal, dichoso el que la tenga, pues es un Maestro resurrecto.

Son misterios del Evangelio para vi¬virlos aquí y ahora, dentro de nosotros mismos. La Vida, Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo, no son algo estrictamente históricos, como creen las gentes, es algo de actualidad inmediata que cada uno tiene que realizar en su tra¬bajo de laboratorio. Esa es la cruda rea¬lidad del Cristo, no es algo de la historia del pasado que se dio hace dos mil años, es algo para vivirlo ahora y les doy tes¬timonio de todo esto pues todo esto lo he estado viviendo.

En estos precisos instantes, mi Señor interior profundo está en su santo sepul¬cro; En el año 1978, mi Señor interior profundo, resucitará en mí y yo en Él para poder hacer la gigantesca Obra que hay que hacer por la Humanidad. Y será Él el que la haga y no mi insignifi¬cante persona que no es sino un instru¬mento. Pero, Él es en sí perfecto y Él la hace porque Él es perfecto. De manera que doy testimonio de lo que me consta, de lo que he vivido. El Génesis es el li¬bro de los gnósticos. Esa es la cruda rea¬lidad.

Yo lo encarné hace mucho tiempo, nació en mí como un niño pequeño cuando recibí la iniciación de Tiphereth. Luego, Él tuvo que crecer y desarrollarse, tuvo que pasar por todos sus dramas, dentro de mí mismo, de manera que al hablar de esta forma, hablo porque conozco. Ahora, en este momento, después de haber pasado por el Cal¬vario, Él está en su Santo Sepulcro, allá voy de vez en cuando a besar la lá¬pida de su sepulcro, aguardando sí, su resurrección, hasta el 78 quedará resu¬rrecto por tercera vez. Sí, digo por ter¬cera vez porque yo he hecho la Gran Obra tres veces. La hice en el pasado Mahan¬vantara, o sea, en la tierra luna, antes de que esta cadena terrestre hubiera surgido a la existencia. Luego, en la Le¬muria, con la revuelta aquélla de los ángeles que cayeron en la generación animal, claro, eso fue en la Lemuria, el continente Mu. Entonces, yo también cometí el error, como Dyhani Bodhisattva, de caer en la generación animal. Perdí la Piedra Filosofal, pero en la mis¬ma Lemuria la hice surgir. Después, en la meseta central del Asia, cometí el error, como lo hizo el conde Zanoni, de tomar esposa cuando ya se me estaba prohibido. Entonces volví a echar la Piedra Filosofal al agua. Ahora, en esta nueva existencia, hice la Gran Obra, está para culminar la resurrección del Se¬ñor por tercera vez… ¡por tercera vez! De modo que ya la he hecho tres veces. Así es que tengo experiencia, conozco el camino… conozco el camino…

Lo que sí quiero decir es una gran verdad: cuando en la luna elaboré la Piedra Filosofal por primera vez, la Piedra fue poderosa. Cuando la elaboré por se-gunda vez, fue más fuerte. Ahora que la estoy elaborando por tercera vez será todavía más fuerte. Porque es debido a la experiencia adquirida, de ahí un prin¬cipio inteligente que debemos entender. Un hombre puede luchar mucho por transformarse hasta la unión con Dios, hasta ahí progresa, pero después que el hombre llega a la unión con Dios, que Dios se manifiesta sobre ese hombre, diríamos, que de allí en adelante ya no hay ningún progreso. Si ese hombre quiere progresar, tiene que retrogradar, o sea, echar la Piedra al agua. ¿Y qué sucede con la Piedra? Cuando la Piedra vuelve nuevamente a la vida, vuelve más poderosa, más penetrante, es algo extraordinario. Hay hombres que lo hacen hasta siete veces. Más allá de las siete veces es muy peligroso, se puede caer en maldición. Yo lo he hecho tres veces, pero francamente, no lo haré una cuarta, no quiero exponerme a perder mucho aunque las tres veces que lo he hecho me ha salido el asunto hacia donde debe. ¡Demasiado doloroso! Por ejemplo, en la meseta central del Asia, cuando lancé la Piedra al agua por tercera vez, decía para mí: ¡Cuánto luché a través de los siglos para volverme a levantar, qué cargas tan espantosas, qué amarguras tan terribles! Sólo ahora, después de ha¬ber sufrido mucho, pero mucho, está la Piedra Filosofal, está otra vez rena¬ciendo, en el 78 estará renacida. Me eché toda la Historia de la Raza Aria para volverla a levantar. De manera que es muy doloroso, es un proceso muy dolo¬roso.

Hay Adeptos que, queriendo hacer la Piedra más penetrante y poderosa, intencionalmente bajan, ya no caen, ¡se bajan! ¿Cómo bajan? Toman esposa cuando no se les está permitido. Pero no eyaculan el licor seminal y bajo la dirección de un Gurú, trabajan con todas las reglas del Arcano A.Z.F. Pierden entonces la Piedra. Después de cierto tiempo, vuelven a darle vida a la Piedra, hacen la Gran Obra, queda la Piedra más fuerte todavía.

Hay que establecer la diferencia que existe entre una caída y una baja¬da. Yo no bajé, caí intencionalmente. Mis tres casos fueron caídas, no bajadas. En la meseta central del Asia cometí el mismo error que el conde Zanoni, tomé esposa, esa es la historia prohibida y eso yo lo hice. Les digo, después de la experiencia de los siglos, que así es como se realiza la Gran Obra.

Recordemos el ave Fénix, es mara¬villosa, coronada con corona de oro y sus patas y piernas todas de bellísimo oro puro. La Naturaleza le rendía culto. Cansada de vivir, después de millones de años, decidió hacer un nido de ramas de incienso, de mirra, nardos y otras ramas preciosas y lo cierto fue que ella se incineró. La Naturaleza siempre es así, pero después, de sus propias cenizas, el ave Fénix renació más poderosa. Así hay que hacer con la Gran Obra, ya que la Piedra echada al agua queda ahogada.

— Venerable Maestro, la vara de Moisés, la que se transformó en serpien¬te, ¿qué es?

Así como Moisés convirtió la vara en serpiente, así también tiene uno que convertir la vara en serpiente. Así como Moisés levantó la serpiente sobre la vara, y ella se convirtió en la vara misma, así también, lo que necesitamos es le¬vantar la vara dentro de nosotros mismos. El hijo de la vara es el Cristo íntimo. Hay que levantarlo dentro de nosotros mismos, levantarlo es crear los cuerpos existenciales superiores del Ser. Tenemos que vivirlo todo aquí. Encarnando al Cristo íntimo, viene a vivir a este mun¬do y es perseguido y crece como un hombre entre los hombres y sufre todas las tentaciones. Muy trabajoso. Él tiene que encargarse de todos nuestros proce¬sos mentales, volitivos y emocionales, sexuales y de todo tipo de funciones. Y se convierte en hombre pues logra vencer todas las tinieblas, eliminar los yoes y triunfar en sí. Él es digno de toda Gloria, el Señor es el Salvador. Por eso es digno de toda honra. Ante Él, los veinticuatro Ancianos — las veinticuatro partes de nuestro Ser interior profundo —y los cuatro Santo, — las cuatro partes superiores de nuestro Ser relacionadas con los cuatro elementos —, todos, arro¬jan sus coronas a los pies del Cordero, porque sólo Él es digno de toda Honra y Gloria. Y esa su sangre, cuya sangre es el fuego, es el Cordero Inmolado que se inmola viviendo en uno. Se inmola com¬pletamente. Se hace un hombre común y corriente y lucha con las tentaciones, los deseos, los pensamientos, con todo.

Y nadie lo reconoce hasta que triunfa. Por eso se dice: Cordero de Dios que borra los pecados del mundo.

Ese es el Cristianismo Esotérico Gnóstico, pero bien entendido. De manera que Él es el Salvador, el que nos sal¬va. Nos redime por el Fuego, pues Él mis¬mo es el espíritu del fuego que necesita un vaso de alabastro como receptáculo, para manifestarse. Ese receptáculo son los cuerpos de oro puro que uno debe crear.

El entender esto es formidable por que llega uno y se mete donde debe llegar, o sea, convertirse en Hombre solar, en Hombre real, en el Hombre Cris¬to. De manera que por esto hay que lu¬char a muerte, contra todo y contra todos. Contra sí mismo, contra la Natu¬raleza, contra todo lo que se oponga, hasta triunfar. ¡Hasta triunfar! Y conver¬tirse en el Hombre Solar, en el Hombre Cristo.

Esto no es cuestión de evolución, no es cuestión de involución, esto es cuestión de revolución interior pro¬funda. Esto se sale del dogma ése de la evolución y de la involución, esto per¬tenece a la Gran Obra y esta es por eso revolucionaria.

— Maestro Samael, ¿depende de la voluntad?

Claro, la voluntad. El nacimiento es voluntad, hay que dedicar la vida, en su totalidad, a la Gran Obra. Hasta conse¬guirlo, convertirse en Hombre Sol. Eso es lo que quiere el Sol, él quiere una cosecha de Hombres Solares, eso es lo que le interesa al Sol. De manera que nosotros debemos cooperar con el Sol, hasta convertimos en Hombres Solares. Lo que él quiere es una cosecha de Hombres Solares, ¡eso es lo que le interesa a él!

Paz Inverencial
Samael Aun Weor

LA COSECHA DEL SOL

– Las Máquinas Humanas. La Cruda Realidad de la Existencia. La Creación de Hombres Solares. La Preparación del Mercu¬rio. Los Colores de la Alquimia. Los Cuerpos Solares. El Hombre Causal. El Hombre Solar.—

Estamos aquí para estudiar: ustedes para escucharme, y yo para hablar.

Ciertamente, saber escuchar es algo muy difícil; más fácil es saber hablar. Cuando se escucha, por lo común inter¬viene un traductor dentro de nosotros que es el Yo, el Ego, el Mí mismo, el Sí mismo, y todo lo traduce de acuerdo con sus propios conceptos, ideas, opiniones, etc, etc., etc.

Así que, saber escuchar no es tan fá¬cil. Ante todo se hace necesario comprender que hay algo en nosotros que está más allá de lo meramente físico.

Tenemos un cuerpo de carne y hue¬so, eso es obvio, y cualquiera acepte esa realidad, pero muy pocos comprenden que tenemos una sicología susceptible de modificación. Hay necesidad de com¬prenderlo si es que en realidad de verdad deseamos transformarnos.

Quienes aceptan que tienen una sicología, de hecho comienzan a auto-observarse. Cuando alguien se auto-obser¬va, es señal de que intenta transformarse. Nosotros necesitamos transformarnos.

La vida así como está, en realidad de verdad, no es muy atractiva: nacer, crecer, decrecer y morir; se vuelve dema¬siado aburridora. Trabajar terriblemente para existir y existir en una forma mise¬rable, no tiene caso. No solamente exis¬ten en forma miserable las gentes que tienen dinero, sino también las gentes que no lo tienen.

Hay dos maneras de revolcarse entre el lodo: algunos se revuelcan entre el lodo de la miseria, y otros se revuelcan entre el lodo de las riquezas; todo es desolador.

Así que, vivir por vivir, existir así porque sí, sin saber por qué, ni para qué, no tiene la menor importancia.

¿Qué es lo que somos? ¿Con qué objeto existimos? ¿Para qué vivimos? ¡Tantos afanes! ¿Y al fin qué?

Cada uno de nosotros es simplemente una máquina encargada de transformar energías.

Sucede que las energías de los Sie¬te Planetas, energías planetarias del Sistema Solar, no pueden pasar así porque sí al interior de la Tierra, debido al hecho mismo de que nuestro planeta es diferen¬te: es un mundo gobernado por cuarenta y ocho leyes, un mundo completamente distinto a los otros mundos del Sistema Solar.

Miradas las cosas desde este punto, es claro que necesita este Sistema Solar en general, de canales para que la energía Cósmica o Universal, pueda pasar única¬mente. Se necesita que se transforme mediante los mismos canales. Sólo una energía transformada y adaptada fuera del organismo del Planeta Tierra, podría ser útil al mismo.

Téngase en cuenta que la Tierra es un organismo vivo, que necesita exis¬tir, que tiene necesidad de las energías Cósmicas de la existencia, de las energías Cósmicas para vivir. Así como nosotros tenemos necesidad de tener energías para existir, así la Tierra nece¬sita energías para vivir; es un organismo. Pero las energías que recibe la Tierra para que pueda existir, vienen de otros planetas del Sistema Solar, repito, pero como nuestra Tierra es tan distinta a los otros planetas, se necesita que esa energía se transforme para que pueda alimentar al planeta Tierra. Y no podría transformarse si no existiesen canales por donde la energía pasase.

Afortunadamente esos canales exis¬ten, están constituidos por la vida orgá¬nica que como fina película, el Logos ha establecido en la costra terrestre: es pues, la delgada película de la vida orgánica vegetal, animal, humana; es necesaria para que las energías puedan transformarse y pasar al interior de la Tierra. Sólo así podría existir la Tierra, de lo contrario, no podría existir como organismo vivo.

Nosotros los seres humanos somos simplemente máquinas por donde la ener¬gía cósmica debe pasar. Cada uno de nosotros recibe ciertas cargas de elec¬tricidad y magnetismo que luego trans¬forma inconscientemente y retransmite automáticamente al interior mismo de la Tierra; para eso existimos.

¡Tantas amarguras para que la Tierra exista, para que esta mole plane¬taria gire alrededor del Sol, y nosotros que nos creemos tan grandes, y realmente no somos más que simples maquinitas transformadoras de energías! Y el motivo de nuestra existencia es ése. Para que esta mole planetaria exista, debemos conti¬nuar nosotros; trabajar para comer y poder vivir, existir para la economía de la naturaleza.

A ella no le importa qué ideas ten¬gamos, qué creencias; a ella lo único que le interesa es recibir el alimento correspondiente, el alimento energético que debe pasar por nuestros cuerpos; eso es todo.

Nosotros vivimos riñendo en las ca¬sas, en las calles, o en los campos de batalla; sufriendo bajo el tacón de un tira¬no en la fábrica, posiblemente el de la oficina; pagando nuestros consabidos impuestos para poder figurar como ciu¬dadanos; Pagando una renta para que no nos pongan de patitas en la calle, etc., y todo para que esta mole pueda existir, para que este planeta pueda for¬mar parte del concierto de los mundos, para que pueda palpitar y tener existencia.

¡Tantas madres que sufren! ¡Cuán¬tas más adolecen de falta de alimento, algunas ni siquiera tienen la leche para sus criaturas! ¡Cuántos ancianos con sus consabidas experiencias! ¡Cuántos niños que empiezan a recibir regaños! En fin, todo para que una mole planetaria exista.

Es un poco duro esto, un poco cruel, – diría yo -, despiadado; y eso somos, nada más que eso. Si siquiera fuéramos seres humanos, algo sería; pero ni eso. Los pobres animales intelectuales car¬gando la pena de vivir, eso es lo que so-mos. Parecería muy pesimista por aque¬llo de que contrasta.

Recordemos las famosas pachangas, y reímos ante la copa, etc., y nos parece que la vida tiene momentos felices y es que no sabemos nosotros entender lo que es felicidad: confundimos a los instantes de placer con la auténtica y legítima felicidad. Obviamente marchamos por caminos equivocados, y ¿qué queda después del hastío, del pla¬cer? Únicamente el desengaño, la decep¬ción.

¡Cuántas veces se casa un hombre que cree que adora a una mujer! ¡Una mujer que cree que ama a su hombre! ¡Se casan! Más en realidad de verdad estaban auto-fascinados, no se amaban; Creían que se amaban, mas no se ama¬ban; Ellos pensaban que se amaban. Lo que sucede es que se confunde el Amor con la pasión. Satisfecha la pasión mera¬mente animal, lo único que queda en la pareja que tanto se adoraba es el asco, el hastío, la decepción, y eso es todo. De allí en adelante, la cosa es rutinaria; solamente se habla de Cuenta de Banco, de la renta, de la ropa que está sucia y hay que lavarla, que necesitamos un carro para salir al trabajo de cuando en cuando, salir por allí a dar un paseo para buscar un escape al aburrimiento o a una pachan¬ga que termina en una tremenda borra¬chera con gran decepción. Y así va pasan¬do la vida hasta que llegamos a viejos, y ya viejos nos sentimos veteranos, nos gusta que nos llamen los bisnietos, que nos digan abuelos, para narrarles nues¬tras tristes historias de las cuales nos sen¬timos orgullosos, historias corrientes de la vida: “En mis tiempos el presidente fulano de tal hizo tal y cual obra”; para contarles alguna cruenta lucha fratricida en la que tomamos parte, obviamente para documentarla con nuestras heridas de guerra, de las que bien podemos sentimos orgullosos; que murió nuestro hu¬mano tal; que nuestro primo perdió su fortuna o de que los tiempos aquellos eran mejores, etc. Al fin, llegó la muerte un día infeliz.

¿Para eso trabajamos tanto?

Afortunadamente en el LOGOS hay algo más, el Sol es compasivo. Si bien es cierto que nos tiene convertidos en unas maquinitas ahí sirviendo a la naturaleza que creó, no es menos cierto que tiene un interés creado también.

El no va a crear una naturaleza, no va a crear una vida orgánica en la costra de un mundo encargada de dar vueltas alrededor del Sol así porque sí. Ningún caso tendría crear un planeta para que girara alrededor de un centro de gravi-tación nada más porque sí, como por vacilar, sin un propósito definido. No tendría caso haber creado este planeta para nada; tiene que haberlo creado para algo. Crear para nada sería, dijé¬ramos, la tontería de las tonterías. Yo creo que ni ustedes lo harían. Ustedes no se pondrían a hacer un aparato ahí, y hasta sufrir por el tal aparato; ponerlo en la existencia para nada, para luego destruirlo. Yo creo que tiene un objetivo esta creación. Él cobra un precio, sí y nos exige de verdad por haber creado la delgada película de la existencia orgánica sobre la faz del mundo. Él quiere sacar algo de allí, tiene un interés, y tiene razón además. Él quiere sacar una Cosecha de Hombres Solares; la idea no está mala, pero sí difícil.

Se trata de un ensayo muy espantoso por cierto, y bastante trabajoso en el tubo de ensayo de la naturaleza. Eso es lo que él quiere, crear Hombres Solares.

Me viene a la memoria en este mo¬mento Diógenes con su Linterna. Él anduvo un día por las calles de Atenas con una lámpara encendida buscando un Hombre, y no lo halló. Y llegaba a la casa de los Sabios con la linterna, se pa¬seaba por las habitaciones con su lám¬para buscando en los rincones, en los patios, en los corredores.

— ¿Qué buscas Diógenes? Le decían.

— ¡Un Hombre!

— Pero si las calles están llenas de hombres, las plazas públicas están llenas de hombres.

— ¡Esos no son hombres! Respondió. ¡Son bestias! ¡Comen, duermen y viven como las bestias! Y visitó las casas de los científicos y de los artistas y por donde quiera hacía lo mismo, Es obvio que los enemigos aumentaban a medida que visi¬taba casa tras casa, todos se sentían ma¬nifiestamente ofendidos con Diógenes, y tenía razón, no lo halló.

Muchos han querido creer que sí lo halló en alguna parte. Partidarios de Marat pensaban que si lo había encontra¬do en una cueva, ¡tontería! La verdad fue que no lo halló. Si Marat fue un Hombre, allá Marat. Pero hallar a un Hombre de verdad, en todas partes es muy difícil; no lo halló.

Vivía Diógenes dentro de un tonel; ahí comía y allí existía; ni siquiera tenía casa. Vivía dentro de un tonel, es decir, lo que diríamos nosotros, un recipiente, un barril.

Lo interesante de Diógenes, fue que al tiempo de morir, le visitara entonces, nada menos que Alejandro Magno, aquél que logró colocar a toda Europa, a toda Asia bajo su cetro. Se dio el lujo de co¬rrerlo un hombrecillo como Diógenes viviendo dentro de un tonel, se da el lujo de “correr” a Alejandro Magno. Dice en su agonía: “Alejandro, retírate y déjame a solas con mi Sol”. Es decir, con su Dios interno, y a Alejandro no le quedó más remedio que irse, es decir, lo puso de patitas en la calle. Un humilde Hombre como Diógenes poniendo de patitas en la calle a Alejandro Magno, es un lujo que todos no se pueden dar, ¿verdad?

Bien, continuando hacia adelante, llegamos a la conclusión de que Hom¬bres auténticos en el sentido de la palabra es muy difícil de encontrar, muy traba-joso.

Afortunadamente el Sol ha deposi¬tado en las glándulas sexuales los gér¬menes para el Hombre. Podrían desarrollarse tales gérmenes si nosotros cooperamos con el Sol, entonces dejaríamos de ser simples máquinas parlan¬tes como actualmente somos, nos conver¬tiríamos de verdad en Hombres, en Reyes de la Creación. Pero decir que esta huma¬nidad está compuesta por Hombres es exagerar la nota, porque yo entiendo que el Hombre es el amo y Señor, el Rey; así lo dice la Biblia, el Rey de la Creación, creado para gobernar a todas las especies animales, vegetales; para gobernar el mar, el aire, el fuego, y si no es Rey, no es Hombre.

¿Cuál de ustedes puede gobernar a los elementos? ¿Cuál de ustedes es capaz de desatar las tempestades? ¿Cuál de ustedes es capaz de extinguir un in¬cendio? ¿Cuál de ustedes es capaz de po¬ner en actividad los volcanes de la Tie¬rna? ¿Hacer estremecer el mundo? ¿De¬satar un terremoto o destruirlo?

Si no somos amos de la Creación, entonces no somos Hombres. Porque está escrito en la Biblia que el Hombre es e1 Rey de la Creación. Así, pues, somos Reyes, o no somos, Si somos víctimas de las circunstancias, si un terremo¬to acaba con siete mil personas como sucedió ahora en Europa el siete del presente mes, ¿en qué quedamos? ¡Víctimas de sus circunstancias!.

¿Dónde están los Hombres? Si pueden aplastarnos los elementos de la misma forma en que nosotros aplasta¬mos un hormiguero, ¿dónde está la ca¬racterística de Hombres que decimos que somos? Realmente por mucho que presumamos de tales, en el fondo no somos más que simples animales condenados a la pena de vivir.

Hay gérmenes aquí en nuestras glándulas, gérmenes que podrían trans¬formarnos en Hombres. Esos gérme¬nes deben desarrollarse en nosotros. Pueden desarrollarse si cooperamos con el Sol y sus ideas Solares. Para eso es que Él ha creado esta raza. No solamente para que sirva de economía a la naturaleza, uno con el propósito bien definido de sacar una Cosecha de Hombres Sola¬res.

En tiempos de Abraham el profeta, pudo el Sol sacar una cosecha hermosa de Hombres Solares. Durante los pri¬meros ocho siglos del Cristianismo, se logro otra pequeña cosecha. En la Edad Media, unos pocos. Actualmente se está haciendo el último esfuerzo, pero como quiera que esta humanidad. Perversa del siglo XX se ha vuelto ene¬miga de las ideas Solares, terriblemente materialista, mecanicista y lunar en un ciento por ciento, el Sol trata ya de perdida, sacar una cosecha pequeña de Hom¬bres Solares. Luego de sacada la Cosecha, destruirá la Raza porque ya no le sirve para el experimento, ya no tiene caso, ya no le sirve a su experimento.

Gente que ya no tiene ningún inte¬rés en las Ideas Solares, que solamente piensan en las cuentas de banco, en los flamantes automóviles, en las actrices de Hollywood; gentes que solamente quieren sus acciones pasionarias sexuales, drogas, etc., no sirven ciertamente para el experimento del Sol. Gente así debe ser destruida y eso es lo que va a hacer el Sol, destruir a esta gente.

Y creará una nueva Raza en conti¬nentes nuevos que surgirán del fondo del mar. Los continentes actuales antes de poco estarán en el fondo del mar; los Palacios de Gobierno, las Casas Mu¬nicipales, las ricas mansiones servirán de guarida a los peces y focas, es la realidad. Tierras nuevas habrá de sur¬gir del océano, donde incuestionablemente habrá gente nueva, una Raza distinta que pueda servir para el Expe¬rimento Solar, esa es la realidad de los hechos. Y hablo en tiempos angustiosos, en tiempos en que las gentes ya no creen en el fin del mundo, en tiempos en que las gentes sólo dicen: “¡Comamos y bebamos porque mañana moriremos!” Tiempos en que las gentes solamente se preocupan por las cuentas del banco, por el qué dirán, por el dice que se dice, por la última moda, por la droga o por la lujuria. Hablo, pues, esto, con un solo propósito: el de invitarles a la reflexión.

Es posible Desarrollar los Gérme¬nes Solares, sí. Allí están para que el Hombre nazca en nosotros, en la misma forma en que la mariposa nace dentro de la crisálida.

Mas, ante todo se necesita la Dispo¬nibilidad al Hombre, si no existe la Disponibilidad al hombre, no puede nacer el Hombre en nosotros. Allí están los gérmenes, pero pueden perderse, y lo normal es que se pierdan, son gérmenes muy difíciles de desarrollarse. Necesitamos que esos gérmenes se desenvuel¬van, y sólo podrían desenvolverse tales gérmenes, sólo podrían desarrollarse tales gérmenes si cooperamos con el Sol. En el Sexo está el Secretum Secre¬torum de la Auto-Realización Intima del Ser.

Ya uno solamente se dedicará a estu¬diar eso que se llama Amor. Obviamente el Amor fluye del fondo mismo de la Conciencia, es un funcionalismo del Ser, es una Energía Cósmica Trascenden¬tal.

Para que haya Amor, se necesita que haya afinidad de pensamiento, afi¬nidad de sentimiento, preocupaciones mentales idénticas.

El Beso es la comunión mística de dos almas ávidas de expresar en forma sencilla lo que interiormente viven. El acto sexual en sí mismo es la consubstan¬cialización del Amor en el realismo psico-fisiológico de nuestra naturaleza. Si vemos a un anciano enamorado, se rejuvenece, todas sus glándulas trabajan me¬jor y las energías que fluyen del fondo mismo de la Conciencia, actúan en esos pequeños micro-laboratorios que se lla¬man glándulas endocrinas, entonces ellas producen mayor flujo, mayor poder, ma¬yor cantidad de hormonas. Dichas hormo¬nas invaden los canales sanguíneos y viene el proceso de reconstrucción, revitaliza¬ción celular. Vale la pena reflexionar en eso que se llama Amor, en eso que se lla¬ma Sexo, porque Sexo y Amor están íntimamente relacionados, ya que, repito, el acto sexual es la consubstancialización del Amor en el realismo psico-fisiológico de nuestra naturaleza física. ¡Cuán grande es el Amor, sólo las grandes Almas saben y pueden Amar!. Obviamente no debemos confundir el Amor con la pasión, como ya lo he dicho. Gracias, pues, al Amor, al Sexo, esas fuerzas extraordinarias que flu¬yen en todo lo que es, en todo lo que ha sido, y en todo lo que será, puede repro¬ducirse una criatura, las flores, el fruto, sobre la faz de la Tierra; pueden multi-plicarse todos los seres. Así, pues, que mi¬rar al sexo con asco, considerarlo tabú o pecado, motivo de vergüenza o disi¬mulo, es una blasfemia, equivale a escu¬pir francamente en el Santuario del Ter¬cer Logos. Así que, vale la pena entender que es necesario Trabajar con el poder maravilloso del Sexo. Así por la Fuerza maravillosa del Tercer Logos existe toda la naturaleza y gracias a las Fuerzas Sexuales, existimos nosotros. Se hace indispensable entender lo que es esa Fuerza para no profanarla, es necesario saberla usar para transformarnos radical¬mente.

Muchas veces hemos dado la Clave de la Transmutación: ¡Conexión del Lingam-Yoni sin eyaculación del Ens Seminis, porque dentro del Ens Seminis está todo el poder del Cristo, el Fohat! ¡Esa es la Clave! ¡Ese es el Secretum Secretorum de la Transmutación! Y uso para ello cortas palabras, porque el Sexo es Sagrado, y su Clave debe ser expuesta con rectitud, para el que entienda, en¬tienda y Trabaje, que eso es lo funda¬mental. Cuando uno Transmuta el Es¬perma en Energía puede originar un cam¬bio total.

Los Sabios Alquimistas Medievales nos hablan del Mercurio de la Filosofía Secreta, y éste en sí mismo, no es otra cosa sino el Alma Metálica del Esperma Sagrado. Cuando se Transmuta el Es¬perma, el Exiohehari, ruando no se comete el crimen de derramar el Vaso de Hermes Trimegisto el Tres Veces Grande Dios Ibis de Thot, obviamente se fabrica Mercurio, el Mercurio de los Sabios, que no es otro que la Energía Creadora que sube al cerebro.

Ese Mercurio tiene que pasar por fases definidas antes de que pueda ser útil, y eso lo saben los alquimistas,

Saber preparar el Mercurio es indis¬pensable.

En principio, las Aguas Mercuriales son NEGRAS como el carbón, putre¬factas, inmundas. Muchos alquimistas pierden su tiempo porque jamás blan¬quean las Aguas de la Vida, y no las blanquean, sencillamente porque no sa¬ben refinar el Sacramento de la Iglesia de Roma. Ese Sacramento hay que en¬tenderlo, porque si ustedes leen la palabra Roma a la inversa, diría AMOR, ¿verdad? Si ustedes las silabas las cambian, ponen la frase al revés, en lugar de ROMA, dice AMOR.

El Sacramento de la Iglesia del Amor está siendo profanado por muchos neófitos que trabajan toscamente en la Forja de los Cíclopes, crudamente, bru¬talmente, pasionalmente, pero no refinan su Trabajo y las Aguas permanecen Negras.

Cuando se comienza a refinar el trabajo, tales Aguas se vuelven BLANCAS. Inefables, entonces se adquiere el dere¬cho a usar la túnica blanca de la Castidad.

Mucho más tarde, cuando las Aguas se vuelven AMARILLAS, son ya útiles para que puedan ser fecundadas por el AZUFRE.

El AZUFRE es el FUEGO, el Fuego encerrado, pues, en nuestros órganos creadores; el Fuego que al mezclarse con el Mercurio, es decir, con la Energía Sexual, asciende victorioso por el canal medular hasta el cerebro. El ascenso del Fuego Sagrado es extraordinario.

El primer Centro que se abre es el de la Iglesia del Coxis, de la Iglesia de Efeso en el hueso coxígeo que nos da el poder esotérico del elemento tierra. El segundo Centro que se abre está a la altura de la próstata, que nos da el poder sobre las Aguas tormentosas del océano. El tercer poder que se abre está a la al¬tura del ombligo y el poder que se nos confiere es sobre el elemento fuego; podemos entonces poner en actividad los volcanes de la Tierra. El cuarto poder que se abre está a la altura del corazón y nos da el poder para entrar y salir del cuerpo a voluntad, o para po¬ner el cuerpo en estado de Jinas; nos con¬fiere el señorío del elemento aire. El quinto Centro que si abre, está en la laringe creadora que nos permite hablar en síntesis y escuchar las Sinfonías del Cosmos. El sexto poder está a la altura del entrecejo, y nos confiere la Divina Clarividencia, facultad que nos permite ver los Mundos Superiores. Y el séptimo Centro que se abre, está en la glándula pineal, y nos confiere el poder de la Polividencia, ver todas las regiones del espacio infinito.

El Mercurio mezclado con el Azufre abre estas ruedas. Cuando el Mercurio se mezcla con el Azufre, es decir, con el Fuego, se vuelve ROJO como la Púr¬pura.

Sinceramente, repito, muchos son los que permanecen estancados porque no refinan el Sacramento de la Iglesia de Ro¬ma.

El excedente de todo este Azufre, de todo este Mercurio, y más aún, de la Sal sublimada que asciende mezclada con el Azufre y el Mercurio, cuando cristaliza en nuestras células, en nuestro sistema nervioso Gran Simpático, toma la forma extraordinaria y maravillosa del Cuerpo Astral.

Este Cuerpo viene a Fabricarse dentro del organismo, en el laboratorio; un Cuerpo magnífico. Uno sabe que tiene Cuerpo Astral, cuando puede funcionar con él, cuando puede usarlo como las manos, como los pies. Con el Cuerpo Astral puede uno visitar los otros planetas del sistema solar; con el Cuerpo Astral podemos nosotros ponernos en contacto con los Treinta Aeones que fun¬cionan en la Aurora de la Creación; con el Cuerpo Astral podemos ponernos en contacto con todos esos Arcángeles, Tronos, que existen en el Universo; con el Cuerpo Astral podemos viajar a todos los mundos de la Galaxia, in¬cluyendo a Sirio que es la Capital Cen¬tral, alrededor de la cual gira toda es¬ta Gran Vía Láctea.

Está prohibido ir más allá del Sol Central Sirio. Quiero que ustedes sepan que Sirio es el centro fundamental de la Galaxia. Todas las constelaciones de la Vía Láctea, con los sistemas sola¬res, y hasta nuestro sistema solar en don¬de vivimos, giran alrededor de Sirio, en el centro de gravitación de todos esos mundos, incluyendo al nuestro.

Por eso, al Iniciado que tiene Cuerpo Astral, sólo se le permite ir hasta Sirio; más allá de Sirio está prohibido. Porque más allá de Sirio hay otras galaxias con gentes diferentes que uno no entiende. Yo mismo, con mi Vehículo Sideral Astral, con el Eidolón, como dijéramos en Alta Magia, cuando he intentado pasar más allá de Sirio, he sido regresado. Así que, está prohibido ir más allá del Sol Central, ya que hay otras galaxias mucho más allá, galaxias cuyas leyes no enten¬demos. También hay Anti-galaxias, Anti-materia, Anti-mundos, Anti-soles, anti¬estrellas, Anti-átomos. Las galaxias, por ejemplo, de Anti-materia, son para noso¬tros incomprensibles, no sería posible entenderlas. Aun sabios como Einstein, resultarían absolutamente ignorantes en materia de física o matemáticas que se le llevara a existir a una galaxia de Anti¬-materia, donde las cargas eléctricas están a la inversa. ¿Cómo entender nosotros eso? Una Anti-estrella con cargas a la inversa, hecha de Anti-materia, no es posible que la entendamos ni siquiera por nuestros propios científicos.

Ahora pensemos lo que significaría pasar más allá de Sirio para manejar leyes que no podemos entender, que no hemos estudiado en nuestra galaxia. Estaríamos prácticamente indefensos, quedaríamos convertidos en leños llevados por el borrascoso océano; aún poseyendo un Cuerpo Astral, no seríamos más que míseros leños; así es el infinito.

¿Cómo podríamos entendernos con gentes que tienen cuerpos de Anti-materia, que sus cargas son a la inversa, sus con¬ceptos pertenecen a dimensiones que desconocemos? ¡Imposible! ¡No enten¬deríamos nada, ni jota!.

Así que tener un Cuerpo Astral vale la pena; vale la pena, para conocer esas regiones del espacio. Pero jamás podríamos pasar con tal Cuerpo más allá de Sirio.

Una vez que nos hemos dado el lujo de crear dicho Vehículo, se hace indispensable crear también el Cuerpo Mental, si es que queremos ser Hombres con una Mente Individual. Mas, hoy por hoy, no tenemos una Mente Individual; tene¬mos muchas mentes.
Si pensamos que cargamos en nuestro interior al ego, al mí mismo de la sicología experimental, y que éste existe en nosotros en forma pluralizada, indubi¬tablemente cada uno de esos elementos tiene su mente propia. Hay dentro de nosotros, pues, muchas mentes. Cada mente tiene sus propias ideas, su criterio, su documentación; se justifica, tiene su lógica para argumentar, o para defender, o para ocultar; puede perfectamente defenderse ante un tribunal con una inteligencia sorprendente para decir: “Yo tenía razón, mas este hombre ¿por qué me ha ofendido tantas veces?”

El yo de la lujuria también tiene su lógica. Podría presentarse ante el mejor de los tribunales, y con texto de fisio¬logía en mano, auto-defenderse, hacer muchos argumentos; podría decir que la lujuria es una función natural del hombre, que todo lo que existe debe desenvolverse sexualmente, hasta decir que no tenía lujuria, que lo que hacía era que se estaba desarrollando dentro de la función gnóstica; podría hacer una exposición de fisiología, dictar una cátedra, y pintar en el pizarrón toda la fisiología de él y de los funcionalismos de los ovarios y testículos y dejar a todos asombrados.

Cada uno de los yoes que llevamos dentro, tiene su lógica, tiene su mente, tiene su razonamiento, su mente propia.

Lo interesante es que cada mente que cargamos en nuestro interior disputa con cada una, chocan las distintas mentes que cargamos, unas con otras, ¿entonces qué? Tenemos muchas mentes, y eso no lo ignora nadie.

Necesitamos crear la Mente Indi¬vidual, pero ésta no se podría crear, sino Transmutamos el Esperma Sagrado en Energía. Obviamente, con la Trans¬mutación, se fabrica eso que se llama Mercurio. Es con ese Mercurio de los Sabios con el que podemos nosotros cristalizar en nuestro interior, formar, organizar, la Mente Individual.

Cuando alguien posee el Cuerpo Mental Individual, puede aprehender, capturar, asimilar, toda la Ciencia del Uni¬verso. Podemos usar tal Vehículo Mental para viajar por el Sagrado Espacio, de mundo en mundo. Con la Mente Indi¬vidual, se puede penetrar en el Devachan, es decir, en la Región Mental Superior del Cosmos y de la Naturaleza.

La Mente Individual es espléndida, formidable, maravillosa. Pero eso no es todo. La gente es víctima de las circuns¬tancias, depende de la ley de los acci¬dentes; nosotros podemos cambiarla.

Uno no podría en verdad, realmente, aprender a dirigir las circunstancias, si antes no ha creado el Cuerpo de la Vo¬luntad Consciente. Cuando uno Fabrica tal Cuerpo, obviamente ya no es esclavo de las circunstancias, puede dirigirlas intencionalmente, se convierte en amo, en Señor. Ese Cuerpo solamente se Fa-brica con el Mercurio de los Sabios, es la resultante de la Transformación o Transmutación de la Energía Creadora.

Ya con los Cuerpos Astral, Mental y Causal, nos damos el lujo de recibir nuestros principios Anímicos y Espiri¬tuales y nos convertimos en Hombres de verdad, en Hombres Reales.

El Cuerpo Causal es el último de los vehículos que hay que crear. Podría decirles a ustedes que el Hombre Causal es el Hombre verdadero.

En el mundo de la Causas Natura¬les encontramos el Verdadero Hombre, el Hombre Causal. Da gusto ver uno, en la región de las Causas Naturales, al Hombre Causal. Así estemos Traba¬jando por la humanidad, el Hombre Causal es el verdadero Bodhisattva en el sentido trascendental de la palabra.

Los Bodhisattvas Trabajan bajo la dirección del Padre; cada uno obedece al Padre. Porque hay tantos Padres en el Cielo, cuantos hombres en la Tierra. Cada uno tiene su Padre que esta en se¬creto.

El Hombre Causal se desenvuelve bajo la dirección del Padre, y vive en el Mundo de las Causas Naturales; es el verdadero Hombre, el Hombre Causal, el Hombre Real. Al Hombre en el sen¬tido más grande de 1a palabra, lo encon¬tramos en el Mundo de las Causas Naturales; es en esa región donde se escuchan las Sinfonías del Cosmos; es en esa re¬gión donde venimos a hallar el Karma, porque en esa región Trabajan los Se¬ñores del Karma.

El Hombre Causal puede absorber sus vehículos Astral y Mental para vivir precisamente en esa región. Desde allí SE PROYECTA, ya hacia las regiones de la Mente Cósmica y sus profundida¬des, o ya hacia las regiones del Mundo Astral, para aparecer posteriormente en el mundo físico.

En nombre de la verdad, tendría yo que decirles que para poder existir aquí con ustedes, para poder platicar aquí con ustedes, necesito proyectarme en lo personal, desde el Mundo Causal, porque yo tengo mi centro de gravedad en el Mundo de las Causas Naturales; desde allí me proyecto hacia el Mental, posteriormente hacia el Astral, y por último, haciendo grandes esfuerzos, vengo aquí al físico a platicar con ustedes. PERO ESTOY PLATICANDO CON USTEDES POR CONCENTRACIÓN, POR¬QUE MI CENTRO DE GRAVEDAD ESTA EN EL CAUSAL, SOY UN HOM-BRE DEL MUNDO CAUSAL, Y SI ALGO DIGO, Y ALGO EXPLICO, ES POR MANDAMIENTO, ES PORQUE SE ME HA ORDENADO ENTREGAR¬LES A USTEDES ESTE MENSAJE. Y lo hago con el mayor gusto, a fin de que ustedes puedan hollar la Senda de la Revolución de la Conciencia de la Revolución en Marcha, de la Revolu¬ción Espiritual, Integral, Divinal.

Quiero, pues, que entiendan, que el Hombre es lo que cuenta, y que el Sol tiene interés en crear Hombres. El Sol quiere una COSECHA DE HOMBRES y Trabaja febrilmente en estos momentos para lograrlo.

Quiero que sepan ustedes que cuando una Raza pierde todo interés por las Ideas Solares, el Sol también pierde todo interés por la Raza y la destruye.

En estos momentos, el Sol quiere destruir esta Raza, porque ya no le sirve para su experimento, mas antes de des¬truirla, hace un esfuerzo supremo, saca con un gran esfuerzo, una Cosecha pe¬queña, aunque sea, de Hombres Solares.

Si ustedes atienden a nuestro lla¬mado, si ustedes se crean la Disponibi¬lidad al Hombre, el Sol podrá absorbérselos como Hombres Solares. Pero se necesita que ustedes cooperen con el Sol, sólo así podrán transformarse en Hombres Solares.

Se hace urgente que ustedes, ante todo, sepan Transmutar.

El Hombre Solar solamente puede crearse con la Energía Solar, y esa Ener¬gía está contenida precisamente en el Azogue en Bruto de los Sabios, es el mineral en bruto; tal elemento es el Exiohehari, es decir, el Esperma Sagrado.

Quienes cometen el crimen de extraerlo de su organismo con propósitos pasionales, se alejan demasiado del Sa¬grado Sol Absoluto, y se hunden definitivamente en los mundos infiernos hasta su desintegración final.

Para que los gérmenes del Hombre puedan desarrollarse en el organismo, se necesita que sean tocados por el Rayo o emanaciones que vienen del Sagrado Sol Absoluto. Sin tales emanaciones, los gérmenes permanecen infecundos y degeneran e involucionan espantosamente hasta la Muerte Segunda.

Para que las emanaciones Cósmicas que vienen del Sagrado Sol Absoluto puedan tocar los Gérmenes del Hombre, se necesita que no nos alejemos del Sagrado Sol. Uno se aleja demasiado de ese Astro, cuando fornica y adultera.

Así que, debemos entender que ni a los fornicarios ni a los adúlteros, les toca el Sagrado Sol Absoluto; por eso fracasan. No puede sacar el Sol cosecha de los fornicarios, ni tampoco de los adúl¬teros.

Para que el Sol saque alguna Cosecha, se necesita que nosotros marchemos de acuerdo con la Ley.

¿Qué se entiende por fornicarios? El que derrama el Vaso de Hermes Trimegisto.

¿Qué se entiende por adúltero? El que entra en contacto sexual con per¬sonas que no pertenecen a él. Por ejem¬plo: Un hombre que toma a otra mujer, y abandona a la que tiene, es adúltero. Aún más, si la tomase únicamente para Transmutar, sigue siendo adúltero, pues si carga dentro de su espina dorsal un tipo de energía, la de su esposa, y luego entra en contacto con otro tipo de energía, la de otra que no es su esposa, esos tipos de energía igual se destruyen entre sí. Es una ley física que dos tipos de energía iguales, por oposición se destruyen entre sí. Viene un corto circuito, se quema un cable. ¿Cuál? El de cierto Hilo que existe en la espina dorsal por el cual sube el Azufre, es decir, el Fuego, que al quemarse, pues, el Alquimista pierde grados, poderes, etc.

ALQUIMIA DEVELADA

— El Agnostos Theos. El Alma Metálica del Esperma. El Luci¬fer Intimo y Particular. La Creación de los Cuerpos. Elimina¬ción del Mercurio Seco y de la Sal Roja. Las Tres Partes del Trabajo, o las Tres Cocciones. El Antimonio. El Elíxir y la Medicina Universal.—

Ha llegado la hora de comprender lo que es realmente el Ser, lo que son nuestros estudios, lo que es la Gnosis. Ante todo tenemos que rendir culto al Agnostos Theos del Espacio Abstracto Absoluto Incondicionado y Eterno. Indubitablemente la Divinidad incógnita y des¬conocida es Eso que no tiene nombre, Aquello, lo Innominado, lo Inefable.

El Absoluto está más allá de todo lo que tenga forma y figura, lado por la¬do, cantidad, cualidad, número, medi¬da, peso. Es lo que no Es, lo que no tiene forma, lo Real. Al llegar a esta cla¬se de término, deben Uds. saber enten¬der que cuando digo: “Es lo que no Es”, hay que aprehender su honda significación.

Una forma sería lo que tenemos en nuestro intelecto, por eso digo: “Es lo que no Es” Ese “no Es”, es el Real Ser. Sólo así podemos entender algo, puesto que Aquello está más allá de toda comprensión.

El Inmanifestado inevitablemente pertenece al aspecto negativo de la Luz; estamos acostumbrados a pensar en Luz en su aspecto positivo, pero el aspecto negativo de la Gran Vida está más allá de lo que podemos entender, mucho más allá de los Sephirotes de la Kábala, mu¬cho más allá del Silencio y del Sonido, mucho más allá del Pensamiento, del Verbo y del Alma. Cuando se habla de exis-tencia negativa, debemos entender Aque¬llo que no Es y sin embargo Es. La Luz Increada es pues, el aspecto negativo de la Luz, la acepción negativa; tomé-mosla en el sentido de que no es mani¬festado, de que se oculta tras los velos de la manifestación.

El Anciano de los Días, por ej. En cada uno de nosotros, resulta siendo el Malchut, es decir, el aspecto inferior del Absoluto. Así como Malchut es la manifestación Cósmica en el mundo físico, es el aspecto inferior de todos los Diez Sephirotes; así también el An¬ciano de los Días con todo y su gran¬deza, su majestad y señorío, es el Malchut para el Absoluto. De esa Divinidad incógnita, desconocida, que se halla latente en todo lo que es, ha sido, y será, surge en toda la emanación los Inefables, el Ejército de la Voz, la Gran Palabra, los Dioses Santos, los Gobernadores de todo el Universo; ellos no son sino manifestaciones de la Divinidad incóg¬nita y desconocida, el Agnostos Theos.

Bien, mis caros hermanos, no olvi¬demos pues al Jehová, al IOD-HEVE. Cuando hablo en esta forma, no quiero referirme en modo alguno al Jehová aquel Antropomórfico de la Iglesia de Roma y de Jerusalén y de todas las gen¬tes dogmáticas en general; No, el Jehová al que me refiero, al que hago alusión, es el Jehová Intimo de cada cual. Es obvio que cada uno de nos, trae dentro su pro¬pio IOD-Heve. IOD es el principio mascu¬lino, HEVE es el principio femenino. IOD es nuestro Padre que está en secreto, HEVE es nuestra Madre Divina Kunda-lini.

Jesús de Nazaret rechazó al Jehová aquel antropomórfico de los Judíos, a ese Jehová Bíblico, al de la Ley del Ta¬lión, al de la Venganza. Jesús de Nazaret amó a su Padre que está en secreto y a su Divina Madre Kundalini. Al pie de la cruz le vemos clamando al Padre, vemos al Divino Rabí de Galilea crucificado, clamando con gran voz: “Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu”. Su Divina Madre Kundalini está ahí, ella le asiste en todo, ella es Ram-IO. Ram, Mantram de fuego, Mantram del Tatwa Tejas. IO recuerda a los misterios Isíacos; IO es el punto céntrico, es el Lingam Yoni. Así pues, es un rechazo definitivamente al dogmático, Jehová, a ese que fundamentaba toda su doctrina en la venganza de Ojo por Ojo y Diente por Diente. El Jehová auténtico hay que buscarlo íntimamente en cada uno de nosotros. Llevamos más allá de nuestra conciencia al Padre que está en secreto y a la Divina Madre, el Espacio Abstracto Absoluto de donde emanó el Ejército de la Voz, de donde brotó nuestro Jehová particular, el Divino Macho Hembra; luego pues, Él está en nuestro Altar particu¬lar. El Ser de Nuestro Ser, el Dios desco¬nocido ante el cual se prosterna todo el Ejército de la Voz, la Verdad que no tiene nombre, la Existencia Negativa, aquello que no Es y sin embargo Es, de donde ha brotado nuestro Ser Interior, habíamos sabido que emanó de entre las entrañas del Espacio Abstracto incondicionado y Eterno. Ante todo se hace indispensable que nuestro Padre y Madre interior sean Auto-Realizados en nosotros, eso es posi-ble si nos comprendemos a sí mismos, si logramos eliminar de nuestra naturaleza los elementos inhumanos que cargamos dentro.

Si nosotros transmutamos esa mate¬ria-energía, podremos crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Ante todo, hay que comprender diversos procesos alquímicos.

Les he dicho que para la Gran Obra con una sola sustancia tenemos suficiente. ¿Cuál será esa sustancia? Es el mercu¬rio de la filosofía secreta. ¿Dónde está ese mercurio?. Pues bien, es el Alma Me¬tálica del Esperma; es claro que al no gas¬tar el licor seminal, se transmuta en ener¬gía, y esa energía es el mercurio de la filosofía secreta, es decir, el Alma Metá¬lica del Esperma. Esa Alma Metálica está representada por Lucifer.

Al citar este personaje no debemos escandalizarnos; y no pensemos en un Gran Arcángel Antropomórfico, pues Lucifer es muy individual. Cada uno de nosotros tiene su propio Lucifer parti¬cular, individual. Lucifer es uno de los aspectos de nuestro Ser interior y es la parte más importante, es — por decirlo así — el doble de nuestro Logos Interior, el duplicado del Tercer Logos en noso¬tros, la sombra de Shiva, el Archi-hiero¬fante y Archi-mago que resplandecía abrasadoramente como arcángel Inefable; era un Santo Kummara, pero cuando caímos en la generación animal y dege¬neramos la raíz de nuestro sexo (es uno de los aspectos más importantes de nues¬tro Ser, duplicado de nuestro Dios In-timo), cayó de hecho en las tinieblas y se convirtió en el Diablo.

Hay tantos diablos en la tierra, cuantos seres humanos. Cada uno de no¬sotros tiene su propio Diablo, y este Dia¬blo particular en cada uno de nos, es ne¬gro como el carbón, y exhala por el órgano Kundartiguador el fohat negati¬vo, el carbón de la fatalidad, el fuego Luciferino, después de ser la criatura más excelente. No hay poder en él, sino en nosotros; debernos blanquearlo y esto es sencillo.

Los Alquimistas medievales dijeron: “Quema tus libros y blanquea el Latón”. Se sabe que el Latón es de cobre, y el cobre está relacionado con Venus, la es-trella de la mañana. Blanquear el Latón significa blanquear nuestro propio Diablo interior para libertarlo. El es el Prometeo encadenado, un buitre le devora las en¬trañas incansablemente, es el Buitre del Deseo. Es un coloso; tiene potestad sobre la tierra, sobre los Cielos y sobre los Infiernos; pero lo tenemos en des¬gracia. Si lo blanqueamos se nos recom¬pensará y con creces; mas, ¿cómo blan¬quearlo? Eliminando el Ego y creando en nosotros los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser y sacrificándonos por la Humanidad. Cuando lo despejamos, el Lucifer parece lanzándose de cabeza al fondo del abismo, símbolo de nuestra caída sexual.

Hay algo novedoso en la Doctrina Azteca; Lucifer figura en el Cordón del penitente y anacoreta, Lucifer haciendo penitencia, ¿habrán visto algo más ex-traordinario?. El Príncipe y — digamos —la representación de nuestra Piedra Fi¬losofal; en el fondo resulta la misma Pie¬dra Filosofal; pero está tan relacionado íntimamente con el Mercurio de la Filo¬sofía Secreta, que parece como si hubié¬ramos nosotros pasado por una digresión al hacer nuestra disertación; mas no hemos pasado por ninguna digresión.

Se necesita saber mucha ciencia. Ya dije que el Alma Metálica del Es¬perma es la Piedra Filosofal; ya dije que el Lucifer es la Piedra Filosofal. Al fin, ¿cuál de los dos es la Piedra Filosofal?. En verdad, tanto Lucifer como el Alma Metálica del Esperma constituyen la Piedra Filosofal; esa Piedra está velada por Lucifer. Bien, en la Catedral de Paris aparece un ave, un cuervo, con la vista dirigida hacia la Piedrecita del rincón; ¿qué hay en la Piedrecita del rincón? una figura, el Diablo. ¿Qué significa el Cuervo de la Putrefacción?. La muerte. Necesitamos eliminar, matar, destruir el Ego animal; sólo así es posible blanquear al Diablo que está en el rincón del Tem¬plo y que desea su liberación, pues quie¬re volver a ser el Arcángel luminoso de otros tiempos.

Esa Alma Metálica del Esperma es extraordinaria, ha emanado del Padre, de las Aguas Seminales de la Vida; ha sido esa Alma Metálica mediante todo el tiem¬po contenida en la Tercera Agua; es el fluido Angélico Creador que sube por los canales de Idá y Pingalá hasta el cere¬bro. Es el Fuego, el Azufre, el que fecun¬da al Fuego mientras que estamos en el proceso maravilloso de la Iniciación. En ella se encuentran los Cuerpos pe¬sados del Mercurio. Esa agua, fluido aquel maravilloso que sube por los ca¬nales de Idá y Pingalá hasta el cerebro; esa Alma, ese Tercer aspecto, ese fluido sexual ascendiendo por los canales de Idá y Pingalá, será fecundado por el Fue¬go Solar. Todos esos procesos Esotéri¬cos en nosotros, se fundamentan en los cruces incesantes del Mercurio con el Azufre. El Hidrógeno sexual Si-12 del cual nos hablan los mejores ocultis¬tas del mundo, es algo que corresponde al Mercurio vivo, al Tercer aspecto, a la Tercera Agua Mercurial. Ese Mercu¬rio cristaliza en su primer vehículo que es el Astral, ese Astral maravilloso; pero para que ese Mercurio tome las formas del Cuerpo Astral hay que trabajar me¬diante la transmutación; llegará el mo¬mento en que ese Mercurio es perfecto. Ya por fin con el Cuerpo Astral, podemos viajar con él en el espacio infinito. Mucho más tarde ese Mercurio va a cristalizar en la forma del Cuerpo Mental; de allí, muchísimo más tarde en la forma del Cuerpo Causal. Vean Uds. las tres formas de la cristalización del Mercurio. Cuando eso sucede, esos Cuerpos Existenciales han quedado formados.

Pero no basta crear con el Mercurio los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Debemos saber que el Mercurio está llamado a encarnar el Logos, el Cristo Cósmico dentro de sí. La Virgen cargando al niño, esa Madre cargando su bebé, es una alegoría de esta verdad que esté en nosotros. Cada uno de los que están aquí entre Uds., debe preparar su cuer¬po; una vez preparado, no olvidar que en su interior deben desarrollar ese niño de Oro. Así pues, la magia sexual sin goce, debe estar acorde con el mismo Mercurio. Cuando subimos el Mercurio, el Oro se desarrolla dentro de nuestro interior, esa clase de Oro del que se forma — repito — el Oro Crístico que reviste ese Logos.

Dentro de nuestros cuerpos el Mer¬curio debe formarse en Oro, (el Oro mercúrico), es decir, debe el Logos tomar forma; ese es el traje de nuestra Alma. No basta crear los Cuerpos Exis¬tenciales Superiores del Ser, hay que nacer, perfeccionarnos para que puedan ser recubiertos más tarde con el vestido Escolástico del Ser (y que lo comprueben los aquí presentes y los que me escu¬chan) El Mercurio es la materia funda¬mental de la Gran Obra.

Uds. ya vieron los 3 aspectos, y lo repito y lo aclaro: Primer aspecto, el Ca-os, propiamente de los Tantras, que es una secreción lúcida, sencilla, sin sol, de la glándula sexual; esto se da no so¬lamente en el hombre, sino en la mujer, porque si bien es cierto que el hombre durante un orgasmo gasta su esperma, la mujer también tiene su esperma, y cuando pasa por el orgasmo lo pierde miserablemente. Que los médicos no quieren llamar a la secreción sexual fe¬menina esperma, es otra cosa; pero los Alquimistas sí le damos el nombre de esperma, porque es esperma. Estoy hablando en términos de Alquimia ri¬gurosa, no en términos químicos, mé¬dicos; y esto debe ser aclarado en estas clases.

Contiene 3 aspectos en su interior (y si estoy repitiendo es para que sea entendido) El 1er, aspecto — ya lo dije —es el mismo esperma. El 2o. aspecto resulta de la transmutación, la parte tetradimensional del esperma, la parte sutil y etérica, el Alma — dijéramos —de ese esperma, el Alma Metálica; ese es el Mercurio en su 2o. aspecto. El ter¬cer aspecto deviene del 2o. es la energía ya ascendiendo por los Cordones de Idá y Pingalá hasta el cerebro.

Dicen los Alquimistas que el Mercu¬rio debe ser fecundado por el Azufre; es claro que cuando los átomos Solares y Lunares del Mercurio hacen contacto en el Triveni, cerca del coxis, ponen en ac¬ción esa tercera fuerza que es el Azufre, el fuego que asciende misterioso por el Canal de Susumná, es decir, por el canal medular, hacia la espina dorsal, hasta el cerebro; y en su ascenso va abriendo los Chacras o Centros maravi¬llosos del Cuerpo Vital; entonces se dice que el Mercurio ha sido fecundado por el Azufre.

Es claro que ese Mercurio fecundado por el Azufre reviste nuevos aspectos, da origen a una primera reacción de orden trascendental, me refiero al Cuerpo Astral, que no es más que el Mercurio fecundado por el Azufre; el resultado: se forma el Cuerpo Astral; podemos movernos con él consciente y positiva¬mente a través del espacio infinito. Uno sabe que tiene Cuerpo Astral cuando puede usarlo. ¿Cómo sabe uno que tiene pies? Porque puede caminar; o dos manos porque puede usarlas; así también uno sabe cuando tiene Cuerpo Astral cuando puede viajar con él.

En el mundo de las 24 Leyes, en el mundo Astral, una persona que no ha fabricado el Cuerpo Astral, no es inmor¬tal; A la hora de la muerte su Cuerpo Físico se vuelve nada, y lo que continúa en ese mundo Astral son los distintos elementos que forman el Yo, el mi mismo, el si mismo, los elementos sub-humanos, infra-humanos, in-humanos, bes¬tiales; que retornan esos elementos más tarde, es verdad. La gente desafortuna¬damente no sabe ni cómo se nace, ni có¬mo se muere. Creado el Cuerpo Astral —repito — habrá que crear un Mental Individual, un vehículo Mental. ¿Con qué se va a crear?. Pues con el mismo Mercurio es como se va a crear el Mental, es decir, el Mental Superior. Creado el Mental, con el mismo Mercurio (en una tercera octava) se creará el Cuerpo de la Voluntad Consciente. Así pues, vean Uds. cómo el Mercurio viene a for¬mar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Dentro de ese Mercurio viene a apa¬recer el Oro, no el Oro meramente mate¬rial, sino el Oro Espiritual. Pero para ha¬cerme más comprensible diré que hay que hacer el Oro más Oro, es decir, llevar el Mercurio hasta convertirlo en Oro. El Cuerpo Astral debe volverse en Oro, y después el Mental, y después el Causal. Eso es lo que se quiere especificar cuando se dice que dentro del Mercurio debe formarse el Oro; claro, una vez que es¬tos Cuerpos han quedado en Oro puro, pueden ser instrumentos del Ser, devo¬rados por la Serpiente, esto es lo que queremos aclarar cuando decimos que los Cuerpos hay que perfeccionarlos y luego hay que recubrirlos con las dis¬tintas partes del Ser.

Claro, el primer Cuerpo que habrá de devorar la Serpiente Ígnea de Nuestros Mágicos Poderes, es el Astral; el segundo Cuerpo que la Serpiente Sagrada debe devorar, es el Mental; el tercer Cuerpo que la Serpiente Sagrada debe devorar-se, es el Causal. Mucho más tarde, la Ser¬piente Ígnea de Nuestros Mágicos Poderes habrá de tragarse el Alma Espiritual y el Íntimo. Cuando la Serpiente se haya tra¬gado los Cuerpos que hemos creado, será Ella y nada más que Ella, sin em¬bargo, el “Consumatum est”, trae carac¬terísticas trascendentales insospechadas, pues a la Serpiente la devora el Águila; por eso en el Pabellón Nacional aparece siempre el águila tragándose a la serpiente. Cuando el Águila se devora a la Serpiente, queda dueña de la situación el Águila; en otros términos, queda la Serpiente Emplumada de Quetzalcoatl, el Maestro Resurrecto, el Maestro Per¬fecto, el Kummara; antes de esto, el Luci¬fer habrá sido emancipado, y mezclán¬dose él con el Alma, con el Espíritu, penetrando en sus Cuerpos de Oro puro al Alma y al Espíritu, vendrá a ser algo diferente con el Oro Inmortal y penetran¬do dentro de ese inefable factor. El Dios Interno al penetrar en su interior den¬tro de la superficie inefable, y así al pene¬trar la Superficie inefable habrá penetrado sus corpúsculos ígneos y queda un Autorrealizado Perfecto. Lucifer carga los poderes, mide, nos da la verdadera feli¬cidad perfecta y el poder sobre todo lo que es, lo que ha sido y lo que será.

La Divina Madre Kundalini, pues, necesita devorarse los Cuerpos Existen¬ciales Superiores del Ser, pero para que Ella pueda hacer eso, todos los Cuerpos deben haber sido transformados en Oro puro, porque Ella no traga nada inmundo. Así es pues, mis caros hermanos, nosotros debemos quedar dentro de la Serpiente y la Serpiente dentro de noso¬tros. Así es como el Águila viene a que¬dar dentro de nosotros y nosotros den¬tro del Águila. En unas palabras, así es como el Padre-Madre, el Elohim inmortal bienamado, se levantará de su sepulcro de cristal para venir al mundo y ver con los ojos de nuestro rostro, y parlar con nuestra laringe creadora; así es como cada uno de nosotros está llamado a convertirse en un Kummara, el Elohim primordial, en un gran Maestro; pero eso sí, el fundamento en el cual descansa la Piedra es el Mercurio.

Para que la Obra se realice hay que darle oportunidades a la Naturaleza, la Naturaleza ayuda a la Naturaleza; vamos a crear Oro, vamos a crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. ¿Cómo lo hacemos?. Imitemos a la Natu¬raleza.

Si echamos los huevos de la gallina a la luz del sol se pierden, no salen los polluelos; y si algunos salen, duran poco tiempo, mueren; esos huevos deben estar en las tinieblas para que sean fecundados. La reproducción se realiza siempre en tinieblas. Debido a la disposición de los órganos creadores, la criatura se forma entre las tinieblas.
El trabajo con el Mercurio hay que hacerlo en la noche, no en el día. Los cuerpos deben tomar forma poco a poco, son la cristalización misma del Mercurio, pero están llamados a perfeccionarse; sólo perfectos se convertirán en Oro puro, cuando todos los elementos inhumanos han sido aniquilados, reducidos a ceniza. ¿Entienden cómo traer al Elohim Sagrado?, ¿Cómo recubrirlo con nuestra presencia? El Intimo, el Elohim del Espacio Incondicionado y Eterno, debe venir al mundo; cada uno de nosotros debe hacerlo; cada uno de nosotros debe convertirse en un Elohim. Esta es la Gran Obra, y la Gran Obra es trabajar con el Mercurio de la Filosofía Secreta.

Entendido esto, mis caros hermanos, hemos develado todos los misterios de la Alquimia, para que la Humanidad la conozca. Les estoy hablando sobre la ba¬se de la experiencia, de lo contrario no sabría explicarles, no les estoy hablando con vanas palabrerías, tampoco estoy verbalizando, ni lanzando al aire nuevas historias, sencillamente estoy diciendo, revelando lo que he vivido, repito, por ex¬periencia, por eso puedo darles estas ex¬plicaciones. Trabajen con el Mercurio, que es lo importante, así lograremos to¬dos recubrir con nuestra presencia al Gran Padre-Madre.

(ANEXO DEL MISMO TEMA):

Así pues debemos comprender la ne¬cesidad de elaborar el mercurio, todos los Alquimistas de la edad Media guardaron silencio del secreto que contiene el Macho Cabrio de Mendes. Cuando en La Edad Media, los Iniciados Neófitos eran lleva¬dos a la media noche, a las cuevas de la Iniciación, en el Santuario Secreto se le vendaban los ojos, se encontraba el neófi¬to ante el macho cabrío de Mendes, el Diablo, pero en la frente de aquel resplan¬decía el pentagrama, la Estrella flamígera; no a la inversa como lo usan los tántricos negros, sino con el ángulo superior ha¬cia arriba, con los dos ángulos inferiores hacia abajo. Se le ordenaba al Neófito besarle el trasero al Diablo, si se negaba, se le ponía nuevamente la venda en los ojos, y se le sacaba por una puerta desco¬nocida donde jamás podría entrar.

Allí a los hermanos se les advertía sobre los peligros de la Santa Inquisición. De entre aquella piedra cúbica so¬bre la cual estaba sentado el Diablo, salía entonces desde una puerta, una Isis del Templo; se necesita ser sufi¬cientemente inteligente para darse cuenta de la honda significación de la ceremonia. De hecho se entregaba al trabajo en la Gran Obra. Lo fundamental mis queri¬dos hermanos es hacer la Gran Obra.

¿De qué nos servirá que nosotros nos volviéramos eruditos si no hiciéramos la Gran Obra?

Es obvio que al empezar debemos fabricar el mercurio. El secreto de la elaboración del mercurio nunca lo reveló nadie. Ustedes lo saben: en el Arcano A. Z. F. está la clave. ¿Con qué objeto preparamos el mercurio? Y ¿para qué?. Para hacer toda la Gran Obra; es claro, debemos transmutar en el Sahaja Mai-thuna. Pero esa energía en sí misma ya es un mercurio, el Alma Metálica del Azo¬gue en bruto del Esperma; que después esa energía suba por los canales de Idá y Pingalá, de la unión de átomos solares y lunares nazca el fuego, es verdad, y ese fuego hace fecundas todas sus mani¬festaciones.

Ese fuego es el Azufre, el Mercurio fecundado por el Azufre. Vamos a hacer todo el trabajo, Pero ¿cuál es el trabajo?. Necesitamos comprender cuál es el tra¬bajo que vamos a hacer, tenemos que aca¬bar con nuestros conceptos equivocados.

Dicen las distintas organizaciones de tipo seudo-esotérico y seudo-ocultistas que el hombre tiene 7 cuerpos: el físico, el etérico, el astral, el mental, el causal, el búdico, el Atman. Ellos citan a tales cuerpos con otros nombres: Físico, al vital lo llaman Lingam Sarira, al astral le dicen Kamas o principio del deseo, al Mental se le dice Manas Inferior, al causal se le dice Manas Superior, al Intuicional se le dice cuerpo búdico, y Atman.

Pero lo curioso del caso es que to¬dos los seudo-esoteristas y seudo-ocultistas creen que todos los humanos o mejor dijéramos, Humanoides, que cubren la faz de la tierra poseen ya los 7 cuerpos. Naturalmente que esto es completamente falso. El animal intelectual equivocada¬mente llamado hombre, solamente tiene el cuerpo físico y su asiento vital orgánico no tiene más; Astral, mental, eso no tiene, causal menos, lo que tiene después del cuerpo físico y el vital es el Ego, el Yo, el mí mismo, el sí mismo, que hace las veces de astral, que hace las veces de mental, pero que no es el cuerpo astral ni el mental. En los mundos inter¬nos pude vivenciarlo fácilmente.

En nombre de la verdad y con gran énfasis les digo a ustedes: cuando me muevo en el mundo astral, con entera claridad meridiana veo quienes tienen astral y quienes no tienen tal cuerpo. Multitudes encarnadas van y vienen y no saben por qué no tienen astral y esos son míseras sombras, fantasmas inconscientes. Parecen verdaderos sonámbulos en la región del Averno. Si se tiene cuer¬po astral son diferentes, se ven allí co¬mo hombres, son distintos. Cualquiera puede hacer allí la diferenciación entre alguien que tiene el astral y alguien que no lo tiene. Un ejemplo muy duro que podemos poner aquí, una persona vestida y otra desvestida, a simple vista se ve quien lleva ropa y quién no lleva. Así también quienes no tienen cuerpo astral, se les ve allí como pobres fantasmas. Así pues, vamos creando en nosotros y a fabricar el Mercurio; es un propósito crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, perfeccionarlos, etc.

Hermanos, quiero que ustedes entien¬dan lo que van a hacer, que entiendan que es el trabajo que vamos a realizar con el Mercurio. En primer lugar el Mercurio fecundado por el Azufre toma forma en el cuerpo astral. Cuando uno ya posee el cuerpo astral sabe que lo tiene porque puede usarlo. Sabemos que tenemos pies porque podemos caminar con ellos, sabemos que tenemos manos porque po¬demos usarlas, sabemos que tenemos los ojos porque podemos ver; así tam¬bién sabemos que poseemos un cuerpo Astral porque podemos usarlo, mover¬nos con él concientemente y positiva¬mente a través de los mundos suprasen¬sibles. ¿Y de qué está hecho el cuerpo astral? De Mercurio. ¿Por qué el Mer¬curio toma la forma del Cuerpo Astral? Gracias a que ha sido el Mercurio fecun¬dado por el Azufre. El Mercurio fecun¬dado por el Azufre toma la forma de cuerpo astral y se convierte en cuerpo astral.

Una vez que nosotros hemos creado el cuerpo astral mediante el Mercurio, ya no seremos míseros fantasmas en el mundo de los muertos, sombras abisma¬les, no.

Me viene a mí en estos momentos a la memoria, el recuerdo de Homero, cuando dijo: “Mas vale ser un mendigo sobre la tierra y no un Rey en el Imperio de las sombras”. Quien tiene cuerpo as¬tral ya no es un fantasma, se destaca como Dios de la Tierra y como Dios de la Mente, aquí figura como hombre sagrado en cada uno de nosotros, tiene allí su nombre; El nombre que yo uso es SAMAEL AUN WEOR; No es un nom¬bre caprichoso que yo me haya puesto al azar, no; yo no me he puesto ese nom¬bre, yo quedé llamado así a través de toda la Eternidad.

De Edad en Edad, de Mahanvantara en Mahanvantara, siempre he sido Samael Aun Weor, eso nombre es de Él, de mi Mónada Divina, es un nombre que viene a representar el Rey del Fuego, de los Volcanes. Como dijera Mahoma: “Alá es Alá y Mahoma es su nombre”. Él es perfecto, yo no soy, no entiendo que su hijo es perfecto porque perfecto no hay sino uno, es el Padre que está en secreto. Ninguno de nosotros es per¬fecto. Así pues hermanos, en el mundo de la Mente quien posee su Cuerpo As¬tral sabe su nombre y después de muerto continúa allí con la Personalidad As¬tral viviendo, ya no es una criatura mortal.

Mas si alguien fabricara el Cuerpo Astral por ejemplo, y luego se estancara, no continuara trabajando con el Mercu¬rio, en nuevas existencias se degenerará. Después habría que someterlos a reincor¬poración en organismos inferiores de ani¬males, hay que eliminar los que de Hanas¬mussen tuviera.

Mis queridos hermanos, hay dis¬tintos reinos, como los hay aquí, y sus reinos están gobernados por Devas o Jerarquías. Una vez que ha conseguido la fabricación del Cuerpo Astral mediante el fuego, el Mercurio de la Filosofía Secreta, puede entonces dedicarse a trabajar en la fabricación del Cuerpo Mental.

Todo el mundo cree que tiene un Cuerpo Mental propio, y eso es falso, la gente no tiene una Mente propia, la gente tiene muchas mentes. Piensen ustedes que el Yo es múltiple, que el Yo es un conjunto de personas que uno lleva adentro, que el cuerpo es una máquina y que a través de esa máquina, de pronto se expresa un Yo, es decir, una persona, pero esa persona se sale y se mete otra; después esa otra se sale y se mete otra; pero esa otra se sale y se mete otra, y así sucesivamente. Total, el animal intelectual no tiene individua¬lidad definida, es una máquina contro¬lada por muchas personas pero cada una de esas personas llamadas Yoes tiene una mente diferente.

Como quiera que los yoes son tan¬tos, las mentes son muchas, cada yo tiene su mente y sus ideas, su criterio propio. Entonces, mis queridos hermanos, ¿Dónde está la mente individual del pobre animal intelectual? ¿Dónde está la men¬te de ese pobre mamífero racional? ¿Cuál de ellas es?.

Debemos darnos cuenta desgracia¬damente de lo que somos, si es que que¬remos una transformación radical. Des¬pués de que se ha conseguido ya la fabricación del Astral, hay que fabri¬car un Cuerpo Mental. ¿Lo haremos con qué? Con el Mercurio. Este mercurio cristalizará en el cuerpo de la mente. ¿Cuándo venimos a saber que poseemos mente individual? Cuando podemos usar¬la, cuando somos capaces de viajar con el cuerpo Mental a través de todo el universo, de planeta en planeta, enton¬ces, solo entonces venimos a saber que poseemos cuerpo mental de carne y hueso.

¬Cuando ya poseemos verdaderamente Cuerpo Mental, entonces marchamos a hacer un trabajo más avanzado, marcha¬mos a crear el cuerpo de la voluntad conciente, el Cuerpo Causal, usando el Mercurio siempre fecundado por el Azufre; pero el trabajo es ordenado. Pri¬mero se fabrica el Cuerpo Astral, luego el cuerpo de la Razón Objetiva o Cuer¬po Mental y luego el Cuerpo de la Vo¬luntad Conciente o Cuerpo Causal. Cada uno de estos cuerpos tiene sus leyes. El cuerpo físico está gobernado por 48 leyes, el Astral está gobernado por 24, el Mental por 12 el Causal por 6 leyes.

Vean ustedes las maravillas de los cuerpos ya fabricados. Esos cuerpos Astral, Mental, Causal de hecho tienen su principio; su Alma Humana, se convierte en todo un Hombre Real, verda¬dero, gracias al Mercurio de la Filoso¬fía Secreta fecundado por el Azufre. Un hombre Real en el sentido mas com¬pleto de la palabra. Creernos nosotros Hombres, en estos momentos, es una falsedad, es claro. Si colocamos un hom¬bre y un animal intelectual, sencillamen¬te se parecen los dos, tienen una simi¬litud. Si observamos sus costumbres son diferentes; las costumbres del Hombre verdadero son tan distintas a las del ani¬mal intelectual como las del hombre culto son diferentes completamente a las del caníbal de la selva.

Observen ustedes en detalle a un Hombre y a un animal intelectual. Ob¬serven sus comportamientos. Sus formas son radicalmente distintas. Últimamente no se parecen en nada aunque aparentemente y físicamente se parezcan. En los animales intelectuales existe la posibilidad de convertirse en Hombres, allí están los gérmenes de los Cuerpos Superiores Existenciales del Ser. Gér¬menes emanaciones del Sagrado Sol Absoluto que pueden vivificar mediante el trabajo con la alquimia sexual y esto es importantísimo.
Ahora bien, una vez que hemos recibido ya el Principio anímico, lo que se llamaría en Gnosis el Neuma o Espí¬ritu, viene la segunda parte del trabajo mucho mas profundo: se trata de refinar mas el Mercurio y de intensificar la eliminación del Mercurio Seco y de la Sal Roja. ¿Cuál es el Mercurio Seco? Hemos dicho que está formado o representado por los yoes que cargamos dentro. ¿Y cuál es la sal roja o el azufre arsenicado? Es el fuego Infrasexual, el fuego que emana del abominable órgano Kundar¬tiguador. Para la creación de los Cuerpos Superiores Existenciales del Ser se ne¬cesita también eliminación. La elimina¬ción se intensifica aún mas en la segunda parte del trabajo, eliminación de los ele¬mentos indeseables, del Mercurio Seco y de la Sal Roja o Azufre arsenicado.

En el tercer trabajo, mis estimados hermanos, en la tercera cocción, porque son tres cocciones o tres purificaciones por el hierro, y por el fuego, hay que con¬vertir los cuerpos existenciales del ser, en vehículos de oro puro. ¿De dónde va a salir ese oro puro? Lo porta el mer¬curio; Así como San Cristóbal lleva el niño, así también el mercurio lleva en sí el oro, pero se necesita de un artífice que sea capaz de unir los átomos del oro con el Mercurio, ese artífice lo tenemos todos dentro de sí mismos, es una de las partes de nuestro ser, el Alquimista parti¬cular de cada uno de nosotros, se le de¬nomina antimonio. ¿Qué podríamos hacer nosotros sin esa parte? ¿Sin ese alquimista? Afortunadamente Él conoce el Arte, es un gran Artista, Él sabe cómo va a lograr la unión de los átomos del Oro con el Mercurio. Así pues en la tercera parte del trabajo se necesita que el Cuer¬po Astral se convierta en Oro puro, en vehículo de Oro, sólo así podrá ser recubierto por las partes superiores del Ser o por las distintas partes del Ser. El cuerpo Mental debe convertirse en un vehículo de Oro, sólo así podrá ser re¬cubierto por las distintas partes del Ser. El cuerpo Causal tendrá que convertirse en oro puro para que pueda ser recubierto por las distintas partes del Ser. Luego el Alma Espíritu deberá transformarse en Alma de Oro y por último lo más precioso que podemos tener, el Atman de que hablan los Indostaníes, tiene que convertirse en Oro puro, se ha logrado eso cuando todos los vehículos se han recubierto por las distintas partes del Ser, cuando se ha eliminado todos los mercurios secos, y la sal roja, entonces viene nuestro Rey, El se levanta de su sepulcro, entra en su envoltorio, resucita en nosotros y nosotros en él. Se ha llega¬do a la Maestría. Quien llega a esas al¬turas, tiene el Elíxir de larga vida; sólo así podrá conservar su Cuerpo Físico durante millones de años. Quien llega a esas alturas recibe la medicina Universal y se ha de erradicar de su organismo las enfermedades. Quien llega a esas altu¬ras podrá transmutar el plomo físico en Oro puro, como lo hacía el Conde San Germán, como lo hacía Cagliostro, como lo hacía Raimundo, Nicolás y otros.

Pero tácitamente Lucifer entró. ¿Qué tiene que ver Lucifer con el macho cabrío de Mendes en esta cuestión? ¿Por qué Moisés llevaba los cuernos del macho cabrío en su frente, con rayos de luz? Mis hermanos, ese Lucifer es, dijéramos la mina de donde Minos extrae el Mercurio. Muchas veces hemos dicho que el Caba¬llero tiene que enfrentarse al Dragón. Muchas veces hemos dicho aquí en tercera cámara que Miguel pelea contra el Dragón y San Jorge también contra el Dragón Rojo. Muchas veces hemos dicho que el Caballero toma algo del Dragón y el Dragón algo del Caballero para nacer de allí una extraña criatura. Muchas veces hemos afirmado que esa extraña criatura a su vez, por desdoblamiento resulta como síntesis el Mercurio, que está simbolizado por el pez, que el pescador con sus redes saca del Lago.

Así pues de ese Lucifer extraemos todo el Mercurio y a medida que va pa¬sando el tiempo, Lucifer se va convirtiendo en todo el Mercurio, hasta que al fin lo único que queda en nosotros es el Mer¬curio.

¿QUE ES UN MAESTRO RESU¬RRECTO? Mercurio ya purificado. Con¬vertido en Oro. Por eso se le representa con el Vaso de Alabastro, con el Ala¬bastro vivo, con la Rosa Eléctrica que se espera. Hay algunos Caballeros de la Orden Superior Resurrectos, no tienen organización física visible en ninguna parte.
LA GRAN OBRA

– El Laberinto. El Hilo de Ariadna. El Macho Cabrío de Mendes. Los Misterios de la Cruz. Santiago de Compostela. Jacques de Molai. La Cruz de San Andrés. El Patrono de los Fabrican¬tes de Oro. Maestro Perfecto y Gran Elegido. Lucifer. La Piedra Filosofal. La Resurrección de Hiram Abiff.—

Hoy nos encontramos aquí reunidos con el propósito de investigar, estudiar y definir sobre el camino que ha de con¬ducirnos a la liberación.

Los antiguos Alquimistas medievales hablaban sobre la Gran Obra y eso es bastante importante.

En el suelo, en el piso de las anti¬guas catedrales góticas, se veían multi¬tud de círculos concéntricos formando un verdadero laberinto que llegaba del centro a la periferia y de la periferia al centro; mucho es lo que se ha dicho so¬bre los laberintos. También habla la tradición sobre el Laberinto de Creta y sobre el famoso Minotauro Cretense. Ciertamente en Creta se encontró recientemen¬te un laberinto, lo llamaban Absolín, Absolum, como quien dice Absoluto. Abso¬luto es el término que utilizaban los Alquimistas medievales para designar a la Pie¬dra Filosofal. He aquí pues, un gran misterio. Nosotros necesitamos como Teseo, el Hilo de Ariadna para salir de aquel laberinto; en el centro se encon¬traba siempre el Minotauro; Teseo logró vencerlo; he allí la tradición griega. Nosotros también necesitamos vencerlo, necesitamos destruir al ego animal; para llegar al centro del laberinto donde está el Minotauro, hay que luchar muchísimo. Hay innumerables teorías, escuelas de toda especie, organizaciones de todo; unos dicen que el camino es por allá, otros que por aquí, otros que acullá, y nosotros tenemos que orientarnos en medio de ese gran laberinto de teorías y de conceptos antitéticos si es que que¬remos de verdad llegar hasta el centro viviente del mismo, porque es precisa¬mente en el centro donde podemos hallar al Minotauro.

Cuando uno ha logrado llegar al centro del laberinto, tiene que ingeniárselas para salir de él, Teseo, mediante un hilo misterioso, el Hilo de Ariadna, se nos parece a Hiram, el Maestro Se¬creto de que habla la masonería oculta y que todos debemos resucitar dentro de nosotros aquí y ahora. Ariadna tam¬bién nos indica a la araña, símbolo del Alma que teje el telar del destino incesantemente.

Así pues hermanos, ha llegado la hora de reflexionar. ¿Pero cuál es en realidad ese Hilo de Ariadna?, ¿Cuál es ese Hilo que salva el Alma, que le permite salir de ese misterioso laberinto, para llegar hasta su Real Ser Interior? Mucho se ha hablado sobre el particular; los gran¬des Alquimistas pensaban que era la Piedra Filosofal. Nosotros estamos de acuerdo con eso, pero vamos un poquito más le¬jos de acuerdo con nuestras disquisicio¬nes.

Pues es verdad que la Piedra Filo¬sofal está simbolizada en la Catedral de Notre Dame de Paris por Lucifer, ahora comprenderemos que la Piedra Filosofal está en el sexo mismo, enton¬ces descubrimos en el sexo a Lucifer.

Es Lucifer pues el Hilo de Ariadna que ha de conducirnos hasta la liberación. Esto parece así como dijéramos antitético o paradójico, porque todos han conceptuado que Lucifer, el Diablo, Satanás, es el mal. Necesitamos de la auto-reflexión evidente si es que quere¬mos ahondar en el Gran Arcano. Ese Lucifer que encontramos en el sexo, es la viva piedra cabecera del ángulo, la Piedra Maestra, la Piedra del Rincon¬cito en la Catedral de Notre Dame de Paris, la Piedra de la Verdad. Descender un poco pues en estos misterios, es indispensable cuando se trata de conocer el Hilo de Ariadna.

Vuelvo a recordarles a Uds., a los famosos Santuarios Sagrados de los auténticos Rosacruces Gnósticos esoteristas de la Edad Media; cuando el neófito era conducido hasta el centro del Lumisial, llevaba los ojos vendados; alguien le arran¬caba de improviso la venda, y entonces atónito y perplejo contemplaba una figura insólita, allí estaba ante su pre¬sencia el Macho Cabrío de Mendes, figura extraña, el diablo; en su frente lucían los cuernos, sobre su cabeza una antorcha de fuego; sin embargo algo indicaba que se trataba de un símbolo. En el Lumisial de la Iniciación se hallaba ante la figura de Tiphón Bafometo, la tenebrosa figura del Arcano 15 de la Kábala, La antorcha ardiente sobre su cabeza brillaba, además sobre su frente la estrella flamígera de las cinco puntas, con el ángulo superior hacia arriba y los dos ángulos inferiores hacia abajo. Esto nos indicaba que no se trataba de una figura tenebrosa. Se le ordenaba al neófito besar el trasero del Diablo; si el neófito desobedecía, se le ponía otra vez la venda en los ojos y se le sacaba por una puerta secreta; todo esto suce¬día a la medía noche, jamás el neófito sabría por donde habría entrado ni por donde había salido, porque los ini-ciados se reunían siempre a la media noche, teniendo sumo cuidado de no ser víctimas de la Inquisición; mas si el neófito obedecía, entonces de aquel cubo sobre el cual estaba sentada la fi¬gura del Bafometo, se abría una puerta, por allí salía una Isis que recibía al Ini¬ciado con los brazos abiertos, dándole enseguida el ósculo santo en la frente. Desde ese momento aquel neófito era un nuevo Hermano Iniciado de la Orden.

Ese Macho Cabrío, ese Tiphón Ba¬fometo, ese Lucifer, resulta bastante interesante, pues es la Energía Sexual, energía que hay que saber utilizar si es que queremos realizar la Gran Obra. Ahora sabrán Uds., por qué Tiphón Bafometo, el Macho Cabrío de Mendes, representa a la Piedra Filosofal, al Sexo, es con esa fuerza tremenda con la que hay que trabajar.

Recordemos que el Arca de la Alian¬za en los antiguos tiempos tenía cuatro cuernos de Macho Cabrío en las cuatro esquinas correspondientes a los cuatro puntos cardinales de la Tierra, y cuando era transportada se le asía o agarraba siempre por esos cuatro cuernos. Moisés en el Sinaí se transformó, cuando bajó le vieron los clarividentes con dos rayos de luz en la frente, semejantes a los del Macho Cabrio de Mendes; por eso fue que Miguel Ángel al cincelarlo en la piedra viva, puso en su cabeza aquellos simbólicos cuernos. Es que el Macho Cabrío representa a la fuerza sexual, mas también al Diablo, pero ese Diablo o Lucifer es la misma potencia de vida que debidamente transformada nos per¬mite la Auto-realización Intima del Ser; por eso se ha dicho que Lucifer es el Príncipe de los Cielos, de la Tierra y de los Infiernos.

En las antiguas catedrales góticas todo estaba previsto, hasta la planta de los templos estaba organizada en forma de cruz y esto nos recuerda al crucis, crux, crisol, etc.

Ya sabemos que el palo vertical es masculino y el horizontal es femeni¬no; en el cruce de ambos se halla la cla¬ve de todos los misterios, el cruce de am¬bos es el Crisol de los Alquimistas medie¬vales, en el cual hay que cocer y recocer y volver a cocer la Materia Prima de la Gran Obra; Esa Materia Prima es el Es-perma Sagrado que transformado se con¬vierte en energía; Es con esa sutilísima energía con la que podemos nosotros abrir un chacra, despertar todos los poderes ocultos mágicos, crear los Cuer¬pos Existenciales Superiores del Ser, etc., etc. Esto es bastante importante, bastante interesante.

La cruz en si misma es un símbolo sexual, en la cruz está el Lingam-Yoni del Gran Arcano. En los dos maderos atravesados de la cruz están las huellas de los tres clavos, esos tres clavos si bien es cierto que permiten abrir los estig¬mas del Iniciado, o sea, los chacras de las palmas de las manos y de los pies, etc., también simbolizan en sí mismos las Tres Purificaciones del Cristo en sustancia, he ahí otro misterio trascenden¬tal; en todo caso mis caros hermanos, realizar la Gran Obra es para lo único que vale la pena vivir.

Pedro, el amado discípulo de Nuestro Señor el Cristo, tiene como evangelio el Gran Arcano, los misterios del sexo; por eso fue que Jesús lo llamó Petrus, Piedra, “Tú eres Piedra y sobre esa Pie¬dra edificaré mi Iglesia”. Es pues el sexo la Piedra Básica, la Piedra Cúbica, la Pie¬dra Filosofal que nosotros debemos cincelar basándonos en cincel y martillo para transformarla en la Piedra Cúbica perfec¬ta, Esa piedra sin cincelar, la Piedra Bruta en si misma, es Lucifer; ya cince¬lada es nuestro Logos Interior, el Arché de los griegos. Lo importante es pues cincelaría, trabajar con ella, elaborarla, darle la forma cúbica perfecta.

Entre los discípulos del Cristo hay verdaderos prodigios y maravillas. Recordemos por un momento a Santiago, ese gran Maestro. Dicen que es el que más se parecía al Gran Kabir Jesús; lo llamaban el hermano del Señor y es obvio que disponía de grandes poderes psíquicos mágicos. Santiago fue el primero que después de la muerte del Gran Kabir ofició la Misa Gnóstica en Jerusalén. Cuentan las tradiciones que tuvo que enfrentarse al mago negro Hermóge¬nes en Judea; Santiago, como quiera que conocía la Alta Magia, combatía sabiamente al tenebroso: así que aquél usaba un sudario por ej. de maravillas, éste lo usaba para contrarrestarlo; Y si Hermógenes usaba el bastón mágico, Santiago usaba otro similar, y al fin derrotó al tenebroso en las tierras de Ju¬dea. Sin embargo se le consideró mago (y lo era fuera de toda duda) y fue con¬denado a pena de muerte. Mas algo in¬sólito sucede, según cuentan las leyendas: Se da el caso de que el sarcófago de San¬tiago se suspendió en los aires, como di¬cen, y fue transportado a la antigua España; cierto es que allí se habla de San¬tiago de la Compostela y dicen del mis¬mo que resucitó de entre los muertos y que en aquella tierra fue atacado por los demonios con figura de toro, por fuego vivo, en fin, se hablan muchas cosas sobre Santiago.

Nicolás Flamel, el gran Alquimista medieval, tuvo a Santiago de la Compos¬tela por patrón de la Gran Obra. En el camino de Santiago de la Compostela hay una calle que la llaman de Santiago y allí hay una caverna que llaman la Cue¬va de la Salud. Por la época en que la gente peregrina hacia donde está Santia¬go de la Compostela, por esa época se reúnen los Alquimistas en tal cueva, los que están trabajando en la Gran Obra, los que admiran no solamente a Santiago de la Compostela, al cual tienen por patrono bendito, sino también a Jacques de Molai, allí se reúnen siempre por las épocas de la peregrinación. Así pues, mientras las gentes están rindiendo un culto, di¬jéramos exotérico a Santiago de la Com¬postela, los Alquimistas y Kabalistas están reunidos en mística asamblea, para es¬tudiar la Kábala, la Alquimia, y todos los misterios de la Gran Obra. Vean Uds. los dos aspectos exotéricos y esotéricos del Cristianismo; indudablemente, todo eso nos invita a la reflexión.

Jacques de Molai, quien fuera quema¬do vivo durante la inquisición, es tenido entre aquellos Alquimistas y Kabalistas que se reúnen en La Cueva de la Salud, en la misma forma en que se tiene a Hiram Abiff, el Maestro Secreto que ha de re¬sucitar en cada uno de nos, y a Santiago como el verdadero patrón de la Gran Obra, y esto es bastante interesante pues es la Gran Obra lo que nos interesa a nosotros realizar, y es, creo y con toda seguridad afirmo, lo único por lo cual vale la pena vivir, lo demás no tiene la menor importancia.

Nicolás Flamel indudablemente lo¬gró la Auto-realización Intima del Ser. Dicen que el patrono Santiago de la Com¬postela aparece a los peregrinos: som¬brero echado hacia arriba, su bastón en el cual luce el Caduceo de Mercurio, una concha de tortuga en el pecho como para simbolizar a la estrella flamígera. Les aconsejo que estudien la Epístola Universal de Santiago en la Biblia, indu¬dablemente es maravillosa, está dirigida a todos aquellos que trabajamos en la Gran Obra. Dice Santiago que la fe sin obras nada vale. Uds. pueden escuchar aquí, de mis labios, toda la doctrina del Gran Arcano, todas las explicaciones que damos sobre los Alquimistas y sobre la Gran Obra, pero si Uds. no realizan esa Gran Obra, si no trabajan en la Gran Obra, si sólo tienen la fe y nada más y no trabajan, se parecerían, dice Santiago y repito “al hombre que mira un espejo, que ve su rostro en el vidrio, da la espal¬da y se va”, olvidándose del incidente. Si Uds. escuchan todas las explicacio¬nes que damos y no trabajan en la Forja de los Cíclopes, no fabrican los Cuer¬pos Existenciales Superiores del Ser, se parecen a ese hombre que se mira en el espejo, da vuelta y se va; porque la fe sin obras de nada vale, se necesita que la obra respalde a la fe, la fe debe hablar por las obras.

Dice Santiago que necesitamos ser misericordiosos, es claro, porque si nosotros somos misericordiosos los Se¬ñores del Karma nos juzgarán con misericordia; pero si nosotros somos des¬piadados, los Señores del Karma nos juz¬garán en forma despiadada, y como quiera que la misericordia tiene más poder que la justicia es seguro que si so¬mos misericordiosos podremos eliminar mucho Karma. Todo esto nos invita a la reflexión.

Dice Santiago que nosotros tene¬mos que aprender a refrenar la lengua; aquél que sabe refrenar la lengua, puede refrenar todo el cuerpo, y nos pone co¬mo ejemplo el caso del caballo: al caba¬llo se le pone el freno en la boca, en el hocico, y así es como logramos dominarlo, manejarlo; lo mismo sucede si nosotros refrenamos la lengua, nos ha¬cemos dueños de todo nuestro cuerpo.

Dice Santiago: “Miremos los barcos, cuán grandes son y sin embargo lo que los gobierna, el timón, es verdaderamente pequeño en comparación del enorme tamaño que tienen los buques, la len¬gua es muy pequeña, sí, pero qué gran¬des incendios forma”.

Se nos enseña en esa epístola a no jactamos jamás de nada, aquel que es jactancioso de sí mismo o de sus obras, de lo que ha hecho, indudablemente es soberbio, pedante, y fracasa en la Gran Obra. Necesitamos humillarnos ante la Divinidad, ser cada día más y más humildes si es que queremos tra¬bajar con éxito en la Gran Obra, no pre¬sumir jamás de nada, ser sencillos siem¬pre, eso es vital cuando se quiere triun¬far en la Gran Obra, en el Magnus Opus. Aquella epístola está escrita con un doble sentido, si Uds. la leen literalmente no la entenderían; así le han leí¬do los protestantes, los adventistas, los católicos, y no la han entendido; esa epístola tiene un doble sentido y está dirigida exclusivamente a los que trabajan en la Gran Obra.

En cuanto a la fe es necesario tenerla, claro, todo Alquimista debe tener fe, todo kabalista debe tener fe, pero la fe no es algo empírico, algo que se nos dé regalado, no, la fe hay que fabricarla, no podemos exigirle a nadie que tenga fe, hay que fabricarla, elaborarla. ¿Có¬mo se fabrica? Basándose en estudio y experiencia. ¿Podría alguien tener fe de eso que estamos nosotros diciendo aquí, si no estudia y experimenta por sí mismo? Obviamente que no, ¿verdad? Mas conforme vayamos estudiando y ex¬perimentando, vamos comprendiendo, y de esa comprensión creadora deviene la fe verdadera; así pues, la fe no es algo empírico, no; nosotros necesitamos fabri¬carla; más tarde, sí, mucho más tarde, el Espíritu Santo, el Tercer Logos, podría consolidarla en nosotros, fortificamos y robustecernos, mas nosotros debemos fabricarla.

Otro apóstol bastante interesante que cuenta para nosotros en este camino angosto, estrecho y difícil que llevamos, es Andrés. Se dice que en Nicea conjuró a siete demonios perversos y que los hizo aparecer ante las multitudes en forma de siete perros y huyeron despavoridos; mucho se ha hablado sobre Andrés y no hay duda de que fue extraordinario, estaba cargado de un gran poder. La rea¬lidad es que Andrés, el Gran Maestro discípulo del Cristo, fue condenado a muerte y torturado; la Cruz de San An¬drés nos invita a la reflexión, es una X, sí, una equis, con sus dos brazos exten¬didos a derecha e izquierda y sus dos piernas abiertas de lado y lado, forman equis, y sobre esa equis fue crucificado; esa equis es muy simbólica; en el griego equivale a una K, que nos recuerda al Krestos. Incuestionablemente fue magníficamente simbolizado el drama de An¬drés por el gran monje iniciado Bacón; este último en su libro más extraordina¬rio que ha escrito, denominado “El Azoth”, pone una lámina en la que se ve claramente a un hombre muerto; sin embargo trata como de levantar la cabeza, como de esperanzarse, como de resucitar, mientras dos cuervos negros le van quitando sus carnes en el acerado piso, el Alma y el Espíritu se alzan del cadáver; esto viene a recordarnos la frase de todos los Iniciados que dice: “La carne abandona a los huesos”. Eso, San Andrés muriendo en una cruz en for¬ma de equis, nos está hablando precisa¬mente de la desintegración del Ego, que hay que reducirlo a polvareda cósmica, que hay que descuartizarlo. “La carne abandona los huesos”, sólo así es posible que el Maestro Secreto Hiram Abiff, resucite dentro de nosotros mismos, aquí y ahora, de lo contrario seria completamente imposible. En la Gran Obra debemos morir de instante en instante, de momento en momento.

¿Y qué diríamos de Juan? Él es fuera de toda duda el patrono de los Fabricantes de Oro. ¿Habrá alguien que haga Oro? Sí, recordemos a Raimundo Lulio, lo hizo, enriqueció las arcas de Fe¬lipe el Hermoso de Francia y del rey de Inglaterra. Todavía se recuerdan cartas de Raimundo Lulio; una de ellas había de un hermoso diamante, con el cual obse¬quiara nada menos que al rey de Ingla¬terra; disolvió un cristal ante el crisol, y luego poniendo agua de mercurio en aquel cristal, lo transformó en un gigan¬tesco diamante extraordinariamente fino, con él obsequió al rey de Inglaterra; en cuanto a la transmutación del plomo en oro, lo hacía gracias al mercurio filosofal, enriqueció a toda Europa con sus fundiciones y sin embargo él permanecía pobre, viajero extraordinario por todos los países del mundo, así al fin murió lapidado en una de esas tie¬rras; reflexionen ustedes en esto. Así Juan el apóstol de Jesús es el patrono de los Fabricantes de Oro.

Se dice que en alguna ocasión encon¬tró en su camino de un pueblo por ahí, en el Oriente, a un filósofo que trataba de convencer a las gentes y demostrarles lo que él podía con la palabra y con el Verbo, pues dos jóvenes que habían escuchado sus enseñanzas, abandonaban sus riquezas, las vendían, y con ellas ha¬bían comprado un gran diamante; pusie¬ron en presencia del honorable público el diamante y en manos del filósofo, éste se los regresó y luego con una piedra destruyeron la gema. Juan protestó diciendo: “Con tal gema se le podría dar de comer a los pobres”. Dicen que an¬te las multitudes reconstruyó la gema, luego la vendió para dar de comer a las multitudes; mas los jóvenes arrepentidos protestaban y se dijeron a sí mismos: “¡Qué tontos fuimos en haber salido de todas nuestras riquezas para comprar un diamante que ahora se vuelve peda¬zos y luego lo reconstruyen para repar¬tirlo entre las gentes!” Pero Juan que veía todas las cosas del cielo y de la tierra y sabía transmutar el plomo en oro, hizo traer de orillas del mar, por allí cerca, unas piedras y unas cañas (piedra símbolo de la Piedra Filosofal, el sexo, y la caña símbolo de la Espina Dorsal, pues allí está el poder para transmutar el plomo en oro) y después de conver¬tir aquellas cañas y piedras en oro, les devolvió las riquezas a los jóvenes, pero les dijo: “Habéis perdido lo mejor, os devuelvo lo que disteis, pero perdisteis lo que habíais logrado en los mundos superiores”. Luego, acercándose a una mujer que había muerto, la resucitó, ella entonces contó lo que había visto fuera del cuerpo y también se dirigió a aquellos jóvenes diciendo que había visto sus ángeles guardianes llorando y en grande amargura, porque ellos habían perdido lo mejor, por las vanas cosas perecederas, Es claro que los jóvenes se arrepintieron, devolvieron el oro a Juan y Juan volvió a trocar ese oro en lo que era, cañas y piedras; se convirtieron en sus discípu¬los.

Así pues, Juan y la Orden de San Juan nos invita a pensar; Juan es patrono de los que hacen Oro. Nosotros nece¬sitamos transmutar el plomo de la personalidad en el oro vivísimo del Espíritu, por algo es que se llama a los grandes Maestros de la Logia Blanca: “Herma¬nos de la Orden de San Juan.

Muchos creen que Juan el apóstol del Maestro Jesús, desencarnó, mas él no desencarnó; viejas tradiciones dicen que hizo cavar su fosa sepulcral, se acostó en ella, resplandeció en Luz y desapareció, la fosa quedó vacía. Nosotros sabemos que Juan, el apóstol de Cristo, vive con el mismo cuerpo que tuvo en la Tierra Santa y que vi¬ve precisamente en Agarta, en el rei¬no subterráneo, allí donde está la Or¬den de Melquisedec, y acompaña al Rey del Mundo; Vean Uds. cuán inte¬resante es. Entrando pues en el Magisterio del Fuego, debemos definir algo para aclarar; se hace necesario, como les digo a Uds., transmutar el esperma sagrado en energía; cuando esto se logra, deviene el fuego que sube por la espina dorsal y comienza a realizarse la Gran Obra. Necesitamos crear los Cuerpos Existen¬ciales Superiores del Ser, mas eso no es suficiente, es necesario, es indispensable, es urgente, recubrir esos vehículos des¬pués con las distintas partes del Ser; mas para recubrirlos hay que perfeccio¬narlos, convertirlos en Oro puro, oro es¬piritual de verdad. No se extrañen pues que Juan o que Santiago tengan un cuer¬po Astral de oro puro, un Mental del mis¬mo metal o el Causal o el Búdhico o el Atmico; Ellos lograron realizar la Gran Obra. Si por algo el Conde Saint Germain podía transmutar el plomo en oro, es por¬que él mismo era oro, el aura del Conde Saint Germain es de oro puro, los átomos que forman esa aura son de oro, los Cuer¬pos Existenciales Superiores son de Oro de la mejor calidad; en esas condiciones él puede echar una moneda en el crisol, sí, derretiría, y luego con el poder mismo que lleva dentro, transmutaría en oro pu¬ro, porque él es oro. Eso es lo que se lla¬ma realizar la Gran Obra, en esto hay gra¬dos y grados; Primero hay que alcanzar la Maestría, después tenemos que convertirnos en Maestros Perfectos y mucho más tarde alcanzar el grado de Gran Elegido. Gran Elegido y Maestro Perfecto es todo el que ha realizado la Gran Obra. Así co¬mo nos encontramos realmente estamos mal, nosotros necesitamos pasar por la Transformación Radical y eso solamente es posible de verdad, destruyendo los ele¬mentos inhumanos y creando los huma¬nos, sólo así marcharemos hacia la libera¬ción final.

En la Catedral de Notre Dame de París, como les digo, en un rincon¬cito está la Piedra Maestra o la Piedra del Angulo, que los edificadores de todas las sectas, escuelas, religiones y demás, rechazaron. Piedra escogida, pre¬ciosa, pero tiene la figura de Lucifer; esto asustaría a los profanos; incuestionable¬mente, mis caros hermanos, sólo allí en el sexo, podremos encontrar ese principio Luciferino que será la base misma para la Auto-realización. Pero, ¿por qué Lucifer es el Hilo de Ariadna?, ¿Por qué es precisamente él quien ha de conducirnos hasta la liberación final, cuando en ver¬dad se le ha tenido por el enemigo? He dicho muchas veces, y lo he afirmado enfáticamente en esta cátedra, que es la reflexión del Logos Interior dentro de nosotros mismos, la sombra de nuestro Intimo Dios en nosotros y para nuestro bien, pues es el entrenador. Dios no puede tentarnos, nos tientan nuestras propias concupiscencias, así lo enseña Santiago el patrono de la Alquimia, el pa¬trono de la Gran Obra.

¿Entonces qué es lo que hace Luci¬fer? El se vale de nuestras propias concupiscencias, las hace pasar por la panta¬lla del entendimiento, con el propósito de entrenamos psicológicamente, de hacernos fuertes; mas si fallamos, fraca¬samos en la Gran Obra; sin embargo podemos fallar y rectificar, si rectifica¬mos triunfamos en la Gran Obra; cual¬quiera puede fallar, por sus fallas sabe que tiene delitos que corregir, que elimi¬nar; así Lucifer nos entrena, nos educa, nos forma y a fuerza de tanto entrena¬miento nos libera, nos va conduciendo de esfera en esfera hasta nuestro Hiram Abiff. Lucifer es pues el Hilo de Ariadna que nos lleva hacia nuestro Dios Interior, que nos saca de este doloroso laberinto de la vida mediante el trabajo esotérico, una y otra vez hace pasar por la panta¬lla de nuestro entendimiento, nuestras propias concupiscencias, no son otras sino las nuestras; vencerlas, eliminarías, desintegrarlas, volverlas polvo, es lo in¬dicado, así da cada vez más pasos y pasos avanzados, así vamos partiendo del cen¬tro del laberinto hacia la periferia para llegar un día hasta nuestro Dios. Esa es la labor de Lucifer, él es el Hilo de Ariadna, él es la Piedra Filosofal; por algo es que peregrinos de la Catedral de Notre Dame de Paris apagan sus veladoras en las fauces pétreas de Lucifer, en la Piedra del Rinconcito, como se dice por allí.

Se ha hablado de poderes mágicos, sí, podemos llegar a tenerlos, pero necesitamos incuestionablemente crear mucho dentro de nosotros y destruir demasiado, hay mucho que nos sobra y mucho que nos falta; todo el mundo cree que posee¬mos los Cuerpos Existenciales Superio¬res del Ser y eso no es así, se hace nece¬sario crearlos y no es posible crearlos sino en la Forja de los Cíclopes, es decir, mediante el trabajo sexual.

Se nos dirá que somos fanáticos del sexo, se equivocan, lo que pasa es que tenemos un laboratorio y es nuestro propio cuerpo, y un hornillo del laboratorio, el fuego del Alquimista, y un crisol que está en el sexo, he allí la Materia Prima de la Gran Obra, el esperma sa¬grado; transmutarlo es indispensable, convertirlo en energía y para poder luego con esa energía y con lo que ella contiene, crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, eso es lo vital, lo in¬dispensable.

Llegará un día en que habremos de pasar más allá del sexo; sin haber llegado a la meta, eso sería tanto co¬mo querer bajamos del tren antes de llegar a la estación, como querer bajarnos del autobús o camión donde vamos, antes de llegar a la meta que nos hemos trazado. En el sexo hay que crear y hay que destruir. Crear los Vehículos Solares es necesario para que nuestro Dios interior pueda resucitar en nosotros y eli¬minar los elementos inhumanos que lle¬vamos dentro. Todos reunidos aquí debemos comprender, no basta con que ustedes escuchen lo que estoy diciendo, es necesario que lo realicen, porque la fe sin obras es fe muerta, se necesita que la fe vaya acompañada de la obra.

Hay que realizar la Gran Obra, mas no basta con tener fe en la Gran Obra, hay que realizar la Gran Obra. Y el re¬sultado final de la Gran Obra, ¿cuál será? Que cada uno de nosotros se con¬vierta en un gran Dios con poder sobre los cielos, sobre la tierra y sobre los in¬fiernos, eso es el resultado final de la Gran Obra, cada uno de nos convertido en una majestad, en una criatura terri-blemente Divina. Mas hoy por hoy de¬bemos reconocer que ni siquiera somos humanos, únicamente somos Humanoides, en forma más cruda diría que somos mamíferos intelectuales y nada más, pero podemos salir de este estado en que nos encontramos mediante la Gran Obra. Hiram Abiff es el Maestro Secreto, el Tercer Logos, Shiva, el Primogénito de la Creación, nuestro Real Ser Inte¬rior Divino, nuestra Mónada verdadera e individual, necesitamos resucitarla por¬que está muerta dentro de nosotros, aunque esté viva para los Mundos ine¬fables.

Raimundo Lulio realizó la Gran Obra, recibió en el Mundo Astral el Gran Arcano, y fue con esa llave maestra como pudo trabajar en la Gran Obra. Raimundo Lulio indudablemente conoció fuera de1 cuerpo físico lo que es la Sagrada Concepción de la Madre Divina Kundalini Shakti; al conocer como se realizaba esa Sagrada Concepción, se pro¬puso materializar desde lo alto la Sagrada Concepción en si mismo, hasta que lo logró. Indudablemente la Madre Divina debe concebir por obra y gracia del Ter¬cer Logos al Hijo. Ella permanece virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Ese niño que Ella concibe debe materializarse, cristalizar en noso¬tros desde arriba, desde lo alto, hasta quedar revestido completamente con nuestro cuerpo físico, con nuestro cuerpo planetario. Al llegar a ese grado, puede decirse que la Gran Obra se ha realizado; en otros términos, debemos resucitar a Hiram Abiff dentro de nosotros. He dicho.

EL GÉNESIS Y LA SEMANA SANTA

La Semana Santa tenemos que vivirla dentro de nosotros mismos aquí y ahora, en La Gran Obra.

El Génesis de Moisés y el Apoca¬lipsis de San Juan se complementan. Conviene que echemos un vistazo a La Biblia y que leamos la coordinación del Génesis y del Apocalipsis. Vamos a abrir aquí Las Sagradas Escrituras. En el Génesis dice:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordena¬da y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz: y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena: y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó noche: y fue la tarde y la mañana un día”.

Es el Primer Día del gran trabajo de la Semana Santa en que hay que separar a la luz de las tinieblas. El Iniciado tiene que bajar entonces a los mundos infiernos y conocer el secreto del abismo, el secreto de Malchut, el secreto de los Kliphos, de la Muerte Segunda.

“Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que esta¬ban sobre la expansión. Y fue así. Y lla¬mó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo”.

Ese es el segundo trabajo que hay que hacer; es el segundo trabajo Alkí¬mico, y hay que separar las aguas de las aguas.

Téngase en cuenta que cuando se habla de aguas, se está refiriendo el Génesis a esas aguas espermáticas del primer instante, al caos metálico de la Alquimia. Es claro que en ese Esperma está, dijéramos, el Alma, el Alma del mis¬mo semen, el Alma del Caos. El Alma es el Mercurio de la filosofía secreta.

Hay que separar las aguas de las aguas. Mejor dicho: Las aguas superio¬res, la Leche de la Virgen, como se dice en Alquimia, el Mercurio de la filosofía secreta, el Alma Metálica del Azogue, deben ser separada de la parte bruta mediante la transmutación; eso es obvio.

Son tres tipos de Mercurio:

Mercurio en bruto, o Esperma; el Alma Metálica del mercurio, que son, dijéramos, las corrientes sexuales se¬minales subiendo por Idá y Pingalá, es el segundo Mercurio; y el tercer Mercurio, aclaro, es cuando los átomos solares y lunares del Mercurio que hacen contacto con el Triveni, cerca del Coxis, despier¬tan el Kundalini, el Fuego Sagrado, el Azufre, y entonces se fecunda el Mer¬curio y se forma el Tercer Mercurio, que viene a penetrar por Susumná, es decir, a ascender por la columna espinal hasta el cerebro, y es con ese Tercer Mercu¬rio, con el excedente de ese Tercer Mer¬curio, con el que viene a cristalizar el Cuerpo Astral.

Mucho más tarde, en una octava su¬perior, el Mental, y después el Causal.

Así pues, separar las aguas de las aguas es indispensable mediante la transmutación; ese es el segundo día de la creación.

“Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca. Y fue así. Y llamó Dios a la seca Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla es¬té en él, sobre la tierra. Y fue así. Produ¬jo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bue¬no. Y fue la tarde y la mañana del día tercero”.
He ahí pues el tercer trabajo; la crea¬ción en un día del Cuerpo Astral, del vehículo Sideral, el cual debe llegar a tener fruto. ¿Cuándo tiene fruto? Cuando ya es un vehículo, pues, de Oro Puro es cuando ya ha tenido fruto el Cuerpo Astral, donde está, dijéramos, la vida. Tercer vehículo.

“Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para sepa¬rar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alum¬brar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana del día cuarto”.

Es cuando ya uno viene, pues, a dar¬le forma propiamente dicha a la Inicia¬ción Cuarta. Cuando ya viene, pues, propiamente dicho, a poseerse ese ve¬hículo de la mente, cuando viene a Crístificar en la Gran Obra; eso es importantísimo. Entonces esas señales que se ven arriba: Sol, Luna, Estrellas y toda esa cuestión, son aquellas de la Sabiduría Hermética; porque el mundo de Netsah es el mundo de la Sabiduría Hermé¬tica; allí es donde encuentra uno el Conocimiento Hermético. De manera que resulta muy Interesante eso del Cuarto Día que tiene que ver con la Cuarta Iniciación.

Continuando veremos lo siguiente:

“Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos, Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su es¬pecie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y mul¬tiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y la mañana del día quin¬to”.

Bien se sabe que en la Quinta iniciación, que corresponde al Mundo Causal, tiene uno que hacerse amo de los ele¬mentos, aprender a manejar todo aquello que tenga vida; hacerse Señor del fuego, de los aires, de las aguas, de la tierra, aprender a manejar los poderes de la natu¬raleza. Eso solamente es posible traba¬jando uno sobre sí mismo. Por eso de¬cía que antes de intentar manejar los elementos de la naturaleza: elementa¬les del fuego, del aire, del agua y de la tierra, tiene uno que manejar los pro¬pios; Aprender a manejar los elementa¬les atómicos del Esperma; aprender a manejar los elementales atómicos del fuego sexual; aprender a manejar los Sil¬fos de la propia mente, Silfos atómicos de la mente, eso se llama hacerse amos de su propia mente; y aprender a manejar también los Gnomos atómicos que for¬man la carne y los huesos; Hacerse amo de los elementales atómicos dentro de sí mis¬mo. Tiene uno que hacerse amo de su propio cuerpo, para hacerse amo de la na¬turaleza. No podría uno llegar a manejar los Elementales del universo, si no ha ma¬nejado sus propios elementales atómicos, los de su cuerpo. Todo eso se aprende en el Quinto Día de la Creación.

“Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así, E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. Entonces dijo Dios: Hagamos al hom¬bre a nuestra imagen, conforme a nues¬tra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; VARÓN y HEMBRA LOS CREO. (Es muy importante es¬to, indudablemente que es bastante importante.) Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cie¬los, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran mane-ra. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”.

De manera que Dios, VARÓN Y HEMBRA LOS CREO. Pero, ¿cuándo es que pasa verdaderamente a ser VARÓN Y HEMBRA? ¿Cuándo es que se fusio¬nan los principios masculinos y femeninos de la Seidad? Téngase en cuenta que ese es el Trabajo del Sexto Día (…), o sea, el Sexto Trabajo en que BUDHI, la WALKIRIA, después de haberse despo¬sado con el CABALLERO, con el ALMA HUMANA, se fusionan mediante el fue¬go integralmente. Entonces queda el Hombre Andrógino Perfecto, VARÓN Y HEMBRA, con poderes sobre el fuego, sobre los aires, sobre las aguas, sobre la tierra, sobre todo lo que es, ha sido y será. Es el último Día de la Creación.

“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”.

Cuando se hace el Séptimo Trabajo, el Séptimo Día de la Semana Santa, la Obra queda consumada: ¡Consumatum Est! ¡Todo se ha consumado! Entonces es la suprema entrega del Espíritu al Pa¬dre.

Más tarde, en el Octavo Día, el Pa¬dre en el Hijo, en el Hijo resucitado, se levanta de entre su Sepulcro de Cristal después de la Resurrección de los Muer¬tos. Pero ese Trabajo, todo en sí, forma La Semana Santa.

Hemos mirado esto desde el ángulo del Génesis, porque con las mismas Leyes que El Logos (Unidad Múltiple Perfecta) usó para crear este sistema so¬lar, esas mismas tiene que usar el Alquimista para crear su Universo Interior, para llegar a tener realidad, para crear su Universo propio; son las mismas Le¬yes. Al Trabajar uno con la Alquimia está trabajando con las mismas Leyes con las que el creador creó el Universo; aún más, está ampliando la Obra del Crea¬dor, porque la Obra del Creador queda ampliada cuando nace un nuevo Maes¬tro. De manera, pues, que se consuma la Obra y se llega a lo que se quiere.

El Creador Logos quiere en última instancia que de todo eso resulten diferentes auto-realizados, hombres resurrec¬tos, Dioses; es la consumación de ese hombre.

Ese Génesis está íntimamente relacio¬nado con el Apocalipsis de San Juan, con los Siete Sellos, como con las Siete Trompetas que cada ángel va a tocar.

El Iniciado, cuando recibe la Inicia¬ción de Malchut, incuestionablemente rompe el Primer Sello; cuando pasa por la de Jesod, rompe el Segundo Sello del Libro Sagrado que es el hombre; cuando pasa por la Tercera Iniciación, rompe el Tercer Sello; cuando pasa por la Cuarta, rompe el Cuarto Sello; cuando pasa por la Quinta, rompe el Quinto Sello; cuando pasa por la Sexta, rompe el Sexto Sello, y se ha consumado la Obra, porque el Séptimo es de descanso, de oración, de meditación, de súplicas como se ve allí en el Apocalipsis de San Juan.

Es claro que al romperse el Sépti¬mo Sello, la Obra está ya consumada. El Octavo Día es siempre para resucitar.

Uno tiene que vivir el Génesis en lo individual o en lo colectivo. Lo vive en lo colectivo con la creación del Uni¬verso, como partícula divina que viene a esta creación.
Ahora, el Apocalipsis, uno tiene que vivirlo individualmente o lo vive colectivamente. Colectivamente es el Libro de la Vida, el Libro de la Sabiduría. A través de la historia se va rompiendo cada sello. Por estos tiempos está ya para romperse, por lo menos el sexto sello, el penúltimo. Es decir, la humanidad está viviendo el Apocalipsis colectiva¬mente.

Si el Alquimista tiene que hacer Oro, no solamente crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, sino que además tiene que convertir esos cuerpos en Oro Puro, antes de que puedan ser tragados por la Serpiente, así también el Logos tiene una Edad de Oro; y para poder tener el Logos una Edad de Oro, tiene que hacer lo mismo que hace el Alqui¬mista en su laboratorio, arrancando se¬llo por sello.

El Logos tiene que hacerlo vivir a la humanidad en toda la naturaleza, de¬be ir arrancando cada sello.

Claro que cuando termina o se rom¬pe ya el sexto sello, la Obra queda prácticamente terminada, viene la catástrofe final.

Con la ruptura del séptimo sello, ya no queda nada de todo lo que había.

Por último viene la resurrección del Logos en todo lo creado, en toda la naturaleza; es cuando es la Nueva Edad, la Edad de Oro.

Así como el Hombre para poder hacer Oro, hablando en sentido Alqui¬mista, necesita romper los Siete Sellos, así también el Logos para poder hacer una Edad de Oro, necesita que toda la humanidad rompa los siete sellos, que toda la naturaleza los rompa, y en¬tonces se hace la Edad de Oro; Pero tie¬ne que todo esto pasar por un Apocalip¬sis tremendo y espantoso.

De manera que, o vivimos el Apo¬calipsis individualmente, o nos toca vivirlo colectivamente. Mejor vivirlo indi¬vidualmente, que nos da el triunfo, y fijamos el Oro en nosotros mismos, y logramos nosotros conseguir, pues, el Vellocino de Oro de los Antiguos, o nos toca vivirlo colectivamente con el gran Apocalipsis Mundial, a los mundos infiernos, a pasar por la Muerte Segunda para tener el derecho más tarde de vivir en la Edad de Oro como esencias puras de una nueva humanidad. Pero, de todas maneras, tenemos que” vivir el Gran Libro y romper sus sellos.

La Semana Santa es la más Santa de todas las semanas, porque es la Semana que uno tiene que vivir, y cada día de esos equivale a largos períodos de Trabajo. Pero al fin y al cabo, La GRAN OBRA, se resume siempre simbólicamente en El Libro de Job. Los ocho años de Job, son el Sumun, el extracto en sí, pero, en conjunto, La GRAN OBRA, pues, aunque se resuma en OCHO DÍAS, en OCHO AÑOS totalmente, junto con resurrección y todo, es decir, en la Se¬mana Santa, pues, puede durar muchos años.

En todo caso, cada cual tiene que vi¬vir su Semana Santa. El Hijo del Hombre vive la suya. Cuando El Hijo del Hombre nace en el pesebre, él debe vivir su Se¬mana Santa, hacer todo el Trabajo en su Semana Santa.

Al pueblo no se le puede explicar esto, porque el pueblo no lo entiende; al pueblo se le da la corteza, la cáscara de la enseñanza, pero a los Iniciados se les enseña “La Carne” de la Doctrina, a comer la Doctrina.

De manera que el Cristianismo tiene dos aspectos: El cristianismo exotérico o público, para el pueblo; el Cristianismo Esotérico, Sagrado, para los Iniciados.

Pregunta, — Venerable Maestro, para hacer conciencia de nuestro trabajo quiero preguntar. ¿El Bodhisattva, aunque sea caído, tiene que formar el Cuerpo de la Voluntad Consciente, o sea, el Cuerpo Causal, para que entre Tiphereth?

Respuesta.— Bueno, el Bodhisat¬tva, siendo Bodhisattva, pues no tiene por qué entrar a crear el Cuerpo Causal, puesto que se sabe que es un Bodhisattva; es decir, el Alma Humana, dijé¬ramos, de un Maestro; ya se entiende que esos vehículos los creó en el pasado. Empero, tiene que encender el Fuego en sus vehículos, restaurar el Fuego en cada uno de sus vehículos, y después, regenerar el Oro en sus cuerpos. Conse¬guido eso, pues el Bodhisattva se levanta. Pero bien, no se logra eso sino empe¬zando por la base. Diríamos que después de haberse encendido el Fuego en cada uno de los vehículos; después de haberse restaurado, dijéramos, el principio Ígneo en los cuerpos físico, vital, astral, mental, y causal, y así el Padre, si es su voluntad, puede enviar a Tiphereth a nacer en el Es¬tablo Interior. Pero, entiendo que esto es una gracia del Altísimo, porque alguien puede haber alcanzado, repito, la Quinta Iniciación del Fuego, y sin embargo, no por eso el Niño que lleva la Divina Madre en sus brazos haya de penetrar en sus ve¬hículos, en el Establo. Empero, si se le an¬hela de verdad, si se quiere trabajar por la humanidad, pues se puede conseguir que El Hijo del Hombre venga al mundo. Eso es Voluntad del Padre.

Pregunta.— Venerable Maestro, cuan¬do un Iniciado tiene formado el Cuerpo Causal, entonces ¿Logra la formación del Alma Humana, o Tiphereth es el Alma Humana?

Respuesta.— Pues el Alma Humana propiamente está en el mismo Causal. Una fracción del Causal es lo que consti¬tuye el Budhata, la esencia. En el Bodhisattva, pues, es el Budhata, la esencia, es el Embrión Áureo ya organizado.

En todo caso, debemos tener en cuenta lo que ya dije al principio, y es demasiado sutil que fácilmente se presta a la confusión la cuestión aquella del Cuerpo Causal y el Tiphereth Crístico. Es tan sutil esto que puede uno equivocarse, puede uno confundir la gimnasia con la magnesia.

El Tiphereth, o sea ya la expresión viva del Cristo Intimo, se halla muy correlacionada pues con el Causal, con el Alma Humana. Viene a formar parte íntegra con el Alma Humana, pero cuan¬do es Voluntad del Padre, cuando El Hijo del Hombre viene al mundo.

Creo que ya me van entendiendo us¬tedes; esto es muy fino; se necesita tener una mente muy elástica, muy dúctil, muy receptiva para poder entender esto.

Pregunta.— Maestro, ¿para lograr la Iniciación de Tiphereth hay que tener los Vehículos Solares?

Respuesta. — Pues, incuestionable¬mente, si uno no posee los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, no podría jamás alcanzar la Iniciación de Tiphereth.

Pregunta.— ¿Cuál es el origen de nuestra esencia Maestro? Y si nosotros deseamos levantarnos, ¿por qué no lo hemos hecho antes?

Respuesta.— Bueno, con el mayor gusto voy a dar respuesta a todo eso. La esencia viene de la Vía Láctea, (estoy hablando en síntesis), llega al Sol, y lue¬go, por último, penetra en la naturaleza. En principio, se manifiesta como un sim¬ple elemental primigenio; asciende a través de las etapas mineral, vegetal y ani¬mal, hasta penetrar por último en el cuer¬po del humanoide, o del mamífero racional. Es claro que la esencia necesita convertirse en el Embrión Áureo; nece¬sita trabajar para crearse los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser y trans¬formarse en Bodhisattva. Cuando la esencia no logra, pues, su cometido en el primer ciclo de manifestación que es de ciento ocho vidas, entonces tiene que descender dentro de las entra¬ñas de la tierra en procesos involutivos, con el propósito de eliminar los elemen¬tos inhumanos o agregados psíquicos en que vino a quedar embotellada debido a los errores. Una vez que se ha pasado por la Muerte Segunda, ella asciende otra vez a la superficie del mundo, para reiniciar nuevos procesos evolutivos desde el mineral. Incuestionablemente, esos nuevos procesos tienen como punto de partida una espira más alta dentro de la gran espiral de la vida.

Empezará, o retornará, o reiniciará sus procesos evolutivos a partir del mineral, pero en una octava superior; ya no como un simple elemental inferior, sino como un Gnomo superior, hasta reconquistar otra vez el estado humanoi¬de, después de haber pasado por las esca¬las vegetal y animal.

Se le asignan, como ya sabemos, las ciento ocho existencias. Si no logra el triunfo, el proceso se seguirá repitien¬do así durante tres mil ciclos, o ruedas de manifestación, o edades.

Bien, ustedes pues, los que no son Bodhisattvas todavía, se debe a que no trabajaron en ese sentido, no llegaron a esas alturas en pasados ciclos de mani¬festación; Pero ahora mismo pueden convertirse en Bodhisattvas si se lo proponen.

En todo caso, no olviden el origen de la esencia: viene de la Vía Láctea, pasa al Sol y por último entra aquí en nuestra naturaleza, en nuestro mun¬do.

Claro, si pensamos en que la Vía Láctea tiene como capital central a Si¬rio, no están equivocados esos esoteristas que piensan que nosotros vamos ha¬cia Sirio; es verdad, hacia Sirio vamos.

Pregunta.— ¿Y, cuando salió de la Vía Láctea nuestra esencia?

Respuesta.— Pues eso fue ya en el amanecer de la vida. Pensemos en que esas esencias tuvieron que involucionar y luego descender hasta el mineral, formando parte de muchos principios, dijéramos, en los Mundos Superiores; al llegar al estado mineral, reiniciaron un ascenso evolutivo; comenzaron como esencias primitivas.

Obviamente ustedes han hecho el ciclo ya varias veces, han pasado no solamente por las ruedas del molino, sino también por cada una de las muelas de las ruedas del molino varias veces. Eso es obvio. Ahora, naturalmente tienen que aprovechar este ciclo de manifesta¬ción para su auto-realización, y sobre todo en momentos en que estamos viviendo las partes finales del Apocalip¬sis colectivo o mundial. Sería lamentable que ustedes en estos momentos no se auto-realizaran. Tendrían que descender a las entrañas de la tierra y en muy mala hora, junto con toda esta catástrofe mundial.

Yo les aconsejo, pues, que de una vez se conviertan en Bodhisattvas.

Pregunta.— ¿podría usted explicar¬nos en forma más o menos breve, cómo se originó el gobierno de este Sistema Solar de Ors, y quién lo gobierna?

Respuesta.— “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Por él todas las cosas fueron hechas, y sin él nada de lo que es hecho, hubiera sido hecho”.

Así pues, el Universo está gobernado por el Verbo. El Verbo es el Ejército de la Voz, la Gran Palabra, el Demiurgo Arquitecto, el Archeus. Cada uno de los Verbos, hablando ya por separado, pues¬to que el Logos es Unidad Múltiple Perfecta, tiene su misión, su labor, su minis¬terio, en relación con este Sistema Solar de Ors. Y todo el conjunto de los Eloim, o ELOHIM, para hablar más claro, que forman el Ejército de la Gran Palabra, el HERUPA KROAT, -constituyen en sí mismos, el gobierno de nuestro Sistema Solar de Ors. Esa es, pues, mi respuesta.

EL CRISTO CÓSMICO Y LA SEMANA SANTA

— El cristo cósmico y el cristo histórico — Aelohim y Elohim — el INRI — La observación conciente — La bendita madre — Los tres y los siete pasos de la masonería — Los tres traidores — El significado de los doce apóstoles — Los misterios del Lingam Yoni —La piedra filosofal — Los diez Sephirotes — El yo de la sicología —

Ante todo, es necesario, comprender a fondo lo que es realmente el “Cristo Cósmico”.

Urge saber en nombre de la verdad, que Cristo, no es algo meramente histórico; las gentes están acostumbradas a pensar en Cristo, como un personaje histórico que existiera hace mil nove¬cientos setenta y siete años. Tal concepto resulta equivocado, porque el Cristo no es del tiempo, el Cristo es ¡atemporal! El Cristo se desenvuelve de instante en instante, de momento en momento. Cristo en sí mismo, es el Fuego Sagrado, el Fuego Cósmico Universal.

Si nosotros rastrillamos un cerillo, brotará el fuego; los científicos dirán que el fuego es el resultado de la com¬bustión, mas eso es falso, el fuego que brota dentro del cerillo, está contenido en el cerillo, solo que con la frotación liberamos su prisión y aparece. Podría¬mos decir, que el fuego en sí mismo, no es el resultado de la combustión, más bien, la combustión es el resultado del fuego.

Conviene entender mis caros her¬manos, que a nosotros lo que más nos in¬teresa, es el fuego del fuego, la llama de la llama, la signatura astral del fuego. La mano que mueve al cerillo para que aparezca la llama, tiene fuego, vida, o sino, no podía moverse; después de que el cerillo se apaga, la llama sigue exis¬tiendo en la Cuarta Vertical. Los cientí¬ficos no saben qué cosa es el fuego. Lo utilizan, pero lo desconocen.

Tampoco saben lo que es la electri¬cidad, la utilizan, pero no la conocen. Así mismo queridos hermanos, conviene que ustedes entiendan lo que es el fuego. Antes de que la Aurora de la Creación vibrara intensamente, el fuego hizo mí apa¬rición.

Recuerden mis queridos hermanos, que hay dos unos: El Primer Uno es ¡Aelohim!, El Segundo Uno es ¡Elohim! El Primer Uno es el ¡Inmanifestado!, El ¡Incognoscible!, La divinidad que no se puede pintar, ni simbolizar, ni burilar. El segundo Uno, brota del ¡Primer Uno! y es el Demiurgo Arquitecto del Universo, el Fuego.

Quiero que entiendan, que uno es el fuego que arde en la cocina, o en el altar, y otro es el fuego del espíritu como ¡Aelohim! o como ¡Elohim!. Elohim es pues el Demiurgo, el Ejército de la Voz, la Gran Palabra. Cada uno de los Constructores del Universo es llama viva, fuego vivo; escrito está que Dios es un fuego devorador.

El Fuego es el Cristo, el ¡Cristo Cósmico! Elohim, en sí mismo, ha bro¬tado de Aelohim; Elohim, en sí mismo se desdobla; dura para iniciar la mani¬festación cósmica, en el Dos, en su esposa, en la Madre Divina, y cuando el Uno se desdobla en Dos, surge el Tres, que es el fuego. Las criaturas del fuego hacen fecundo al Caos, para que surja la vida. Siempre que el Uno se des¬dobla en Dos, el Tercero aparece, el fuego. El fuego hace fecundas las aguas de la existencia; y entonces el Caos, se convierte en el “Andrógino Divino”.

Así conviene entender, que el Ejér¬cito de la Voz, el Ejército de la Palabra, es fuego, y que ese fuego vivo, ese fuego viviente y filosofal que hace fecunda a la materia caótica, es el ¡Cristo Cós¬mico!, el “Logos”, la Gran Palabra, pero para que el Logos aparezca, para que venga a la manifestación, el Uno, debe desdoblarse en el Dos, es decir: el Padre se desdobla en la Madre, y de la unión de los dos opuestos nace el Ter¬cero, el ¡Fuego! Ese Fuego, es el Logos, el Cristo que hace posible la existencia del Universo en la Aurora de cualesquier creación.

Conviene que entendamos mejor lo que es el Cristo. Que no nos conten¬temos con recordar la cuestión meramen¬te histórica. Porque el Cristo, es una rea¬lidad de instante en instante; de momen¬to en momento; de segundo en segundo; él es el Creador. El fuego tiene el poder de crear los átomos y de desintegrarlos; el poder para manejar las fuerzas cós¬micas universales, etc. El fuego tiene po¬der para unir todos los átomos, y crear universos; como el poder para desin¬tegrar universos. El mundo es una bola de fuego, que se enciende y apaga según leyes.

Así que el Cristo es el fuego; por eso sobre la cruz verán ustedes las cuatro letras: “INRI”, que significa: Ignis Natura Renovatur Integra, que equivale a “El Fuego renueva incesantemente la natu¬raleza”.

Ahora creo que ustedes van enten¬diendo por qué a nosotros nos interesa la Signatura Astral del fuego, la llama de la flama, lo oculto, el aspecto esoté-rico del fuego. Y es que en realidad el fuego es Crístico, tiene poder para trans¬formar todo lo que es, todo lo que ha sido, y todo lo que será. “INRI” es lo que nos interesa, sin “INRI” no es posible que nosotros nos cristifiquemos.

Les decía que el Cristo Intimo, el Cristo Cósmico, tiene que dar tres pasos: De arriba hacia abajo, a través de las Siete Regiones del Universo. Tam¬bién les he dicho, que el Cristo debe dar tres pasos, de abajo hacía arriba. — He ahí el misterio de los tres pasos y de los siete pasos de la Masonería. Es una lástima que los hermanos Masones hayan olvidado esto; en todo caso el Crestos — el Logos — resplandece en el Cenit de la Media Noche Espiritual. Como en el Ocaso o en el Oriente, y cada una de estas tres posiciones, es respetada en las Siete Regiones. El místico que se guía por la estrella de la Media Noche, por el Sol Espiritual, sabe lo que significan esos tres pasos, dentro de las Siete Regiones. Pensamos también en el Sol, en el rayo y en el fuego; he ahí las tres lum¬breras, los tres aspectos del Logos, en las Siete Regiones.

Cuando el Uno, se desdobla en el Dos, surge el Tercero, y este es fuego, que crea y vuelve nuevamente a crear. Este Tercero puede crear con el poder de la Palabra, con la Palabra Solar o la Palabra Mágica, o la Palabra del Sol Central, ¡así crea el Logos!

Es por medio del fuego que nosotros podemos cristificarnos; inútilmente habrá nacido el Cristo en Belén, sino nace en nuestro corazón también. Inútilmente ha¬brá sido crucificado y muerto, y resuci¬tado en la Tierra Santa, sino nace, muere y resucita también en nosotros.

Necesitamos encarnar al Crestos Cósmico, al espíritu del fuego, hacerlo carne en nosotros; en tanto que no lo hayamos hecho, estaremos muertos para las cosas del espíritu; porque él es la vida, es el Logos, es la Gran Palabra… ¡Heru Pakroat! Él es Vishnú. La palabra Vishnú viene de una raíz que es “Vish”, que significa: penetrar, él penetra en todo lo que es, ha sido y será. Necesitamos que penetre en nosotros, para que nos transforme radicalmente. Sólo por me¬dio del fuego lograremos nosotros aniqui¬lar al Ego. Quien pretenda aniquilar al Ego únicamente con el intelecto, marcha por el camino del error.

Obviamente, necesitamos auto-conocernos, si es que queremos cristificarnos, y si queremos auto-conocernos para lo¬grar la cristificación, necesitamos auto-observarnos, vernos a sí mismos, sólo por ese camino será posible llegar un día a la desintegración del Ego. El Ego es la suma total de todos nuestros defec¬tos: Ira, Codicia, Lujuria, Envidia, Orgullo, Pereza, Gula, etc., etc., etc. Aunque tuviéramos mil lenguas para hablar y paladar de acero, no alcanzaríamos a enumerar todos nuestros defectos cabal¬mente.

Decía que necesitamos auto-observarnos, para auto-conocernos por que si nos observamos así mismos, descubri¬remos nuestros defectos psicológicos, y podremos trabajar sobre ellos. Cuando alguien admite que tiene una sicología, comienza a observarse, esto le convierte de hecho en una criatura diferente.

Quiero que entiendan mis queridos hermanos gnósticos, la necesidad de aprender a observarse a sí mismos, a verse a sí mismos. Pero hay que saberse observar; porque una es la observación mecánica, y otra es la observación cons¬ciente.

Alguien que conociera por primera vez nuestras enseñanzas diría: ¿pero qué gano con observarme? ¡Esto es aburrido! He visto que tengo ira, he visto que tengo celos ¿Y qué? ¡Claro está, que así es la observación mecánica! ¡Nosotros necesitamos observar lo observado! repito, ¡necesitamos observar lo observado! Y esto ya es observación consciente de nosotros mismos.

La observación mecánica de sí mis¬mos, no nos conducirá jamás a nada; es absurda, inconsciente, estéril. Nece¬sitamos la auto-observación consciente de sí mismo. Sólo así verdaderamente podremos auto-conocernos, para trabajar sobre nuestros defectos.

Que sentimos ira en un instante dado, vamos a observar lo observado — la escena de ira —, no importa que lo hagamos más tarde, pero vamos a hacerlo, y al observar lo observado, lo que vimos en nosotros, sabremos realmente si fue ira o no fue, porque pudo haberse provocado algún síncope nervioso que tomamos por ira. Que de pronto fuimos inva¬didos por los celos, pues vamos a obser¬var lo observado; ¿Qué fue lo que obser¬vamos? ¡Tal vez que la mujer estaba con otro tipo! ¡Y si es mujer, tal vez vio a su hombre, con otra mujer! y sintió celos. En todo caso muy serenamente y en pro¬funda meditación, observaremos lo obser¬vado, para saber realmente, si existió o no existieron los celos. Al observar lo obser¬vado, lo haremos por medio de la medi¬tación, y la auto-reflexión evidente del Ser, así la observación se torna conscien¬te. Cuando uno se hace consciente de tal o cual defecto de tipo psicológico, puede trabajarlo con el fuego.

Tendría uno que concentrarse en Stella Maris, Tonantzín, Rea, Cibeles, Marah, etc. Ella es una parte de nuestro Ser pero derivado. Es la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes; la Cobra Sagrada — fuego ardiente —; ella con sus poderes flamígeros, podrá desintegrar el defecto psicológico, el agregado psí-quico que nosotros hallamos auto-obser¬vado conscientemente. Y es obvio que a su vez la esencia o fuego embotellado en el agregado psíquico que desintegre-mos, resplandecerá — será liberado —y a medida que vayamos desintegrando los agregados, los porcentajes de esencia que es fuego Crístico, se multiplicarán; y un día, el fuego resplandecerá dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.

Necesitamos que el fuego arda en nosotros, sólo INRI, nombre sagrado puesto sobre la cruz del Mártir del Cal¬vario, puede quebrantar los agregados psíquicos. Aquellos que pretenden de¬sintegrar todos esos agregados, sin tener en cuenta el fuego, marchan por el camino equivocado, y no solamente andan mal, sino que también extravían a los de¬más. Se dice que el Crestos, nació en la aldea de Belén, hace mil novecientos setenta y siete años, lo cual es ¡falso! porque la aldea de Belén no existía en aquella época. Belén tiene una raíz Caldea: Bel y Bel, es el fuego; la Torre de Fuego de los caldeos.
En nuestro cuerpo, la torre es la ca¬beza y el cuello, porque el resto del cuer¬po es el Templo. Quien ha logrado ele¬var el fuego sobre sí mismo; quien lo pueda levantar hasta la cabeza, hasta el cerebro, hasta el tope; de hecho podrá convertirse en el cuerpo del “Crestos” — el fuego —, el espíritu del fuego.

Y es, el espíritu original, primi¬genio, quien podrá cristificarnos totalmente. Es el fuego, “Fohat”, ardiendo dentro de nosotros mismos, quien nos transformará totalmente; una vez que el fuego arda dentro de nosotros, seremos cambiados totalmente, seremos converti¬dos en criaturas plenamente diferentes, seremos convertidos en seres distintos, y entonces gozaremos de la iluminación plena y de los poderes cósmicos. Así que entendido esto mis queridos hermanos debernos trabajar con el fuego.

Al que sabe, la palabra da poder, nadie la pronunció, nadie la pronuncia¬ra… sino, solamente aquel, que lo tiene encarnado.

El Cristo — el espíritu del fuego — no es un personaje meramente histórico, es el Ejército de la palabra, es una fuerza que está más allá de la personalidad, del Ego y de la individualidad. Es una fuer¬za, como la electricidad, como el magne¬tismo, un poder, un gran agente cósmico y universal. Es la fuerza eléctrica que puede originar nuevas manifestaciones. Ese fuego cósmico, entra en el hombre que esta debidamente preparado; en el hombre que tenga la Torre esa de Belén ardiendo.

Cuando el Cristo encarna en un hom¬bre éste se transforma radicalmente. Es el Niño Dios que debe nacer en cada criatura. Así como él nació en el Uni¬verso hace millones de años, para orga¬nizar totalmente este sistema solar, así también debe nacer en cada uno de nosotros. Él nace en el establo de Belén, es decir: entre los animales del deseo, entre los agregados psicológicos que ne-cesita quebrantar: porque sólo el fuego puede quebrantar tales agregados; así el fuego aparece donde están esos agre¬gados para destruirlos, para volverlos polvareda cósmica, y liberar el alma, la esencia. ¿Cómo podrá él libertar el alma, si no penetra profundamente en el organismo humano?

En el Oriente, Cristo es Vishnú, y repito: La raíz Vish, significa, penetrar; el fuego, Cristo, el Logos, puede penetrar profundamente en el organismo humano, para quemar las escorias que tenemos dentro: pero necesitamos amar al fuego, rendirle culto a la llama.

Ha llegado la hora de entender que sólo el “Fohat’, puede transformarnos radicalmente. Cristo dentro de nosotros opera quebrantando las raíces del mal, “INRI” quebrantando los agregados psíquicos es formidable, los reduce a ceni-zas. Pero necesitamos trabajar con el fuego.

Por eso en nuestros trabajos de concentración debemos invocar a la Serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes porque sólo con el fuego podremos quebrantar todos los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos. El frío lunar, nunca podrá quebrantar los agregados psíquicos, necesitamos de los poderes flamí¬geros del Logos. Necesitamos del “INRI” para transformarnos.

Mis caros hermanos, entiendan lo que es la Semana Santa: y la Semana Santa tiene siete días.

En los tiempos antiguos todo se regía por el calendario solar: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno.

Los días eran: Lunes, Miércoles, Viernes, Domingo, Martes, Jueves y Sábado. Desgraciadamente ese calendario fue alterado por las gentes fanáticas medioevales.

La Semana Santa es profundamente significativa. Recuerden los siete y los tres pasos de la Masonería. El Cristo debe arder primero que todo, en nuestro cuerpo humano. Más tarde la llama debe depositarse en el fondo del alma. Y por último, en el fondo del espíritu. Estos tres pasos a través de las Siete Esferas, son profundamente significati¬vos. Obviamente estos tres pasos, bási-cos, fundamentales, se hallan contenidos en las Siete Esferas del mundo y del Universo.

Incuestionablemente la Semana Santa tiene raíces esotéricas muy hondas, porque el iniciado debe trabajar sobre las fuerzas lunares, y sobre las fuerzas de Mercurio, y con las fuerzas de Venus y del Sol, y de Marte, de Júpiter y de Sa¬turno. El Logos, se desenvuelve en Siete Regiones y de acuerdo con los siete planetas del sistema solar.

La llama debe aparecer en el cuerpo físico, debe avanzar en el cuerpo vital, debe proseguir su camino por la senda astral, debe continuar su viaje por el mundo de la mente, debe llegar a la esfera de Venus en el mundo causal, debe continuar o proseguir su viaje por el mundo Búdhico o intuicional, y por último, en el séptimo día, habrá llegado al mundo de Atman, al mundo del espíritu; enton¬ces el Maestro recibirá el Bautismo del Fuego, que lo transformará radicalmente.

Obviamente todo el Drama Cósmico, tal como está escrito en los cuatro Evangelios, deberá ser vivido dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Eso no es algo meramente histórico, es algo para vivir ¡aquí y ahora!

Los tres traidores que crucificaron al Cristo, que lo llevan a la muerte, están dentro de nosotros mismos; los Masones los conocen, los Gnósticos también los conocemos: Judas, Pilatos y Caifás. Judas es el demonio del deseo, que nos atormenta. Pilatos es el demonio de la mente, que para todo tiene disculpas. Caifás, es el demonio de la mala voluntad, quien prostituye el altar.

Esos son los tres traidores que en¬tregan al Cristo por treinta monedas de plata. Las treinta monedas represen¬tan todos los vicios y pasiones de la humanidad… cambian al Cristo por las bo¬tellas en la cantina, cambian al Cristo por el prostíbulo, o por el lecho de pro¬custo, cambian al Cristo por el dinero, por las riquezas, por la vida sensual, lo venden por treinta monedas de plata.

Hermanos, recuerden que multitudes de personas, piden la crucifixión del Señor; todas esas multitudes gritan ¡Cru¬cifixia! ¡Crucifixia! No son las de hace mil novecientos setenta y siete años ¡no! Esas gentes que piden la cruci-fixión del Señor están dentro de noso¬tros mismo. Repito ¡aquí y ahora! Son los agregados psíquicos inhumanos que en nuestro interior cargamos, son todos esos elementos psíquicos indesea¬bles que llevamos dentro, los demonios rojos de “Seth”, viva personificación de todos nuestros defectos de tipo psi¬cológico. Son ellos los que gritan: ¡Cru¬cifixia! ¡Crucifixia! Y el Señor es entre¬gado a la muerte: ¿Quiénes le azotan?, No son acaso todas las multitudes que llevamos en nuestro interior ¿Quiénes le escupen? No son todos esos agregados psíquicos que personifican nuestros de¬fectos ¿Quiénes ponen sobre él la corona de espinas? No son acaso todos esos engendros del infierno que nosotros he¬mos creado.

El acontecimiento de la historia Crística no es de ayer, es de ahora, es presente; no meramente un pasado, como creen los ignorantes ilustrados. Pero aquellos que comprendan, traba¬jarán para la cristificación.

El Señor es elevado al Calvario y sobre las cumbres majestuosas del Cal¬vario dirá: “El que en mi cree nunca andará en tinieblas, mas tendrá la lum¬bre de La vida, yo soy el pan de la vida, yo soy el pan vivo, el que come mi carne y bebe mi sangre, tendrá la vida eterna, y yo le resucitaré en el día postrero. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mi mora y yo en él. El Señor no guar¬da rencores para nadie… ¡Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu! Pronunciada esta gran palabra, no se es¬cucharán sino rayos y truenos en medio de grandes cataclismos interiores. Cum¬plida esta labor del espíritu en el cuer¬po, será depositado el Cristo o el “Krestos”, el Chistrus, Vishnú, el que penetra, en su sepulcro místico.

Y yo les digo en nombre de la Ver¬dad y de la Justicia, que al tercer día, después de esto, después del tercer ac¬to, será levantado, resucitado en el Ini¬ciado para transformar a éste en una cria¬tura perfecta. Quien lo logre se convertirá de hecho en un Dios, terriblemente divino, más allá del bien y del mal.

Así el Cristo, el Señor Nuestro, el Espíritu del Fuego, desciende; quiere entrar en cada uno de nosotros para transformarnos, para salvarnos, para quebrantar a esos agregados psíquicos que en nuestro interior llevamos, para hacer de nosotros algo distinto, para convertirnos en Dioses.

Tenemos que aprender a ver el Cristo, no desde el punto de vista meramente histórico, sino como el fuego, como una realidad presente, como “INRI”.

Tenía se dice, doce Apóstoles; esos doce Apóstoles están dentro de noso¬tros mismos, aquí y ahora. Son las doce partes fundamentales de nuestro propio Ser; las doce Potestades dentro de cada uno de ustedes, en su propio Ser Interior profundo… Hay un Pedro, que se entien¬de con los Misterios del Sexo. Hay un Juan, que representa el Verbo, a la Gran Palabra ¡Heru Pa Kro At! Hay también un Tomás, que nos enseña a manejar la mente. Hay un Pablo, que nos muestra el camino de la Sabiduría, de la filosofía, de la Gnosis.

Dentro de nosotros mismos está también Judas; no aquel Judas que en¬trega al Cristo por treinta monedas de plata ¡no! Un Judas diferente, un Judas que entiende a fondo la cuestión del Ego. Un Judas cuyo Evangelio nos lleva a la disolución del mí mismo, del si mismo.

Hay un Felipe que es capaz de en¬señarnos a viajar fuera del cuerpo físico, a través del espacio. Hay un Andrés, que nos indica con precisión meridiana lo que son los tres factores de la Revo¬lución de la Conciencia: Nacer, es decir, como se fabrican los cuerpos existenciales superiores del Ser. Morir, cómo se desintegran los factores particulares que se relacionan con nosotros, específicamente y con cada uno de nos. Sacrificarse por la humanidad, la cruz de San Andrés; indicando la mezcla del Azufre y el Mercurio tan indispensable para la crea¬ción de los cuerpos existenciales supe¬riores del Ser, mediante el cumplimiento del deber “Parlok”, es profundamente significativo.

Mateo, científico cuan ninguno, exis¬te en nosotros, nos enseña la ciencia pura, desconocida para los científicos que solo conocen todo ese podridero de teorías universitarias, que hoy están de moda y mañana pasan a la historia… ¡Ciencia pura, es completamente dife¬rente! Sólo Mateo puede instruirnos en ella.

Lucas, con su Evangelio Solar, es profeta, y nos indica lo que ha de ser la vida en la Edad de Oro.

Cada uno de los Doce, está dentro de nosotros mismos, porque nuestro Ser tiene doce partes fundamentales, los Doce Apóstoles, aquí y ahora. Así quienes quieran llegar a ser magos en el sen¬tido trascendental de la palabra, tienen que aprender a relacionarse consigo mis¬mo, con cada una de las doce partes del Ser; y esto sólo es posible quemando con el “INRI” los agregados psicológicos que en nuestro interior cargamos. En tanto el Ego exista en nosotros, las correctas relaciones con todas y cada una de las partes de nuestro Ser, resultará imposible.

Pero si nosotros incineramos el Ego, entonces si podremos establecer correctas relaciones consigo mismo, y con cada uno de los Doce, que en nuestro interior existen.

Así que quítense de la cabeza la idea de los Doce Apóstoles históricos… ¡Bús¬quenlos dentro de sí mismos, ahí están! Todo está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.

Ha llegado la hora de un Cristianis¬mo más esotérico, más puro, más real. Ha llegado la hora de salir de la cues¬tión meramente histórica y pasar a la realidad de los hechos.

La Cruz misma del Calvario, es hondamente significativa. Bien sabemos nosotros que el “Phalus” vertical, dentro del “Ecteis” formal, hacen cruz. En otras palabras enfatizaremos diciendo: “El Lingam-Yoni, correctamente conectado forma cruz.

Es con esa cruz que nosotros nece¬sitamos avanzar por el sendero que ha de conducirnos hasta el Gólgota del Padre; les invito a todos a entrar en el camino de la cristificación.

No olviden ustedes que cada vez el Señor de Compasión viene al mundo, es odiado por tres clases de hombres: Primero, por los Ancianos, las gentes llenas de experiencia que dicen ¡ese hom¬bre está loco, vean lo que trae, no oigan lo que está diciendo, no está de acuerdo con nosotros, con lo que pensamos, tenemos experiencia, este hombre perju¬dica, daña! Segundo, es rechazado por los Escribas, es decir por los intelectuales de la época. Cada vez que el Señor de Gloria ha venido al mundo, los intelec¬tuales han estado en contra de él, ¡lo odian mortalmente!, porque no encaja dentro de sus teorías, significa un peligro para su sistema, para sus sofismas, etc.

Tercero, por los Sacerdotes, porque todos ellos ven en él un peligro, para su respectiva secta.

Así que en nombre de la Verdad les digo, que el Cristo es ¡tremendamente revolucionario! ¡Rebelde! Es el fuego que viene a quemar todas las podredumbres que cargamos dentro. Es el fuego que viene a reducir a cenizas, nuestros prejuicios, nuestros preconceptos, nuestros intereses creados, nuestras abominaciones, y hasta nuestras experiencias de tipo personal.

¿Creen ustedes acaso, que el Cristo podría ser aceptado por tantos millones de seres humanos que pueblan el mundo? ¡Se equivocan! Cada vez que él viene al mundo, se levantan las multitudes contra él, es la cruda realidad de los hechos.

De Semana Santa estoy hablando; digo en nombre de la Verdad y de la Jus¬ticia que sólo el “Fohat” ardiendo dentro de nosotros, podrá salvarnos.

Ninguna teoría, ningún sistema podrá llevarnos a la liberación; quiénes preten¬dan quebrantar el Ego a base de puras teorías, con el frío intelecto ¡son seres meramente reaccionarios! ¡conservado¬res! ¡retardatarios! y marchan por el camino de la gran equivocación.

Esta Babilonia que llevamos dentro, esta ciudad psicológica que en nuestro interior cargamos, donde viven los demonios de la ira, de la codicia, de la lujuria, de la envidia, del orgullo, de la pereza, de la gula, etc., etc., debe ser destruida con el fuego.

Necesitamos levantar ahora dentro de sí mismos a la Jerusalém Celestial. Recuerden que los cimientos de la Jeru¬salém Celestial son doce.

Y que en cada uno de ellos, está escrito el nombre de algún Apóstol, los nombres de los Doce Apóstoles están en los doce cimientos. Esa Jerusalém debemos edificarla dentro de nosotros mismos. Mas solamente será posible algún día, en que con el fuego destruya¬mos a la Babilonia la Grande. La Madre de todas las fornicaciones y abominacio¬nes de la Tierra; la ciudad psicológica que en nuestro interior cargamos. Cuando lo logremos, edificaremos a la Jerusalén Celestial, aquí y ahora, dentro de sí mismos.

Repito, la base de esa Jerusalém Celestial son los Doce Apóstoles. No me estoy refiriendo a los que vivieron hace mil novecientos setenta y siete años, que son meramente simbólicos, ¡No! Estoy hablando de los Doce Após¬toles que existen dentro de nosotros mismos. Las doce Partes del Ser auto- concientes, e independientes, ellos son el fundamento de la Jerusalén que noso¬tros debemos edificar dentro de sí mis¬mos,

La ciudad de Jerusalén tiene doce puertas y en cada una de las doce puer¬tas, hay un ángel; que representa a cada uno de los Doce, dentro de nosotros mismos, Y las doce puertas son: Doce Perlas Preciosas, son Doce Puertas de Libertad, Doce Puertas de Luz y de Esplendor. Doce Poderes Cósmicos. Y la ciudad toda es oro puro. Sus calles y sus ave¬nidas y sus plazas. El oro del espíritu que nosotros debemos fabricar en la forja de los Cíclopes.

No tiene la ciudad necesidad de lum¬brera externa, o sol externo, o luna exter-na; porque el Señor es su lumbrera, es el fuego; y él arderá dentro de noso-tros mismos.

El muro de la gran ciudad tiene: ciento cuarenta y cuatro — 144 — co¬dos, si sumamos aquellas cifras entre sí: Uno, más cuatro, más cuatro, tendremos: Nueve — 9 — la Novena Esfera el Sexo, porque solo mediante la transmutación de la energía creadora, podrá arder el fuego en nosotros.

El tamaño de la ciudad es de doce mil — 12.000 — estadios y nos recuerda a los doce trabajos de Hércules, necesa¬rios para lograr la completa realización íntima del Ser. Y nos recuerda a los Doce Aeones, nos recuerda los Doce Apósto¬les.

Y en el centro de la ciudad está: El Árbol de la Vida, los Diez Sephirotes de la ¡Cábala Hebraica: Kether, Chomah y Binah, con la corona Sephirotica: Chesed, Geburah, Tiphereth, Netsah, Hod, Jesod y Malchut, las Siete Regiones del Universo. El Árbol de la Vida alegoriza a todas las Doce Grandes Regio¬nes Cósmicas, ¡Dichoso el que llegue al Aeón Trece! Donde debe estar siem¬pre Pistis Sophia. Dentro de la Jerusalén Celestial hallaremos también, a los Veinticuatro Ancianos, quien prosterna¬dos en Tierra depositan sus coronas a los pies del Cordero; ese Cordero in¬molado es el fuego que arde en este Universo, desde la Aurora de la Crea¬ción desde el amanecer de este Universo. Los Veinticuatro Ancianos son también veinticuatro partes de nuestro propio Ser; y el Cordero mismo, es el Ser de nuestro Ser.

Dichoso quien pueda alimentarse con los frutos del Árbol de la Vida ¡Porque ese será inmortal!, Dichoso aquel que puede alimentarse con cada uno de esos frutos. Aquel que pueda en verdad nutrirse con esa corriente de vida, que viene desde el Aeón Trece, hasta el cuerpo humano, porque jamás conocerá enfermedades, y se hará in¬mortal.

Pero para poder uno nutrirse con el Árbol de la Vida, necesitará antes que todo, haber eliminado los agregados Psíquicos; recuerden ustedes que los agregados Psíquicos viva personificación de nuestros errores, alteran al cuerpo vital, y éste alterado, daña al cuerpo físico; así surgen las enfermedades en nosotros.

¿Quién es el que produce las úlce¬ras, no es acaso la ira?

¿Quién produce el cáncer, no es aca¬so la lujuria?

¿Quién produce la parálisis, no es acaso la vida materialista, grosera, egoísta y fatal?

Las enfermedades son producidas por los agregados psíquicos o demonios rojos de Seth, viva personificación de nuestros errores. Cuando todos los demonios rojos de Seth hayan sido ani¬quilados con el fuego, cuando nuestra mismísima personalidad haya sido que¬mada, entonces nos nutriremos con el Árbol de la Vida. La Vida descendiendo desde el Absoluto a través de los Trece Aeones, penetrará en nuestro cuerno y nos hará inmortal, la salud será reco¬brada, jamás se volverá a tener enferme¬dades.

De nada sirven los científicos con to¬das sus ciencias para curar, si ellos curan el paciente se vuelve a enfermar. Es claro que el Ego mete el veneno de sus morbosidades y podredumbres, dentro de los órganos y los destruye ¡he aquí el origen de todas las enfermedades! Las gentes quieren una panacea para curarse, pero en tanto tengan el Ego vivo, vivirán enfermos.

Ha llegado la hora de entender que necesitamos quemar a la Babilonia, dentro de sí mismos, y edificar a la Je¬rusalén.

La Jerusalén Celestial vista desde lejos, es como una piedra de jaspe transparente, como el cristal, es la Piedra Fi¬losofal, ¡dichoso el que consiga la Piedra Filosofal, porque se transformará radicalmente y tendrá poderes sobre el fuego, sobre el aire, sobre las aguas y sobre la tierra!

Necesitamos un Cristianismo puro, esotérico; un Cristianismo vivo, no un Cristianismo muerto. Un Cristianismo Gnóstico, que pueda transformarnos radicalmente.

El Movimiento Gnóstico, (en su Escuela Iniciática de la DIRECTA) La Iglesia Gnóstica, (la Iglesia Trascendida, la del CRISTO INTIMO) nuestros Estu¬dios Gnósticos Antropológicos, (el desa¬rrollo del Hombre Interior), mostrarán a la humanidad la Senda de la Liberación.

Mas así como estamos con el Ego vivo, fuerte, robusto, marchamos por el camino del error.

¡Necesitamos aprender a amar el fuego, y a trabajar en realidad con los Misterios del Fuego!

LA PIEDRA FILOSOFAL

El bautismo y el matrimonio, El vaso hermético, La piedra filosofal

Espero que todos pongan el máximo de atención.

¬Hoy vamos a hacer un bautizo del niño… ¿cómo se va a llamar?

—Michael— respondió el padre carnal del niño.

—Michael, pues —, respondió el V. M. Samael Aun Weor.

Es necesario comprender lo que es el Bautismo en sí mismo. Obviamente el Bautismo es un Pacto de Magia Sexual. Se le va a bautizar el niño con mucho gusto. Si él cumple con ese pacto más tarde, el bautismo le quedará sirviendo. Si no cumple con ese pacto, ¿entonces en qué quedamos?

En la Iglesia de Oriente, el Bautismo en el día de Epifanía está asociado a las Bodas de Canaán.
En la Iglesia Occidental, consideran¬do la Epifanía, se asocia el Bautismo al Matrimonio de Jesús con mi Iglesia. De manera que tanto en el Oriente el Bautismo está asociado al Sexo, como en el occidente; en ambos casos se relacio¬na con el Matrimonio.

Es, pues, el Bautismo, UN PACTO DE MAGIA SEXUAL.

Si se cumple, el Bautismo queda sirviendo; si no se cumple, el Bautismo no sirve de nada. Esa es la cruda reali¬dad de los hechos.

Ilustro a ustedes sobre todo esto para que vayan comprendiendo lo que es la trascendencia Esotérica del Bautismo.

La Pila Bautismal, por ejemplo, en las Iglesias Cristianas representa precisa-mente a la PIEDRA FILOSOFAL, o a los Órganos Creadores.

En cuanto a las Aguas Magnetiza¬das o Aguas Lustrales contenidas en la Piedra, representan indubitablemente al ESPERMA SAGRADO. Con otros tér¬minos diríamos que el AGUA es el MERCURIO DE LA FILOSOFÍA SE¬CRETA. Que el FUEGO de las velado¬ras representa al AZUFRE DE LA AL¬QUIMIA.

Sólo mediante el Mercurio, o sea, la Entidad del Semen, y el Azufre, o sea, la Entidad del Fuego, es posible lograr entonces el Nacimiento Segundo.

¿Qué se entiende por Nacimiento Segundo?

Por Nacimiento Segundo se entien¬de el Nacimiento del Hombre Verdadero.

Recordemos las palabras de Jesús a Nicodemus:

“Hasta que no nazcas de nuevo, no podrás entrar en el Reino de los cielos”.

Lograr el Nacimiento Segundo, eso es lo fundamental. Pero ese Nacimiento Segundo no se logra si no se han fabri¬cado los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Y esos cuerpos no se pueden crear de la nada, porque de la nada, nada sale. Esos cuerpos hay que crear¬los a base de Mercurio y Azufre.

El Mercurio, o sea el Alma Metá¬lica del Esperma, está representado aquí en nuestros Rituales con el Pan de la Transubstanciación Y en cuanto al Azufre, o sea el Fuego de la Alquimia, está representado con el Vino Sagrado.

Así que el Mercurio y el Azufre tienen que combinarse incesantemente dentro de nosotros, a fin de crear por medio de ellos, los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Comprendiendo todo esto, se darán cuenta ustedes del Misterio del Sello de Salomón: El Triángulo hacia arriba, el superior, indica al Azufre, el Fuego. El Triángulo inferior que se enlaza con el superior, indica el Mercurio, o sea, el Alma Metálica del Esperma Sagrado.

Cuando uno ha concluido La Gran Obra, recibe en los mundos superiores un Anillo maravilloso que es de materia Divinal. Es colocado siempre en el dedo anular de la mano derecha. ¿Qué aparece en ese anillo? El Sello de Salomón. ¿Qué indica tal Sello? Que el Iniciado ya logró mediante los cruces incesantes del Mer¬curio y del Azufre LA PIEDRA FILO¬SOFAL.

Así que mediante los cruces ince¬santes del Mercurio y del Azufre, se logra en primera medida crear el Cuer¬po Astral; como segunda medida, crear el Mental; como tercera, crear el Cau¬sal.

Quien posea un Cuerpo Físico, un Cuerno Astral, un Cuerpo Mental, y un Cuerpo Causal, recibe por tal motivo los Principios Anímicos Espirituales, y se convierte en un Hombre auténtico, en un Hombre Real, en un Hombre Ver¬dadero.

Así pues, quien llega a ser Hombre Verdadero se dice que ha llegado al Na-cimiento Segundo, porque si como ani¬mal intelectual nació con el nacimiento primero, como Hombre Verdadero viene a nacer con el Nacimiento Segundo. El Nacimiento Segundo es para los Hom¬bres Reales.

Todo eso se logra mediante los cru¬ces incesantes del Mercurio con el Azu¬fre.

En el Bautismo se alegoriza eso sa¬biamente: El Agua contenida en la Pie¬dra representa precisamente al Mercurio; el Fuego de las veladoras, al Azufre de la Alquimia.

Si quien se bautiza sabe combinar inteligentemente el Mercurio con el Azufre, pues logra el Nacimiento Se¬gundo, entra al Reino de los Cielos. Pero si quien se bautiza, jamás trabaja con el Mercurio y el Azufre, pues ese bautismo no le ha servido de nada.

Así pues, el Bautismo es un Pacto de Magia Sexual. Hay que entenderlo así y no de otro modo.

Se dice que en el Bautismo, la Paloma Blanca del Espíritu Santo flota sobre la cabeza del niño que se va a bau¬tizar. ¡Ciertamente! Es que el Espíritu Santo es el mismo Mercurio de la Filo¬sofía Secreta.

Cuando yo entré en la parte más importante de LA GRAN OBRA, fui presentado precisamente ante El Espejo de la Alquimia. Allí vi, en el Cristal, reflejado mi propio Mercurio. En nombre de la verdad debo decirles a ustedes, que el Mercurio da a los Grandes Inicia¬dos, precisamente ese aspecto trascenden¬tal del Gentil-Hombre. Veamos, si no, por ejemplo, a Hombres como Kout¬-Humi, esa sapiencia que demuestra como Hombre se la debe al Mercurio, que es el mismísimo Espíritu Santo en manifestación. Veamos, por ejemplo, a un Conde de Saint Germain, quien yo cito tantas veces como un ejemplo viviente de Súper-Hombre, alguien que maneja la política mundial tan formida¬blemente, alguien que conoce las psico¬-política, y que sabe de verdad manejarla, que sabe adaptarse a todas las condicio¬nes diplomáticas del mundo; esa carac¬terística se debe al Mercurio de los Sa¬bios.

Cuando yo vi reflejado mi Mercurio en el Espejo, quedé sencillamente asombrado. Fue cuando conocí cómo el Mercurio viene a darle a uno la característica trascendental del Gentil-Hombre; hace de uno un Sabio, en el sentido más completo de la palabra.

Así mis queridos hermanos, bien vale la pena comprender la trascendencia del Bautismo.

En cuanto al Azufre, es el Fuego; eso hay que entenderlo así; obviamente se relaciona con Lucifer. No tendría uno el impulso sexual, si no existiera la potencia Luciférica dentro de uno. Esa potencia Azufrada es extraordina¬ria.

El Mercurio sólo, nada podría ha¬cer. Pero el Mercurio es fecundado por el Azufre, o sea, por el Fuego, y de esa mezcla resultan los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Es bueno ir entendiendo todas estas cosas para saber valorar el Bautismo. Y es bueno no olvidar por qué motivo las Iglesias Cristianas, tanto de oriente como de occidente, con la cuestión ésta de Epifanía, o sea, La Ascensión del Crestos Cósmico en nosotros, relacionan siempre el Bautismo con el Matrimonio.

Realmente una Iglesia, por muy santa que sea, si no enseñara las claves de la autorrealización, pues no lograría salvar a nadie; eso es obvio.

Cuando uno estudia a fondo, pues, todas estas cuestiones del Mercurio y del Azufre, sabe valorar el Bautismo como debe valorarse. El Bautismo es sagrado en el sentido más trascendental de la palabra.

No olviden también ustedes, que el Sagrado Sol Absoluto quiere cristalizar en nosotros las Tres Fuerzas Primarias de la naturaleza y del cosmos. Estas son: Santo Afirmar, Santo Negar, Santo Con¬ciliar.

Santo Afirmar es la fuerza positi¬va, la del Padre. Santo Negar es la fuerza negativa, la del Hijo. Santo Conciliar es la fuerza neutra, la del Espíritu Santo.

En el oriente, el Padre es Brahama, el Hijo es Vishnú, el Espíritu Santo es el Señor Shiva.

El Espíritu Santo, o sea, el Mer¬curio de la Filosofía Secreta, cristaliza en nosotros cuando trabajamos con el Azufre y el Mercurio. Este trabajo no se podría realizar fuera del Laboratorio. Hay que saber mezclar las distintas partes del Mercurio, con las distintas partes del Azufre, pero esto es dentro del Laboratorio, y ese Laboratorio es el organismo humano.

De manera que el Mercurio, o sea, el Alma Metálica del Esperma, se combina inteligentemente dentro de nuestro propio laboratorio; se combina con el Azufre. El resultado de esa combinación viene a ser formidable: El primer resul¬tado seria el Nacimiento del Cuerpo Astral en el hombre; el segundo resultado, es el Nacimiento del Cuerpo Mental en el hombre; el tercer resultado, es el Naci¬miento del Cuerpo Causal en el hombre. Cuando se ha conseguido esos vehículos, como ya les dije, entonces adviene el Nacimiento Segundo, o sea, nace el Hom¬bre Verdadero, nace del Mercurio y del Azufre, o sea, del Agua y del Fuego; así hay que entenderlo.

Por eso dijo el Cristo: “Si no nacieres de nuevo, no podréis entrar al Reino de los Cielos”.

Hay que Nacer de Nuevo. No basta haber nacido como animales intelec¬tuales; eso es muy relativo. Ahora nece¬sitamos nacer como Hombres, pero co¬mo Hombres Verdaderos, y el Hombre Verdadero nace del Azufre y del Mercu¬rio, tal como se enseña siempre en el Bautizo.

Si no se cumple con ese Sacramento, de nada sirve la Bautizada. ¿De qué sirve? ¡De nada!

Así mis queridos hermanos, es bue¬no que ustedes vayan entendiendo es¬tas cosas.

Ahora bien, en todo hay reglas y medidas. La Justicia es algo muy sa¬grado, y existe. Los antiguos Alquimistas representaron la Justicia por una cria¬tura inefable, una especie de Reina-Diosa con una balanza en su izquierda; en ella tiene algunos pesos, — son nece¬sarios para poder balancear la Balanza —, está parada sobre una Piedra Cúbica: Es la Piedra Filosofal, lleva natural¬mente, la Túnica Blanca; encima de la Túnica, está la Púrpura, el manto, y está tocada la cabeza con una Corona de Oro. En la izquierda lleva la Balanza, en la derecha lleva la Espada, la Espada de la Justicia. Pero lo interesante son los PESOS y MEDIDAS de la Balanza de la Justicia Cósmica. Es claro que el tra¬bajo que hay que realizar en el Labora¬torio, tiene que estar de acuerdo con La Ley.

¿Qué cantidades de Azufre, por ejemplo, se mezclan con qué cantidades de Mercurio? Eso no lo saben las gentes comunes y corrientes, ni aun siquiera los mismos Alquimistas. Esos son Secre¬tos de la Gran Naturaleza.

En todo caso, la Justicia rige los trabajos del Alquimista, y la Justicia es La Ley.

Si un Alquimista, por ejemplo, tiene Esposa-Sacerdotisa, y de pronto deja a la Esposa-Sacerdotisa, y estando en pleno rendimiento sexual va y se me¬te con otra mujer, pues adultera. ¿Por qué? Porque dos corrientes mezcladas dentro de la Espina Dorsal chocan entre sí. Un Alquimista carga una corriente eléctrica, y si luego se mete con otra mujer, entonces la corriente contraria se mezcla con la primera corriente, con la que cargaba en su organismo, y allí resulta un corto circuito, y entonces se quema un Hilo que es por donde su¬be La Serpiente Sagrada. Ese Hilo es el Nadi Chitra. De manera que si se quema el Nadi Chitra, entonces La Serpiente, o sea, el Fuego, — o sea, el Azufre mez-clado con el Mercurio, que tiene la figu¬ra de la Serpiente —, baja una o más vér¬tebras, según la magnitud de la falta.

Es, pues, muy grave el adulterio.

Otra cosa grave que es, la Forni¬cación. Si el Alquimista derrama el Vaso de Hermes Trimegisto, si pierde el Mer¬curio, incuestionablemente se quema el Nadi Chitra y baja la Serpiente Sagrada.

Para poder uno realizar la Gran Obra, tiene que estar sometido a la Diosa de la Justicia. Si viola la Ley de la Balanza, el trabajo Alquimista fracasa rotunda¬mente.

Téngase en cuenta que la fabricación de los Cuerpos Existenciales Superio¬res del Ser es una Obra de Alquimia, pero que esa Obra tiene que estar dentro de los Cánones del Derecho de la Jus¬ticia Cósmica, de lo contrario, hay fracaso inevitable.

Otro caso muy distinto, — y éste ya es de reflexiones —, es el caso en que el Alquimista, por ejemplo, no disponga de un VASO HERMÉTICO.

Supongamos que el Alquimista tiene, dijéramos, UN VASO HERMÉTICO destruido, que ya no sirve, que no fun¬ciona. El Laboratorio, en este caso estará detenido, no funcionará, porque no dis¬pone de UN VASO HERMÉTICO para la combinación del Azufre y del Mercurio.

Pero, ¿qué se entiende por VASO HERMÉTICO?

Son términos que los hermanos deben ir comprendiendo. VASO HERMÉTICO es lo que se denomina el CA¬LIZ, o el mismo Yoni femenino. Eso se entiende por VASO HERMÉTICO, el órgano sexual femenino.

¿Y qué se entiende por LINGAM?

Son términos con que deben familia¬rizarse los hermanos, sobre todo los misioneros, porque no va uno a hablarle al pueblo en lenguaje vulgar. Las cosas Sagradas del Sexo, se deben exponer con honestidad. Se entiende, pues, por LINGAM el órgano sexual masculino, el Phalus griego. Y observen ustedes la forma como explico los Misterios del Sexo, que no estoy utilizando ningún término vulgar, y lo hago a propósito para que los misioneros a su vez, cuando estén enseñando, sepan enseñar, eviten cuidadosamente los términos gro¬tescos, o dijéramos, inmodestos.

Si un VASO HERMÉTICO, — ya expliqué qué cosa es un Vaso Hermé¬tico — no sirve, si ha sido destruido, si ya no sirve para La Gran Obra, el Alquimista tiene pleno derecho, por Ley, a escoger UN NUEVO VASO HERMÉTICO, y en eso no hay delito. Más grave sería que la Gran Obra quedara estanca¬da y que el Alquimista fracasara. Ahí sí seria lo grave. Pero aún así, el Alquimista no debe hacer jamás su voluntad personal, porque si hace su voluntad personal, fracasa. El Alquimista tiene que obedecer la Voluntad del Padre.

Téngase en cuenta que uno no pue¬de entender la Ciencia de la Gran Obra, si antes no ha recibido EL DONUM DEI. El DONUM DEI es el Don de Dios para entender La Ciencia de la Gran Obra. Uno no podría entender esta Cien¬cia, si no ha recibido el Donum Dei, el Don de Dios que le permite entender; y ese Don, el único que puede dárselo a uno, es EL PADRE DE TODAS LAS LUCES. Sólo Él puede darle a uno el Do¬num Dei.

Así que la Ciencia de la Alquimia es muy sagrada.

Tomar un VASO HERMÉTICO para el Trabajo es loable, pero siempre y cuan¬do EL PADRE DE TODAS LAS LUCES sea el que ordene y no uno. Porque si uno hace su voluntad personal, si uno hace lo que le viene en gana, fracasa en la Gran Obra.

Son puntos muy importantes en re¬lación con la Alquimia, y puntos muy importantes en relación con el Bautismo, porque cuando se habla de Bautismo y de Alquimia, se habla de lo mismo. El Bautismo es un Pacto de Magia Sexual. Así pues, el Bautismo encierra en sí mismo una fórmula: la extraordinaria fórmula de la Alquimia.

En estos estudios lo que nos debe interesar a nosotros es La Gran Obra. Exclusivamente eso. Y en la realización de la Gran Obra, lo único que cuenta es la Ley de la Balanza, o sea, la Ley de la Justicia Cósmica. Esta, está por encima de todos los falsos códigos de moral que existen por ahí; por encima de todos los prejuicios y al margen de toda clase de sentimentalismos morbosos.

Aquellos que están esclavos únicamente de los prejuicios, del que dirán, de las máximas, dijéramos, de ética existentes en los distintos códigos mora¬les del mundo, se quedan con el mundo, pero no con La Gran Obra.

Si hemos de cumplir con el Bau¬tismo, tenemos que ser sinceros consigo mismos y trabajar de verdad para con¬seguir el Nacimiento Segundo. Y una vez conseguido el Nacimiento Segundo, en modo alguno podríamos detenernos. Quien ha logrado el Nacimiento Segun¬do debe luchar intensivamente para integrarse con la Divinidad. Si un Hombre no se integra con la Divinidad, tarde o temprano tendrá que involucionar entre las entrañas de la tierra. No se integran con la Divinidad los Hombres que no eli¬minan los agregados psíquicos inhumanos que en nuestro interior cargamos. Esos agregados psíquicos inhumanos, consti¬tuyen, son MERCURIO SECO.

Todo ser humano carga mucho MERCURIO SECO Y AZUFRE VE¬NENOSO O ARSENICADO¬.

El Mercurio Seco debe ser eliminado. Y, en cuanto al Azufre Venenoso, éste reside en los bajos fondos animales de cualquier ser viviente. Si no eliminamos ese Azufre Venenoso o Arsenicado, no progresamos y si no eliminamos tam¬bién el Mercurio Seco, no progresamos.

Cuando uno elimina Mercurio Seco y Azufre Venenoso, pues entonces consigue que el ORO se fije en el Mer¬curio.

Si consideramos que los Cuerpos Existenciales Superiores del Hombre son esencialmente condensaciones del Mercurio Azufrado con algo de Sal Su¬blimada, podremos entonces entender la relación que existe entre el ORO y el Mercurio. Aun en las minas vemos la íntima relación existente entre el oro y el mercurio. Los átomos de Oro deben ser fijados en el Mercurio. Nor¬malmente el Mercurio está asociado al Oro.

Dentro de nosotros existe el AN¬TIMONIO.

Este no es una mera sustancia quí¬mica como creen muchos. El ANTI¬MONIO ES UNA DE LAS PARTES AUTO CONCIENTES DEL SER. ESA PARTE ES UN ARTÍFICE QUE CAR¬GAMOS TODOS EN NUESTRO IN¬TERIOR. Todos llevamos Antimonio en lo más íntimo de nuestra psiquis. Esa parte auto-consciente, ESE ARTI¬FICE, ESE ALQUIMISTA, ES QUIEN FIJA LOS ÁTOMOS DE ORO EN EL MERCURIO, es decir, en nuestros Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Cuando los Vehículos Existenciales Superiores del Hombre han quedado constituidos por Oro Puro, incuestio¬nablemente sirven para recubrir al ESPÍRITU METÁLICO que todos lleva¬mos dentro. Quiero referirme al CRISTO INTIMO, al MAGNES INTERIOR DE LA KÁBALA Y DE LA ALQUIMIA, al SEÑOR. Estos vehículos penetrándose y compenetrándose mutuamente y entre sí, son denominados en Alquimia EL TO-SOMA-HELIAKON, EL CUERPO DE ORO DEL HOMBRE SOLAR. Quien posea El To-Soma-Heliakon, obviamen¬te puede recubrir con el mismo al CRIS¬TO INTIMO. EL CRISTO INTIMO RECUBIERTO CON EL TO-SOMA-HELIAKON, CONSTITUYE LA PIEDRA FILOSOFAL.

Ya ven ustedes lo que es La PIEDRA FILOSOFAL

Se dice que esa Piedra puede vivir entre el Fuego, que es fusible como la manteca; pero, ¡ay del Alquimista que la arroje al Agua, porque se disuelve!

¿Qué quiere decirse o qué quiere expresarse con eso de arrojar la Piedra al Agua?

Sencillamente el que derrame el Va¬so de Hermes o el adúltero. Para esa clase de seres son las tinieblas exteriores donde no se oye sino el llanto y el cru-jir de dientes. Arrojar la Piedra Filosofal al Agua es eso. En ese caso, se funde un Metal y la Piedra se dice que se evapora, es decir, el Espíritu Metálico escapa, el CRISTO escapa, se pierde la Piedra, se disuelve. Puede atravesar la Piedra Filosofal a través de un cristal sin rom¬perlo ni manchado.

De la Piedra se puede sacar el ELIXIR DE LARGA VIDA. De la Piedra se puede sacar LOS POLVOS DE PROYECCIÓN, con los cuales se puede fabricar ORO, oro físico, efectivo, oro material.

Aclaro, porque si un Alquimista que ya logró, que ya tiene LA PIEDRA FILOSOFAL en su poder, en estado de éxtasis, deposita, por ejemplo, aquí en esta agua, SUS ÁTOMOS DE ORO, entonces esta agua se convierte por tal motivo en un licor extraordinario, en los mismos POLVOS DE PROYECCIÓN. Y si luego pone una gotita así entre un cri¬sol donde hubiere Plomo derretido ese Plomo se convertiría en Oro efecti¬vo, físico, material (aquí hay una laguna en el cassette) … y con ese Oro vive.

El Conde de SAINT GERMAIN por ejemplo, fabricaba ORO FÍSICO, pero invertía ese oro. ¿En qué lo inver¬tía? En distintos bienes materiales. Cuan¬do la policía francesa invadió la casa de Saint Germain para saber de dónde provenían sus riquezas, se quedaron asombrados al ver que todo estaba en perfecto orden; tenía sus libros de cuentas, los bienes que tenía, todos debidamente documentados, es decir, no se halló una sola falla. Nunca realizaba sus Transmutaciones Metálicas públi¬camente, siempre en secreto. De manera que, aparentemente, él vivía exclusiva¬mente de sus haciendas, de sus propie¬dades, fincas, bienes raíces, etc., y todo estaba debidamente documentado.

Así, mis queridos hermanos, por algo es que cuando uno concluye LA GRAN OBRA, se encuentra ante EL ÁRBOL DE LA VIDA, portando en su diestra EL CUERNO DE AMALTEA. ¿Cuál es ese Cuerno? El de la Abundan¬cia, el Cuerno de Amaltea.
En el Apocalipsis de San Juan se le dice a las gentes: “Te sientes grande, te sientes rico.” Bueno, eso seria muy largo citarlo, pero poco mas o menos les digo el sentido de las palabras “…, pe¬ro no te das cuenta que eres un cuitado, pobre, desnudo y miserable?”

Son palabras que no las entienden sino los Iniciados; nadie más.

¿En qué sentido se es pobre, o mi¬serable? Bueno, voy a hablarles algo que las distintas escuelas pues no entende¬rían a fondo: EL ORO ES EL QUE MANDA, mis queridos amigos; EL ORO Y NADA MAS QUE EL ORO.

En el mundo físico vemos que un individuo que tiene mucho dinero, man¬da con su dinero, así digamos lo que digamos, manda. Si nosotros no tuvié¬ramos con qué pagar esta casa, ¿qué sucedería? Nos ponen de patitas en la calle.

Bueno, total, que la cruda realidad de los hechos es ésa físicamente.

Pero, bueno, dirán ustedes: ¿Pero qué tiene que ver esto con lo Esotérico, con lo Espiritual, con lo Trascendental, con lo Divinal? ¿No es acaso que el Ma-estro está materializando o metalizan¬do la enseñanza?

No mis amigos, no es eso. La cruda realidad de los hechos es que si noso¬tros no tenemos ORO en nuestros Cuer¬pos Existenciales Superiores del Ser después de haberlos Fabricado, somos unos cuitados como nos trata el Apoca¬lipsis, de desnudos, de cuitados, de po¬bres, de miserables, y es verdad.

Saint Germain no hubiera podido hacer Oro si no hubiera tenido Oro adentro. ¿Dónde lo tenía? Pues, en sus Cuerpos, en su Aura; Oro de la mejor calidad; Oro cual ninguna de las minas de la Tierra puede producirlo.

ENTONCES, EN SÍNTESIS AL¬QUIMISTA, ¿QUÉ ES LO QUE QUEREMOS NOSOTROS?

Estamos reunidos aquí en Tercera Cámara. ¿QUE BUSCAMOS? Les voy a ser sincero: ¡FABRICAR ORO! ¡EL QUE NO SABE HACER ORO, NO SABE NADA, AUNQUE SE HAYA METIDO EN LA CABEZA MILLONES DE VOLÚMENES! SI NO SABE HACER ORO, ES UN IGNORANTE, NADA SABE.

¿FABRICAR ORO? ¿DE DONDE LO VAMOS A FABRICAR? ¡PUES, EN LOS CUERPOS EXISTENCIALES SUPERIORES DEL SER! ¡QUEREMOS VEHÍCULOS DE ORO PURO CON LOS CUALES PODER RECUBRIR LA PRESENCIA DEL LOGOS EN NO¬SOTROS! ¡ESO ES LO QUE QUERE¬MOS!

Cada uno en su interior carga un Templo. Ya vimos el caso de nuestra noble Madrecita Dolores. Bueno, ya platicábamos sobre el asunto de un Templo; ese Templo es de ella, lo carga; ese es su Templo; cualquiera puede visi¬tarlo.

Yo tengo mi Templo, también lo tengo, y ustedes en Astral si se proponen visitar mi Templo, pueden visitarlo; pero no se olviden que cuando ustedes entren en ese Templo, han entrado es en mi Conciencia. Yo cargo el Templo aquí, se proyecta en los Mundos Superiores. ¿En qué forma se proyecta? Co¬mo una Catedral, verdaderamente. Si les digo que en esa Catedral, pues, todos los objetos son de Oro, no estoy exage¬rando; obviamente así es. Pero PARA FABRICAR ESE ORO EN LA CATE¬DRAL ESA DEL ALMA, HE TENIDO QUE TRABAJAR EN LA FORJA DE LOS CÍCLOPES; ESO ES OBVIO; EN EL LABORATORIUM ORATORIUM DEL TERCER LOGOS. Digo del Tercer Logos, no lo olviden ustedes. ¿Por qué digo del Tercer Logos? ¿A ver, quién me responde?

Al Espíritu Santo. Alguien respondió.

Correcto, al Espíritu Santo, que tan asociado está al Bautismo; eso es indubitable. De manera que hay que saber entender eso.

Cualquiera de ustedes puede visitar en Cuerpo Astral la Catedral del Maes¬tro Samael Aun Weor; la hallará; ahí está. No falta, claro, sobre el Altar, EL CÁLIZ. Y no faltará JAMÁS sobre el Altar de un Maestro EL CÁLIZ QUE ES EL MISMO VASO HERMÉTICO. Si faltara, el Templo estaría triste, pobre, miserable. ¿Cómo ir a faltar sobre el Ara el SANTO GRIAL? ¡Eso seria un ab¬surdo! En ningún Templo de Misterios Mayores falta el Santo Grial; eso es in¬dubitable.

¿Ustedes saben cuál es el Santo Grial? Creo que sí saben algunos. Es el mismo VASO HERMÉTICO. Hasta en los Templos de los Dioses está el Santo Grial. En ese Vaso Hermético colocan los Judíos el Maná del Desierto, ese Maná con el que se alimentan los Israelitas entre las Arenas del Desierto, con el que se mantuvieron durante cuarenta años.

Pero, ¿por qué tenía que estar precisamente en el Gomor, la Copa, el Vaso Hermético, el Maná del Desierto con el que se alimentaban los Judíos? Ahora, téngase en cuenta que ese Vaso está a su vez colocado dentro del Arca de la Alianza. También está ahí LA VARA DE AARÓN, o sea, EL LINGAM GENERADOR Y LAS TABLAS DE LA LEY. Con esto, documento todo lo que he dicho.

En cuanto a los Querubines, la Bla¬vatsky dice que dos Querubines se toca¬ban con sus alas sobre EL ARCA DE LA CIENCIA, y que se hallaban en la acti¬tud del hombre y de la mujer durante la cópula. Eliphas Levi sostiene que son cuatro los Querubines que se toca¬ban con sus alas, masculino y femenino. De todas maneras, se coincide en que los Querubines, masculino y femenino, se to¬caban con sus alas y que se hallaban en la actitud de la Cópula Química en el SANCTUS SANCTORUM.

Los soldados de Nabucodonosor Rey, cuando invadieron el Templo de Sa¬lomón, lo destruyeron, y vieron antes, previamente, EL ARCA DE LA CIEN¬CIA. Dijeron: “¿Este era el Dios que vo¬sotros los Judíos adorabais tanto? ¿Este era el Dios de tanta castidad y santidad que vosotros mencionabais?” Claro, rápi¬damente acabaron con todo, destruyeron el Templo de Jerusalén.

Así mis queridos hermanos, no en¬tendieron.

Pero, bueno, no nos salgamos del te¬ma. ¿Por qué el Maná con el que se alimentaban los Judíos en el Desierto te¬nía que estar en La Copa o Gomor?

Les explico: sencillamente EL MA¬NA ES EL NÉCTAR DE LA INMORTA¬LIDAD. El Néctar Sagrado no está en otra parte, sino en el VASO HERMÉTICO, y EL VASO HERMÉTICO ESTA DENTRO DEL ARCA DE LA CIENCIA.

Si los Dioses no tuvieran el Maná del Desierto, — porque la vida es un desierto cuando se renuncia a la verda¬dera felicidad nirvánica —, pues hombre, teniendo cuerpos físicos, sus cuerpos físicos se envejecerían y morirían. Enton¬ces ellos necesitan de ese VASO HERMÉTICO en el cual está contenido EL MANA.

Quienes tengan entendimiento en¬tiendan, porque ahí hay Sabiduría. Hay que saber entender.

Incuestionablemente, el error más grave de los distintos grupos, de escue¬las seudo-esotéricas y seudo-ocultistas, estriba precisamente en creer que la Auto-Realización intima del Ser, se basa en teorías; se equivocan.

Pensemos por un momento en la forma como surgimos nosotros a la exis¬tencia, en esos Encantos del Viernes Santo. ¿Cuál es la raíz de nuestra vida? Un hombre, una mujer, una cópula química o metafísica; de allí salió nuestro cuerpo físico. ¿Qué precedió a esa concepción? ¿Qué instantes? Esto nos lleva a los Encantos del Viernes Santo. Incuestionablemente en todo eso hubo, pues, amor, estuvo Eros activo, etc. Estuvieron también las fuerzas cósmicas más pode¬rosas del universo, las que crearon pre¬cisamente al universo. Pero, y las teorías, ¿Dónde estuvieron? Todos esos millo¬nes de volúmenes, de escuelas, ¿dónde estaban? Nada de eso existía para noso¬tros. Entonces, ¿De dónde surgió, pues, este cuerpo que tenemos? ¿Por qué vino a la existencia?

Así también digo a ustedes, que sólo entendiendo esos Misterios del Viernes Santo, tan fundamentales para los Tra¬bajadores de la Gran Obra, se logra la Cristificación, la Auto-Realización Intima del Ser. Esto es cuestión de Sexo, de Fuerza Erótica, de Ondula¬ciones Cósmicas de Amor, de Emoción Trascendental y de GRAN VOLUNTAD.

Por ese camino, Trabajando, se hace ORO, y el que llega a tener ORO es inmensamente Rico. Mediante el ORO puede uno mandar a la Naturaleza, y la Naturaleza le obedece.

QUIEN TIENE VEHÍCULOS EXIS¬TENCIALES DE ORO ES EL AMO, REY Y SEÑOR DEL UNIVERSO, SE¬GÚN LA ORDEN DE MELQUISEDEC.

Mas, si uno no tiene Oro en su in¬terior, es un cuitado, un miserable, un desnudo, aunque se crea muy rico y po¬deroso.

ASÍ, PUES, EL OBJETIVO DE NUESTROS ESTUDIOS ES UNO: ¡FABRICAR ORO!

Se llega a Fabricar Oro cuando se conoce el Misterio del Bautismo, que como les he dicho, es un Pacto de Magia Sexual.

Bueno mis queridos hermanos, hasta aquí la plática de esta noche. Pero, eso si, tienen todos, perfecto derecho a pre¬guntar, porque no quiero que queden con dudas de ninguna especie, y lo que no hayan entendido, será explicado.

Pregunta. — Venerable Maestro, ¿có¬mo podría uno percatarse cuando se ha llegado a la destrucción del Lingan o del Vaso Hermético?

Respuesta. — Los hechos son hechos, y ante los hechos tenemos que rendir¬nos. Si por ejemplo, un hombre quiere Trabajar con su Esposa Sacerdotisa, y el estado de salud o el estado fisioló¬gico de ella no sirve para eso, si ya pasó sus funciones sexuales, si ya no puede Trabajar, se dice que el VASO HERMÉTICO ha sido destruido, y así se repre¬senta en Alquimia: Vaso Hermético Destruido. ¿Alguna otra pregunta?

Pregunta. — Venerable Maestro, ¿có¬mo se entendería, ya que usted dice que el Mercurio Seco son los yoes, y en el caso del Azufre Arsenicado, qué seria? ¿Cómo se logra destruir esto?

Respuesta. — El Azufre Arsenicado es el Fuego Venenoso Animal, que todo el mundo carga en sus infiernos atómicos, un fuego bestial, inmundo, abomina¬ble; todo ser humano lo carga. Y en ese tipo de fuego animal, hay muchos Agre¬gados Psíquicos vivientes, de tipo, dijé¬ramos, que pertenecen al mundo de noventa y seis leyes o mundo infernal. ¿Cómo se elimina ese Azufre Venenoso o Arsenicado? Pues, hombre, Trabajando en forma pura y limpia eliminando el mismo Mercurio Seco, por el mismo camino queda eliminado el Azufre Venenoso. Al eliminarse el Mercurio Seco, el Azufre Venenoso queda eliminado de hecho. Eso es todo.

Pregunta. — Venerable, el VASO HERMÉTICO destruido en una persona en que no puede ser ya reconstruido, si no puede ser reconstruido, ¿como hace esa persona? ¿Cómo puede Traba¬jar en La Gran Obra?

Respuesta. — Entiéndase por Vaso Hermético en este caso Alquimista, EL YONI, que como se sabe, no es el LINGAM.

— Me refiero al Yoni.

Un Yoni, — continúa el Maestro —, destruido no sirve para la Gran Obra. Si un Alquimista tiene en su Laborato¬rio un Vaso y se le rompe, pues tiene que conseguir un nuevo Vaso. Pero co¬mo quiera que las Leyes son muy Sagra¬das, sucede que el Primer Vaso está cargado de cierta fuerza, de cierta radiación, y esa radiación ha impregnado al Alquimista; se hace necesario que pase un tiempo no menor de tres años, para que el Alquimista pueda conseguir un Vaso Nuevo, si es que no quiere un corto circuito dentro de su sistema central espinal, porque un corto circui¬to puede quemarle un alambre del Labo¬ratorio. En ese caso, el Azufre y el Mer¬curio bajan, descienden y hay hasta una Reducción Metálica. En otros términos se diría que el Alquimista se ha ido de cabeza al abismo.

Pregunta. — Venerable Maestro, lle¬gado el caso específicamente, quien posea el elemento femenino, que tenga, pues, su Vaso dañado, ¿cómo puede Trabajar en La Gran Obra?

Respuesta— Repite con más claridad.

Pregunta— O sea, que el elemento femenino tiene sus órganos creadores, dijéramos dañados, pero entonces esa persona, ese elemento femenino está Trabajando en La Gran Obra, ¿cómo puede continuar si se le dañó, pues sus órganos?

Respuesta. — No es posible, no pue¬de, no puede continuar. Es como si el elemento masculino, el Alquimista, destruyen su Lingam generador. En este caso, tampoco puede Trabajar en La Gran Obra. ¿Cómo haría? Nece¬sitaría cambiar de cuerpo para Traba¬jar. Es decir, si el Lingam generador queda destruido, ¿cómo Trabaja? ¿Cómo Trabajaría, por ejemplo, un individuo a quien le castraran? En este caso, pues, hay un fracaso.

Pregunta. — Maestro, ¿por qué causas se daña el Vaso Hermético?

Respuesta. — Puede dañarse por acci¬dente; puede dañarse por la edad; puede dañarse por el Karma. Si no sirve ese Vaso para el Laboratorio, pues, el Alquimista tiene que utilizar un NUEVO VASO HERMÉTICO, y en eso NO HAY DELITO. Delito hubiese si el Alquimista, teniendo un Vaso Correcto Her¬mético, menosprecian tal Vaso y lo tirara fuera para tomar uno nuevo. En eso si habría delito.

Pregunta— Venerable Maestro, ¿en caso de que fuera lo contrario, que a la mujer se le dañan, por ejemplo, el Lingam para Trabajar?

Respuesta. — Pues en este caso, la mujer está Trabajando con un varón idóneo, todo marcha muy bien. Si el va¬rón no le sirve, todo marcha mal.

Pregunta— ¿Y se operaría igualmen¬te como operaría el Alquimista en el caso citado, no?

Respuesta— Pues la ley, la justicia hu¬mana misma, tiene sus postulados. Si un hombre, por ejemplo, es impotente, y la mujer se queja ante la ley, pues indubitablemente recibe carta de di¬vorcio; eso es obvio. Si un hombre no cumple sus deberes para con la mujer, sus deberes sexuales, y la mujer se queja, eso es motivo más que suficiente para el divorcio. Así pues, si una mujer está Trabajando en La Gran Obra y no sirve el Alquimista, no dispone ella de un Lingam generador, de una LANZA para los Misterios, de una Lanza con la cual pueda combatir a los Agregados Psíquicos, de una LANZA con la cual pueda herir el costado de LUCIFER, pues en ese caso, se encuentra ella ante un dilema: o ante el dilema de tener que desposarse nuevamente con un Alquimista idóneo, o ante el dilema de tener que aguardar hasta una futura existen¬cia. En tal caso, cualquiera de esas dos resoluciones resulta justa; eso es obvio.

— Gracias, Maestro.

Pregunta— En este caso, se presenta por Karma, Venerable Maestro, ¿se podría esperar hasta que alguna de esas personas cancelan las deudas?

Respuesta— Si, puede esperar perfectamente bien. También un Alquimista que ha perdido el Vaso Hermético puede esperarse si quiere, hasta La futura existencia, o aguardar cincuenta existencias hasta que encuentre un Vaso bueno, PERO ESO SERIA EL COLMO DE LOS COLMOS. LO MEJOR ES QUE EL INI¬CIADO DEJE TODA CLASE DE SENTIMENTALISMOS MORBOSOS Y TO¬ME UN VASO HERMÉTICO IDÓNEO PARA EL TRABAJO EN EL LABORA¬TORIO. Nosotros debemos dejar aquí las actitudes pesimistas, dijéramos, el Ta¬mas de la inercia, esa especie de flojera mental o espiritual que tanto abunda en las escuelas de tipo seudo-esotérico y seudo-ocultista; eso es claro.

Pregunta.— Maestro, y en el caso de que El Vaso hermético esté bueno, pero La dama no quiere colaborar en la Fragua, la dama no quiere Trabajar en la Fragua, y ya lleva determinado tiempo de cola¬borarle, ¿el esposo, en este caso, qué puede hacer?

Respuesta. — Pues hombre, el Vaso está bueno, pero si ella no quiere Traba¬jar en la Gran Obra, si no le da, ¡psss!, por Trabajar, — iba a decir un término más duro, pero se saldría del concepto cátedra —, naturalmente no le queda más remedio al Alquimista, sino buscar un Vaso Hermético idóneo que sirva, alguien que colabore, que coopere. Pero eso no podría hacerlo, sino después de varios años de duros megos y súplicas a la Es¬posa Sacerdotisa. Porque escrito está, que sólo por causa de fornicación, se le debe dar a la mujer, dijéramos, el divor¬cio; si hay fornicación. De manera que si la mujer fornica, hay derecho. Si una mujer quiere que el Alquimista fornique y el Alquimista quiere Auto-Realizarse, y ella quiere es fornicar, se le debe dar carta de divorcio inmediatamente para que fornique con otro, pero no con el Alquimista. Aquí en esto hay una de dos: o nos resolvemos a entrar al Reino por asalto, o fracasamos. El Reino se toma por asalto, los valientes lo han tomado. Si no se procede así, se fracasa.

Estando precisamente yo en los Mun¬dos Superiores de Conciencia Cósmica, hube de solicitar al Padre me mostrara la síntesis de mis Trabajos más recientes en la Fragua Encendida de Vulcano. Entonces el Padre me llevó a una Gran Ciudad, una de esas Ciudades Jinas, Ciudades Mágicas, de las cuales hay cuatro importantes en Europa. Nosotros tenemos una en Yucatán, fundada antiguamente por Los Tuatha de Danand, que fueron, entre otras cosas, grandes viajeros, viajeros Jinas.

Bien, allí encontré a muchos Adep¬tos de distintos grados de Esplendor. Hasta encontré Adeptus Exentus. ¿Ustedes saben lo que es Adeptus Exen¬tus? Significa, Adeptus Exentus ya de Karma, que no deben Karma. En Eso¬terismo se dice, “Adeptus Exentus”. Claro, entre todos organizamos una Ex¬cursión a la Cima de la Montaña del Ser. Grandiosa fue tal Excursión.

En los Mundos Superiores de Conciencia Cósmica se pasa por vivencias trascendentales divinales, formidables.

Cuando conseguimos llegar a la Cima con el ánimo de encontramos con IOD¬-HEVE, el ANCIANO DE LOS DÍAS. Entonces tuvimos la grata sorpresa de hallarle transformado en una palmera elevadísima. La Palma es el Símbolo de la Victoria del Crestos. Todos los Adeptos se prosternaron en Tierra para rendir culto a Iod-Heve. Sabía que esa Palmera era mi REAL SER, el Anciano de los Días, es decir, EL INTERIOR DE MI INTERIOR, para hablarles esta vez a ustedes en el lenguaje de la Pistis Sophia. Es un lenguaje Esotérico, simbólico, alegórico. Claro, yo avance. Como quiera que el Cuerpo Astral tiene cierta elasticidad, ductilidad, no me fue difícil aumentarle su tamaño para tomar aquella Palmera por aquí, como quien dice, por el cuello, y asirla con fuerza hacia mi pecho, y acariciar sus hojas, sus ramas.

Aquellos Adeptos Venerables, Ve¬nerabilísimos, me miraron con terror. No se oyó sino un clamor. Se asombra¬ron al ver cómo tomaba yo al Anciano de los Días, nada menos, en esa forma, Mas luego, la Palmera se transformó en una Gran Torre, en La Torre de Mi Templo Interior, de Mi Propia Catedral. Esa Torre corresponde a la Cabeza de lo Divinal.

Estaba tatuada, toda llena de Pie¬dras Preciosas. Los ojos eran los de la mismísima Divinidad, y tenía brazos, como brazos de Hombre.

LA INTEGRACIÓN DEL SER

—Los Esfuerzos Centrales. Los Doce Apóstoles. Los Veinti¬cuatro Ancianos. Los Cuatro Devarajas El Jesucristo Íntimo. El Padre de todas las Luces. El Guardián del Umbral. La Divina Madre Kundalini Shakti. El Policía del Karma. Anubis. Mitratón. Sandalphon. El Señor del Tiem¬po. Minerva. El Viejo de los Siglos. El Lucifer Interior. Integración del SER. Integración del Ego. El Sol Negro. Desintegración del Ego. La Comprensión. Los siete niveles de hombres. La Recordación de Sí Mismo. Las Tres Purifi¬caciones por el Hierro y por el Fuego. —

Ante todo es necesario llegar uno a conocer su propio Ser, pero cono¬cerlo desde el punto de vista exclusiva¬mente objetivo. Seria imposible conocer nuestro propio Ser Real Interno desde un punto de vista subjetivo. Eso es obvio.

En sicología oficial consideran que subjetivo es lo positivo, lo claro, lo real y que objetivo es lo secundario. Están equivocados los psicólogos, por que OBJETIVO es, en sicología real y revolucionaria lo espiritual, lo real, lo verdadero y SUBJETIVO es lo incoherente, lo vago, lo impreciso, lo material. Debemos tener pues en cuenta es¬tos factores.

Cuando digo que necesitamos cono¬cer al Ser en forma completamente ob¬jetiva, estoy afirmando una gran reali¬dad. Se precisa aprehender esto que estoy afirmando.

Nuestro Ser en el mundo de las doce leyes está condicionado por las minas y representado por el Sol, que es un mundo de doce leyes. También está condicionado por el mundo de las 24 leyes, es el mundo planetario, el sistema solar; o está condicionado por el mundo de 48 leyes que es el mundo físico; y en la forma más densa está condicio¬nado por el mundo de las 96 leyes.

De manera que nosotros necesita¬mos conocer el Ser, no sólo en el mundo de las doce leyes o en el de las 24, sino en todos los mundos. Esto requiere mu¬chos esfuerzos; No esfuerzos dijéramos indirectos, sino directos centrales. Necesitamos en verdad auto-conocernos. “Hombre conócete a tí mismo y conocerás el Universo y a los Dioses”. Porque sólo conociéndonos a sí mismos podremos trabajar directamente sobre sí mismos. Si nos conocemos a sí mismos, ¿cómo trabajaríamos sobre sí mismos?, Imposible, ¿verdad?

Lo que estamos buscando es un cambio, una transformación radical y esto solamente es posible auto-explorándonos, porque así podremos trabajar directa-mente sobre sí mismos. Cuando hablo de trabajar sobre nosotros mismos, debe saberse entender; podemos convertirnos en imitadores de alguien y en este caso no trabajaríamos en forma central; no serie esfuerzos centrales los que haría-mos, sino unilaterales.

Podríamos imitar al jefe de la familia o a la jefa o algún instructor, pero enton¬ces eso no seria un esfuerzo central directo.
Krishnamurti dice por ejemplo: “Yo no quiero secuaces ni seguidores, sino tan solo imitadora de mi ejemplo” me parece esto demasiado egoísta, porque si alguien se convierte en imitador de Krishnamurti, ya no está haciendo un esfuerzo central, no. Ya es un tra¬bajo de imitación y el trabajo de imitación no es un trabajo sobre sí mismo, en sí mismo, directamente, no; lo está haciendo desde un ángulo, lo está hacien¬do en forma unilateral. No es un trabajo central. No es un esfuerzo central. Yo no les digo a ustedes que me imiten.

Yo les digo que hagan un esfuerzo central, una serie de SÚPER ESFUERZOS CENTRALES, que trabajen sobre sí mismos, directamente. Sólo así es po¬sible producir un cambio dentro de nosotros mismos.

Pero obviamente cuando uno traba¬ja sobre si mismo en forma objetiva, cuando hace esfuerzos centrales, direc¬tos, para producir el cambio, sucede en¬tonces que nos atacan en forma intensiva el centro emocional inferior. Y puede decirse que el centro emocional inferior, es catastrófico, tenebroso, horrible; cuan¬do surge el ataque al centro emocional inferior se sufre realmente. Aparecen en nuestro camino gentes que nos hieren, que clavan el puñal en el centro emo¬cional inferior; sentimos que nos tortu¬ran el corazón.

Claro, hay la tendencia siempre a reaccionar contra aquellos que en una u otra forma nos hieren. Tenemos esa marcadísima tendencia a la reacción. Si reaccionamos se vigoriza el centro emocional inferior y eso es gravísimo.

Sin embargo la lucha contra las emociones inferiores tiene ciertas venta¬jas: una de ellas es precisamente la más importante y es que surge como resul¬tado del conflicto aquel contra las emo¬ciones, contra las palabras que nos hieren, nuestro SER DIVINAL, producto de la lucha, del esfuerzo.

Este Ser Individual surge vigoroso, viene a la manifestación y es obvio que purifica todas nuestras funciones; nues¬tros centros que antes marchaban dis-paratados, unos en contra de otros, se integran maravillosamente. Es mediante esa lucha contra las emociones inferio¬res y mediante esos Súper Esfuerzos objetivos y centrales, no indirectos ni unilaterales, como se consigue en verdad la Individualidad y la Integración del Ser.

Al citar esta palabra “Integración del Ser”, producto de los esfuerzos cen-trales sobre si mismos, debemos reflexio¬nar un poco. Realmente nuestro Ser in-terior profundo no está integrado; se compone de muchas partes autónomas y auto-conscientes En las sagradas escrituras se habla precisamente de Doce Apóstoles. Cuando las gentes leen la Biblia toman a los Doce Apóstoles a la letra muerta; se dice que eran pes¬cadores que seguían a Jesús de Nazaret, el Cristo. Pero el Iniciado que está traba¬jando sobre sí mismo, en forma directa, sobre su propio Ser, viene a descubrir a esos Doce Apóstoles, a esos Doce Pes-cadores; Y lo grave es que no les viene a descubrir fuera de sí mismo, sino DEN¬TRO DE SÍ MISMO; Viene con asombro a darse cuenta que esos Doce Apóstoles son Doce partes de su propio Ser. Se saldría un poquito fuera de la cuestión meramente histórica y atiende mejor al Evangelio sobre sí mismo.

Son las Doce Potestades que con la Iniciación Venusta penetran en el vientre de la Divina Madre Kundalini, para ve¬nir un poco más tarde a la existencia física. Y esto resulta importantísimo.

Cuando se habla de Veinticuatro Ancianos del Apocalipsis de San Juan que arrojan sus coronas a los pies del Cordero, hay que saberlo entender. Tampoco son personajes extraños a noso¬tros mismos. Son Veinticuatro partes autónomas y auto-conscientes de nues¬tro propio SER.

Y cuando se menciona a los Cuatro Santos, hay que saberlo entender. Los Cuatro Devarajas no están solamente allá en los cuatro puntos cardinales de la Tierra, están dentro de nosotros mis¬mos, y tienen poder sobre los Cuatro Elementos.

Y cuando se habla del Cordero In¬molado que lava los pecados del mundo, no pensemos en un personaje histórico de hace 1977 años. No niego la existencia del Gran Kabir Jeshua Ben Pandirá, seria absurdo negarlo puesto que El es el autor de la Pistis-Sophia. Es pues histórico. Pero pensemos en ese Jeshua interior, al cual hacía tanta alusión Pablo de Tarso, al JESUCRISTO INTIMO, AL LOGOS HUMANIZADO; el Rayo ese LOGOICO que cada uno de nosotros tiene, penetra en el vientre materno de la Divina Madre Kundalini Shak¬ti para devenir más tarde a la manifes¬tación por la Iniciación Venusta.

Debemos recordar que el Logos no es un individuo humano o Divino; se equivocan los que así piensan. El LOGOS ES UNIDAD MÚLTIPLE PERFECTA. Cada uno de nosotros tiene su Rayo Logoico, por decirlo así su CRISTO IN¬TIMO, que cuando se humaniza en el vientre Materno se convierte en el Je¬sús, el Cristo Intimo. Jesús significa “Salvador”. El Cristo, Christus o Vishnú u Osiris es nuestro Rayo Logoico. Como Pablo de Tarso habla tanto de Jesucristo, no se refería a Él como personaje histó¬rico, sino al Jesucristo interior de cada uno de nos. A ese mismo se refería siem¬pre sabiamente.

Aquel hombre maravilloso y Santo que escribiera su vía espiritual, aquel famoso hermano de Fray Molina; ob¬viamente ese hombre murió mal, en un calabozo de la inquisición; escribió “Imitación de Cristo” que Tiene más sabor dijéramos Nirvánico que Dogmá¬tico.

Así que, hermanos, ese Jesucristo Intimo es el que cuenta. Si un Iluminado invoca de verdad en los mundos de Con¬ciencia Cósmica a Jeshua Ben Pandirá, El le hará este saludo señalándole el co¬razón, diciendo “Búscame aquí aden¬tro”, “Busca al Cristo aquí adentro”. Porque Jeshua Ben Pandirá vino a traer la doctrina del Cristo Intimo, en la mis¬ma forma que Gautama el Buda Sak¬yamuni trajo la doctrina del Budha interior.

Así, mis queridos hermanos, quiero que reflexionen en lo que significa to¬do esto.

Cuando se habla también de un gran místico que se llama Santiago el Apóstol, se debe comprender el Mer¬curio de la Filosofía Secreta. El representante mismo del Mercurio es una de las doce potestades más importantes que llevamos en nuestro interior: es Santia¬go el Mayor, es el Bendito Patrón de la Gran Obra, es el que nos enseña a noso¬tros la ciencia maravillosa de la Gran Obra.

El Padre de todas las Luces es el Anciano de los Días (cada uno de noso¬tros tiene su Anciano) y por medio de Santiago El mayor, nos enseña la ciencia Bendita.

Cuando se habla de Felipe, no se piense sólo en Felipe el Apóstol aquel que bautizó el eunuco a la orilla de un río o de una fuente, aquel maravilloso personaje que aparecía y desaparecía como por encanto, que viajaba por los aires y que asombraba pues los pueblos. Piénsese también en el Felipe interior que cada uno de nosotros carga. Es obvio que si le invocamos con pureza de cora¬zón y le rogamos que nos saque del cuer¬po físico y nos lleve por la región supra¬sensible del eterno espacio, seremos asis¬tidos por Él.

Así que esas Doce Potestades están dentro de nosotros mismos; no fuera de nosotros mismos. Y no nos queda¬mos ahí; está el Guardián del Umbral del mundo astral, el Guardián del mundo mental, el Guardián del Umbral del mun¬do Causal. ¡He aquí tres guardianes!

¿Y qué diremos de la Divina Madre Kundalini Shakti?… Ella tiene 5 aspec¬tos:

El de la Inmanifestada, que es el más oculto y terrible de todos, Nephtys. En nombre de la verdad ni yo mismo he podido entrar por lo menos en esta reencarnación en el Templo de Nephtys, el Templo de la Inmanifestada; esa puerta es muy estrecha, aunque sea cris¬talina, obviamente manifestada; pero los Dioses también sufren mucho para po¬der entrar al Templo de Nephtys.

Luego viene el de la Manifestada, llamémosla Isis, llamémosle Adonía, Rea, Insoberta, Tonantzín, Cibeles, Diana, María o Marah; no importa el nombre que le demos. Ella está más cerca de no¬sotros, nos asiste con su Sabiduría, Amor y Poder y es parte de nuestro Ser también; es una parte de nuestro Ser pero DERIVADO.

Y hablemos también del tercer aspecto de la Madre Cósmica, como te¬nor de Amor y de Ley, que castiga a los Iniciados cuando estos merecen ser castigados: La Reina de los Infiernos y de la Muerte. No importa que le llame¬mos Proserpina o Coatlicue o Hécate… En todo caso nos castiga para nuestro bien y es una parte también de nuestro propio Ser.

¿Qué diremos también de la Madre Natura, el cuarto aspecto de nuestro Ser Madre, aquel que une perfectamente el zoospermo con el óvulo, aquel que en forma matemática diseña el cuerpo físico, aquel que pone exactamente cuarenta y ocho cromosomas en la cé¬lula germinal primitiva? Obviamente nuestra Madre Natura lo sabe ya por Naturaleza.

Por último tenemos el quinto as¬pecto: una Maga Elemental como Señora que nos da los impulsos instintivos, como Reina de los Elementos, como Maga Elemental repito. Es maravilloso.

Así pues si el Buda Gautama es el conductor de la Vaca Sagrada, algún día nosotros también cada uno de nos, tiene que convertirse en conductor de los cinco aspectos maravillosos de la Vaca de las cinco patas, de la Vaca Sagrada.

Por cierto que la Blavatsky vio por allá en el Indostán una de esas maravillas de la Naturaleza: Una Vaca blanca con cinco patas, la quinta la llevaba en la jiba y con ella espantaba las moscas, la condu¬cía un joven de la secta Sadhú y se ali¬mentaba con esa leche; De cuando en cuando aparece, y ha aparecido en la América también este caso curioso viva representación de las cinco fuerzas de la Divina Madre Kundalini, de los cinco aspectos de Kundalini Shakti.

Así van viendo Uds. los distintos aspectos de nuestro Ser. Él es el Dios León también el León de la Ley; Él es policía del Karma que en nuestro interior cargamos, que surge de aquellas regiones donde hayamos cometido algún error: el KAOM.

Tenemos nuestro Anubis particular, propio, que nos aplica también la Ley; y tenemos el Mitratón relacionado con el hombro derecho y a un Sandalphón relacionado con el hombro izquierdo y tenemos al Señor del Tiempo, que puede traernos la memoria de nuestras antiguas existencias, nuestros recuerdos. Todo eso tenemos en nuestro interior.

Y tenemos una Minerva, no sólo allá en el Macrocosmos, sino una parte de nuestro Ser, que tiene Sabiduría, que puede realizar dentro de nosotros opera-ciones extraordinarias.

Así pues mis queridos hermanos, nuestro Ser tiene muchas partes autónomas y auto-conscientes, independien¬tes. La parte superior de nuestro Ser es el Viejo de los Siglos.

No podríamos perfeccionar en nues¬tro interior las distintas partes del Ser, si no elimináramos de nosotros mismos los elementos inhumanos que siempre cargamos, todos esos agregados psíqui¬cos viva personificación de nuestros errores.

Así mis queridos hermanos que tal como es arriba es abajo. Si en la parte más elevada de nuestro Ser hay una mul¬tiplicidad también en la parte inferior está la multiplicidad del ego por oposi¬ción. No podríamos repito, purificar o perfeccionar el Rayo aquel oculto, (ya que las partes elevadas de nuestro Ser están ocultas), perfeccionar la parte más elevada del Ser, sin haber destruido hasta el último de los agregados psíqui¬cos.

Quien logre desarrollar la parte más elevada del Ser, quien logre purificarla, recibe el grado de “ISMECH”; es claro se conocen estos CUERNOS: El Lucifer interior de cada uno de nos que es una reflexión del Logos dentro de nosotros mismos y tiene cuernos; por el número de cuernos sabemos si está en el grado de desarrollo espiritual y perfección de la razón objetiva que he¬mos alcanzado. Quienes poseen los seis tridentes en los cuernos han realizado la GRAN OBRA, han logrado estable¬cerse en el Anc-Lad; pero quienes po¬seen los NUEVE tridentes en los Cuer¬nos se integran en el Padre Cósmico Común.

¡Ahora bien, por oposición, tenemos también una multiplicidad en el ego por oposición! ¡Debemos desintegrarlos!

Hay dos tipos de INTEGRACIÓN podemos integrar al Ser y esa es la Inte¬gración Cósmica, la CRISTALIZACIÓN CÓSMICA. Y hay otra integración mis queridos hermanos. LA INTEGRACIÓN NEGATIVA; quienes integran AL EGO se convierten en demonios terriblemente perversos; los hay: Los Magos Negros que han cristalizado… Los Magos Negros que rinden culto a todas las partes del EGO, que le han reunido en si mismos, que se han integrado totalmente. Esa es una integración negativa, la integra¬ción del ego.

Hay escuelas que rinden culto al ego y que no quieren desintegrar el ego, que lo veneran como ángeles… que con¬sideran a los distintos agregados psí¬quicos como valores positivos, mara¬villosos y que los cuidan. Esos equivo¬cados integran el ego y se convierten en ¡tenebrosos! ¡Sumamente fuertes! ¡Magos de las tinieblas!. Los hay en el Sol Negro, que es por oposición la antíte¬sis del Sol que nos ilumina; los hay entre las entrañas del sub-mundo; los hay en LILIT, la Luna Negra… Son cristaliza¬ciones equivocadas integraciones negati-vas.

Nosotros debemos hacemos concien¬tes de todo eso.

Así pues entre la lucha contra las emociones negativas surge EL SER. ¡Comienza poco a poco el proceso de INTEGRACIÓN DEL SER, pero por oposición se intensifica la DESINTEGRACIÓN DEL EGO, hasta su aniquila¬ción total!

En el camino de la investigación, no debemos olvidar que se hace necesario estudiar al Ser, no solamente, repito, en el mundo de las doce Leyes, sino en el de las veinticuatro, de las cuarenta y ocho y las Noventa y Seis Leyes; éste último está poblado por los distintos agregados psíquicos que llevamos en nues¬tro interior, eso es OBVIO.

Una vez que nosotros hemos com¬prendido esto comprendemos también la necesidad de COMPRENDER, a otros. Para poder comprender a otros en una forma real y verdadera, lo que se necesita es ponemos de acuerdo. No podríamos comprender a otros si no nos hemos com¬prendido así mismos.

Alguien dice por ahí: “bueno, yo comprendo a fulano pero no estoy de acuerdo con él”, lo cual es ¡absurdo! si se le comprendiera se estaría de acuer¬do con él. Precisamente por lo que no se le comprende no se está de acuerdo con él. Eso es obvio. ¿Cómo se puede comprender a alguien y no estar de acuerdo con ese alguien?
Esta cuestión es estrictamente mate¬mática: si sumamos veinte más veinte, ¿qué cantidad nos da? Cuarenta. ¿ver¬dad? Bien. Si dividimos a cuarenta entre dos, ¿qué queda? Veinte, eso es obvio; si lo partimos, ¿qué queda?, Pues veinte. Bien, ¿entonces veinte vendría a ser, qué? ¿Qué vendría a ser? Vendría a ser lo que podríamos decir la MEDIA MATEMÁTICA EXACTA ¿Por qué?, Porque sencillamente esa cantidad veinte es la Media Matemática exacta entre dos cantidades: veinte y cuarenta.

Luego esa cantidad matemática me¬dia entre dos cantidades, obviamente nos viene a dar el equilibrio entre EL SER Y EL SABER. Eso es claro. Debe haber un perfecto equilibrio entre el Ser y el Saber. Si no hay un equilibrio perfecto entre el Ser y el Saber pues sencillamente no hay comprensión.

Así pues si se comprende a alguien, pues se le debe COMPRENDER y si no, no se le comprende y eso es todo.

Podría ser que ese alguien que asu¬mimos haber comprendido tiene ideas diferentes a las nuestras y que digamos: si lo hemos comprendido pero no estoy de acuerdo con él. En este caso pues ¡no lo hemos comprendido! Sino, estaríamos de acuerdo con él. Lo que estoy diciendo es de difícil comprensión pero es Real, ese fulano es protestante y nosotros expresamos: que él es protestante y su punto de ver la realidad he¬mos comprendido pero no estoy de acuer¬do con su Iglesia Protestante, con sus ideas protestantes. Sencillamente no lo hemos comprendido.

Pero si realmente nosotros lo hemos comprendido, sabemos que está refi¬riendo determinadas palabras bíblicas y que las está repitiendo en forma dogmá¬tica. Si las está repitiendo en forma dogmática, entonces ¿qué sucede? Pues COMPRENDEMOS que las está repi¬tiendo en forma dogmática… si entendemos que este es un hombre número tres, un hombre meramente intelectual, enton¬ces decimos: “este hombre está repitien¬do lo que ha estudiado de la Biblia, lo que otros le han enseñado, es un hombre de tercer nivel, meramente intelectual, todavía no ha evolucionado, lo he com¬prendido. No le discuto, lo he entendido. Él es número tres, yo soy hombre nú¬mero cuatro o número cinco, etc., por lo tanto él está en su verdad, lo he com¬prendido y soy su amigo”. Eso se llama comprender realmente y estar de acuerdo.

Para comprender a alguien hay que estar de acuerdo con ese alguien. Si ese alguien habla por ejemplo en inglés y nosotros español, ¿cómo podríamos comprendernos?. Tenemos que estar de acuerdo en algo: en el lenguaje o en los símbolos, para podernos entender. De lo contrario, ¿cómo nos entenderíamos? No habría entendimiento alguno.

Así pues necesitamos entendernos.

Considerando estas cosas mis queri¬dos hermanos, la comprensión realmente resulta algo que hay que investigarlo. Aquí en nuestros estudios aprendemos a conocerlo; comprendiendo la enseñanza avanzamos en sentido de comprensión y es indispensable comprender. Noso¬tros necesitamos COMPRENDER LA GNOSIS, pero hay que equilibrar el Ser y el Saber.

Si el saber es mayor que el Ser no hay equilibrio, si el Ser es mayor que el Saber tampoco hay equilibrio. El Ser y el Saber necesitan equilibrarse, sólo así surge la Comprensión. ¡Es vital com¬prender!

Y a medida que avanzamos auto-explorando dijéramos, todas estas partes de nuestro Ser, la comprensión va sur¬giendo cada vez más, y más en nosotros; Eso es obvio. Esa comprensión nos lleva muy lejos, en nuestros estudios.

En todo caso, luchando por la In¬tegración del Ser; queremos la desinte¬gración del ego; por lo tanto urge traba¬jar profundamente sobre nosotros mismos para poder desintegrar al ego. Hay nece¬sidad de comprender cada agregado psíquico que vamos a desintegrar.

Por ejemplo la venganza: No confun¬dir la justicia con la venganza; justicia es una cosa y venganza es otra, Hay mu¬chos que dicen: “la venganza es dulce” y eso es un absurdo. Es un absurdo tomar la justicia por su propia mano; eso es venganza. La sagrada Ley se encar¬ga de cobrar las cuentas a cada cual, nosotros no tenemos porqué ocupar el puesto de la Gran Ley. Si descubrimos que somos vengativos, necesitamos COM¬PRENDER el proceso de la venganza.

Para comprender el proceso de la venganza por ejemplo, se hace necesario la MEDITACIÓN, la reflexión. Se con¬funde muy fácilmente el proceso de la venganza con el proceso de la justicia y tenemos siempre la marcada tendencia a tomar la justicia en nuestras propias manos. Eso es venganza. Somos vengativos si alguien nos hiere con la palabra, reaccionamos violentamente; eso es ven¬ganza.

No somos capaces de permanecer callados ante un insultador, ante alguien que nos está ofendiendo, siempre tene¬mos esa marcadísima tendencia a reaccionar por cualquier palabrita que nos di¬gan; siempre nos sentimos aludidos y aunque estamos en el Camino, una y otra vez respondemos y reaccionamos. Observen ustedes a todos los hermanitos del Movimiento Gnóstico en general: ¿hay alguno que acaso no reaccione en una o en otra forma, ya sea verbalizando sus reacciones o guardándolas en secreto? ¡Todos tienen esa marcada tendencia a res¬ponder ante la palabra que ofende, ante la sonrisa que hiere, ante los ojos que apuña¬lean! ¡Todos tienen la marcadísima tendencia a reaccionar!. Hay quienes ocupan por ejemplo el Ara. Esto, que es lo más sagrado del altar para dirigirse a los hermanos: los hieren y los hieren vengándose de éste, vengándose de es¬te otro, etc. No se ha dado eso aquí en nuestra sede Patriarcal afortunadamente, pero sí en otras latitudes de América. Hay Sacerdotes que se ponen su vestidu¬ra sagrada, ocupan dijéramos la tribuna de la elocuencia para dirigirse al público con segundas intenciones, dirigiéndose a fulana, a zutano, vengándose de peren¬cejo.

Hay esas gentes, gentes así, siempre reaccionarias, reaccionando. Así que hay siempre una marcada tendencia a confun¬dir la justicia con la venganza.

Cuando uno comprende pues el pro¬ceso de la venganza, puede darse el lujo de desintegrar al agregado psíquico de la misma, pero sólo COMPRENDIENDO; si no, ¿cómo podría desintegrarlo?

¿Y qué diremos por ejemplo de los celos?, Hay muchas clases de celos. No solamente pasionales, amorosos, no. Hay celos políticos, celos religiosos, hay ce¬los por amistades, etc., son múltiples los celos. ¿Y qué es eso que se llama celos? es el temor de perder lo que más se ama; resulta pues del Yo del apego.

Un hombre teme perder a su mujer y la cela horriblemente. Una novia teme perder a su novio y lo cela espantosa¬mente y allí resultan conflictos horribles: muertes, venganzas y cincuenta mil cosas por el estilo.

¿Cómo podríamos eliminar ese Yo de los celos si uno no sabe que es el fru¬to del terror? ¿Del temor de perder lo que más se quiere?

¿Cómo podría uno desintegrar ese Yo de los celos si no sabe que es el resultado del apego? ¿Si cree, equivocada¬mente, que es el pretexto del amor? ¿Cómo podría el amor tener celos? ¿Si el Amor es perfecto es divino?

Los celos no pueden venir del Amor porque el Amor todo lo entrega, nada quiere para sí… todo para el Ser que ama; no desea sino la felicidad del Ser que adora; sabe sacrificarse a sí mismo por el bien de quien ama. Entonces los celos no vienen del Amor. Vienen del EGO.
Pero si uno ignora eso, si uno se está justificando, ¿cómo podría eliminarlo? ¿De qué manera? Imposible.

Así que es necesario primero que todo descubrir el defecto que debemos desintegrar; Luego COMPRENDERLO a través de la reflexión evidente del Ser, a través de la MEDITACIÓN DE FONDO, y una vez comprendido se esta pre¬parado para la eliminación.

Así que, mis queridos hermanos, es necesario que ustedes reflexionen en todo esto. Mientras uno no ha desinte¬grado el ego esta expuesto a muy graves errores: A prejuzgar, a odiar, a sentir ven¬ganza, a vengarse, etc.

Comprender a otros es indispensable, pero ¿cómo podríamos comprenderlos si no nos comprendemos a sí mismos?

Hay siete niveles de hombres que uno debe conocer:

—Primero es el nivel meramente instintivo.

—El segundo es el nivel exclusiva¬mente emocional.

—El tercero el intelectual.

—Más allá de esos tres niveles existe el cuarto nivel: el del hombre equilibra¬do, el del hombre que ya equilibró los centros de su máquina orgánica.

—Luego viene el quinto nivel: el de aquellos que han fabricado el cuerpo astral, que pueden vivir en el mundo as¬tral conscientemente.

—El sexto nivel el de aquellos que pueden vivir en el mundo de la mente consciente, porque ya se fabricaron el cuerpo Mental.

—El séptimo el de aquellos que están establecidos en el mundo Causal, con cuerpo Causal, como hombres Causales.

Obviamente los hombres número uno, dos y tres son los que más daño causan, no se comprenden unos a otros. Los hombres número uno, dos y tres viven dentro del circulo de la Torre de Babel y existe la confusión de “lenguas”; allí nadie entiende a nadie. Ellos son los que han provocado la Primera y Segunda Guerra Mundial, ellos son los que tienen al mundo en tribulaciones.

Ni los hombres número cuatro, cinco, seis, o siete, harían lo que hacen los hombres número uno, dos y tres. Los hombres número cuatro, cinco, seis y siete, no provocan guerras, no tienen algún lujo. Son los hombres uno, dos y tres los que han traído tanta amargura sobre la faz de la Tierra.

Pero entre los hombres uno, dos y tres hay distintos grados de compren¬sión, eso es obvio, Entre los hombres número uno, dos y tres hay muchas clases de comprensión.

Así pues vean ustedes lo que signi¬fica la comprensión. Nosotros debemos COMPRENDER TODO, hacernos cons¬cientes de sí mismos, auto-explorarnos profundamente para auto-conocernos.

Ya les decía Yo en pasadas reunio¬nes que había dos aspectos capitales, dos factores decisivos en nuestros estu¬dios: el uno, la recordación de sí mismo y el otro la relajación del cuerpo: re¬cordarse de sí mismos, de su propio Ser interior profundo y relajarse en pro¬funda meditación. Así viene a nosotros lo nuevo, así poco a poco nos vamos auto-explorando y eso es FUNDAMEN¬TAL.

Ahora, al concluir esta plática, esta Tesis, doy oportunidad a los hermanos aquí presentes para que pregunten lo que no hayan entendido. Tienen la palabra los hermanos.

Pregunta. — Venerable Maestro, haciendo referencia a su plática pasada del relajamiento y del recuerdo de sí, ¿qué nos queda al recuerdo de sí: el equili¬brio de los tres cilindros de la máquina orgánica con el recuerdo de sí o es un recuerdo de sí que excluye los cilindros de la máquina orgánica?

Respuesta. — La recordación del pro¬pio Ser interior profundo; se produce o se coopera o se ayuda al surgimiento del Ser Individual en uno.

Obviamente cuando el Ser surge en uno, equilibra entonces los cinco centros de la máquina orgánica: el inte¬lecto, centro emocional, centro motor, centro instintivo y centro sexual; queda, viene el equilibrio de los cinco centros de la máquina.

Pregunta. — Entonces el recuerdo de sí ¿no puede surgir espontáneamente sino a través de un trabajo sobre la perso¬nalidad?

Respuestas— Es obvio que esa re¬cordación de sí mismo implica un trabajo. La personalidad se relaja para quedar en estado pasivo. Entonces los mensajes que vienen del Ser a través de los centros superiores llegan a la mente; eso trae pues orden y armonía.

Preguntas— Maestro, dice Usted que por el Ser se logra el equilibrio de los centros, pero ¿entre eso viene el juego de la personalidad y los conflictos de la mente para lograr la no-intervención de ella y la actuación verdadera del Ser para que llegue el equilibrio a nosotros?

Respuesta.— Pues cuando se habla de relajación hay que entenderlo íntegramente; porque si vamos a relajar exclusivamente los músculos que siempre están tensos, no hemos comprendido íntegramente el proceso de la relajación. Se trata de relajar no solamente los músculos y los nervios del cuerpo sino TAMBIÉN LA MENTE. Cuando la men¬te está quieta, cuando la mente está en silencio, cuando ya no proyecta, cuando está en estado receptivo, integral, en¬tonces adviene LO NUEVO.

Pero mientras exista una mente pro¬yectista y un cuerpo en tensión, no ad¬viene jamás lo Nuevo. De manera que pa¬ra que la mente pueda no estar en conflicto, durante unos instantes siquiera, debe haber relajación física y mental. Entonces estos conflictos desaparecen por un instante; por un instante surge el Ser en nosotros, a un momento de vacío que el Ser aprovecha para llenarlo y entonces adviene LO NUEVO.

Así poco a poco el Ser, lentamente, va produciendo la unión de todos los centros de la máquina orgánica; van de¬spareciendo los conflictos entre los tres cerebros: intelectual, emocional y motor. Así por segundos, por minutos, podremos recibir mensajes de los mundos superiores.

Pero se necesita constancia en el trabajo. Se precisa asiduidad.

Pregunta.— Maestro, cuando hablaba de las partes autónomas y auto-conscien¬tes del Ser, Usted citó algunos ejemplos; hablaba de los Apóstoles que carga cada uno de nos, ¿cuál parte autónoma y auto-consciente del Ser está relacionada con la aniquilación Budhista?

Respuesta.— Judas Iscariote. No pensemos solamente en el Judas aquel de ha¬ce 1977 años. Pensemos en el Judas in¬terior, en ese Apóstol interior, que es una de las Doce Potencias que en nuestro interior cargamos, una de las Doce partes del Ser. Él está vivamente interesado en la aniquilación Budhista, por eso es extraordinario.
No niego la existencia tampoco de aquel Apóstol de hace 1977 años que representara realmente a nuestro Judas íntimo. Él es una realidad; Él existe; Él es uno de los GRANDES; Él es el más exaltado Maestro, el más exaltado Adep-to que anduvo con Jesús de Nazaret; pero dentro de nosotros hay un Judas interior, fuera de aquel Judas realmente, fuera de los tres traidores del Hiram Abiff.

En nuestro Ser hay alguien que personifica al Iscariote que realmente esta interesado en la destrucción del ego.

Pregunta. — Maestro. ¿Cómo hemos de entender el trabajo de Tomás en nosotros?.

Respuesta. — Bien sabemos nosotros que Tomás indica un poco de escepticismo, de duda y de todo eso. Pero lleva¬do a fondo, aquel Tomás intimo que en nuestro interior cargamos, obviamente se relaciona con el discernimiento. Es ne¬cesario aprender a discernir. Es urgente usar el bisturí de la auto-crítica para abrir los valores, a ver que es lo que tienen de verdad. Así es como hay que entender al Tomás interior, al Tomás íntimo.

Cada uno de nosotros lleva pues a las Doce Potestades en su propio Ser. Y todas esas partes autónomas y auto-conscientes del Ser, en la Pistis Sophia son llamadas “LOS REGIDORES” de los Aeones y del Destino y de la Esfera. Ellos se mueven pues; ellos hacen su Obra, la Gran Obra, entre la escuadra, los triángulos y los octágonos… y todo esto hay que saberlo entender.

Pregunta. — Maestro, ¿y cuál será del Ser el encargado de Alquimia?

Respuesta.— Incuestionablemente hay uno que es encargado de Alquimia y se llama en Alquimia el Antimonio, pero éste no es una de las Doce Potestades.

Pregunta.— ¿Y en cuánto a una parte de nuestro Ser?

Respuesta.— Lo que sí hay es un especialista en Alquimia al cual, estoy seguro, le obedece el Antimonio, que es precisamente Santiago el Mayor, el Ben¬dito Patrón de la Gran Obra. A Él le obedece el Antimonio, en sentido que es el encargado trascendental de la Alquimia, de la Gran Obra.

Pregunta.— Maestro. ¿En qué sentido debernos entender a Pedro cuando negó al Cristo tres Veces?

Respuesta.— Hay tres purificaciones que hacer por el Hierro y por el Fuego. Quien no hace las tres purificaciones no consigue la Cristificación. Pedro con la cabeza hacia abajo, crucificado con la ca¬beza para abajo nos indica que hay que bajar a la Novena Esfera, a trabajar con el Fuego y el Agua, origen de mundos, bestias y Dioses. Toda auténtica Iniciación blanca comienza por ahí. Pedro eso nos está diciendo con su crucifixión.

Ahora bien, hay tres purificaciones que son las tres negaciones de Pedro:

—Primera purificación. — Primera Montaña, la de la Iniciación.
—Segunda purificación. — La Segun¬da Montaña, la de la Resurrec¬ción.
—Tercera purificación. — Cuando bri¬lla la estrella de las ocho puntas y el libro de Job sobre la cumbre de la Segunda Montaña.

No se podría llegar a la Resurrección del Cristo Intimo en nosotros, sin haber pasado previamente por las tres puri¬ficaciones a base de Hierro y Fuego.

Tres veces canta el Gallo, que es el mercurio de la filosofía secreta, porque eso representa el Gallo, el GAIO o IAO. “Y antes de que cante el Gallo por ter¬cera vez me habrás negado tres veces” porque tres veces tiene que bajar el Ini¬ciado a los Mundos Infiernos, a trabajar con el Fuego y el Agua. Son TRES puri¬ficaciones a base de Hierro y Fuego; por eso los TRES clavos de la Cruz; ¡por eso el INRI sobre la Cruz!

¡IGNIS NATURA RENOVATUR IN¬TEGRA! El Fuego renueva incesante¬mente la Naturaleza.

De manera que el Pedro Intimo, particular, de cada uno de nos, realiza ese trabajo de “negar el Cristo tres ve¬ces”. No es que lo niegue negando, sino que sencillamente tiene que bajar a trabajar en la “Forja de los Cíclopes”, en la Novena Esfera, antes de lograr la Resurrección. Tiene que ir entre los demonios en TRES épocas, antes de resuci¬tar de entre los muertos, antes de poder resucitar. Porque la resurrección se hace primero, AQUÍ Y AHORA.

Pregunta. — Maestro, ¿el demonio de los celos pasionales es un producto de la lujuria?

Respuesta. — Pues sí… los celos no existirían si no hubiese lujuria.

Pregunta. — Maestro, ¿cómo debemos entender a Juan?

Respuesta. — ¡Juan es el VERBO!, ¡LA PALABRA! El obviamente parlará en nosotros con el verbo de la vida. Es la Palabra. Es el Verbo. Así lo debemos entender.

Pregunta. — Venerable Maestro, como estoy más interesado en la muerte del ego, que todo, Usted nos dice en su plá¬tica que el Ser está condicionado por el mundo Solar y de todos los mundos, hasta del mundo de noventa y seis leyes. Los Mayas hablan en su mitología del in¬fra-mundo o del sub-mundo y nos citan algunas partes precisamente del Ser. Nosotros debido a cierta experiencia con relación al Guardián del Umbral, cual hermano terrible que toma diferentes fa-cetas en esa región del sub-mundo… ¿se puede considerar a esos tres Guardianes directamente como partes del Ser? ¿Se puede hablar de sus partes en el sub-mundo?

Respuesta.— Obviamente el Guardián del Umbral en sus tres aspectos, es: TRES ASPECTOS DEL SER.

LOS DOCE APÓSTOLES ÍNTIMOS O PARTES DEL SER

—El Cristo Intimo. Los Doce Apóstoles. La Elaboración del Mercurio Filosófico. El Advenimiento del Fuego. El Vitriolo. La Fijación del Oro. El Hombre Solar. —

El Cristo Intimo tiene que encarnar en el corazón del Hombre; debe desarrollarse en el corazón del Hombre; debe desenvolverse en el corazón del Hombre; debe crecer en nosotros.

Una vez que ha logrado esto, debe predicar la palabra para bien de la humanidad.

Mas, es claro que siempre que El vie¬ne al mundo, le odian tres clases de gentes: los ancianos, los sacerdotes y los escribas. Los ancianos: las personas muy juiciosas, llenas de experiencia, muy serias; le aborrecen porque no encaja dentro de sus costumbres ni dentro de a forma de ser. Le aborrecen también los escribas, o sea los intelectuales, porque no encaja dentro de sus férulas, dentro de sus dogmatismos, ni dentro de sus teorías, y lo rechazan. Y lo aborrecen, lo odian también los sacerdotes del templo, los miembros de todas las religiones, las gentes muy religiosas, los sacerdotes de todos los cultos, porque viene a hablar siempre, a decir siempre, cosas revolucionarias que van contra los intereses creados de la religión oficial; viene a desmoronar o a destruir dog¬mas y eso no lo pueden aceptar los religiosos.

—Así, pues, que son tres clases de personas quienes rechazan al Señor.

Como secuencia o corolario, sucede entonces que le toque vivir al Señor, dentro del corazón del Hombre, todo el Drama Cósmico tal como está escrito en los cuatro Evangelios.

Las multitudes piden su crucifixión. No se trata de multitudes meramente externas, sino de multitudes internas. Cada uno de nosotros lleva esas multi-tudes dentro de sí mismos; me refiero a los agregados psíquicos, a los yoes: piden su crucifixión.

Hay tres traidores que se prestan para llevarlo a la crucifixión que son: Judas, el demonio del deseo; Pilatos, el demonio de la mente; y Caifás, el de-monio de la mala voluntad. Esos son los tres traidores. Esos hacen sufrir mucho al Señor.

De manera que el Señor tiene que vi¬vir dentro del Alma Humana todo el Dra¬ma Cósmico.

Por último, el Señor es crucificado y después depositado en su Santo Se¬pulcro Interior, en su Sepulcro de Cris¬tal. Es necesario que el Señor resucite entre su Sepulcro, y Él resucita al Tercer Día, es decir, después de la Tercera Purificación por el Hierro y por el Fuego, después que el Hombre ha pasado por las Tres Purificaciones a base de Hierro y Fuego. Entonces el Señor resucita, nuestro Rey se levanta de su Sepulcro de Cristal, se reviste con el To Soma Heliakon, el Cuerpo de Oro del Hombre Solar, y adviene al mundo Gnóstico-Sensorial; penetra profundamente en la naturaleza orgánica para poder hablar a la humanidad, para poder Trabajar, para poder convertirse, dijéramos, en el Siervo de todos.

Obviamente, es fundamental encar¬nar al Cristo Intimo, y es posible encarnarlo, a condición de recibir la Inicia¬ción Venusta.

Es, pues, en la Iniciación Venusta, cuando el Christus Cósmico nace en el corazón del Hombre.

Cuando Él adviene, ciertamente el Iniciado lo único que posee para reci¬birlo son los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Ese Belén de que se habla en el Evangelio, está dentro de nosotros mis¬mos; porque en la época en que el Hiero¬fante. Jeshua Ben Pandirá enseñara la Doctrina del Cristo, Belén no existía, la aldea de Belén no existía.

Belén viene de un término Caldeo: Bel, que nos recuerda la Torre de Bel, La Torre de Fuego. Todo Hombre tiene primero que poseer La Torre de Bel dentro de sí mismo; es decir, tiene que haber desarrollado el Fuego dentro de sí mismo; haber elevado el Fuego a la Torre, a la parte superior de la cabeza para poder recibir al Señor.

Él tiene que hacerse cargo de nues¬tros procesos del pensar, del sentir y del obrar. Siendo Él verdaderamente perfecto, tiene que revestirse con la imperfección. Siendo Él una criatura ab¬solutamente Santa, tiene que revestirse con la criatura del pecado, y hacerse dueño de nuestros procesos del pensar, del sentir y del obrar; Él tiene que des¬truir a los elementos inhumanos que en nuestro interior cargamos. Conforme los va eliminando, va creciendo, y se va de¬sarrollando. Así que cuando ya llega a Hombre y puede predicar la palabra, lo ha hecho a base de grandes sacrificios. Y, por último Él tiene que vivir dentro del corazón del Hombre, todo el Drama Cósmico, tal como está en los Cuatro Evangelios. Y, tiene que ser muerto, porque con su muerte mata a la muerte. Y tiene que resucitar en nosotros, y ya resurrecto, nos da la inmortalidad. Ya resurrecto en nosotros, se convierte en verdad, en un Maestro de Resurrecciones, en un verdadero Trabajador eficiente de esta gigantesca Gran Obra del Padre.

De manera que ustedes, van viendo.

Pregunta.— Venerable Maestro, ¿es entonces cuando se llama el Cristo Cósmico?

Respuesta.— El Cristo Cósmico es el Cristo Cósmico, siempre. El Cristo no es propiamente un individuo, ni humano ni divino. El Cristo, en sí mismo es una Fuerza, es una Fuerza Cósmica Universal, que bulle y palpita en todo átomo, en todo electrón, en todo ión, se encuentra latente en todo lo que es, ha sido, y será; pero, puede manifestarse a través de cualquier Hombre que esté debidamente preparado.

Así pues, si pensamos que Jesús de Nazaret es la única expresión del Crestos, estamos muy equivocados.

Así como el Cristo en aquella época se expresó a través de Jeshua Ben Pandirá, así también se expresó en aquella época a través de Juan el Bautista; y es el mismo que se expresó a través de Moi¬sés, resplandeció en su rostro en el Mon¬te Nebo; y es el mismo que enseñó la Sabiduría Hermética, con el nombre de Hermes Trimegisto; y es el mismo Señor Quetzalcoatl.

Así que el Crestos, es una Fuerza que se expresa a través de cualquier Hombre que esté debidamente prepa¬rado. Y al decir Hombre, incluyo tam¬bién al elemento femenino: puede expre¬sarse a través de cualquier Mujer que esté debidamente preparada.

Pregunta.— Venerable Maestro, ¿y el Segundo Logos es otra cosa?

Respuesta.— Estoy hablando del Cris¬to que es el Segundo Logos. Ya se entien¬de que el Primer Logos es el Padre; Se entiende que el Segundo Logos es el Hijo; se entiende que el Tercer Logos es el Espíritu Santo.

Pregunta.— Venerable Maestro, yo he entendido que el único proceso de Realización es a través de Los Tres Fac¬tores de la Revolución de la Conciencia; aquí y ahora; pero, alguien propone que podría Trabajarse en el Maithuna, un hombre en su cuerpo físico en cual¬quier circunstancia, y una dama en estado astral. ¿Nos puede dar una enseñanza concreta a ese respecto?

Respuesta.— Bueno en el Tibet se habla mucho de las Dakinis, y algunos monjes que en el mundo físico no tienen esposa sacerdotisa, se han desposado con Dakinis: señoras que andan por las nubes, se dice. ¡Extrañas señoras, por cierto! ¿No?, Que vuelan por las nubes; esas son las Dakinis, son ciertas criaturas muy especiales.

Pregunta.— ¿Ellas viven en el astral?

Respuesta.— Bueno, viven en el astral, y en el mental, y en el causal, y en todas partes. Obviamente, aquellos mon¬jes se han desposado con ellas, han real¬izado todo su Trabajo Esotérico con ellas, han Trabajado en la Novena Esfera con ellas.

A su vez, mujeres de cierta categoría espiritual, han podido desposarse con Devas, y trabajar en la Novena Esfera con Devas, sin necesidad de tener un hombre de carne y hueso

De manera que entonces, eso es posible. Pero es posible para aquellas gentes que realmente es muy poco el ego que tienen ya. Para que una mujer tenga el alto honor de desposarse con un Deva, pues, obviamente tiene que tener un gra-do de pureza tremendo, ¿no? Haber destruido mucho del ego. Sólo así podría recibir un Deva por marido.

Para que un Hombre pueda recibir por sacerdotisa una Dakini, tiene que haberse purificado mucho, haber eliminado muchísimos agregados psíquicos.

Pregunta.— ¿Y, entre esos está San Francisco de Asís?

Respuesta.— Francisco ya había Tra¬bajado en vidas anteriores, y en su nueva existencia, tuvo que haber Trabajado con alguna Dakini; eso es obvio. Son casos extraños, que no son comunes, no son comunes.

Pregunta.— Venerable Maestro, la di¬ferencia entre vivir el Drama Cósmico en los Mundos internos, y vivir el Drama Cósmico en forma pública como lo vi¬vió el Maestro Jesús, ¿existe mayor mérito en realizar ese Drama Públicamente?

Respuesta.— Pues voy a decirle: Gautama, el Budha Sakyamuni, enseñó la Doctrina del Budha Intimo de todos los seres humanos, la Doctrina que el Budha intimo tuyo, y el mío, y el que cada cual tiene, Gautama la expuso públicamente.

Jesús de Nazaret enseñó la Doctrina del Cristo Intimo, tal como la han vivido los iniciados de Lemuria, de At1ántida, de la época Asiática y de todas las edades y siglos.

Ese Drama Cósmico vivido por Jesús, siempre se ha vivido secretamente; lo vivieron todos los Iniciados antes de Jesús, y lo siguen viviendo todos los Iniciados después de Jesús. En cuanto al Maestro Jeshua Ben Pandirá, lo sacó, dijéramos, de allá arriba, lo sacó del Mundo Causal, y lo vivió, lo personificó, en el Mundo Físico.

Para vivir ese Drama tuvo que prepa¬rar a sus discípulos, y enseñarle a cada uno su papel, de manera que cada cual representara su papel, y cada cual lo re¬presentó realmente. Él expuso el Drama y lo enseñó públicamente para que sirviera de guía a la humanidad en un futuro, sirviera de poste de indicación; pero el Drama no es de propiedad de Él, ni propiedad mía, ni propiedad de nadie. Ese Drama es absolutamente cósmico.

Pregunta.— Entonces, ¿Judas Iscariote, es uno de los Grandes iniciados?

Respuesta.— Judas Iscariote, real¬mente no quería el papel de Judas, él quería el papel de Pedro, pero Jesús preparó a Judas para el Drama que te¬nía que representar, y Judas lo representó a la maravilla.

Pero JUDAS ISCARIOTE JAMÁS TRAICIONO A JESÚS. TUVO QUE APRENDERSE DE MEMORIA TODO LO QUE CORRESPONDE AL EVAN¬GELIO DE JUDAS.

Para poder comprender el Evangelio de Judas, bien, hay que estudiar a Zacarías. Ahí se mencionan las Treinta Mone¬das de Plata, conque fue apreciado y despreciado, etc., etc.; el dinero que se utilizó para comprar un terreno para los difuntos, etc., todo eso está; el tipo de moneda; y todo eso está escrito en Zacarías. De manera que Judas tuvo que aprenderse todo eso, revisar las Sa¬gradas Escrituras, y hacer bien su papel Pero, él, que tenga algo de traidor, ¡nada! Fue un papel que le enseñó Jesús, y que él no quería, además.

De manera que EL MAESTRO JUDAS TIENE UN EVANGELIO: ¡LA DISOLUCIÓN DEL EGO!

Renunció él mismo a toda felicidad, y vive actualmente en los Mundos infiernos, Trabajando por los perdidos, por los que no tienen remedio.

De manera que ES EL ÚNICO QUE NO HA RECIBIDO HONORES, QUE HA SIDO ODIADO, INSULTADO, Y QUE SIN EMBARGO AMA A LA HU¬MANIDAD, PUESTO QUE SE SACRI¬FICO POR LA HUMANIDAD, Y EN¬TREGO HASTA SU MISMA VIDA SIN UNA PALABRA DE ALABANZA. No ha habido sino insultos, desde que El cum¬plió su Drama hasta la época presente.

Pregunta.— Maestro, ¿entonces por qué a Juan se le considera el discípulo amado?

Respuesta.— Si lo es, es EL VERBO, LA PALABRA. Y al fin y al cabo, cada cual tiene su Juan, y cada cual tiene su Judas, y cada cual tiene su Santiago, y cada cual tiene su Pedro, y su Pablo.

¿Por qué les digo esto? Voy a decir¬les: porque dentro de cada Ser viviente, o dentro de cada persona está EL SER, más allá del ego, EL SER, y EL SER tiene muchas partes.

El SER tiene las Doce Partes, LAS DOCE POTESTADES, que entran en el vientre de LA MADRE DIVINA y vienen a la existencia. Esas Doce Potestades, son LOS DOCE APÓSTOLES.

De manera que si hay un Pedro ofi¬cial, también cada cual tiene a su propio Pedro allá adentro.

Si hay un JUAN, de la Palabra, del VERBO, también cada cual tiene su Juan.

Y si hay también un TOMAS, escép¬tico, incrédulo, cada cual tiene el suyo.

Y si hay un SANTIAGO, EL BENDI¬TO PATRÓN DE LA GRAN OBRA, cada cual tiene el suyo. Por cierto que les digo una cosa; de todos esos Apóstoles, el que yo aprecio más es a Santiago. SANTIAGO ES EL MERCURIO DE LOS SABIOS, NADA MENOS. AQUEL QUE NOS ENSEÑA LA GRAN OBRA. EL REGENTE DE LA GRAN OBRA QUE TENEMOS QUE REALIZAR DEN¬TRO DE NOSOTROS MISMOS AQUÍ Y AHORA. EL BENDITO PATRÓN DE LA GRAN OBRA.

Así que les digo a ustedes en nombre de la Verdad: A SANTIAGO VALE LA PENA TENERLO EN CUENTA, porque gracias a él, podemos ser instruidos en la Gran Obra.

Nuestro Padre que está en secreto, EL VIEJO DE LOS SIGLOS, nos enseña los Grandes Misterios de la Gran Obra a través de Santiago.

Pregunta.— Para uno comunicarse o pedirles, ¿qué método se puede utilizar?

Respuesta.— Pues a Santiago se le puede pedir cuando uno está Trabajando en la Gran Obra de los Sabios, que lo oriente a uno en la Gran Obra.

Sobre Alquimia se ha escrito, por ejemplo, mucho; pero nadie puede dar una explicación juiciosa sobre La Gran Obra, porque no están viviendo La Gran Obra. Para poder entender La Gran Obra, se necesita recibir EL DONUM DEI, o sea, haber recibido ese Don del Viejo de los Siglos que le permite a uno enten¬der los Misterios de La Gran Obra.

En todo caso, quiero decirles lo si¬guiente: esos Doce están dentro de nosotros mismos, las Doce Potestades; Doce partes de nuestro propio Ser, autónomas, auto-conscientes e independientes.

Pregunta.— ¿Está fraccionado el Ser, no?

Respuesta.— No está fraccionando, no. Durante la manifestación se expresa como una pluralidad. Las Doce Faculta¬des o Doce Potestades, penetran en el vientre de la Divina Madre Kundalini para venir a la existencia del mundo y de la forma, y personifican exactamente a Los Doce, y eso es bastante interesante.

Así, pues, nos interesa mucho ape¬lar a FELIPE PARA LAS SALIDAS ASTRALES. ¿A cual Felipe? ¿Al Felipe histórico? Al Felipe íntimo, para los Estados de Jinas, para las Salidas Astra¬les.

Se necesita apelar a SANTIAGO para conocer los Misterios de La Gran Obra.

Se necesita apelar a PEDRO, PARA QUE NOS INDIQUE TEXTUALMENTE EL CAMINO DE VULCANO.

Se necesita apelar a JUAN, QUE NOS ENSEÑA LA CIENCIA DE LA PALABRA LOGOS, EL VERBO, etc., etc.

Creo que ustedes van entendiendo.

¿Y EL CRISTO? ¡Está dentro, hay que buscarlo dentro! El que no le encuentra dentro de sí mismo, no lo en¬cuentra en ningún rincón del universo.

¿En cuanto AL PADRE? ¡Cada cual tiene su PADRE! “Hay tantos Padres en el Cielo, como hombres en la Tierra”, dice la Blavatsky, y es verdad. Cada cual tiene su propio Padre que está en secreto, al Viejo de los Siglos.

¿En cuanto al ESPÍRITU SANTO? ¡Se expresa como EL ALMA METÁLICA DEL ESPERMA! ¡ES EL MER¬CURIO DE LA FILOSOFÍA SECRETA! Quien hace de nosotros el Gentil-Hombre sabio y verdaderamente digno.

Quien quiera verdaderamente llegar a donde debe llegar, tiene que cristalizar las Tres Fuerzas dentro de sí mismo.

Hay Tres Fuerzas: El Santo Afir¬mar, el Santo Negar, y el Santo Conci¬liar.

El Sagrado Sol Absoluto, quiere hacer cristalizar dentro de nosotros mismos las Tres Fuerzas de la natura¬leza y del cosmos, las Tres Fuerzas Primarias.

Si no se elimina el ego, no se pueden cristalizar las Tres Fuerzas. ¿Cómo se cristalizará la Tercera Fuerza, el Es¬píritu Santo? Pues Trabajando intensivamente en la Transmutación del AZO¬GUE EN BRUTO, cambiándolo, dijéramos mediante la Transmutación en el ALMA METÁLICA DEL ESPERMA. Esa Alma, es el Mercurio de los Sabios. Tal Alma Metálica debe cristalizar indubitablemente, debe tomar forma en el Cuerpo Astral, en el Mental, en el Causal, a fin de recibir los Principios Anímicos y convertirse en Hombre. Así viene a cristalizar el Mercurio de los Sabios en uno mismo.

¿Cómo podría uno llegar a cristali¬zar al CRISTO en uno? ¿Que cristalice en uno? No se trata simplemente de encarnarlo, sino de lograr la Cristaliza¬ción del Crestos Cósmico en uno.

¿Cómo? Solamente seria posible eso, NEGÁNDOSE A SÍ MISMO; que no es tan fácil negarse a sí mismo en todo. Es destruyendo al ego, quebrantándolo, volviéndolo polvo.

¿Y cómo haría uno cristalizar en si mano al VIEJO DE LOS SIGLOS, al PADRE? Haciendo su Voluntad, tanto en los Mundos Superiores como en el mundo físico.

Así, cristalizando en nosotros, las Tres Fuerzas Primarias de la Naturaleza y del Cosmos, nos convertiremos en Hom¬bres Solares, y eso es lo importante. Porque una cosa es hacerse uno Hombre, y otra es convertirse en Hombre Solar.

Uno se hace Hombre cuando Fabrica los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, y recibe sus principios Anímicos, Búdicos; y otra cosa es hacerse Súper-Hombre, u Hombre Solar, que es lo mis¬mo. Solamente sería posible, cristalizando la totalidad de las Tres Fuerzas dentro de uno mismo, aquí y ahora.

Pregunta.— ¿por eso es que se le llama El Hijo del Hombre al Maestro Jesús?

Respuesta.— Al Maestro Jesús hay que encontrarlo dentro de si mismo. Cada uno de nosotros en su interior, debe encarnar al Maestro Jesús. Por¬que eso de que el Maestro Jesús fue un Señor que existió hace 1976 años, ha sido un poco equivocado. Porque resulta que JESÚS, viene de la palabra JESHUA, en hebreo, y JESHUA en hebreo es SALVADOR.

Cuando el CRESTOS resuelve venir a la manifestación Cósmica en cualquier Hombre, sea en ti, o en mi, o en Pedro, o en Pablo, o en Perico de los Palotes, pues tiene que descender desde su ele¬vadísima esfera Crística, al Mundo del Alma Humana. Incuestionablemente tendrá que nacer en el Hombre como un Salvador y su nombre será siempre JESHUA, JESÚS, el CRISTO JESÚS; porque El siempre será EL SALVADOR dentro de uno.

Así es que se debe entender, porque JESHUA BEN PANDIRA, el que enseñó esta Doctrina, no la sacó de su propia cosecha. Esta Doctrina es Cósmica, es Universal; existe en toda criatura que vive; lo que hay es que encontrarla den¬tro de uno mismo.

Pero JESHUA tiene la ventaja de haberla enseñado en forma alegórica o simbólica en el mundo físico, para que la gente la entendiera. Pero es una Doc¬trina que existió antes del GRAN KABIR JESÚS, y que siguió existiendo después del Gran Kabir Jesús.

Pregunta.— Venerable Maestro, ¿y por qué le pusieron Emmanuel? Al princi¬pio cuando se cuenta que iba a nacer de la Virgen María, “le llamarás Emma¬nuel”.

Respuesta. — Bueno, Emmanuel es Dios, y la Virgen Maria está dentro de ti, y dentro de mí, y dentro de Pedro, y dentro de Pablo, y dentro de Juan; la KUNDALINI, SERPIENTE ÍGNEA DE NUESTROS MÁGICOS PODERES.

Cuando el Crestos quiere venir a la manifestación, desciende de su elevadísima región, y penetra como un Rayo de Luz, dijéramos, en el vientre de la Madre Divina Kundalini; de Ella nace para toma posesión del cuerpo físico de cualquier Hombre que esté debidamen¬te preparado. De manera que si se anda dogmatizando también a la Madre Cós¬mica, está mal.

La Madre Cósmica no solamente existió en aquella época de Jerusalén. La Madre Cósmica está dentro de cada cual.

Pregunta.— Venerable Maestro, ¿aquella energía conocida como NOUS, bien pudiera ser la Fuerza Crística?

Respuesta.— NOUS es un átomo que existe en el ventrículo izquierdo del corazón; una palabra, pero realmente no define muy claro la Fuerza Crística. La Fuerza Crística tiene sus propios nombres siempre. Es la Fuerza del CHRISTUS, o de VISHNÚ, es una Fuer¬za que es ingente y que se encuentra en todo lo que es, ha sido, y será; que se expresa a través de cualquier Hombre que esté debidamente preparado.

En la Edad Media, varios Hombres que estuvieron preparados recibieron esa Fuerza Crística. Entonces el Cristo Cósmico se expresó a través de varios Hombres debidamente preparados de la Edad Media. Y eso es todo. Poco a poco hay que ir entendiendo los Misterios Crísticos.

Pregunta.— Venerable Maestro, ¿exis¬tió este ser San Cipriano como un Santo o fue un mago negro que realizó esa obra de magia negra que se llama El Libro Infernal?

Respuesta.— Bueno, que San Cipriano fue un mago negro, que después se haya vuelto blanco, eso qué impor¬tancia tiene.

Pensemos en el CRESTOS que es más importante, en EL LOGOS. Allá arriba está EL PADRE, EL LOGOS, Y EL ESPÍRITU SANTO. Aquí abajo está EL ALIENTO, LA SANGRE Y EL AGUA. De manera que el Triángulo de arriba, y el Triángulo de abajo, forman EL SELLO DE SALOMÓN.

El Sello de Salomón tiene Doce Radiaciones, porque las seis puntas que tiene son masculinas; las seis hondas entradas entre punta y punta, son femeninas. Ese Sello de Salomón, representa, pues, al LOGOS, y mediante la Alquimia se transforma en las Doce Constelacio¬nes del Zodíaco, tanto en el Macrocos¬mos, como en el Microcosmos Hombre.

Así que EN EL SELLO DE SALOMÓN SE ENCIERRAN LOS MISTE¬RIOS DE LA ALQUIMIA.

LO PRIMERO QUE NUESTROS ESTUDIANTES TIENEN QUE HACER ES APRENDER A PREPARAR EL MER¬CURIO DE LOS SABIOS. SIN ESE MERCURIO NO SE PUEDE HACER LA GRAN OBRA.

¿Cuál es ese MERCURIO? ¿De dónde lo vamos a sacar?

Pues, ES EL ALMA METÁLICA DEL ESPERMA SAGRADO, que hay que Transmutar. Cuando se Transmuta en la Novena Esfera, viene lo mejor, porque entonces, el AZOGUE EN BRUTO, que no es otra cosa que el mismo Esper¬ma, se convierte en Energía, y con esa Energía se hace la Gran Obra.

Pero, LA PREPARACIÓN DEL MERCURIO EXIGE MUCHO CUIDADO, porque las Aguas Mercuriales tienen que pasar por muchos procesos; eso es obvio.

En principio esas Aguas son NE¬GRAS. Cuando se está Trabajando con esas Aguas, se dice que se está Traba¬jando con Saturno; son inmundas, en principio. Más tarde esas Aguas se vuel¬ven BLANCAS.

Cuando están NEGRAS, se les alegoriza con EL CUERVO NEGRO de la Alquimia, el Cuervo de LA PUTREFACCIÓN y de la Muerte. Pero si se sublima el Trabajo, si se vuelve más Es¬piritual, si se le dan refinaciones, enton¬ces las Aguas se tornan BLANCAS.

Pregunta.— ¿Después de algún tiempo?

Respuesta.— El tiempo depende del esfuerzo de las parejas, porque, si las parejas no refinan EL SEXO, sino que lo dejan actuar torpe y brutalmente en forma animalesca, pues, las Aguas perma¬necerán Negras hasta que ellos las dejen Negras, y demorará por tal motivo EL ADVENIMIENTO DEL FUEGO; eso es claro.

Pero si las parejas resuelven RE¬FINAR EL SACRAMENTO DE LA IGLESIA DE ROMA (del AMOR), ¿qué sucederá? Que las Aguas se volve¬rán Blancas. Y si siguen refinando más y más y más, y llegan a hacer de la Có¬pula Química o Metafísica un Culto realmente Sagrado, las Aguas se volverán AMARILLAS.

Al llegar a ese nivel, tales Aguas es¬tarán listas para recibir EL AZUFRE DE LOS SABIOS.

¿Cuál es el AZUFRE? ¡EL FUEGO! ¡EL FUEGO! ¡EL FUEGO!

Ese AZUFRE, es bastante interesan¬te. No es que sea Azufre puramente químico en el sentido completo de la palabra, no. Cuando dice uno Azufre, existe la tendencia a pensar en el Azufre de los volcanes; o existe la tendencia a pensar en el Azufre que se puede com¬prar en la farmacia, Flor de Azufre, que por cierto, entre paréntesis, se debería lle¬var entre los zapatos para los que ten¬gan las larvas, que se las ayuda a desintegrar. Es medicinal también, no se puede negar.

Pero, bueno, estamos hablando es del AZUFRE DE LOS SABIOS. Estamos diciendo que cuando el Mercurio está debidamente preparado con el Color Amarillo, se puede recibir el Azufre de los sabios. Ese Azufre, hace fecundo al Mercurio.

¿Pero cuál es ese AZUFRE DE LOS SABIOS? ¡EL FUEGO SAGRADO QUE NORMALMENTE ESTA ENROLLADO TRES VECES Y MEDIA DENTRO DE CIERTO CHAKRA MAGNÉTICO QUE EXISTE EN EL COXIS!

Cuando el Mercurio está preparado ya, entonces recibe el Azufre, se mezcla con el Azufre, se convierte en un MER¬CURIO AZUFRADO. A su vez LA SAL que existe en las Secreciones Sexuales también pasa por Sublimaciones, y junto con el Azufre y el Mercurio, for¬man un solo trío: SAL, AZUFRE Y MERCURIO.

Esa SAL, AZUFRE Y MERCURIO, toman la forma de una SERPIENTE que sube por la Espina Dorsal, a lo largo del Canal Medular Espinal.

Normalmente se le denomina KUN¬DALINI, y va ascendiendo por la Médula Espinal hasta el cerebro, abriendo los Chakras que existen en la Espina Dorsal.

El excedente de tal Sal, de tal Azu¬fre, y de tal Mercurio, cumple finalida¬des hermosas.

No hay duda de que la Sal, el Azufre y el Mercurio revueltos, reciben un nuevo nombre; se le llama el VITRIOLO.

VITRIOLO es una palabra que se descompone así: Visita Interiora Terrae Rectificando Invenies Occultum Lapidem: Visita el interior de nuestra Tierra que rectificado encontrarás la Piedra Oculta. ¿A qué Piedra se refiere? ¡A LA PIEDRA FILOSOFAL que hay que elaborar, que hay que Fabricar! ¡EL CARBUNCLO ROJO DE LOS SABIOS!

Bien, pero decía a ustedes, que el excedente de la Sal, el Azufre y el Mercurio, el excedente del Vitriolo, que no es sino Mercurio Azufrado y un poco de Sal Sublimada, viene a cristalizar dentro de las células, dentro del interior del organismo en la forma extraor¬dinaria y maravillosa de un CUERPO SIDERAL O ASTRAL.

Quien posee un CUERPO ASTRAL, sabe que lo tiene, porque puede viajar con él a través del Cosmos.

En una octava más elevada, tal excedente, sobrante de la Fabricación del Astral, viene pues a cristalizar en el MENTAL: un Cuerpo magnífico con el que podemos viajar a través del Infinito y absorber la Sabiduría Universal.

Y en una tercera octava, el tal ex¬cedente del Vitriolo, sirve para Fabricar el CAUSAL. Quien posee el Cuerpo Causal, o Cuerpo de la Voluntad Cons¬ciente, se convierte en un HOMBRE CAUSAL.

EL HOMBRE CAUSAL ES EL VERDADERO HOMBRE en el sentido más estricto de la palabra.

EN EL MUNDO CAUSAL ESTA EL TEMPLO DE LA GRAN LOGIA BLANCA. Es el Gran Templo Universal. Ahí viven los Adeptos. YO MISMO COMO ADEPTO, TENGO COMO CEN¬TRO DE GRAVEDAD EL MUNDO CAUSAL. Desde esa región me puedo proyectar hacia el Mental, hacia el As¬tral, y aquí hacia el Físico. Para hablar con ustedes aquí en el Físico, me he pro¬yectado desde el Causal; pero mi Cen¬tro de Gravedad está en el Causal.

Quien posea los cuerpos: Físico, Astral, Mental y Causal, se convierte en un Hombre de verdad, porque PUEDE recibir los principios Anímicos y Espirituales, y convertirse en Hombre.

De manera que HAY QUE PREPA¬RAR EL MERCURIO DE LOS SA¬BIOS, para Fabricarlos Cuerpos.

Pero eso no es todo.

¡SI UNO DESEA EN VERDAD, MARCHAR POR LA DIRECTA, RECI¬BIR LA INICIACIÓN VENUSTA, CRIS¬TIFICARSE, CONVERTIRSE EN HOM¬BRE SOLAR, PUES TIENE FORZOSA¬MENTE, ENTONCES, QUE ELIMINAR EL EGO!

En Alquimia se dice, que PARA PODER UNO HACER ORO, HAY QUE ELIMINAR EL MERCURIO SECO Y EL AZUFRE ARSENICADO o Azufre Vene¬noso.

El MERCURIO SECO, está cons¬tituido por todos los Agregados Psí¬quicos que en su conjunto forman el Ego. Los Agregados Psíquicos perso¬nifican a nuestros defectos de tipo psicológico. HAY QUE DESINTEGRARLOS PARA PODER FABRICAR ORO.

Nuestro Ser tiene muchas partes. Una de las partes autónomas y auto-conscientes de nuestro propio Ser es el ANTIMONIO, que no es meramente una sustancia química, sino UN ARTÍFICE DE NUESTRO PROPIO SER. Él es quien FIJARA EL ORO EN EL MERCURIO. Nuestros Cuerpos estará constituidos por Mercurio Azufrado, pero quien Fija realmente el Oro en el Mercurio Azufrado, es el ANTIMONIO.

Se iría Fijando el Oro en los Cuer¬pos Existenciales Superiores del Ser, a medida que vayamos eliminando los Agregados Psíquicos, es decir, el Mer¬curio Seco y el Azufre Arsenicado o Azu¬fre Venenoso, o Fuego Infernal. Y así es que los Cuerpos tienen que tornarse en Vehículos de Oro.

Cuando el Cuerpo Astral, por ejem¬plo, se ha convertido en un vehículo todo de Oro Puro de la mejor calidad, se lo Devora la Serpiente, se lo traga la KUNDALINI.

Cuando el Cuerpo Mental ha sido convertido en un Vehículo de Oro Pre¬cioso, se lo traga la SERPIENTE.

Cuando el Causal ha sido convertido en un Vehículo de Oro, se lo traga la SERPIENTE.

ES NECESARIO QUE LOS VEHÍCULOS SEAN DEVORADOS POR LA SERPIENTE.

Hasta el Budhi debe tragárselo la SERPIENTE, y el Atman.

Como dicen LOS MAYAS en su fa¬moso Libro que se llama “EL CHILAM BALAM DE CHUMAYEL”: “NECESI¬TAMOS SER TRAGADOS POR LA SERPIENTE”.

En Yucatán, encontré en uno de los Templos Dos Serpientes de Piedra, muy hermosas. También encontré una Ser¬piente de Piedra en un Templo, enorme, gigantesca, dentro de cuyas fauces aparecía un Hombre que la Serpiente se lo estaba tragando. Eso viene a confirmar lo que se dice en “EL CHILAM BALAM DE CHUMAYEL”

Los Teósofos nos hablan de LA KUNDALINI SHAKTI. Y Mister Lead¬beater escribió por ahí algo sobre Los Chakras y el Kundalini, y todo eso.

Pero, no basta el sólo despertar de la Kundalini, es decir, de la Serpiente, eso no es suficiente. No se piense que por el hecho de haberse despertado la Ser¬piente, un hombre tiene derecho a gozar del poder de los Chakras, no. Para gozar del poder de los Chakras hay que haber sido Devorado por la Serpiente.

Una cosa es Despertar la Kundalini y Desarrollarla, y otra cosa es ser Devorado por ella.

En WOTÁN, por ejemplo, un Gran Iniciado antiguo, se lee una narración en que dice que él estuvo en La Mansión de las Serpientes, que él entró por un orificio de la tierra que había, hacia el centro de la Tierra, y dice: “Y yo pude entrar por el pasaje de las Serpien¬tes, porque yo soy una Serpiente”.

Los antiguos Iniciados Egipcios tam¬bién se llamaban a sí mismos Serpientes, lo mismo que los Druidas.

Necesita convertirse uno en Serpiente.

El conde de Saint Germain alguna vez dejó un papelito por ahí abandonado; alguien se acercó y leyó. Decía: “Hace tantos miles de años, — no re¬cuerdo en este momento cuántos puso —, que estoy establecido en ISIS”. Enton¬ces, se entiende que había sido Devora¬do por la Serpiente, que era una Ser¬piente.

Pregunta.— Venerable Maestro, ¿cuando a los Faraones los representan con una Serpiente en la frente, quiere decir que fueron devorados por la Ser¬piente?

Respuesta.— Es un símbolo.

Una vez que uno se ha convertido en Serpiente, que es una Serpiente, a su vez pasa a ser Devorado por el Águila y se convierte en una SERPIENTE EMPLUMADA, en el QUETZALCOATL.

Pero bueno, concretemos esto en EL CRISTO:

Una vez que los Vehículos de Oro han sido Devorados por la Serpiente, te¬nemos entonces una Envoltura Metálica extraordinaria: EL TO-SOMA-HELIA¬KON, que está compuesto por todos los Vehículos de Oro: EL TO-SOMA-HELIAKON DEL HOMBRE SOLAR.

Al llegar a esa altura, EL CRISTO RESUCITA en nosotros, después de ha¬ber vivido en nuestro interior todo el Drama Cósmico. Se envuelve con el To-Soma-Heliakon, se reviste con ella, se recubre con esa Sagrada Envoltura; surge a la manifestación, viene, entra en el organismo. Se expresa como un Hom¬bre entre los Hombres, pero como un HOMBRE RESURRECTO.

Y esa es, pues, la Causa Causorum que da Fuerza a los Maestros Resurrec¬tos. Por eso es que los Maestros Resu¬rrectos son Resurrectos:

LOS KOUT-HUMI, LOS SAINT GERMAIN, LOS CAGLIOSTRO, LOS HERMES TRIMEGISTO, Etc. Y eso es lo que se busca LA CREACIÓN DEL HOMBRE SOLAR.

En todo caso, quiero decirles a us¬tedes en Nombre de LA VERDAD, que se hace necesario que EL CRISTO nazca en el corazón del Hombre, que viva su vida Cósmica en el corazón del Hombre, que muera en nosotros y que resucite en nosotros.

PORQUE INÚTILMENTE HABRÁ NACIDO CRISTO EN BELÉN, SI NO NACE EN NUESTRO CORAZÓN TAMBIÉN. INÚTILMENTE HABRÁ SIDO MUERTO Y HABRÁ RESUCITADO EN LA TIERRA SANTA, SI NO MUERE Y RESUCITA EN NUESTRO CORAZÓN.

ES NECESARIO QUE NOSOTROS LOGREMOS LA RESURRECCIÓN.

En tanto no hayamos logrado la Resurrección, pues, tendremos que luchar mucho para lograrlo. Eso es fundamental.

¿De qué serviría el descenso del Cristo a la Tierra, si no lograra la Resurrección?

El Cristo desciende y muere para resucitar, y CON SU MUERTE MATA A LA MUERTE.

Es lo último que hace: eliminar a la Muerte con su mismísima Muerte.

Pero, todo esto es cuestión de ALQUIMIA.

Si un Hombre no eliminara el Mer¬curio Seco, que son los Agregados Psí¬quicos, viva personificación de nuestros errores, pues, entonces, no podría Fabri¬car el Oro, el Oro que se necesita para los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. No podría Fabricar Oro. ¿Cómo lo Fabricaría?

De manera que se hace necesario, precisamente, Fabricar Oro.

EL QUE NO SABE FABRICAR ORO, NO SABE NADA, porque el que manda es el Oro.

Un hombre puede ser muy sabio, muy erudito, todo lo que ustedes quie¬re, PERO SI NO FABRICA ORO ES¬TA PERDIENDO EL TIEMPO MISERABLEMENTE.

LO QUE HAY ES QUE FABRICAR ORO, PORQUE EL ORO ES EL QUE MANDA.

Pregunta.— Venerable Maestro, ¿en Alquimia qué significa ver a un León devorándose a un Sol?

Respuesta.— Bueno, el León y el Sol, vienen en última síntesis a fundirse en uno solo. Porque si el León es el León de Justicia, el Sol a su vez es el León de Justicia. Son uno.

Pregunta.— Venerable Maestro, la Transmutación de solteros, ¿qué logros alcanza un soltero con la Transmutación?

Respuesta.— Todos los sistemas de Transmutación para los solteros son relativos: sirven hasta cierto punto, y más allá no sirven para nada. Ni siquiera el Vajroli Mudra sirve para siempre; podrá servir por unos añitos mientras el hom¬bre se consigue una mujer; podrá servirle a la mujer mientras se consigue un hom¬bre; pero que sirva el Vajroli Mudra en forma definitiva y para siempre, tampoco; no hay que exagerar. Por un tiempo le permite Transmutar mediante la respiración, mediante el Pranayama, etc., las secreciones sexuales, convertir¬las en Energía, que puede ser utilizada, dijéramos, para la salud. Pero que pueda, un hombre, por ejemplo, Fabricar sus Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, por medio de la transmutación para solteros, no es posible, por un hecho muy concreto:

El hombre representa el Santo Afir¬mar, la mujer el Santo Negar, el Espi¬rito Santo, el Santo Conciliar.

Si un hombre, por ejemplo, cree que puede Fabricar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, con las Transmuta¬ciones para solteros, está equivocado, porque está manejando únicamente una sola fuerza que es la masculina: el Santo Afirmar; Nada más.

Si una mujer cree que sola, con el Vajroli, o transmutación de Pranaya¬mas, etc., puede crearse los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, tampo¬co; está manejando una sola fuerza que es la de ella, la femenina, negativa.

Para que haya creación, se necesi¬tan siempre Tres Fuerzas: Santo Afir¬mar, Santo Negar, y Santo Conciliar; o sea, positivo, negativo, y neutro. Y si esas Tres Fuerzas no inciden en un punto dado, tampoco pueden realizar una creación.

Las Tres Fuerzas en el Cosmos, por ejemplo, en el Caos, la positiva, la negativa y la neutra se dirigen hacia distintos lugares, no pueden realizar una creación. Para que haya una creación se necesita que las Tres Fuerzas incidan en un punto dado, y entonces, adviene la creación, ya sea de un mundo, o de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Así que, hay necesidad de las Tres Fuerzas para poder crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, y ESO SOLAMENTE ES POSIBLE TRABA¬JANDO EN LA NOVENA ESFERA, EN LA FORJA DE LOS CÍCLOPES, ENTRE HOMBRE Y MUJER El Santo Afirmar y el Santo Negar se unen, y el Santo Conciliar los concilia, concilia las Fuerzas opuestas, y así se realiza la creación de Los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Pregunta.— Venerable Maestro, en la práctica del Maithuna, practicando a la vez el Pranayama de solteros, ¿ayuda?

Respuesta. — El Pranayama se usa siempre para Transmutaciones. Quien quiera controlar perfectamente el Sexo, debe practicar Pranayama. Pero no lo debe practicar fuera de la Novena Esfera, DEBE PRACTICARLO EN LA NOVE¬NA ESFERA, DURANTE LA COPULA QUÍMICA O METAFÍSICA. Así hará que asciendan las Energías hasta el cere¬bro, se ayudará de esa manera y de ese modo, y evitará mediante la respiración, la caída sexual; evitará derramar el Vaso de Hermes Trimegisto, el Tres Veces Grande Dios Ibis de Thot.

De manera que por eso es que en la Edad Media, a los Alquimistas se les llamaba “Sopladores”. A todos los Al¬quimistas en la Edad Media, se les denominaba “Sopladores”, porque durante la práctica del Maithuna, estaban usando las fosas nasales para Transmutar, prac¬ticaban el Pranayama, precisamente du¬rante la cópula metafísica, y así contro¬laban el Sexo, evitaban caerse, evitaban la caída los “Sopladores”.

¿Por qué en los Laboratorios Alquimistas aparecen siempre unos gran¬des fuelles? ¡Ahí están los Fuelles siem¬pre! Los profanos pensaban que se tra¬taba de fuelles físicos de verdad, para estar soplando las brasas encendidas, ¿no? ¡No hay tal! Estos son los Fuelles (las fosas nasales y los pulmones), estos son los que se usan muchísimo durante el Maithuna, para controlar, pues, el Sexo. EL PRANAYAMA SE DEBE USAR EN PLENA COPULA METAFÍSICA, para hacer subir la Energía al cerebro.

Pregunta.— Ahora, si queda un excedente, Maestro, ¿al terminar en la Alquimia se puede continuar haciendo un Pranayama?

Respuestas.— ¿Ya para qué? Si lo interesante es en la práctica. Es como querer tú sacar los Fuelles de la cocina para ir a soplar al aire. Ya no tiene caso. Los Fuelles es cuando se necesitan. Eso es claro. O como querer ordeñar la vaca después de que ya la ordeñó. Como querer algo así por el estilo. De manera que entonces los Fuelles, en el lugar donde se necesitó. Eso es todo.

Pregunta.— Yo me refería Maestro, como hay veces en que hay peligro de caída, y en que uno se retira y queda cierta Energía todavía acumulada.

Respuesta.— Entonces indica que está mal hecho el Trabajo. El Trabajo debe hacerse correcto o nada, Y EL PRANAYAMA SE HACE PRECISAMENTE DURANTE LA COPULA METAFÍSICA, y así se evita, pues, el peli¬gro de caer; se controla con La respiración. ASÍ ES COMO PROCEDEN TO¬DOS LOS “SOPLADORES”.

No dejamos los Alquimistas de lla¬marnos “Sopladores”. Así se nos llamó en toda la Edad Media y seguimos lla¬mándonos “SOPLADORES”, y usamos los Fuelles en el Laboratorio. Así es.

Pregunta.— Venerable Maestro, si una persona no logra casarse, digamos, probablemente por condicione Kármicas, ¿tie¬ne que quedarse para la Próxima?

Respuesta.— ¡Qué más le queda!

Pregunta.— ¿O puede hacer una pe¬tición o algo para lograr conseguir la pareja?

Respuesta.— Pues hacer la petición, pues se hace; lo que falta es saber si se nos concede. Si el Padre considera que se le debe conceder al Hijo la petición, se la concede; y si considera que no se le de¬be conceder, pues no se la concede; y si no se le concede, pues, hay que tener paciencia y dedicarse a Trabajar sobre sí mismo hasta donde es posible, y en una futura existencia, pues, conti¬nuar con el Trabajo, pero no por eso llenarse de pesimismo, sino dedicarse a Trabajar sobre si mismo hasta donde es posible, hasta el máximun de posibilidades, y continuar en la futura exis¬tencia.

Pregunta.— Venerable Maestro, noso¬tros hemos estado enseñando que si a una persona le corresponde, a un hom¬bre casarse con una dama, o a una dama con un hombre, Karmicamente y estan¬do dentro de la gnosis, con un conoci¬miento más o menos de fondo, ¿les puede cambiar ese Karma? ¿Cómo es posible eso?

Respuesta.— Pues sí, los Karmas pueden ser perdonados, y también pueden ser negociados; eso es obvio.

Pero hay un tipo de Karma que no admite negocios ni perdones jamás, y es aquel que corresponde a los Pecados contra el Espíritu Santo, es decir, contra el Sexo; esos no tienen ni perdón, ni negocios, ni nada; esos hay que pagar¬los en todo su rigor, como son, desgraciadamente.

“Toda clase de pecados serán perdo¬nados, — dijo el Cristo —, menos el Pecado contra el Espíritu Santo”.

De manera que los que tienen crí¬menes contra el Espíritu Santo, no tie¬nen perdón; tienen que pagarlos en todo su rigor, con todo el dolor, pues no queda más remedio.

Pregunta.— Venerable Maestro, ¿ese Karma en sí es la fornicación?

Respuesta.— La fornicación, o el adulterio, la degeneración infrasexual, lesbianas, homosexuales, etc., etc. Esos tienen que pagar esa clase de Karmas en todo su rigor. No les queda más re¬medio. ¿Que son Karmas duros? ¡No lo negamos! ¡Y muy dolorosos! Pero no les queda más remedio que pagados. Los demás si pueden ser negociados y perdonados. Así es.

Pregunta.— Venerable Maestro, ¿a qué edad dentro del Trabajo Esotérico, o a qué estado de conciencia corres¬ponde la culminación del Trabajo en la Fragua Encendida puramente, o toda la vida hay que Trabajar en la Fragua Encendida?

Respuesta.— Pues, tiene uno que familiarizarse con el Trabajo en la Nove¬na Esfera, porque siempre será necesario en el Cosmos, mientras se viva en los Cosmos, o en los Distintos Firmamentos.

Téngase en cuenta, por ejemplo, que para libertarnos de esas Fuerzas mecanicistas de la Luna que tanto nos atormentan la existencia, y que han hecho de nosotros verdaderas maquinitas, debemos nosotros crear a su vez una Luna dentro de nosotros, una Luna Psicológica. Uno crea esa Luna Psicoló¬gica, por ejemplo, cuando destruye esos Agregados Psíquicos que dominan a la personalidad humana, como el orgullo, el engreimiento, la soberbia, el egoísmo, la ira, el odio, los celos, la vanidad, la auto-Importancia, el auto-sentimentalismo, etc., entonces crea un Centro de Gravedad permanente en su interior. Tal Centro de Gravedad Permanente es de hecho la Luna Psicológica.

Nota: La culminación de esta ense¬ñanza se encuentra integralmente en el capitulo “La Creación del Sol Psicoló¬gico Intimo o la Doctrina de la Vía Directa”. —

“En cuanto a lo que a mí atañe soy un Caminante de la DIRECTA, y la Doctrina que enseño es la de la Di¬recta, para los que quieran ir por la Directa. Los que no quieran ir por la Direc¬ta, pues lo lamento, porque habrá un punto en que ten¬drán que definirse: (a) los que siguen la Espiral (Nir¬vánica), tendremos que decirles ¡good bye! ¡Los que seguimos la Directa, pues vamos hacia el Absoluto!”

V.M. Samael Aun Weor

REFERENCIAS

En el proceso de la Auto-Realización Intima del Ser se distinguen dos hechos inconfundibles, a saber:

I. Que CRISTO no es un individuo humano ni divino; que no es una persona en particular, SINO UN ESTADO AL QUE SE LLEGA CUANDO SE ENCARNA y,

II. Que una cosa es el conocimiento (GNOSIS) transfinito que pueda entregar a las distintas humanida¬des un esplendoroso CRISTO RE¬SURRECTO, como Krishna, Budha, El Gran Kabir, Jesús de Nazaret, Quetzalcoatl, o el V. M. Samael Aun Weor, y, otra cosa diferentemente concreta y específica el PRO¬CESO EN SI, LA DOCTRINA EN SI, que conduce a las almas sedientas de la VERDAD A LA ENCARNACIÓN DEL ESTADO CRISTO, y esto es lo que se llama LA DOCTRINA DE LA VÍA DI¬RECTA.

“Existen cuatro sendas, a saber: 1) La vía directa. 2) La espiral nirvánica. 3) La de aquellos que se separan del es¬cenario cósmico sin haber llegado al adep¬tado. 4) La de los que fracasan.”

“La vía directa es la más grandiosa, pero como los sufrimientos son mayo¬res, los triunfos también son mayores.”

“En la espiral los triunfos son meno¬res y por ello los sufrimientos son menores.”

“Quienes renuncian a la manifesta¬ción cósmica, se sumergen entre el espí¬ritu universal de vida después de di¬solver el Ego, pero sin haber fabricado los cuerpos existenciales superiores del Ser.”

“Empero, algunos de esos que re¬nuncian a la manifestación, regresará en la edad de oro de la futura sexta raza; Ingresarán a los misterios y se converti-rán en adeptos.”

“Los últimos, los fracasados, son aquellos que después de haber cumplido sus tres mil ciclos o períodos de mani¬festación no lograron el adeptado.”

“Los Budhas Pratyekas (de la espiral nirvánica) y muchos dioses y poderosos señores de la ley, no quieren la liberación final de Pistis-Sophia” (El iniciado Re¬surrecto)

“Sólo entregándose al Padre que está en secreto, pueden los Bodhisattvas vencer al príncipe Adamas y a los Hudhas Pratyekas.”

“Entre los terrores de la noche, las saetas tenebrosas vienen contra el Iniciado”.

“Se mueven furtivamente entre las ti¬nieblas las fuerzas enemigas”.

“A la izquierda y a la derecha caen tanto los Iniciados de las tinieblas como los de la luz”.

“El sendero del medio; el óctuplo sendero de los Bodhisattvas de cora¬zón compasivo, nos conduce al puerto de la liberación final”.

“Desgraciadamente muy raros son aquellos que logran marchar por la senda del medio, hacia la liberación final; quienes NO caen en el sendero de la izquierda tenebrosa, caen en el sendero de la derecha”.

“Por el sendero de la izquierda des¬cienden los tenebrosos dentro de la mo¬rada de Plutón”.

“Por el sendero de la derecha as¬cienden los santos, hacia los reinos maravillosos de la luz”.

“Unos y otros giran dentro de la Rueda del Samsara”.

“Los Budhas Pratyekas aun habien¬do fabricado los cuerpos existenciales superiores del ser, no son Bodhisattvas”.

“Obviamente los Budhas Pratyekas cayeron en el sendero de la derecha”.

“Sólo los Bodhisattvas del sendero del medio consiguen la encarnación del Cristo en sí mismos”.

“Entiéndase por Bodhisattva una semilla o germen con posibilidad de desarrollo divinal trascendental, mediante presión venida de lo alto”.

“El Bodhisattva es el germen de algún individuo sagrado, ubicado dentro del esperma sagrado y con posi¬bilidades de desarrollo; eso es todo”.

“Al paso revolucionario de Pistis Sophia (el Iniciado Resurrecto) caen los enemigos de la izquierda y los equivocados sinceros de la derecha”.

“El rayo Crístico nos salva de los Budhas Pratyekas de la derecha y de los tenebrosos adeptos de la izquierda”.

“Quien deposita su mente en manos del Cristo Intimo y sólo acepta al Cristo Intimo, mucha por el camino de la libe¬ración final y los demonios de la mente no podrán vencerle jamás”.

“En realidad de verdad Cristo es el único Maestro”.

“El camino recto, la vía directa, el óctuplo sendero nos conduce de las tinieblas a la luz”. Y esto es a lo que se refiere el Cristo cuando nos dice: “YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA: NADIE VIENE AL PA¬DRE, SINO POR MÍ”. (Juan 14:6)

“Aquellos que renunciaron a la felicidad del nirvana por amor a la huma¬nidad, esos que tienen el cuerpo de Nirmanalcaya o vehículo de transfor¬mación solar, son los Bodhisattvas auténticos; quienes en verdad caminan por la vía directa y conocen la palabra del Señor”.

“EN CUANTO A LO QUE A MÍ ATAÑE, SOY UN CAMINANTE DE LA DIRECTA, Y LA DOCTRINA QUE EN¬SEÑO ES LA DE LA DIRECTA, PARA LOS QUE QUIERAN IR POR LA DI¬RECTA. LOS QUE NO QUIERAN IR POR LA DIRECTA, PUES LO LAMEN¬TO, PORQUE HABRÁ UN PUNTO EN QUE TENDRÁN QUE DEFINIRSE: (A)LOS QUE SIGUEN LA ESPI¬RAL, (NIRVÁNICA) TENDREMOS QUE DECIRLES ¡GOOD BYE! ¡LOS QUE SEGUIMOS LA DIRECTA, PUES, VAMOS HACIA EL ABSOLUTO!”

V. M. SAMAEL AUN WEOR

Textos entre comillas; por el Patriarca y Avatara de esta Nueva Era de Acuario, y. M. Samael Aun Weor.

LA CREACIÓN DEL SOL PSICOLÓGICO INTIMO
O LA DOCTRINA DE LA VÍA DIRECTA

En todo caso, es conveniente saber que toda la humanidad es terriblemente mecanicista, en un ciento por ciento.

Obviamente, tal mecanicidad deviene originalmente de ese satélite que gira al-rededor de nuestra Tierra y que se llama Luna.

Necesitamos nosotros libertamos de la vida puramente automática, mecánica.

Y es posible libertarnos si creamos dentro de nosotros mismos una Luna de tipo psicológico.

Si bien es cierto que podemos crear tal Luna, lo importante sería eliminar de nuestra personalidad humana todos esos elementos pesados, torpes, que la controlan.

Quiero referirme en forma enfática a los Agregados Psíquicos del Orgullo, del Engreimiento, de la Vanidad, del Odio, de la Arrogancia, de los Celos, etc.

Si conseguimos la eliminación de ta¬les Agregados, se establecerá en nuestra psiquis un CENTRO DE GRAVEDAD PERMANENTE, un Centro de Grave¬dad Consciente.

Incuestionablemente, tal Centro es lo que podemos denominar enfáticamente LUNA PSICOLÓGICA. Obviamente, di¬cha Luna viene a darnos continuidad de propósitos. Entonces ya no andare¬mos a la deriva en las cuestiones relacionadas con el Trabajo sobre sí mismos. Se habrá promovido un cambio extra¬ordinario.

Mas eso no es todo. Se hace necesa¬rio progresar aún más. Necesitamos crear un SISTEMA SOLAR PSICOLÓGICO dentro de nosotros. Para ello hay que bajar a la NOVENA ESFERA, al Noveno Círculo Dantesco, a la Fragua Encendida de Vulcano, que es el Sexo.

Incuestionablemente, cualquier crea¬ción dentro de sí mismos es posible mediante la SAL, el AZUFRE y el MER¬CURIO. Si uno quiere crear un Sistema Solar dentro de sí mismo, un Sistema Solar Psicológico, aclaro, que le permita vivir libremente en todo el Sistema So¬lar, debe trabajar intensivamente con la Sal, el Azufre y el Mercurio de los Sa¬bios. Esto implica de hecho grandes súper-esfuerzos.

Hay que empezar por conocer un poquito de Alquimia. Es necesario sa¬ber que el MERCURIO del cual hablan todos los Alquimistas es el Alma Metá¬lica del Esperma Sagrado.

Hay que preparar esa Alma Metá¬lica del Esperma Sagrado. Esto es cues¬tión de laboratorio. Si uno no prepara el Mercurio, ¿con qué va a hacer la Gran Obra? Para poder realizar la Gran Obra, pues debe preparar el Mercurio de los Sabios.

¿Y cómo preparada el Mercurio de los Sabios? Mediante el “Secretum Secretorum” de la Alquimia. Se trata de un sencillo artificio, artificio que us¬tedes ya conocen: la conexión del Lingam-Yoni sin la eyaculación del Ens Seminis, porque dentro del Ens Seminis está todo el Ens Virtutis del Fuego. Es sencillo ese Secretum Secretorum de la Santa Alquimia.

Al principio, el Mercurio es negro e inmundo. Es decir, al principio las Aguas son negras. Cuando el Alquimista comienza a trabajar, o mejor dijéramos, cuando la pareja gnóstica comienza a trabajar, se le representa con el Cuervo Negro de la Alquimia porque sus Aguas Mercuriales están negras.

Dicen los Alquimistas, en forma muy simpática y simbólica, que de entre esas aguas negras hay que sacar la Gela¬tina Blanca. Quiere decir que esas aguas negras deben transformarse, convertirse en Aguas cristalinas, blancas y puras.

Es posible eso refinado el Sacra¬mento de la Iglesia de Roma. La palabra Roma colocada a la inversa significa AMOR. El Sacramento de la Iglesia del Amor es el Sexo, está en el Sexo. Si se refina el Sacramento de la Iglesia de Roma, pues, las aguas negras, se tornan blancas.

Si se dice que en principio nos toca trabajar con el Cuervo Negro o que necesitamos blanquear el Cuervo, todo dice lo mismo: volver las aguas negras en blancas, transformarlas, mediante la REFINACIÓN.

El gran problema que estoy viendo en todos los Hermanitos gnósticos, hom¬bres y mujeres de todos los matrimonios en general, es que no se preocupan por refinar el Sacramento de la Iglesia de Roma, y están demorándose muchí¬simo en el despertar del Kundalini. Hay parejas que tienen diez y quince años trabajando en la Novena Esfera y todavía no han recibido el Fuego. Eso no está correcto. El fuego hay que recibirlo rápidamente. Los culpables son esas mismas parejas, porque resulta que no refinan el Sacramento de la Iglesia de Roma. Realizan la conexión del Lin¬gam-Yoni en forma, dijéramos, animales¬ca. La cópula química la procesan de forma demasiado brutal, animal. Las aguas continúan negras años, años y años enteros y ahí se estancan. Se están estancando por ese motivo. Pero si se refina el Sacramento de la Iglesia de Roma, si se hace del coito, como dijera San Agustín, una forma de la oración, las aguas negras se tornan blancas.

Al llegar a ese estado, pues, se reci¬bía en el Egipto Sagrado la túnica de Ptah, o sea de la Castidad, la túnica blanca, de lino blanco.

Las aguas negras han sido simboliza¬das, repito, con el Cuervo Negro. Pero las Aguas Blancas han sido simbolizadas, o alegorizadas, para hablar más claro, con la Blanca Paloma del Espíritu Santo. Posteriormente, hay que convertir las aguas blancas en amarillas porque el verdadero color del Mercurio es el ama-rillo. Por eso el Planeta Mercurio lo representan siempre por el color ama-rillo.

Al llegar a ese stadium se dice que las aguas se han convertido en el Águila Amarilla, o se les alegoriza con el Águila Amarilla.

Las Aguas Amarillas reciben el Azu¬fre siempre. Entonces, ¿qué es el Azu¬fre? El Azufre es el Fuego Luciférico, el Fuego Sagrado. Ese Azufre mezclado con el Mercurio más la Sal sublimada que se levanta, pues, del fondo del Vaso Hermético constituyen en sí mismo el VITRIOLO de los Sabios.

La palabra Vitriolo vale la pena analizarla: Visita Interiora Terrae Rectificando Invenies Occultum Lapidem. Visita el Interior de la Tierra que rectifi¬cando hallarás La Piedra Oculta. ¿Qué clase de piedra? Es la Piedra Filosofal. ¿Cuál piedra es esa? La Piedra Filosofal es él mismo Carbunclo Rojo, es el Crestos o Magnés Interior revestido con los Cuerpos de Oro. Esa es la Piedra Filo¬sofal.

Pero hay que rectificar entre las entraña de la Tierra, buscar y rebus¬car entre ese vidrio líquido, flexible, maleable, para poder fabricar la Piedra.

De manera que una vez con el Mer¬curio ya preparado se puede crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

En una octava superior el tal Mercu¬rio sirve para fabricar el Cuerpo Astral.

En una segunda octava nos daría ba¬se para fabricar el Cuerpo de la Mente.

En una tercera octava podría darnos base para fabricar el Cuerpo de la Voluntad Consciente, o Cuerpo Causal.

Creados esos cuerpos se reciben los principios anímicos, espirituales o Búdicos que nos convierten de hecho en hombres, en el sentido más completo de la palabra.

Es decir, con tales cuerpos tenemos nosotros de hecho ya creado el Sistema Solar en miniatura, dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Nos convertimos en un Sistema Solar en miniatura, microcósmico, para ser más exactos: micro-cósmico. Habremos creado el Sistema Solar Psicológico, así como creamos la Luna Psicológica.

Quien posee el Sistema Solar Psi¬cológico dentro de sí mismo es un Hom¬bre de verdad. Antes de poseer uno el Sistema Solar Psicológico dentro de sí mismo, antes de haberlo creado, no es Hombre; aunque crea que lo es, no lo es. Es animal Intelectual, pero no Hom¬bre.

Los mejores Sabios lo han dado a entender, pero no se atreven a decirlo; no se atreven por miedo, temen, temen al ridículo. Temen a la reacción de Las gentes, sienten vergüenza, no lo dicen; lo dan a entender, pero nada más.

A mí francamente me parece que hay que poner las cartas sobre la mesa, decir la verdad con valor, cueste lo que cueste. Mientras uno no ha creado los Cuerpos Existenciales Superiores dentro de sí mis¬mo, no es Hombre. Es Animal Intelectual.

Hasta en las Facultades de Medi¬cina se ha dicho. Un profesor de Medi¬cina, aquí en el Distrito Federal — Mé¬jico —, en plena cátedra dijo: “Nosotros somos Mamíferos Intelectuales, o Racio¬nales, que es lo mismo”. Lo dijo, y lo curioso del caso fue que los discípulos no reaccionaron. Todo el mundo aceptó, lo dijo el profesor, ni modo; a callarse todo el mundo. Pero como se dijo en la Facultad de Medicina, no hay problema; lo grave es cuando se dice en una sala, y sin embargo en la Facultad se dice y está aceptado.

Realmente eso obedece a que no ha creado los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, pero para poderlos crear hay que preparar el Mercurio de los Sa¬bios.

Así pues, una vez que uno ha creado un Sistema Solar Psicológico dentro de sí mismo y una Luna Psicológica, si quien avanzar un poco más tiene que definirse, y se le presentan a uno DOS CAMINOS al llegar a ese estadio del Ser; el uno, la Senda Espiral Nirvánica; es un trabajo bueno. La otra, la Directa, el Camino directo que lo conduce a uno al Absoluto, es un trabajo superior.

Muchos se definen por el Camino Espiral Nirvánico; como sus frutos son menores, los sufrimientos también son menores.
Quienes se definen por el Camino Directo sufren más porque los triunfos son mayores y por tanto el dolor es más tremendo.

EN CUANTO A LO QUE A MÍ ATAÑE, SOY UN CAMINANTE DE LA DIRECTA. Y LA DOCTRINA QUE EN¬SEÑO ES LA DE LA DIRECTA, PARA LOS QUE QUIERAN IR POR LA DI¬RECTA. LOS QUE NO QUIERAN IR POR LA DIRECTA, PUES LO LAMEN¬TO PORQUE HABRÁ UN PUNTO EN QUE TENDRÁN QUE DEFINIRSE: (A) LOS QUE SIGUEN LA ESPIRAL, (NIRVÁNICA) TENDREMOS QUE DECIRLES: ¡GOOD BYE!!! ¡LOS QUE SEGUIMOS LA DIRECTA PUES, VA¬MOS HACIA EL ABSOLUTO!

De manera que esa es la cruda rea¬lidad de los hechos. Ahora, la ventaja de Los que seguimos la Directa es que nos convertimos en Hombres Solares. Pero para convertirnos en Hombres Solares, tenemos que fabricar un Sol Psicológico dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Eso es obvio, el Sol Psicológico.

Pero, ¿cómo vamos a crear el Sol Psicológico dentro de sí mismos? Es posible crearlo. Pero mediante la elimi¬nación del Mercurio Seco y del Azufre Arsenicado. ¿Y cuál es el Mercurio Se¬co? ¿Podría alguno de ustedes decirme? ¿Podría alguno de ustedes contestarme?

-Los agregados psíquicos.

Correcto. Los Agregados Psíquicos están constituidos por el Mercurio Seco. En cuanto al Azufre Arsenicado, ¿quién me dice?

– El fuego sexual invertido.

Correcto. El fuego de los bajos infiernos atómicos del hombre, el fuego que deviene del abominable órgano Kundartiguador. Eso hay que eliminarlo. Si uno elimina los Agregados Psíquicos y el Azufre Arsenicado, fabrica oro, oro de La mejor calidad, oro más perfecto que el que exista en cualquier lugar de la Tierra. Claro para que haya Oro den¬tro de nosotros mismos, se necesita un gran artífice, un gran artista hermético. Quiero referirme en forma clara al ANTI-MONIO.

El Antimonio no es una sustancia meramente, como pretenden muchos. En Alquimia, el Antimonio va más lejos. Es una de las partes autónomas y auto-conscientes de nuestro propio Ser, pues¬to que nuestro propio Ser tiene muchas partes autónomas y auto-concientes. El Antimonio es un de ellas. Es un Alquimista. Esa parte trabaja activamente fijando e1 Oro en el Mercurio.

Ya dijimos que nuestros cuerpos están constituidos por Mercurio azu¬frado más un poco de Sal sublimada. Pero fijar pues el oro en ese Mercurio es lo importante. Ustedes saben muy bien la relación que existe siempre entre el Oro y el Mercurio en las minas. Hay Mercurio muy fecundo donde se fija siempre el Oro.

Pues, bueno. Dentro de nosotros también hay relación entre el Mercurio y el Oro, entre el Oro y el Mercurio. A medida que vanos eliminando, por ejemplo, los Agregados Psíquicos o el Mercurio Seco, relacionados con el Cuer¬po Astral, es claro que el Antimonio va fijando el Oro en ese cuerpo, y llega un instante en que verdaderamente el Cuerpo Sideral o Astral, el famoso Eidolón, se convierte en un vehículo finísimo de Oro puro de la mejor calidad. Al llegar a esa etapa, la Serpiente se devora al Cuerpo Astral, se lo traga. Y entonces pasamos a gozar del poder de los Cha¬cras.

Antes, pues, no. Porque una cosa es despertar la Serpiente, ponerla en actividad, y otra con es gozar de los Cha¬cras. Para poder gozar de los Chacras, se necesita indispensablemente haber sido devorado por la Serpiente. Después que el Cuerpo Astral ha sido tragado por la Culebra, viene el trabajo con el Cuerpo Mental. Muchos pueden progresar hasta el Astral. Al llegar a trabajar con la mente fracasan. La mente es muy difícil. ¿Us¬tedes saben lo que significa convertir su propia mente en una Mente de Oro, en una Mente Divina? La mente es di¬ficilísima, y volverla de Oro, cuán difícil es volver la mente de oro. Muchos llegan hasta ahí y ahí fracasan, de ahí no pasan.

En mi presente existencia, cuando llegué ahí, fui advertido. Se me dijo: Hasta aquí han llegado muchos, pero de aquí para allá es difícil que puedan pasar. Me limité a decir: Bueno, voy a intentarlo, y me propuse trabajar, a eliminar el Mercurio Seco de la Mente. Lo conseguí a través de supremos sacri-ficios, muy grandes. Y después que aquella mente se tomó en un vehículo de oro, fue tragada por la Culebra. Entonces mi mente quedó feliz.

En una tercera octava, nos toca trabajar con el Causal. Parece increíble que también en el mundo de las causas naturales tengamos Mercurio Seco, y lo tenemos. Eliminar el Mercurio Seco en el Mundo Causal es muy difícil por¬que, por lo común, los agregados psí¬quicos del Mundo Causal o del Cuerno Causal, están vinculados al KARMA. Eso es lo grave. Ahí tiene que haber ne¬gociaciones para poder eliminar determi¬nados agregados, súper-esfuerzos espanto¬sos, más allá de lo normal, terribles arre¬pentimientos; allí es donde tenemos que lavar nuestros pies con la sangre del Cordero.

Todo eso es gravísimo. Cuando ha conseguido eliminar los agregados psíquicos del Causal, ya el Oro ha sido completamente fijado en el mismo y la Serpiente puede devorárselo. Enton¬ces es admitido en el Mundo de las Cau¬sas Naturales como Adepto Calificado, y es recibido pues en el Templo del Mundo Causal como Adepto Calificado.

Mucho más tarde, pues, habrá que laborar con el Budhi, el Cuerpo Búd¬hico o Intuicional, tan cantado por muchos autores, y se le denomina la Val¬kiria, la Bella Sulamita, la Esposa de Sa¬lomón-Rey, la Bella Elena de Troya, etc. Convertir aquel vehículo en un ve¬hículo de oro no es tan fácil. Para poder lograrlo hay que eliminar todos aque¬llos átomos que fueron, dijéramos, deformados por nuestros errores. Cada átomo de esos implica una conciencia atómica diferente, deformada. Es decir, encontramos allí, dijéramos inteligencias malignas. No propiamente en el Budhi, sino en su contraparte por antonomasia.

Implica esto, pues, cierto descenso a los Mundos Infiernos muy terribles para poder eliminar agregados psíquicos inhumanos espantosos que se relacionan con la Conciencia.

Una vez que se ha logrado, pues el Cuerpo Búdhico Intuicional resplandece con el oro de los Sabios.

Por último viene el trabajo de At¬man, el Inefable. Convertido Atman en un vehículo de oro queda uno firmemen¬te establecido en Isis. Puede exclamar: Soy una Serpiente, Soy una Serpiente.

Todo este trabajo del cual les vengo hablando a ustedes se realiza en la Nove-na Esfera, en el Sexo. Porque es en la No¬vena Esfera donde tendrá uno que esgri¬mir la Lanza para desintegrar a los agre¬gados psíquicos inhumanos que en nues¬tro interior cargamos.

Es en la Forja de los Cíclopes donde la Madre Divina Kundalini Shakti empu¬ña las Armas de Vulcano para la des¬trucción de todo el Mercurio Seco.

Así que después de que un Hombre ha conseguido fabricar oro dentro de sí mismo, está listo, está preparado, para que el Cristo resucite en él. El Cristo Intimo debe resucitar en el corazón del Hombre y una vez que ha resucitado, Él se vestirá con esos cuerpos de oro, que en su conjunto constituyen el To Soma Heliakon del Hombre Solar. Re¬vestido él, recubierto con esa envoltu¬ra metálica, final, de oro puro, viene a la manifestación para trabajar en la Gran Obra del Padre. Lo vital es pues llegar a la Resurrección, y es posible si se trabaja, como se debe trabajar, en la Novena Esfera. Así pues, necesitamos crear una Luna Psicológica. Y si necesitamos crear un sistema solar psicológico dentro de nosotros mismos, también necesitamos crear al SOL PSICOLÓGICO dentro de nosotros mismos, es decir, al HOMBRE SOLAR.

Pero eso no es todo. ¿Ustedes creen que porque un Hombre Solar es tal deba quedar estancado como tal? El Hombre Solar tiene el derecho a con¬vertirse en HOMBRE GALÁCTICO, tiene derecho a marchar hacia SIRIO. El Rayo de la Revolución de la Conciencia nos conduce a Sirio, hacia el Sol Central Sirio, la capital de la Vía Láctea, alrededor del cual giran millones de constelaciones.

Si un Hombre Solar quiere conver¬tirse en un Hombre Galáctico, necesitará inevitablemente crearse una GALAXIA PSICOLÓGICA dentro de si mismo. Para crearla tendrá que bajar otra vez a la Fragua Encendida de Vulcano, tra¬bajar allí con el Agua y el Fuego. Ne¬cesitará trabajar en la Forja de los Cí¬clopes, crear aquellos vehículos finí¬simos del Nirmanakaya, del Sambogakaya que tiene tres grados de perfec¬ción mas que el de Nirmanakaya, del Adikaya, del Darmakaya: vehículos que le permitan existir como Hombre Galác¬tico, o en la Galaxia, y vivir en Sirio.

Para eso debe bajar, crear los cuer¬pos que necesita para convertirse en Hombre Galáctico. No podría ser uno un Hombre Galáctico si no poseyera los cuatro Kayas de la Alquimia. Una vez que uno los ha creado se convierte en Hombre Galáctico. Por eso en alguna ocasión cierta Dama Adepto preguntaba en Sirio: ¿Podría yo reencarnarme aquí en este Mundo? La respuesta fue: Imposible, tú no eres más que un em¬brión. Para poder vivir en Sirio es muy difícil. Sí, allá no pueden vivir sino los Hombres Galácticos, nada más. Téngase en cuenta que Sirio es la capital de esta Vía Láctea. Ahora, los habitantes de Si¬rio, los Hombres Galácticos, para hablar más claro, ¿tendrían derecho a progresar algo más? Digo que sí. Tienen derecho a convertirse en HOMBRES INFINI¬TOS. Para tener derecho a ser Hombres Galácticos tienen que crearse una Galaxia Psicológica, así también para tener derecho a vivir en todo el Infinito que conocemos, el infinito que yo llamaría el Infinito de Einstein — puesto que él dijo que el infinito tiende a un limite, el espacio es curvo — Para tener derecho a vivir en este infinito en el cual existi¬mos, se necesita crear un INFINITO PSICOLÓGICO con nuevos vehículos apropiados.

Para ello, hay que bajar a la Forja de los Cíclopes, a la Fragua Encendida de Vulcano. Entonces un Hombre Ga¬láctico también está obligado a bajar a la Novena Esfera, si es que quiere con¬vertirse en un habitante de todo este infinito.

Este Infinito perceptible con los lentes más poderosos podrá tener un promedio, hablo de un promedio general no detallado, de unas cien mil galaxias con algunas cien mil constelaciones; es un promedio muy generalizado porque es imposible detallado.

En todo caso para tener derecho a vivir en todo este infinito tiene que crear los vehículos apropiados.

Más allá de este infinito hay un ESPACIO VACÍO, y más allá de este espacio vacío se abre OTRO INFINI¬TO. En la Pistis Sophia se habla de los VARIOS FIRMAMENTOS. Jeshua Ben Pandirá — Jesús — pudo penetrar en otros firmamentos, es decir, otros infinitos.

Los Varios Infinitos tienen docu¬mentaciones ocultas; son los Varios Firmamentos de la Pistis Sophia.

P: ¿Esto se relaciona con los Aeo¬nes?

Bueno, esto ya trasciende el estado de los simples AEONES. Los Aeones fundamentales son trece; por debajo de los Aeones esta, pues, la Región sumergida, dijéramos, el Mundo de Plutón, el Tártaro. Más allá del Aeón tre¬ce está el Eterno Padre Cósmico Común.

Pero separémonos por un momento de los Aeones y pensemos en los Varios Infinitos. Admiten la matemática. Si con el número ocho acostado a la hori-zontal adicionamos, nos da el siguiente resultado: infinito más infinito es igual a infinito; o infinito menos infinito es igual a infinito; o infinito multiplicado por infinito también es igual a infinito; o infinito dividido por infinito resulta un infinito. Admite las cuatro operacio¬nes. Admite sumas, restas, multiplicacio¬nes y divisiones de infinitos.

De manera que esos Varios Infini¬tos pueden existir gracias al Infinito que todo lo sustenta. Pero si un hombre que ha creado el Infinito Psicológico y que puede vivir libremente en cualquier mundo de este infinito, ser Rey y Señor en cualquier mundo de este infinito, deseare pasar al siguiente Infinito, nece¬sitaría bajar a la Forja de los Cíclopes a crear en su constitución íntima las con¬diciones necesarias para poder penetrar en los otros infinitos.

Así que, cada vez que uno intente entrar en un nuevo firmamento, debe descender a la Fragua Encendida de Vul¬cano. Esa es la cruda realidad de los He¬chos. Cada vez que intente pasar a un nue¬vo nivel del Ser más elevado debe bajar a la Fragua Encendida de Vulcano.

P: ¿Maestro, y la entrada al Abso¬luto, qué?

Bueno, el Padre es el que tiene que definir esto, no el Hijo. Por ejemplo, en cuanto a mí atañe de buena gana quisiera ir, ir directo al Seno del Eterno Padre Cósmico Común, es decir, al Ab¬soluto, al Seno del Omnimisericordioso, de la Infinitud que todo lo sustenta. Pero, ¿podría yo acaso decidirme en eso? Es obvio que no porque el que manda es el Padre, no yo. Él es un Cosmocra¬tor, es el Regente del planeta Marte. ¿Podría yo ir a mandarlo a Él? Decirle: Señor, yo me voy para el Absoluto. Tu quédate aquí. Él me diría: Muchacho grosero, por qué me faltas al respeto: Con justa razón. Sabrá lo que va a hacer. Uno no puede mandar al Padre; el An¬ciano de los Días, el Viejo de los Si¬glos, sabe lo que hace. A nosotros no nos queda más remedio que inclinarnos reve¬rentes ante la Voluntad del Padre. Es la cruda realidad de los hechos. Lo que ÉL diga. ¿Qué podemos nosotros decir, si ÉL es el que manda? Es la parte supe¬rior del SER. ¿Cómo podríamos noso¬tros mandarlo a Él? Así que los que se¬guimos el Camino de los Cosmocratores no nos queda más remedio que ir de firmamento en firmamento.

P: Maestro, ¿las Horas de Apolonio son doce o trece?

Bueno. Las horas de Apolonio son doce: los DOCE AEONES. Y quien quiera pasar al AEÓN TRECE tiene que dejar el Cuerpo Físico, entonces ya no podrá servir a la Humanidad. Vivirá en el Aeón Trece, que es la REGIÓN DE ATALA, hablando en puro Sánscrito, preparándose para entrar en el Absoluto, el Inmanifestado. Pero si uno quiere ser¬vir a la Humanidad, debe quedarse en el Aeón Doce. Es obvio.

P: “¿Y en ese Aeón Doce es donde se hallan todos los infinitos?”

Pues, cada Infinito tiene sus Aeones. De manera que nuestro Infinito tiene sus Doce Aeones, el Trece también. El siguiente Infinito tiene también sus Doce Aeones y el Trece también, Cada Infinito tiene sus Aeones.

Realmente nos encontramos dema¬siado lejos del Sagrado Sol Absoluto. Apenas si llegan aquí las radiaciones del Sagrado Sol Absoluto.

P: “La luna que hemos creado, esa Luna Psicológica, ¿no es un factor ne¬gativo para la situación nuestra lunar?”

Pues, hoy por hoy somos entes me¬cánicos, gobernados por los rayos de la Luna. Hanemann puso un principio que es básico: “Similia Similibus curantur”. Lo símil con lo símil se cura. El Animal Intelectual, equivocadamente llamado “hombre”, depende estrictamente de la Luna; es una criatura lunar. Pues deberá, si quiere libertarse de la Luna, crearse dentro de sí mino una Luna Psicoló¬gica, para que se cumpla el Principio de Hanemann.

Después de eso dará el siguiente paso: la creación del Sistema Solar Psicológico; luego continuará con la creación del Sol Psicológico; mucho más tarde, con la Galaxia Psicológica; por último, con el Infinito Psicológico.

Al llegar a esas alturas, tendrá que definirse entre entrar en el Seno del Eterno Padre Cósmico Común o pasar al siguiente Infinito. Pero el Padre es quien decide, no nosotros.

Ahora, si el Padre nos ha puesto en este Camino a todos nosotros, es para que trabajemos sobre sí mismos, para que logremos la Autorrealización Intima del Ser. Pero hay que hacer creaciones. También hay que eliminar lo que no sirve, hay que eliminar todo el Mercu¬rio Seco y el Azufre Arsenicado.

El fundamento de todo el Trabajo de la Gran Obra está en ese sencillo artificio que constituye el Secretum Secre¬torum de la Alquimia, en esa simple fór¬mula: conexión del Lingam-Yoni sin de¬rramar jamás el Vaso de Hermes Trisme-gisto, el Tres-Veces-Grande Dios Ibis de Thot. Ahí es donde está la fórmula.

Esa es la fórmula en todo el Cosmos.

Si uno intenta penetrar en un siste¬ma solar desconocido, convenirse en un habitante del mismo, recibir algún infor¬me sobre ese sistema solar, saber qué cuerpos o qué vehículos, qué condicio¬nes especiales se necesitan para ingresar en el mismo, prepararse para tener derecho a ingresar, entonces se prepara uno en la Forja de los Cíclopes, tiene que bajar a crear lo que necesita para en-trar en ese nuevo sistema solar.

P: ¿Siempre tiene que ser con la Sacerdotisa?

Siempre. Porque no puede una sola fuerza crear. Se necesitan tres fuerzas: Se necesita del Santo Afirmar, del Santo Negar y del Santo Conciliar. Sino se tra¬baja con las tres fuerzas positiva, negati¬va y neutra no se puede realizar ninguna creación.

P: “Maestro, ¿siendo Usted el Quin¬to de los Siete y el que más ha sufrido, es señal de que ha bajado varias veces a trabajar con las Tres Montañas?”

Bueno. Dentro de mí está el Quinto de los Siete que es el Ser. Él es el Quinto de los Siete. Mi insignificante perso¬na considero que no tiene ningún valor; no valgo “five cents” – cinco centavos. Lo que importa es el Ser. El Ser es lo que cuenta, lo que vale, no nuestras personas que no valen nada.

P: Maestro, ¿en cuál de estas etapas se logra trascender el Signo Zodia¬cal, las influencias planetarias? Porque hay una etapa en la cual dejará ya el sig-no que tenga, o las influencias planetarias las podrá neutralizar. ¿Ya con la Luna Psicológica se logra eso?

No. Ni con el Sistema Planetario Psicológico se logra eso tampoco. Pero si se logra cuando uno se convierte en un Hombre Solar. Tiene uno que crear el Sol Psicológico dentro de sí mismo. Creado el Sol Psicológico dentro de sí mismo, puede independizarse del Zodía¬co.
P: ¿Se refiere al Zodíaco del siste¬ma primero?

Se refiere a todo el Sistema Solar, a todo el Sistema Zodiacal en que vivimos, porque el Sistema Zodiacal en que vivimos es como una gran Matriz dentro de la cual se gestan muchos sistemas solares. Si uno quiere libertarse de ese zodiaco necesita independizarse, y sola¬mente se puede independizar mediante la creación del Hombre Solar. El Hom¬bre Solar es Rey del Zodiaco, puede gobernar a todo el Zodiaco. Pero para independizarse del Zodiaco tiene que crear dentro de sí mismo el Sol Psicoló¬gico. Y si quiere ir más lejos, pues tiene que convertirse en un Hombre Galáctico. Uno no puede convertirse en un Hom¬bre Galáctico si no crea la Galaxia Psico¬lógica dentro de sí mismo. Hay que crear vehículos nuevos, tiene que crear los cua¬tro Rayas. Si uno no ha creado los Ra¬yas, ¿cómo puede darse el lujo de convertirse en un habitante de Sirio? Los habitantes de Sirio poseen los cuatro Rayas mencionados en el Esoterismo sánscrito.

P: “Venerable Maestro, nos quiere declarar en una forma más asequible ¿qué suponen los cuatro Rayas en sí a nuestro entendimiento?”

Estos cuatro vehículos de oro son de orden superior. Por ejemplo, el de Nirmanakaya: es el que ha renunciado al Nirvana por amor a la Humanidad, y después de muchos nirvanas ganados y perdidos por amor a la Humanidad, dice la Blavatsky, se gana el derecho a vivir en un mundo de súper-nirvánica felicidad.

El de Sambogakaya tiene tres grados más de perfección que el del Nirmana¬kaya.

Mucho más allá del Sambogakaya existen tres grados más de perfección: está pues el de Adikaya, es un vehículo de inteligencia, un vehículo de genialidad. Y mucho más allá del Adikaya está el del Darmakaya que es de recompensa, premio totalmente. Los que ya han llegado a esas alturas, de hecho pueden vi-vir en toda la Galaxia. Ha creado la Ga¬laxia Psicológica dentro de sí mismo.

De manera que, Hermanos, hay grados y grados. Pero si les digo una gran verdad: si uno no elimina todo el Mer¬curio Seco que lleva en el interior, es decir, los Agregados Psíquicos, inhumanos, que en nuestro interior cargamos, se fracasará lamentablemente; Se conver¬tiría uno pues, de hecho, en un Hanasmussen con doble centro de gravedad, un fracaso cósmico, un aborto de la Ma¬dre Divina Kundalini. Uno necesita eliminar todos los Agregados Psíquicos que personifican a nuestros errores. En tanto no lo haya hecho, tendrá que vivir en estado de inconsciencia.

P: ¿Todo Bodhisattva caído es un Hanasmussen?

De hecho que sí, porque tiene doble centro de gravedad. Uno es el del Bodhisattva en sí mismo; el otro es el del Ego. Luego entonces quienes poseen do¬ble centro de gravedad irán mal.

P: “Maestro, en el trabajo de la Forja de los Cíclopes, el complemento, cuando uno se ha casado, dijéramos así, un poco mecánicamente, cuál es la situación cuando se ingrese en este Camino, en este Sendero, y no hay complemento per-fecto o aproximado, ¿qué se puede hacer, o qué se debe hacer?”

Pues, realmente, el matrimonio me¬canicista es el platillo del Siglo Veinte, pues toda la Tierra está llena de matri¬monios mecanicistas. Pero si se ingresa hay que tornarse conscientes. Hay que comprender primero que todo la Doc¬trina, comprenderla a fondo mediante el estudio y la reflexión.

Ahora, si no se complementa bien la pareja, si no se entienden bien, pues hay que arreglárselas como se pueda.

P: “¿Cómo se pueda con la que uno no se entiende?”

Qué vamos a hacer. Uno no podría darle divorcio a una mujer que no le está haciendo ningún mal a uno, si la mujer no le es infiel a un hombre, ¿por qué el hombre le va a pedir carta de divor¬cio? O viceversa, si el hombre no le está siendo infiel a la mujer, es decir, no está adulterando, ¿por qué viene ella a pedirle carta de divorcio? Sólo por motivo de fornicación o adulterio es lícito, es per¬misible.

P: ¿Si hay un mutuo acuerdo, es decir, si la pareja esa decide: No nos complementamos, no somos comple¬mento sexual, o lo que sea?

Bueno. Esa es ley moderna. Sólo cuando hay adulterio se puede dar carta de divorcio. Pero aquello de que no se entienden, como he visto por ahí avi¬sos. He visto anuncios muy curiosos: una mujer se divorció del hombre por un solo motivo: porque el hombre roncaba mucho; por eso, porque al dormir ronca¬ba demasiado. Detallitos insignificantes sirven hoy en la vida moderna para el divorcio. Total que, en vista de eso debemos ser recursivos. Muchas me escriben a mí diciendo, muchas mujeres, que el marido de ellas no les da, que sí les da, que las golpea, que no las golpea, cincuenta mil cosas por el estilo. Muchos hombres me dicen que esa mujer no la pueden querer ya porque es de mal genio o porque les pelea mucho, porque no le sirve la comida, en fin, muchas cosas.

¿Ustedes creen, mis estimados Her¬manos, que esas gentes están aprove¬chando el tiempo? Entiendo que están aprovechando mal el tiempo, pues en la vida práctica es el gimnasio psicológico donde nosotros debemos auto-descubrir¬nos. Un hombre que se queja de su mu¬jer, siendo gnóstico, de que su mujer tiene mal carácter, se queja de los defec¬tos de ella en general, ¿creen ustedes que está preparado para la Autorrealización Intima del Ser? Al contrario. Mientras más difícil es el ambiente de hogar, especialmente, mejor es como gimnasio psicológico.

Es precisamente en medio de las di¬ficultades psicológicas donde nosotros podemos auto-descubrirnos.

¡Que bonito es el momento en que lo está Insultando a uno la mujer poner uno cuidado a ver qué parte del Ego está reaccionando!

A veces se hiere el amor propio, a veces el yo de la auto-importancia se siente molesto, a veces el yo del egoís¬mo blasfema y protesta.

Vale la pena ese gimnasio psicoló¬gico, es formidable; eso no debe ser motivo de divorcio. Ahora queda un pro¬blemita, es un problemazo: El del trabajo en sí en la Novena Esfera, la cuestión sexual. Hay mujeres que no quieren el trabajo en la Novena Esfera por nada de la vida, que lo odian. Eso es gravísimo, gravísimo, gravísimo, no quedaría sino una sola salida: trabajar con ese tipo de mujer sin hablarle de Gnosis jamás ni de Alquimia, pues no quiere oír hablar sobre eso, odia eso, para qué se le habla sobre eso, no tiene caso; no decirle una palabra. Tendrá que volverse el marido ahí una especie de artis¬ta, pues no quedaría más remedio, si¬mular que esté en una conexión profana, hasta simular que ha derramado el Vaso de Hermes, sin derramarlo, claro está. Es decir, volverse un cómico durante el trabajo. Y si el caso es a la inversa, si se trata de que es el marido el que no quiere la Doctrina, que no quiere trans¬mutar el fuego y la pobre mujer si quiere transmutar, pues tendrá que hacer lo mismo: volverse artista, llevarle la corrien¬te al hombre, hacerle creer que ella está fornicando: y no, no está; Con su mente pronunciará los mantrams I… A… O… Y hará todos sus trabajos interiormente, sin decir una palabra. No le queda más. Pero si a pesar de todo eso el hombre le resultase demasiado astuto en ese caso, ¿qué haría la pobre mujer? O si la mujer resultase muy astuta para el hombre, ¿qué haría el pobre hombre? Es un caso ya tan grave que no quedaría ya, por la Auto-Realización, más que el divorcio. O el divorcio o el fracaso.

De las dos cosas, ¿cuál será preferi¬ble? Claro, el divorcio. No quedaría más remedio. Pero se agotan todas las posibilidades, y si a pesar de todo eso, si no hubo posibilidad de remediarlo y uno quiere cristificarse, pues tiene que de¬jar todo por el Cristo. O va con el Cristo o va en ese caso con las fuerzas tenebro¬sas. Tiene que decidirse.

P: “Venerable Maestro, ¿una pareja normalmente en la vida actual a los sesenta años el hombre y la mujer en su condición normal actual desempeña la Gran Obra lo mismo que la desempeña¬rían potencialmente a los cincuenta o a los cuarenta?”

Bueno. Eso depende, sabes, depende. Hay hombres que a los sesenta años ape¬nas si pueden mascar el agua, ¿sabes? Pero hay hombres que a los sesenta años están comenzando a vivir, tienen una gran potencia sexual. ¿En qué está la diferencia de los unos y de los otros? Pues sencillamente que aquél que ha despilfarrado todas sus energías creadoras, que las ha malgastado en las fornicaciones y en el adulterio, al llegar a los sesenta años, es un impotente inevitablemente. Pero si un hombre ha ahorrado la totalidad de sus energías durante toda su vida a los sesenta años está nuevecito.

P: “¿Y entonces, en el caso de la mujer?”

En el caso de la mujer se da lo mis¬mo. Hay mujeres que a los sesenta años ya claudicaron, y hay mujeres que a los sesenta años todavía tienen fortaleza.

P: “¿Y la menopausia no se incluye en esto, Maestro?”

Bueno. Hemos visto casos de mujeres que han pasado por la menopausia, y después de haber pasado por la menopausia no producirá la hormona femenina pero si están en actividad las energías sexuales, las energías del Tercer Logos. En cambio, hay mujeres que a la edad de los cuarenta años claudican porque abusaron del sexo. Los que abusaron del sexo llegan a cierta edad y ya los órganos sexuales se atrofian, o vienen distintas enfermedades, anoma¬lías, desarreglos, y ya no puede trabajar aunque quieran trabajar.

P: “¿Las personas que han tenido una operación en sus órganos sexuales por distintas razones, pero siguen traba¬jando con sus energías sexuales, qué posibilidades pueden tener?”

Pues voy a decirles a ustedes una gran verdad, aplicable a los dos sexos: si a un hombre lo vuelven eunuco, ese hom¬bre ya no puede trabajar en la Novena Esfera, ¿Cómo haría para trabajar? Y si a una mujer también le extirpan sus ovarios, ¿en qué situación quedaría? ¿No es en la misma de un eunuco? ¿Puede acaso un eunuco, sea macho o hembra trabajar con la energía creadora del Tercer Logos? Obviamente que no es posi¬ble. En ese caso pues, a la mujer no le queda más remedio que dedicarse a tra¬bajar sobre la disolución del Ego hasta donde le sea posible, aprovechar el tiem¬po para que en la futura existencia naz¬ca más consciente y pueda continuar el Trabajo. Esa es la realidad de los hechos.

P: “Venerable Maestro, en ese mismo orden hay ciertas interpretacio¬nes que no se conciben claramente con relación al estado homosexual, ¿nos quiere Usted definir eso de una manera radical? ¿Un homosexual declarado o una lesbiana declarada tiene la posibilidad de recuperarse aun trabajando en la Gran Obra?”

La respuesta es un poco dolorosa. ¿Ustedes han conocido, alguno de uste¬des, alguna vez en la vida a un homo¬sexual perfectamente regenerado?

¿Tu has conocido a un homosexual que en la vida haya dejado de ser homo¬sexual de verdad en un ciento por ciento? No lo hay. Porque es una semilla degenerada, está podrida, y no se puede hacer de nuevo porque está podrida. Así co¬mo hay semillas vegetales degeneradas que no germinan aunque se siembren en muy buena tierra y en las mejores condiciones, no germinan porque están degeneradas. Así también hay semillas humanas, gérmenes humanos, aunque sean jóvenes, pero son gérmenes dege¬nerados, ya no se pueden de ninguna manera arreglar. Traten ustedes de re¬generar una semilla o un germen vege¬tal y de colocarlo en magnificas condi¬ciones para que germine a ver si es cierto que germina, después de que se demues¬tre que está degenerada. No germina. Lo mismo son los gérmenes depositados en las glándulas sexuales. Un germen degenerado no germina jamás, de ahí no puede salir un Hombre nunca, es un caso perdido.

P: “¿Pero en los próximos retornos, reparando ese Karma que tiene, puede modificar ese comportamiento y ser ya un hombre normal para poder trabajar?”

Podría darse el caso, pero talvez me¬diante un gran arrepentimiento y un gran dolor, y que en su futura existencia tuviera un cuerpo muy normal, después de haber pasado por un gran dolor. Es posible.

P: “Yo tengo una amiga que es psicóloga. Ella se ha dedicado a traba¬jar, a tratar homosexuales para ver si pueden regenerarse y en su larga vida de experiencia como psicóloga nunca ha con¬seguido un solo caso…”

Es completamente imposible, son semillas degeneradas. A esa tu amiga, dile que no pierda su tiempo tontamente. Eso es imposible. Son semillas degeneradas.

P: ¿En el caso de un joven, quiere decir que él ya viene degenerado de sus vidas anteriores?

Sí. Esa degeneración se debe a los abusos sexuales. Si un individuo abusa del sexo, puede venir en una existencia ya degenerado, en un germen degenerado, por el abuso.

Normalmente los infrasexuales del homosexualismo y del lesbianismo, ingre¬san en la involución sumergida de los mundos infiernos. Raros son los casos en que mediante un supremo dolor se arrepientan, y en una nueva existencia nazcan con un vehículo normal. Eso es muy raro. Se pueden contar con los dedos de la mano y sobran dedos.

P: “¿Venerable Maestro, o sea, no existe la posibilidad de que un homo¬sexual empiece a trabajar correctamente con el sexo, por el conocimiento de la Gnosis, por ejemplo un homosexual que llega al conocimiento gnóstico y que se da cuenta de todo su error y empieza a trabajar correctamente, puede haber algo de regeneración sobre esa degeneración?”

Yo pensé mucho, y a veces estuve de acuerdo con tu concepto de que po¬dría suceder ese caso. Pero a través del tiempo he venido viendo algunos homosexuales que ingresaron al Movimiento Gnóstico. Nunca se han regenerado, jamás, ni aun con el conocimiento gnós¬tico. Hubo un homosexual que se arrepintió en pleno templo, que juró, que fir¬mó, que juró con sangre no volver a ser homosexual. No cumplió su juramento, y aun estando dentro de La Gnosis, y se le dijo que tomara mujer para que se re¬generara. Nunca la tomó. Y ya debe estar, a estas horas de la vida, ya un hom¬bre viejo, y continúa siendo homosexual.

De manera que está visto hasta la saciedad que no se regeneró.

P: “Venerable Maestro, ¿la Humani¬dad actual en el proceso de la fornica¬ción, iríamos al homosexualismo si no se atravesase antes un ciclo que corte la existencia de esa humanidad?”

Bueno. Téngase en cuenta las estadísticas. En Estados Unidos y en Ingla¬terra, por ejemplo, donde ya pues es te¬rrible el porcentaje de homosexuales y de lesbianas, espantoso.

Total que en Inglaterra ya está le¬galizado la homosexualidad, se casan los homosexuales entre sí, y las lesbia¬nas.

De manera que, al paso que va la humanidad, si no viniera una gran catás¬trofe terminaría casi toda convertida en homosexuales y lesbianas. La degenera¬ción es espantosa. Se trata de una huma¬nidad fracasada.

Hay que tener en cuenta que la hu¬manidad actual está fracasada, desgraciadamente. Es doloroso, decirlo, esta humanidad fracasó. Y nosotros estamos luchando por formar un ejército para poder formar una nueva raza. Estamos haciendo labor en gran escala, luchando para sacar lo poco que sirva y que pueda servir para la futura Gran Raza.

La humanidad se vuelve cada vez más perversa y cínica. Esta humanidad llegó a un cinismo espantoso. No importa, por ejemplo, la palabra asesinato. Ya no es óbice para el crimen. Los homicidas que son tantos la tienen como una pala¬bra y nada más. Dicen ellos: vivo o muer¬to y nada más; o se vive o se muere y nada más. Homicidio es una palabra inventada que no tiene la menor importancia. Así dicen los hijos del crimen.

P: ¿Se repite un ciclo del tiempo de la Lemuria?

Bueno. Al final siempre toda la humanidad está degenerada. Por ejemplo, la Lemuria tuvo siete subrazas; al final había llegado al máximo de degeneración, pero nunca a un grado de degene¬ración como al que llegó la Atlántida al final. Al final del continente Atlante, de la raza atlante, al final de la séptima subraza, se llegó a un grado de degene¬ración millones de veces más terrible que el de la Lemuria.

Ahora, actualmente estamos en el final de la Raza Aria y en este preciso momento la degeneración es millones de veces más pavorosa que la degeneración de la Atlántida. Sé da por grados. Cada Raza tiene siete subrazas, y en la última subraza se llega al máximo de degenera¬ción.

Por ejemplo, Raza Polar: final, se llegó a la degeneración. Raza Hiperbó¬rea: final se llegó a la degeneración. Raza Hiperbórea: final se llegó al grado máximo de la degeneración. Raza Lemú¬rica, final: degeneración. Raza Atlante, final: degeneración.

Estamos en la Quinta Raza, final: degeneración. Actualmente es pues mucho más densa y más terrible la degene¬ración.

P: ¿Eso es debido a la Ley del Eter¬no Retorno y la Ley de Recurrencia?

Bueno. Se debe a las espiras en re¬currencia, retorno y recurrencia, pero en esto juega la espiral gran papel. Las cinco Razas están escalonadas. La Raza Superior, que es la primera hasta la Quin¬ta. Es como un edificio de cinco pisos, actualmente estamos en el quinto piso, el quinto piso inferior, la planta baja.

Por ejemplo, investiguemos Lemuria. Me propuse investigar Lemuria. La investigué en los Registros Akhásicos de la Na¬turaleza, las Memorias Akhásicas. Para el efecto, le pedí permiso al Padre antes que todo para hacer la investigación esotérica. ¿Cómo lo hice? Conseguí sacar, mediante las invocaciones tántricas a la Lemuria de dentro de sus Archivos Akhásicos, sacar, dijéramos, sus Memorias, o para hablar en un lenguaje más esote¬rista diríamos las cintas aquellas Teleo¬ginooras. Son vivientes películas de lo real, de lo que ha acaecido, tal como están escritas en las tablillas esas del Aka¬sa, de acuerdo con los legominismos de Ashiatha Shemah. Surgió la Lemuria pues ante el centro del Sahasrara y tuve la buena visita de un grupo de Lémures. Hombres todos de cuatro y cinco metros de estatura, revestidos con sus típicas vestiduras folclóricas lemúricas, sus man¬tos y sus extraños sombreros metáli¬cos, etc., tomaron asiento así como us¬tedes lo tomaron. Entonces hablé al prin¬cipal de ellos con el propósito de inves¬tigar las cuestiones relacionadas con el sexo.

¿Cuál es el jefe, de todos ustedes, el jefe de esta familia? Uno de ellos tomó la palabra: “Soy yo”.

Está bien. ¿Cómo realizaban ustedes el acto sexual en la Lemuria, cómo se reproducían ustedes en su época?

Entre paréntesis: estaba hablando yo con los habitantes de la séptima sub¬raza, con los degenerados.

“Nosotros nos uníamos sexualmente hombre y mujer para la reproduc¬ción, realizábamos la conexión del Lingam-Yoni normalmente”.

¿Ustedes derramaban el Vaso de Her¬mes?

“Sí lo derramábamos para poder crear hijos. Pero solamente realizábamos la unión sexual exclusivamente cundo queríamos crear un hijo, y nada más; nunca por el placer; siempre cuando queríamos crear, y lo hacíamos con en¬tera veneración y profundo respeto. No derramábamos el esperma sagrado jamás fuera del Vaso Sagrado”.

Entonces, continué diciendo; ¿Pero no se da cuenta usted que eso de derra¬mar el Vaso de Hermes es un pecado?

—“Bueno. Nosotros lo hacíamos con entero respeto”.

Les dije; Eso lo hacían ustedes en su época, cuando ustedes eran habi¬tantes de la séptima subraza en la Lemuria. Pero así no se reprodujeron siempre los habitantes de la Lemuria. Cuando se produjo la división de sexos, por la mitad de la época lemúrica, por ahí por la tercera subraza, la reproducción se hacía dentro de los Templos y no se derramaba el Vaso de Hermes, entonces se reproducían los seres humanos median¬te Kriya-Shakti, por el poder de la vo-luntad y de la Yoga.

Dijo; “Eso si nosotros no sabemos”.

¿Quieren que se los demuestre, señores?

“Si. Nos gustaría conocer ese sistema”.

Esta clase de trabajos es muy impor¬tante. Invoqué a un viejo habitante de la antigua Lemuria, de esos que se repro¬ducían por Kriya Shakti, el poder de la voluntad y de la Yoga, exclusivamente dentro de los Templos.

Concurrió a mi llamado: un gigan¬te como de cuatro o cinco metros de estatura, venerable aciano de cabellos blancos, barba blanca, impecable. Allí si pude ver perfectamente que ese an¬ciano por esta época debe estar caído, tiene cuerpo físico en algún país del mundo que todavía no sé, pero tiene cuerpo físico. Vestía con sus vestidu¬ras sagradas, sandalias, sobre su cabeza traía algunos extraños sombreros, unos sobre otros, motivo por el cual tuve que regañarlo, recriminarlo.
Le dije: ¿Qué es eso que trae usted sobre su cabeza? ¿Qué significa todos esos sombreros del Siglo Veinte? ¿No siente usted vergüenza de eso, no se da cuenta que usted viene dormido? Lo que usted está trayendo son formas mentales so¬bre su cabeza, quítelas, disuélvalas, desintégrelas.

Las desintegró instantáneamente; eso sí, las desintegró. Pero con todo y eso yo pude ver que su conciencia ya venía dormida, es decir, a pesar de haber sido un individuo sagrado, ahora está dormi¬do por estos tiempos, debe estar caído, claro está que si, está caído, con toda seguridad se los digo, por este tiempo.

Después le dije: Bueno, estamos hablando aquí sobre el sexo, sobre la reproducción en la antigua Lemuria. Dé testimonio usted aquí en este recinto sobre el modo de reproducción del anti¬guo continente Mu. ¿Cómo se reprodu¬cía la gente en su tiempo? Los que usted ve aquí no son sino gente de la sép¬tima subraza, ya estaban degenerados. Ahora ¿cómo se reproducían las gentes de su tiempo cuando todavía no estaban degenerados?

—“Señor, nosotros nos reproducía¬mos por medio de Kriya-Shakti, nos reproducíamos en el Templo exclusi¬vamente, no derramábamos jamás el Es¬perma Sagrado, nunca”.

¿Han oído ustedes, señores, el tes¬timonio que da este caballero, que es de tiempos más antiguos que el de uste¬des?

—“Sí. Pero nosotros los de la sép¬tima subraza nada sabíamos de eso”.

Bueno, los de la Tercera subraza si sabían y se reproducían por medio de la voluntad y del yoga en los Templos; no estaban caídos, vivían en estado Edénico.

¿Se siente usted capaz, le dije, de dar testimonio de esto al mundo?

Dijo: “Yo si. Con gusto le daré este testimonio a la humanidad”.

Bien, salgamos. Entonces en los Re¬gistros Akhásicos también se proyectó pues, dijéramos, las Cinco Razas en forma escalonada.

Obviamente hubo necesidad de ape¬lar a un simbolismo para representar este edificio del Logos del Universo, como decir un edificio de quinto piso, cada uno de esos pisos corresponde naturalmente a una raza. Hay cinco ra¬zas. En el quinto piso inferior ya pudi¬mos ver a las gentes de esta época vestidas con sus trajes tan horribles que car¬gamos que tan feos nos vemos los unes a los otros.

Sentí un gran dolor. Me despedí de aquel viejo anciano; solamente lamenté que tuviera también su conciencia dormi¬da, un Lemur dormido. Obviamente se encuentra caído en estos tiempos, es claro.

De manera que vean ustedes los otros. A pesar de estar ya degenerados, nunca llegaron a la degeneración en que estamos nosotros. Por lo menos se unie¬ron sexualmente únicamente cuando que¬rían crear un hijo, y si cometían el cri¬men de derramar el Vaso de Hermes, que esa era su degeneración, a lo menos sabían que el sexo era sagrado, y asumían dijéramos una actitud dignificante. Y esa era su degeneración, esa era la épo¬ca en que ya estaban degenerados.

¿Qué dijéramos nosotros de nuestra época, de esta en que estamos viviendo, a dónde hemos llegado? No se conocieron homosexuales ni lesbianas en la época de la degeneración lemúrica. Nadie hubiera cometido el crimen del homosexualismo o del lesbianismo, y sin embargo ya estaban degenerados. Fueron destruidos por el fuego y el agua.

Ahora, ¿qué diremos de nuestra época? Cada raza tiene siete subrazas. Nuestra Raza, por ejemplo, tuvo una época gloriosa que fue durante la primera raza: La Edad de Oro, fue gloriosa.

En la Edad de Oro la gente todavía había vuelto al camino de la regenera¬ción y había inocencia y había belleza. Después vino la Edad de Plata, después la Edad de Cobre y ahora estamos en la Edad de Hierro.

Realmente una raza no dura más tiempo que lo que dura el viaje del Sistema Solar alrededor del Cinturón Zodia¬cal. Ese viaje es conocido como el Año Sideral. Así como existe el año meramen¬te terrestre que es el tiempo que dura la Tierra en girar alrededor del Sol, trescientos sesenta y cinco días con frac¬ciones de minutos y segundos, así tam¬bién existe el Gran Año Sideral. Es un año enorme durante el cual hay una Raza, y así como también existen las Cuatro Estaciones en nuestro año te¬rrestre: primavera, verano, otoño e invierno, así también existen cuatro esta¬ciones en el Gran Año Sideral: Primavera, la Edad de Oro; Verano, la Edad de Pla¬ta; Otoño, la Edad de Cobre; Invierno, la Edad de Hierro.

Siempre que se llega al invierno, a la Edad de Hierro, viene un cataclismo, nos traga Hercólubus. Ahora estamos en la Edad de Hierro, y el cataclismo ya viene.

Hercólubus ya está de viaje hacia la Tierra, ya viene. Está siendo visto a tra¬vés de todos los telescopios del mundo. Todos los astrónomos son los que han he¬cho el mapa de la catástrofe, no lo he he¬cho yo; ahí tenemos en la Institución, aquí en Méjico, el mapa que los astró¬nomos han hecho de la catástrofe que va a acaecer; pero no somos nosotros los que lo hemos hecho, es oficial.

(Conferencia tomada del cassette grabado de viva voz por el VENERABLE MAES¬TRO SAMAEL AUN WEOR, en México, D.F.)

SEGUNDA PARTE

LA PIEDRA FILOSOFAL
O
EL SECRETO DE LOS ALQUIMISTAS

SEXOLOGÍA GNÓSTICA

Sexualidad Normal. Infra-sexualidad. Supra-sexualidad. Los Cinco Centros de la Máquina Humana. Los Temperamentos. El Cerebro Humano. La Energía Creadora. La Transmutación Sexual.—

Ciertamente podemos estudiar la SEXOLOGÍA desde dos ángulos comple¬tamente diferentes. El uno, desde el pun¬to de vista meramente oficial, tal como se enseña en la facultad de medicina; el otro, desde el punto de vista GNÓSTICO.

Voy a afrontar la Sexología a la luz del GNOSTICISMO UNIVERSAL.

Ante todo, GNOSIS significa CONO¬CIMIENTO. La palabra Gnosis entra tam¬bién en la ciencia oficial: “diagnosis”, “diagnóstico”. Vean ustedes la Gnosis ahí en la etimología. En todo caso, las corrientes Gnósticas definidas co¬nocen a fondo la Sexología.
En nombre de la verdad, debo decirles, que Sigmund Freud, con su Psico-análisis, inició una época de transforma¬ciones extraordinarias en el campo de la Sexología. Sigmund Freud produjo una innovación dentro del terreno de la Medicina, eso lo saben todos los que han estudiado a Freud.

Agler fue ciertamente uno de sus me¬jores discípulos. Discípulos de él fueron Jung, y muchos otros psicólogos, psico¬analistas y parapsicólogos.

El sexo en sí es el centro de gravedad de todas las actividades humanas. Alrede¬dor del centro (sexual) giran todos los aspectos sociales de la vida. Veamos por ejemplo, un baile, una fiesta; alrededor del Sexo gira toda la fiesta. En un café, gira todo alrededor del Sexo.

Hoy en día, el Sexo comienza a ser estudiado por algunos sabios con propó¬sitos trascendentales. Desafortunadamen¬te, y es verdad, abunda mucho la porno¬grafía que desvía el Sexo hacia activida¬des meramente sensuales.

Hay varias clases de Sexo: existe el SEXO NORMAL común y corriente, existe el INFRA-SEXO, y existe el SU¬PRA-SEXO.

¿Qué se entiende por Sexualidad Normal? Entiéndase por Sexualidad Nor¬mal, la actividad sexual conducente a la reproducción de la especie.

La Infra-sexualidad es diferente, y hay dos clases de Infrasexuales. En materia de Kábala, se dice, por ejemplo, que Adán tenía dos esposas: Lilit y Nahemah. Lilit representa una de las esferas infrasexuales; encontramos en ella a los Pedreristas, los Homosexuales, las Lesbianas, etc., etc., etc.

Del lado de Nahemah, encontramos nosotros los abusadores del Sexo, pornográficos, aquellos que se entregan de lle¬no, pues, a la lujuria sin freno de ninguna especie, ni control alguno; son dos esfe¬ras de la infra-sexualidad.

Así pues, el Sexo Normal, repito, conduce a la reproducción de la especie. En cuanto al Goce Sexual, en sí mismo, es un goce legitimo del Hombre. Quie¬nes consideran el Goce Sexual como un pecado, quienes lo califican con algún tabú, o quienes tienen la tendencia a considerarlo motivo de vergüenza, disimulo, etc., están totalmente equivoca¬dos. El Goce Sexual, repito, es un Goce legítimo del Hombre. De ninguna manera podría ser despreciado o subestimado, o calificado como tabú. Se tiene derecho, por naturaleza, al Goce Sexual.

Pero, pasemos ahora al SUPRA-SEXO, a la Supra-sexualidad. Incuestionablemente, la Supra-sexualidad es para los Genios, para los Hombres Trascen¬dentales, para las Mujeres Inefables, etc. Supra-sexuales fueron un Jesús de Nazaret, un Budha, un Hermes Trimegisto, un Mahoma, un Lao-Tse en China un Quetzalcoatl, un Pitágoras, etc.

¿Cómo podríamos entrar en el reino de la Supra-sexualidad? Empero, digo, para entrar en el reino de lo Supra-sexual, en la esfera de la Supra-sexualidad, se re¬quiere primero que todo, el Sexo Normal, El Infrasexual, por ejemplo, lesbianas, homosexuales, Pedreristas, masturbadores, no están preparados para entrar en el Reino de la Supra-sexualidad. El infrasexual, debe primero que todo, si es que quiere regenerarse, empezar por lograr la Sexualidad Normal. Una vez lograda, se puede de lleno entrar en el camino de lo Supra-sexual.

Es difícil para los homosexuales y para las lesbianas, que pertenecen a la esfera de lo infrasexual, la regeneración.

Hace poco vino a visitarme un sujeto homosexual; venía de su país, Hondu¬ras. Tal hombre posee una cultura inte¬lectual bastante alta. Se entusiasmó mu¬cho por las ideas revolucionarias de la Sexología, tal como las preconiza el Gnosticismo Universal, y hablándome con franqueza, me contó su trágica historia de homosexual. Sin embargo, me manifestó el deseo de regenerarse, de entrar en el terreno de la Sexualidad Normal, y después, posteriormente, meterse por el camino Supra-sexual.

— ¡Amigo!, Le dije, ¡no le queda a usted más remedio que adquirir la Sexualidad Normal, usted es un afemina¬do! Habrá, pues, de empezar primero por conseguirse una mujer, consígase La mujer primero que todo. ¡Cásese, regenérese, adquiera la Sexualidad Nor¬mal, vuélvase un hombre normal, y el día que usted sea un hombre normal, el día en que le gusten las hembras de verdad, entonces estará preparado para entrar en el terreno de la Supra-sexualidad. Antes no es posible. Hoy por hoy, usted va por el camino de la degeneración, ¡usted es un degenerado!

Bueno, no se ofendió el hombre; francamente, pues yo tenía la razón. Dijo que se iba a conseguir una mujer, que se iba a casar, que iba verdadera¬mente a tratar de volverse de Sexo Nor¬mal, porque él deseaba algún día entrar en las esferas trascendentales de lo Su¬pra-sexual. Ojalá que el amigo se rege¬nere, ¡ojalá!

En otra ocasión, vino a mi una les¬biana. Me dijo que quería que le aconsejara, que francamente a ella le encan¬taban las mismas mujeres, que estaba en un problema gravísimo: Que ella gas¬taba mucho dinero con cierta dama que había por ahí, pero que esa dama le estaba poniendo “cuernos”, como deci¬mos. Lo cierto es que andaba la dama de sus anhelos por la calle con otras da¬mas y, claro, le provocaba “celos”. Su¬fría aquella lesbiana como si fuera un hombre, exactamente. Lloraba, le supli¬caba, y me pedía consejos como si fuera un hombre. Entre paréntesis ¡era una vieja horrible, no se lo niego a ustedes! ¡Yo no pude menos que mirarla con un terrible asco!

Bueno, le di unos cuantos conse¬jos, le dije que lo mejor era que se regenerara, que se consiguiera un hombre, que entrara en el camino de la Sexualidad Normal. No sé si aquella pobre vieja se habrá regenerado, no parecía tener mu¬chas ganas de regenerarse, pues estaba demasiado “celosa” con otras damas que acompañaban a “su dama”, parecía todo un macho ni más ni menos.

¡Vean ustedes ¡qué horrible es el ca¬mino de la degeneración, el camino infra-sexual! Pero no solamente son infrasexua¬les en verdad, las lesbianas, los homo¬sexuales, los masturbadores, los pedreris¬tas; no, infrasexuales son también los abusadores del Sexo, esos que a cada se¬gundo están cambiando de dama, esos que copulan hasta diez y quince veces dia¬rias. ¡Y los hay, yo los conozco! Sujetos así, indudablemente son degenerados, infrasexuales, aunque se crean muy machos, pero lo que tienen es que están degenera¬dos. Entremos ahora en el camino, pues, de la Sexualidad Normal.

La Sexualidad Normal en sí es her¬mosa: se une el hombre a su mujer, se aman, reproducen su especie, viven una vida mesurada, etc. Viven, eso sí, de acuerdo con los intereses de la natu¬raleza, de acuerdo con la economía de la naturaleza. Cada uno de nosotros es una maquinita, eso no lo podemos negar, que capta determinados tipos y subtipos de energía cósmica.

Cada maquinita, es decir, cada uno de nosotros, después de raptar esos tipos de energía cósmica o universal, transforma tales energías automática¬mente, sub-concientemente, y las retrans¬mite a las capas anteriores de la Tierra. Así que la Tierra es un organismo vivo, un organismo que vive de nosotros.

No quiero decirles a ustedes que las plantas no cumplan igual función; es cla-ro que cada planta, según su especie, capta tales o cuales tipos de vibración cósmica que luego transforma y retrans¬mite a las capas anteriores de la Tierra.

En cuanto a los organismos de los animales, sucede lo mismo. Ellos captan tales o cuales tipos de energía que trans¬forman y retransmiten a las capas anterio¬res del organismo planetario. Total, la Tierra es un organismo vivo.

Nosotros nos reproducimos incesan¬temente con la Sexualidad Normal. Esto es necesario para la economía de la na¬turaleza. Además, el Goce Sexual, es un Goce legitimo del hombre, no es un crimen, no es un delito, como suponen muchos mojigatos, muchos mentecatos, muchos pietistas, etc. Pero, hoy por hoy, nosotros, con nuestra Sexualidad Normal, vivimos de acuerdo con los intereses económicos de la naturaleza.

Otra cosa es la SUPRA-SEXUALIDAD; eso es definitivo.

Entras en el terreno Supra-sexual, es entrar ya en el camino de las transformaciones extraordinarias.

Federico Nietzche, en su obra “Así hablaba Zaratustra”, habla franca¬mente del Súper-Hombre Dice: “Ha llegado la hora del Súper-Hombre. El hom¬bre no es más que un puente tendido entre el animal y el Súper-Hombre, un peligroso paso en el camino, un peli¬groso mirar atrás. Todo en él es peligroso. Ha llegado la hora del Súper-Hombre”.

Bueno, Hitler interpretó a Nietzche a su modo. Durante la Segunda Guerra Mundial, hasta el más insignificante policía alemán era un Súper-Hombre; nadie se sentía chiquito en la época de Hitler en Alemania, todos eran Súper-Hombres.

Parece que Hitler, aunque con muy buenas intenciones, no supo interpretar a Nietzche.

Yo creo en el Súper-Hombre, franca¬mente se lo manifiesto a ustedes, pero me parece que Hitler erró el camino.

Se puede llegar a la altura del Súper¬-Hombre, mas eso solamente es posible, mediante la TRASMUTACIÓN DE LAS ENERGÍAS SEXUALES, y eso per¬tenece al terreno de lo SUPRA-SEXUAL

En todo caso, en el ser humano hay CINCO CENTROS FUNDAMENTALES: Primero que todo el Intelectual, que es el que más utilizan todos ustedes para el estudio. Segundo, el Emocional, que lo tenemos en el corazón. Tercero, el Motor, que está en la parte superior de la espina dorsal. Cuarto, el centro Instintivo, que está en la parte inferior de la espina dor¬sal. Y el quinto propiamente dicho, el Sexual. Repito, para que ustedes pue¬dan grabar mejor: Intelectual, Emocional, Motor, Instintivo, y Sexual; cinco cen¬tros. Total, estos Cinco Centros, son fun¬damentales para todas las actividades humanas.

En cuanto al Sexual, propiamente dicho, quiero decirles que es el Centro, pues, alrededor del cual giran todas las actividades humanas.

El Pensamiento, aparentemente es muy rápido, pero desgraciadamente es muy lento. Si ustedes van manejando un carro, por ejemplo, y de pronto, en un momento de peligro, se ponen a analizar si deben hacer esto o aquello, adelantarse o atrasar o retroceder, que¬brar a la derecha, quebrar a la izquierda, pues vienen a chocas y a tener una ca¬tástrofe.

El Centro Motor es más rápido. Uno, cuando va manejando carro, no tie¬ne mucho tiempo para pensar, actúa velozmente y sale del paso. Pero si en ese momento el pensamiento trabaja, pues, chocaría.

¡Cuántas veces va uno manejando un automóvil y resulta que en un mo¬mento dado queda indeciso, si hacia la derecha, si hacia la izquierda, y total, es un fracaso! De manera que es muy lento el Centro del Pensamiento. Más rápido es el Centro del Movimiento, el Centro Motor.

El Emocional, también es un Centro rápido, pero no hay Centro más rápido que el Centro Sexual. Uno como Hom¬bre ve a una mujer, y en milésimas de segundos sabe uno si se complementa con uno o no, si exactamente está de acuerdo con la onda que uno lleva, o no. Esto es cuestión de milésimas de segundo; ustedes como jóvenes lo saben: ustedes se encuentran frente a frente con una muchacha, pero instintivamente, instantáneamente saben si está de acuerdo con su onda, o no; eso es rapidísimo. De manera que es un Centro que permite revisar con rapi¬dez inaudita el otro polo. Es el Centro más veloz que nosotros poseemos.

Pero, entremos en factores un poco más detenidos.

Muchas veces un hombre vive feliz con su mujer, la quiere, sin embargo nota que algo le falta. Ciertamente puede suceder que con la mujer que uno esté, no se sienta completo. Puede ser que ella llene las actividades del Centro Emocional, pero tal vez no se complemente con uno mentalmente, o tal vez sexualmente no se complemente con uno, y al encontrar uno por ahí otra dama, puede suceder que esta otra si se complemente con uno, y entonces viene eso que se llama adulterio.

No vengo yo aquí a alabar el adul¬terio.

En cierta ocasión, por ahí había una sala donde varias adúlteras estaban “dándole al vidrio”. Una de ellas, de pronto embriagada de vino, dijo: ¡Viva el adulterio! Era una dama muy hermosa, entre paréntesis.

¡No, yo no vengo a hacer alabanza del adulterio, porque eso sería absurdo, pero si veo las causas del adulterio!

Muchas veces uno de la pareja no consigue complementarse en los Cinco Centros totalmente con el otro, enton¬ces, posiblemente encuentre complemen¬tación con otra persona, y ahí sería eso que se llama adulterio.

Pongamos que emocionalmente un hombre se complementa con una mujer, pero sexualmente no. Puede darse el caso de que encuentre una dama con la que sí se complemente sexualmente. Suponga¬mos que un hombre se complementa con una mujer mentalmente, pero emocio¬nalmente no. Puede darse el caso de que encuentre una dama con la que llegue a complementarse emocionalmente. Pue¬de suceder que en el mundo de los hábitos no se complemente un hombre con su mujer.

Puede suceder que encuentre tam¬bién en el mundo de los hábitos rela¬cionado con el Centro Motor, otra mu¬jer con la que sí se complemente, con la que tenga afinidad. Esta es la causa intrínseca de tantísimos adulterios que dan origen pues a los divorcios.

Como les digo, no vengo a alabar el adulterio, porque sería absurdo, ni estoy de acuerdo con aquella dama que gritaba en célebre orgía: “¡Viva el adulterio!”. No, yo no estoy de acuer¬do con eso, mis amigos. Únicamente aquí con ustedes, en compañerismo, estamos estudiando la cuestión sexual. No podríamos dejar pasar por alto esta cuestión del adulterio.

Yo creo que lo mejor para uno, como hombre, es encontrar una mujer que se complemente con uno en lo In¬telectual, en lo Emocional, en el Centro Motor, o mundo de los hábitos, en el Centro de los Instintos y en el Sexo, es decir, la pareja ideal, la pareja per¬fecta. Y creo, a su vez también, que lo ideal para una mujer sería encontrar un hombre con el que se complemen¬tara totalmente, entonces habría verdadera felicidad.

Otro de los motivos graves, como para que no pueda existir felicidad, es la cuestión de los TEMPERAMEN¬TOS.

Un hombre de temperamento ardien¬te es imposible que pueda ser feliz con una mujer que parezca una mole de hie¬lo; sencillamente no. El hecho mismo de tener que ir a besarla, y en el momen¬to del beso se encuentra con que ella no tiene ganas de besos, eso es graví¬simo. Ahora, ¿qué diríamos, durante la cópula, en el momento de copular una mujer helada?

Acuérdense ustedes de aquel libro titulado “Sinuhé el Egipcio”, que lo dieron en película. Resulta que ahí había un lugar de momificación. En Egipto existían varios lugares de Inmundicia donde arreglaban cadáveres para momificarlos, y quienes trabajaban en esos lugares de momificación, pues olían inmundo por doquiera que pasa¬ban. Ninguna mujer gustaba de esa clase de hombres que olían tan feo, y, claro, olían a podredumbre. ¿Y saben ustedes lo que hacían esa clase de momifica¬dores? Copulaban con los cadáveres de las hembras que traían ahí. ¿Les pa¬rece a ustedes muy agradable eso? ¿Co¬pular con difuntas? Eso sucedía en Egip¬to.

Pues bien, ¿qué dirían ustedes de un hombre de temperamento ardiente que tenga que copular con una mujer de hielo, con un cadáver? Eso resulta espantosamente horrible.

También es muy cierto y de toda verdad, que existe el temperamento bilioso, gente pesada, torpe. Una mujer, por ejemplo, de carácter pesado, torpe en sus movimientos, es imposible que pueda entenderse con un hombre de tenga temperamento nervioso, imposible. Ahora, es imposible también que un hombre de temperamento nervioso pueda enten¬derse con una mujer completamente ardiente.

Así que la cuestión de los tempera¬mentos es muy importante. No sola¬mente se necesita que haya correlación entre los distintos Centros de la Máquina Orgánica: Intelecto, Emoción, Movimien¬to, Instinto y Sexo, sino que haya TEMPERAMENTOS AFINES. Sólo así, habiendo temperamentos afines y perfecta Inter-relación entre los distintos Centros de la Máquina, pues entonces puede haber una auténtica afinidad, lo cual daría Felicidad.

Sin embargo, estoy hablándoles hasta ahora de sexualidad normal.

SUPRA-SEXUALIDAD es diferente, mis amigos. Para entrar en el terreno de la Supra-sexualidad, se requiere ante todo saber TRANSMUTAR LA ENERGÍA CREADORA.

Pero debemos pensar en el Sexo, no solamente como cuestión fisiológica.

Ha de saberse que en el Sexo existe Energía. Al fin y al cabo, Einstein dijo: “Energía es igual a masa multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado”. También dijo: “La Energía se transfor¬ma en Masa, la Masa se transforma en Energía”. ¿Es posible transformar la Masa en Energía? ¡Claro está que si!

Vean ustedes un pozo de agua en el camino, en la carretera; con el calor del sol se va evaporando esa agua. Por último se convierte en nube, y en última síntesis, en energía, en nubes, rayos, truenos. Todas las aguas de los mares, de los ríos, se convierten en nubes y por último en rayos y truenos, es decir, Energía.

Y lo mismo sucede con el Ens Seminis. ¿Qué se entiende por Ens Seminis?

¡La Entidad del Semen! Es decir, el Esperma Sagrado.

Hoy se tiene la tendencia a consi¬derar el Esperma simplemente como una sustancia que secretan nuestras glándulas endocrinas sexuales.
La palabra “Sagrado”, acomodada al Esperma, parece como “fuera de on¬da”, Sin embargo, si ustedes estudian cuidadosamente el psicoanálisis de Sig¬mund Freud, verán que él dice lo si¬guiente: “Las religiones, en última síntesis, tienen origen sexual”. Yo estoy de acuerdo con Freud, en ese sentido. Si ustedes están de acuerdo, bien; si no están, bien, yo por mi parte, sí estoy.

Cuando uno mira las religiones de los indígenas, por ejemplo, las religiones de las distintas tribus de Indo-América o de África, o del Asia, puede, dijéra¬mos, evidenciar en forma directa y por si mismos, de que en todas esas religio¬nes, en todos esos cultos, hay una mezcla de lo sexual con lo místico, es decir, de lo religioso con lo erótico.

Dioses y Diosas ha habido en posturas de tipo erótico copulando, y lo más interesante es que esas posturas son sagradas en la Tierra de los Vedas. Están debidamente clasificadas, y en una o en otra forma, coadyuvan maravillosamente con Eros en la erótica a lo Froidiano, o a lo meramente, dijéramos, lujurioso, pero, coadyuvan.

Habían en Creta grandes procesio¬nes, por ejemplo, en que las sacerdoti¬sas iban con Phalos enormes… y se les rendía verdadero culto. También se ren¬día culto al Yoni, es decir, al órgano sexual femenino.

No hay duda de que en la Lanza aquella, con la que Longinus hirió el cos¬tado del Cristo, no es sino una viva representación del Phalo. No hay duda también de que en la Copa o Cáliz o el Santo Grial como dicen, por el cual pelearon todos los Caballeros de la edad media cuando salieron para la Tierra Santa durante la época de las Cruzadas Eucarísticas, representa al Yoni feme¬nino, al eterno femenino.

Por cierto que los Caballeros de la edad media andaban buscando ese Cáliz en que bebió el Cristo en la Ultima Cena, símbolo del Yoni; jamás lo encontraron, es obvio.

Pero como recuerdo de aquella época y de la búsqueda del Santo Grial, y de la pelea contra los Moros, quedó la copa ésta de las Olimpiadas, copa que se entrega a los vencedores en los Juegos Olímpicos.

Tiene este origen esa Copa, no ol¬viden que representa siempre al Yoni, es decir, al órgano sexual femenino.

Así pues, en el terreno de lo Supra-Sexual, el Cáliz y la Lanza, son Sagrados. El Esperma es Sagrado, porque en el Es¬perma está contenida nuestra propia personalidad.

Los Alquimistas Medievales veían en el Esperma al VITRIOLO. Por cierto que esta palabra se descompone así: “Visita interiora Térrea Rectificando Invenies Octultum Lapidem”: Visita el interior de nuestra Tierra que rectificando encontrarás la Piedra Oculta. Pero, ¿a qué Piedra se referían precisa¬mente los Alquimistas Medievales? A la famosa PIEDRA FILOSOFAL.

Tal Piedra hay que fabricarla y no hay duda de que existen fórmulas para su fabricación. Yo creo en la Piedra Filosofal, pero hay que fabricarla.

Mediante el Esperma Sagrado y sus transmutaciones es posible lograr la Pie¬dra Filosofal.

La Transmutación de la libido sexual, convertir el Esperma en Energía, es posible cuando se conoce la clave; lo importante es conocer la clave.

Si con el Ens Seminis podemos no¬sotros dar vida a un hijo, si con el Ens Seminis podemos reproducir 1a especie, si con el Ens Seminis podemos llenar de millones de seres humanos un mundo, es cierto, y de toda verdad, que con el Ens Seminis, es decir, con la Entidad del Semen, podemos darnos vida a sí mismos y convertirnos en verdaderos Súper-Hombres en el sentido más com¬pleto de la palabra.

Ahora, bien, lo importante sería lograr la transmutación de la libido sexual. Mediante la transmutación logramos cerebrizar el semen y seminizar el cerebro. Se hace necesario seminizar el cerebro, señores; porque es muy sabido por los hombres de ciencia actual que no todas las áreas del cerebro actual¬mente están trabajando.

Se sabe hoy en día, en medicina, de que sólo una mínima parte de nuestro cerebro está actualmente ejerciendo sus funciones. Incuestionablemente tenemos muchas áreas, partes del cerebro inactivas. Si con el poquito de cerebro que está activo, hemos logrado crear cohe¬tes atómicos que viajan a la luna, hemos logrado crear las bombas atómicas con las que se destruyeron ciudades como Hiroshima y Nagasaki, hemos cose¬guido nosotros aviones supersónicos que viajan a una velocidad extraordinaria. ¿Qué tal si nosotros regeneráramos el cerebro, si pusiéramos en actividad todas las partes del cerebro? ¿Si la totalidad de la masa encefálica trabajara? Entonces podríamos transformar este mundo, cambiarlo, hacerlo maravilloso. Pero hay que retenerlo hay que semini¬zarlo. Cerebrizar el semen y seminizar el cerebro, he ahí la clave. Es posible seminizar el cerebro.

Los grandes músicos de antaño, un Beethoven, por ejemplo, un Mozart, un Chopin, o un Liszt, fueron hombres que tuvieron el cerebro muy seminizado, hombres que le dieron a su cerebro capacidades extraordinarias, que utilizaban el mayor porcentaje de la áreas.

Sin embargo, hoy en día, la cosa es muy diferente; el cerebro humano se ha degenerado demasiado y no nos damos cuenta de ello.

Si estamos en medio de una pachanga, contentos; si estamos de acuerdo con la última “onda”, sí estamos en pleno Rock and Roll, y de pronto alguien quita el disco y pone la Novena Sinfonía de Beethoven, ¿cómo se sentirían ustedes? ¿Están seguros de que continuarían la pachanga? ¿Qué harían ustedes? ¡Claro!, Ustedes no irían a insultar al señor de la casa, naturalmente no; pero muy decentemente se retirarían, ¿verdad? ¿Por qué?

En la edad media, por ejemplo, cuando el cerebro todavía no se había degenerado tanto como ahora, la cosa era distinta: se bailaba al compás del puro ballet, sí, al compás de la música clásica; en plena comida estaban los músicos haciendo vibrar 1as más senti¬das sinfonías. De moda estaban Beethoven, Mozart, Chopin, Liszt. ¡Esa era la edad medía, señores!

Pero ahora no estamos en la edad medía. Si ahora nos salen con una música de esas en plena pachanga, sencillamente nos despedimos, y ¡good bye!, Nos vamos, ¡es claro! ¿Por qué? Porque nos aburrimos, y ¿por qué nos aburrimos? Seamos analíticos; aquí estamos para analizar.

Sencillamente porque el cerebro está degenerado. Hay ciertas áreas que ya no pueden apreciar la buena música. ¿Y por qué se ha degenerado el cerebro? Se ha degenerado sencillamente porque nosotros, durante varios siglos hemos estado extrayendo de nuestro organismo la Entidad del Semen. No la hemos extraído únicamente para dar vida a nuevas criaturas, no; la hemos extraído porque nos ha gustado, porque es un gran placer; eso es todo.

Con eso nos hemos dado gusto en la lujuria, en lechos de placer gozando a lo lindo, pero el “paganini” ha sido el cerebro; es decir, él es el que ha tenido que “pagar el pato”. Ahora sucede que muchas áreas no están trabajando.

Es posible sí regenerarlo, pero para regenerarlo hay que transmutar la Entidad del Semen, convertirla en Energía; sólo así podríamos cerebrizar el semen.

Lo que faltaría aquí en esta platica es decir cómo. Yo tendría mucho gusto en explicarles un ARTIFICIO muy singular que los Alquimistas medievales enseñaban a sus discípulos. El ARTIFICIO que voy a enseñarles a ustedes, también lo enseñaron hombres de ciencia moderna, como Brown Sequard en Estados Unidos; lo enseñó el Dr. Krumm Heller, médico-coronel de nuestro ejér¬cito glorioso Mexicano; lo enseña tam¬bién Jung; Lo enseñan las escuelas Asiá¬ticas del Tantrismo Oriental (Tantris¬mo Blanco — Nota editorial) no es una cosecha mía particular, yo la he aprendido de todos esos sabios, y a su vez yo se la comunico a ustedes, no como un artículo de fe o como un dogma inquebrantable, no.

Si ustedes quieren aceptarlo, acép¬tenlo; si no quieren aceptarlo, no lo acepten. Muchas escuelas lo han aceptado; muchas escuelas lo han rechazado. Cada cual es libre de pensar como quiera; yo únicamente les doy mi modesta opi¬nión.

El ARTIFICIO consiste en esto:

¡CONEXIÓN DEL LINGAM-YONI (Lingam ya saben ustedes que es el Phalo; Yoni ya saben que es el Útero, o el sexo femenino, el órgano sexual de la mujer) SIN LA EYACULACIÓN DE LA EN¬TIDAD DEL SEMEN!

El Dr. Krumm Heller, daba en latín la fórmula decía:

“Inmissio menbri virilis in vagínam sine ejaculatio seminis”.

Algunos científicos modernos la han aceptado.

La Sociedad Oneida en los Estados Unidos experimentó con esa fórmula. En la Sociedad Oneida, entraron unas 25 parejas, hombres y mujeres, a trabajar con el sexo. Durante cierto tiempo se les ordenaba copular, pero sin la eyaculación de la entidad del semen. Luego se les sometía a estudios clínicos en los Estados Unidos, y logró observarse la seminización completa del cerebro, el aumento de hormonas en la sangre, la mejora completa del organismo, la fortificación de la potencialidad sexual, etc., y muchas enfermedades desaparecieron.

Cuando los científicos resolvían que era necesario crear hijos, daban entonces en la Sociedad Oneida, la libertad para que copularan con eyaculación seminal, y así se obtenía reproducción. Así se hicieron muchos experimentos en la Sociedad Oneida.

En todo caso, lo interesante de este fino Artificio que constituye el Secretum Secretorum de los Alquimistas medievales, consiste en que nunca llegan a degenerarse las glándulas sexuales.

Ustedes saben muy bien que cuando las glándulas sexuales se degeneran, se degenera también la Epífisis, y se degene¬ra la Hipófisis, y se degeneran todas las glándulas de secreción interna, todo el sistema nervioso liquido pasa por pro¬cesas de degeneración, entonces viene la decrepitud y la muerte.

¿Por qué existe la vejez? Sencilla¬mente porque las glándulas sexuales en¬tran en decrepitud y al entrar en de¬crepitud, entran en decrepitud todas las glándulas endocrinas y entonces se procesa la cuestión aquella de la decrepitud y la vejez.

Pero si hubiera el sistema que permi¬tiera que las glándulas sexuales no se de-generaran, no entraran en decrepitud, podría conservarse todo el sistema ner-vioso líquido, en perfecta actividad, y entonces no habría decrepitud ni Ve-jez; Eso es obvio.

Ahora bien, por medio de este fino ARTIFICIO: “CONEXIÓN DEL LIN¬GAM-YONI, SIN EYACULACIÓN DEL ENS SEMINIS”, como dicen los médi¬cos famosos Krumm Heller y Brown es posible entonces conservar las glándulas sexuales activas durante toda la vida.

Eso significa que un hombre que practicara con tal sistema, llegaría a la edad de noventa y cien años, todavía con capacidad para copular y para gozar libremente del placer sexual, y es un placer legitimo del hombre que no es un pecado, que no un tabú, que no debe ser un motivo de vergüenza o de disimulo, etc., sino, repito, un derecho legitimo del hombre.

Ahora bien, mediante la TRASMUTACIÓN DE LA ENTIDAD DEL SEMEN EN ENERGÍAS, se procesan cambios psicológicos extraordinarios: se desarrolla la glándula pineal.

Esa glándula estuvo activa en otros tiempos, en tiempos antiquísimos de la historia; entonces el ser humano poseía aquel ojo del que nos hablara Homero en su Odisea, el Ojo de los Lacértidos, el ojo que viera en aquel terrible gigante que intentara, pues, devorarlos (a los compañeros de Ulises — Nota editorial)

Ese Ojo de los Lacértidos, no es una mera leyenda sin fundamento alguno.

Mediante la Transmutación Sexual esa glándula se desarrolla, entra en nue¬va actividad. Allí está ese ojo que le per¬mite a uno percibir el ultra de todas las cosas.

Nuestro mundo no es solamente de tres dimensiones como creen los ignorantes ilustrados; en nuestro mundo existen una Cuarta Vertical; aún más, podemos asegurar con gran énfasis que existe una Quinta Vertical, y una Sexta y una Séptima. Así pues, noso¬tros nunca hemos visto nuestro mundo como verdaderamente es, y no lo hemos visto porque nuestros cinco sentidos están degenerados, nuestra glándula pi¬neal está atrofiada.

Existen otros sentidos en nosotros que se hallan completamente degenera¬dos, y que son de percepción, pero están degenerados. Si los lográramos regenerar podríamos percibir el mundo como es, con sus siete dimensiones.

Así que la cruda realidad de los he¬chos es que mediante la Transmutación Sexual, se puede regenerar la pineal y los otros sentidos que se hallan atrofia¬dos. Así tendríamos acceso a un mundo de conocimientos extraordinarios, así tendríamos acceso a las dimensiones superiores de la naturaleza y del cosmos, así podríamos ver, oír, tocar y palpar las grandes realidades de la vida y de la muerte; podríamos aprehender, capturar, todos los fenómeno, cósmicos en sí, tal cual son, y no como aparentemente son.

¡Transmutación es la clave!

¡Cambiar el Esperma, modificarlo en Energía, he ahí lo fundamental!

Ha llegado, pues, la hora de compren¬der todo esto a fondo, integralmente.

Si un hombre se propusiera cumplir con esta fórmula tan sencilla, con ese Artificio que nos enseñara Brown, que nos enseñara Krumm Heller, que nos enseñaran los Alquimistas Medievales, po¬dría decirles a ustedes con gran énfasis y absoluta seguridad, que este hombre á la larga se transformaría en un Súper-Hombre; pero necesitamos continuo la necesidad de cambiar, de convertirnos en algo diferente.

Eso es si no somos reaccionarios, porque al conservador y retardatario no le queda cambiar. Pero cuando uno es revolucionario de verdad, uno quiere ser distinto, uno quiere cambiar funda¬mentalmente, transformarse en algo, y tiene que convertirse en un Súper-Hombre, hacer de la doctrina de Nietzche una realidad.

Es posible cambiar mediante la trans¬mutación sexual.

La fuerza sexual nos puso sobre el tapete de la existencia y eso no me lo pueden ustedes negar.

Nosotros existimos, vivimos, gracias a que tuvimos un padre, gracias a que tuvimos una madre. En última síntesis, la raíz de nuestra propia vida es la có¬pula de un hombre y de una mujer.

Ahora bien, si la fuerza sexual, si la energía del sexo, tuvo poder para ponernos sobre el tapete de la existencia, es obvio que es la única que tiene autori¬dad de verdad para transformamos radi¬calmente.

En el mundo hay muchas ideolo¬gías, en el mundo hay muchas creencias y cada cual es libre de creer en lo que le da la gana, pero la única fuerza que tiene autoridad para transformarnos, es la que nos creó, la que nos puso sobre el tapete de la existencia; me refiero en forma enfática a la Fuerza Sexual.

Aprender a manejar esa energía maravillosa del sexo, significa hacerse amo de la creación. Cuando el Esperma Sagrado se transforma en Energía, se provocan cambios psico-somáticos extra¬ordinarios.

Bien sabemos nosotros lo que son esos vasos hormonales de nuestras gó¬nadas, cómo trabajan, cómo pasan las hormonas de vaso en vaso, cómo, por último, a lo largo de los cordones esper¬máticos llega hasta la próstata. Bien sa¬bemos lo valiosa que es la próstata, ahí se producen las más grandes transformaciones de la Entidad del Semen. Y las hormonas, por último, entran en el torrente sanguíneo. La palabra Hormo¬na, viene de una raíz griega que significa, “Ansia de ser, fuerza de ser”

Las hormonas han sido estudiadas por nuestros hombres de ciencia, son maravillosas.

Las hormonas sexuales, por ejem¬plo, entrando en el torrente sanguíneo, realizan prodigios. Cuando tocan las glándulas endocrinas, sea la Tiroides, sea la Paratiroides, sea a los Riñones suplementarios, o a la Timo, etc., las estimulan, hacen que esos pequeños micro-laboratorios produzcan más hor¬monas, y esas hormonas producidas por todas las glándulas en general, enrique¬cen el torrente sanguíneo en forma extraordinaria. Entonces desaparecen las dolencias, desaparecen las enfermedades.

Desgraciadamente, hoy por hoy, el Esperma que es preparado por las gónadas, y que luego sube o asciende hasta la Próstata es desgraciadamente despilfarrado y ni siquiera se le deja descomponer a los famosos zoospermos en las hormonas, cuando ya se le envía fuera del organismo, cuando se le arroja. Muchas veces ni siquiera alcanza a ascen¬der desde los testículos hasta la próstata la Entidad del Semen, cuando ya es eliminado.

En cuanto a los masturbadores, ¿qué diremos? Bien saben ustedes lo que es el vicio de la masturbación. Cuando alguien se masturba, indubitablemente está cometiendo un crimen contra natu¬ra. Después de que se ha eyaculado la Entidad del Semen, queda cierto movimiento peristáltico en el Phalo, y esto lo sabe cualquier hombre. Con tal movimiento, siempre el Phalo recoge del útero de la mujer, la energía que necesita para alimentar el cerebro.

Pero durante la masturbación la cosa es distinta: el Phalo lo único que recoge con su movimiento peristáltico es aire frío que va al cerebro; así se agotan muchas facultades cerebrales.

Innumerables sujetos han ido al ma¬nicomio por el vicio de la masturbación. Un cerebro lleno de aire es un cerebro estúpido en un ciento por ciento. Así que condenamos ese vicio totalmente. En síntesis, se transmuta el Esperma Sa¬grado en Energía, pero eso solamente es posible durante la cópula. Evitando, pues, a toda costa la eyaculación del Ens Semi¬nis. Porque como dijeran los mejores sabios medievales, dentro de él se encuen¬tra todo el Ens Virtutis del fuego, es de¬cir, la entidad ígnea del fuego.

Enriquecer la sangre con hormonas no me parece un delito. Transmutar el Esperma en Energía, está muy bien documentado por hombres como Sigmund Freud y otros tantos.

Así que lo importante sería apro¬vechar toda la potencialidad sexual para seminizar el cerebro y desarrollar la glándula pineal y hasta la Hipófisis y otras. Se conseguiría una transformación orgánica maravillosa.

Lo psico-somático está Íntimamente relacionado con lo sexual. Una Supra-sexualidad implica de hecho también algo Supra-sexual dentro de lo psico-somático. Por eso diría yo a ustedes con entera realidad que Supra-sexuales fueron, por ejemplo, Hombres como un Hermes Trismegisto, o como Quetzalcoatl, o como el Budha, o como Jeshua Ben Pandirá, que no es otra cosa sino el Gran Kabir Jesús. Son seres Supra-sexua¬les, y el Supra-sexual es el Súper-Hombre de Nietzche.

Uno puede alcanzar la estatura del Súper-Hombre, entrando en el terreno de la Supra-sexualidad, SABIENDO gozar del Amor, SABIENDO gozar de la mujer, SABIENDO vivir con alegría, o con más emoción y menos razonamientos inúti¬les; la emoción es lo que cuenta, eso vale más que todo.

Así, pues, desde un punto de vista revolucionario, nosotros podemos convertirnos en verdaderos Dioses-Hombres sí así lo queremos. Bastaría que regenerá¬ramos las áreas del cerebro, que nos pusiéramos a Trabajar a tono, y entonces así haríamos un mundo mejor.

En todo caso, creo, y es indispensa¬ble saber, que la clave para la Transmutación significa también la clave para la Re-Generación.

Los sabios de la antigüedad nos hablaron de un FUEGO SOLAR que exis¬te siempre en toda materia orgánica e Inorgánica.

Este FUEGO, naturalmente, está encerrado, en cuanto al hombre, EN SU SISTEMA SEMINAL.

No se trata, naturalmente, de un fuego meramente físico; dijéramos, un FUEGO de tipo Supra-dimensional, psi¬cológico o metafísico; ES EL FOHAT, que es la palabra que significa FUEGO, de tipo estrictamente psicológico, y que todos lo sentimos durante la cópula.

Puede desenvolverse y desarrollarse, para ascender desde nuestro sistema seminal a lo largo del canal medular espi¬nal.

Cuando este FUEGO asciende, des¬pierta en nosotros poderes que ignora¬mos, poderes extraordinarios de percep¬ción, o mejor dijéramos, de extra-per¬cepción sensorial; poderes que divinizan, pero hay que despertarlos mediante la Transmutación de la Libido, SABIEN¬DO gozar del Amor; y la mujer también puede despertarlos, SABIENDO gozar del varón.

Con ese FUEGO se realizan prodi¬gios.
Los orientales lo denominan KUN¬DALINI, y es maravilloso.

Nuestros antepasados Mexicanos, le denominaban LA SERPIENTE, porque decían ellos que tiene figura de SER¬PIENTE SAGRADA que sube a lo largo del canal medular espinal.

En el oriente se habla de siete Cen¬tros que existen en la espina dorsal, siete centros magnéticos que podrían ser perfectamente estudiados con placas muy especiales, y también con agujas imantadas y otros sistemas de investigación.

El primero está en el coxis. Cuando entra en sus funcionalismos nos confiere determinados poderes sobre el elemento Tierra.

El segundo está a La altura de la Próstata, el cual nos confiere poderes sobre los elementos acuosos de nuestro organismo.

El tercero, a la altura del ombligo, el cual despertado, nos permite manejar nuestro temperamento ardiente y hasta actuar sobre el fuego universal.

El cuarto está a la altura del Corazón, y es obvio que nos confiere ciertas facultades extraordinarias, como el de la Telepatía, el de la Intuición y muchos otros.

El quinto está a la altura de la glán¬dula Tiroides, que secreta el yodo bioló-gico; nos confiere cierto poder psíquico extraordinario, la llamada Clariaudiencia, el poder de escuchar los sonidos del ultra.

El sexto, a la altura del entrecejo, que nos da el poder para poder percibir también las dimensiones, superiores de la naturaleza y del cosmos.

Y el séptimo, a la altura de la glán¬dula Pineal, que nos da el poder para ver por sí mismos los Misterios de la Vi¬da y de la Muerte.

Así pues, esas facultades se hallan latentes en nuestro organismo, y pueden ser despertadas por ese FUEGO extra¬ordinario que los Indostaníes llaman KUNDALINI y que sube por el canal me¬dular mediante la Transmutación Sexual.

Pero, para llegar a esas alturas, se necesita Trabajar con este SECRETUM SECRETORUM durante TODA LA VIDA.

Quien así proceda, se transformará en SÚPER-HOMBRE, y podrá penetrar en el anfiteatro de la Ciencia Cósmica, podrá adentrarse en la Universidad de la Ciencia Pura y resolver problemas que la Ciencia Oficial todavía no ha sido capaz de resolver.

Hasta aquí mi plática de esta tarde, señores.

*(Conferencia dictada por el Venerable Maestro Samael Aun Weor, en la Facultad de Geología de la Universidad de San Luis Potosí, Estado de San Luis, en la Re¬pública de México, el día 19 de Mayo de 1976)

LA PRÁCTICA DEL ARCANO A.Z.F.
POR EL: V. M. RABOLÚ

Voy a darles una clase muy impor¬tante sobre la parte esotérica que, cada uno, tanto solteros como casados nece¬sitan porque creo que todos van a llegar al mismo punto.

Nosotros como instructores, o misio¬neros, tenemos quejas en gran cantidad, tanto los casados como los solteros, so¬bre las poluciones nocturnas.

Si nosotros analizamos un poco, realmente todo esto lo provocamos por nuestros malos pensamientos y las con¬secuencias vienen de arriba para abajo. Puede que aquí controlemos, pero en los mundos superiores no se controla y repercute de arriba hacia abajo. O sea, debe uno PRIMERAMENTE APREN¬DER A MIRAR Y TRANSFORMAR LA IMPRESIÓN. ¿Cómo? ¡Es muy fácil! Vio uno una “chamaca” bonita, póngale una dualidad: una indiecita bien fea. Ahí va transformando.

Si buscamos la síntesis de esta dua¬lidad, ambas son mujeres, ¿no es cierto? Están sujetas al tiempo. La “chamaca bonita puede llegar a ser fea hasta peor que la indiecita. Entonces, ¿donde está la realidad de ese problema? No encontramos realidad alguna Entonces hay que APRENDER A MIRAR Y TRANSFORMAR DE INMEDIATO LA IMPRESIÓN para no caer en estos erro¬res de las poluciones. Porque un mal pensamiento se graba aquí y de hecho aquí es un pensamiento y en los mun¬dos internos son hechos que vienen a repercutir en una polución.

Ahora, voy a hablarles ya sobre la parte sexual que es muy importante y básica tanto para casados como para los solteros.

Anteriormente cometí yo el grave error de apartar los casados para hablarles de estas cosas y dejar los solteros apartes con pláticas, pues, contrariamente subje¬tivas, podríamos decirles. Fue un grave error que yo lo vi y lo corregí. Gracias al Cielo me di cuenta que estaba come¬tiendo una falta discriminando a los solteros. ¿El soltero a dónde va? A ser casado, ¿no es cierto? Entonces, si no¬sotros discriminamos al soltero, cuando se case este elemento puede cometer graves errores porque no ha tenido la instrucción necesaria. Entonces hay que alertar al soltero para cuando llegue a casarse. Entonces yo corregí ese grave error, muy gravísimo porque había discriminación y se le estaba negando la sabiduría al soltero.

Resulta que, en la práctica del Ar¬cano, hay algo que deben tener muy en cuenta que es, primeramente, antes de la conexión sexual, una Oración a la MADRE DIVINA. Invocar a la Madre Divina para que Ella proteja, los proteja y, conduzca a las energías hacia arriba. Segundo, una concentración cada uno en sus glándulas, y después de esto, la imaginación. Imaginar es ver. Imaginar que de esas glándulas salen los vapores de esa energía que está en un calor te¬rrible, son vapores que van rompiendo la médula espinal vértebra por vértebra hacia arriba. Ese vapor es Color Oro, Imaginar que va subiendo por toda la médula espinal hasta llevarla al cora¬zón; del corazón se expande en Luz.

Ahora, vamos a seguir adelante.

Los cambios que van habiendo en el Trabajo en la Gran Obra, son cambios que los tenemos que provocar. No hay que dejar las cosas a la deriva, sino ir provocando estos cambios.

Tenemos el primero: empezamos a Trabajar con la energía en bruto, que podríamos decirle COLOR NEGRO. En el Color Negro es que se empieza el Trabajo. ¿Por qué? Porque está el MER¬CURIO SECO. ¿Cuál será el Mercurio Seco? ¡Los yoes! Los yoes están completamente vivos, entonces es la primera etapa del Trabajo, el Color Negro.

Segundo: COLOR BLANCO. Cuando empezamos nosotros a trabajar con el Color Negro, es muy natural que si que¬remos de ahí ya provocar un cambio en nosotros, debemos empezar de una vez a eliminar el MERCURIO NEGRO, el MERCURIO SECO, para provocar este cambio al Color Blanco. Esa es Transformación de la energía en octavas superiores.

Tercero: COLOR AMARILLO, ter¬cera etapa del Trabajo. Cuando nosotros empezamos a Trabajar, a eliminar el Mer¬curio Negro, el Mercurio Seco, van uniéndose las SALES, se van atrayendo fuerzas positivas que van transformando de inmediato el Trabajo y van habiendo los cambios. Tenemos el Amarillo. Ahora, en el Color Amarillo, todavía es deficiente el Trabajo, completamente defi¬ciente

Tenemos un cuarto: COLOR ROJO, Cuando transformamos estas tres fuerzas, podría decirles, o vamos dando un “Shock” en octavas superiores para cristalizar los mercurios, el resultado del Trabajo es el COLOR ROJO, O SEA, EL FUEGO SAGRADO, que es el último. Con ese FUEGO es que vamos a Trabajar en octavas superiores para CRISTALI¬ZAR LOS CUERPOS DE FUEGO. Con esto es que vamos a fabricar los Cuerpos Solares, en octavas superiores, pero te¬nemos que transformar estos colores primero: el color negro, el blanco, el amarillo, para que el resultado de la transformación de tres fuerzas, fíjense ustedes, nos dé la Cuarta que viene a ser el ROJO.

Esto no lo encuentran ustedes en ningún libro del Maestro absolutamente. Este es el Trabajo que cada uno de nosotros tiene que ir realizando por experiencia propia, ir sufriendo todo esto.

¿Ustedes creen que uno se ha le¬vantado como un arbolito de pino, hacia arriba, derechito, ustedes han creído eso? Es a pura experiencia, y toda expe¬riencia es dolorosa.

A mí me costó terribles súper-es¬fuerzos investigando, mirando las deficiencias mías, por dónde estaban las de¬bilidades para poder hacer estos cambios y poder entrar a Trabajar con el Color Rojo, o sea, con el Fuego.

No vayan a creer. Vea, me dio una época que estaba el Maestro SAMAEL todavía aquí en Colombia, una época en que puedo decir que tiré la toalla al suelo, porque me estaba dando por ven¬cido, porque no podía con la parte sexual. Duraba un tiempo transmutando mi energía correctamente bien, y después, ¡prrum!”, Caída. Yo me llenaba de do¬lor y me desalenté y llamé al Maestro SAMAEL un día y le dije personalmente: “Maestro, de la Gnosis no tengo nada que hablar en contra, todo es perfecto, yo soy el imperfecto, soy el débil, soy el demonio, que en realidad no sirvo para estas cosas”, Me dice: “¿Por qué?”. Le dije: “Maestro, no pue¬do llegar a equilibrar la castidad, y mientras yo no sea casto, ¿qué estoy haciendo yo? Yo no quiero servir de “monicongo”, no quiero ser hipócrita entre mis hermanos siendo un elemento que no sirve. Yo debo de desocupar, me hago a un lado y que siga todo mundo, no quiero servir de obstáculo de na¬die”. Entonces me dijo: ¡Lucha que si podrás!

¡Estaba haciendo súper-esfuerzos! ¡No sabía por donde estaban las debi¬lidades mías! Hasta que empecé, y dije: ¡yo voy a ver por dónde están mis debilidades, por qué tengo que tener esas caídas!

Resulta que ya vino la investigación sobre mí mismo, y vi lo que les acabo de decir al comienzo: encontré de que la caída viene por la mente, eso es inevitable. Cuando se piensa en esos mo¬mentos en el sexo opuesto, se mete el yo de la lujuria, y lo tira abajo porque lo tira.

Entonces ya vi por donde estaba fallando; corregí y de ahí fue que vine yo a empezar verdaderamente después de muchos años de pérdida de tiempo, vine a empezar verdaderamente a saber donde era la transmutación correcta. Eso que les dije al comienzo, así por ahí corregí todas esas debilidades y estoy hablando con experiencia propia, por¬que creo que eso no está en los libros del Maestro.

Entonces: Oración a la MADRE DIVINA; concentración en sus glándu¬las e imaginación en la energía, los va¬pores que van subiendo por la médula espinal hacia arriba haciendo su reco¬rrido hasta el corazón Entonces como hay concentración e imaginación, la mente está ocupada en algo superior y no queda volando, porque al dejar la mente volando vienen las caídas. Estoy hablán¬doles con la experiencia, no vayan a creer que yo no tuve. Ya les digo, yo pen¬sé retirarme de la Gnosis porque vi que no servia, porque en la parte sexual era bastante débil y el Maestro me dijo: “¡investiga!”. Figúrense, que le digan a uno investiga puntos tan delicados, eso es terrible, ¿no es cierto? Pero me tocó ponerme minuciosamente a exa¬minar a ver por donde fallaba: ¡yo fa¬llaba por la mente!

¿Alguna pregunta me tienen que hacer sobre el tema?

Pregunta. — Pregunta sobre el Nacer y el Morir en el Trabajo.

Respuesta. — “Mire, prácticamente no confundan el Nacer con el Morir. Si nosotros queremos servir a dos señores a la vez, a ninguno de los dos les servi¬mos. Es mejor Trabajar por separado. Ahora, si usted tiene un elemento ya des¬cubierto, comprendido, pues en ese momento se debe de Trabajar, porque hay mucha más fuerza, porque de la unión de dos polos, el positivo y negativo, nace una tercera fuerza que es una criatura de fuego que se llama un QUERUBÍN, que tiene el poder de todos los poderes. Entonces si uno apela a esa cria¬tura en esos momentos, después de haber comprendido algunos defectos, apela uno a esa criatura, e inmediatamente pulve¬riza al elemento (…), ¿entendido? Es un momento oportuno, pero tiene que haber hecho muy bien ese su Trabajo, primeramente con el ego, si quiere uno (feli¬cidad), de lo contrario, pues, no hace nada tampoco. Pero siempre es mejor Trabajar por separado; no confundir el “Sarampión” con el “Pión de Sara” o sea, la Muerte con el Nacimiento”.

Pregunta. — Pregunta sobre la energía y los colores.

Respuesta. — “Del Amarillo, por ejemplo, viene a sacar uno el resultado. ¿Usted qué hace con una suma va sa¬cando los resultados, no es cierto? Entonces son los resultados de los Trabajos aquí para Trabajar con el Amarillo, y en síntesis, el último es el Color Rojo, que es el resultado de la re-generación podríamos decirle del Trabajo”.

Pregunta. — Maestro, ¿para hacer el Trabajo se puede utilizar cualquier Mantram?

Respuesta. — “De los Mantram que da el Maestro, cualquiera, cualquiera. Sea el Mantram I. A. O., o el KAN-DIL BAN—DIL”.

Pregunta, — ¿El Color de esa energía, tanto en el varón como en la dama es el mismo?

Respuesta. — “Lo mismo, Igual, no hay diferencia”.

Pregunta. — Maestro, ¿el primero, se¬gundo y tercer aspectos tienen algo que ver relacionado con el Azufre?

Respuesta. — “… la Sal y el Mercurio. El Mercurio Seco se le llama a los yoes, en bruto, y ese Mercurio tenemos que transformarlo cuando empezamos a mo¬rir. Entonces, cuando se empiece a morir, se llama que está BLANQUEANDO EL LATÓN. Son términos esotéricos. Se está blanqueando el latón, hay transformación.

Pregunta. — Don Joaquín, tenemos que usted dice que hay que separar los dos trabajos, el morir y el nacer. En¬tonces entiendo que el nacer es exclusivamente concentración en la trans¬mutación de las energías y alimentación de los cuerpos y del organismo y el morir ya es con la auto-observación y el trabajo sobre sí que ese el Querubín es el que va y trabaja directamente aun¬que no esté en el Arcano.

Respuesta— “Ahora, de la unión de la pareja, nace la tercera fuerza que es el Querubín, pero si uno es soltero, ¿qué Querubín va a crear si falta el polo opuesto? ¿Entiende? Entonces tiene uno que de todas maneras Trabajar con la Madre Divina. Ahora, no quiero excluir a la Madre Divina porque en el fondo viene a ser la misma cosa el Querubín y la Madre Divina, en el fondo, pero una persona sola no puede ir a crear ¿Cómo puede crear, si no hay sino un solo polo?”.

Pregunta. — Sobre la fecundación del Azufre al Mercurio.

Respuesta. — “Prácticamente la fe¬cundación, el Color Negro pertenece al Mercurio, ¿no cierto?, Entonces cuando empieza la transformación del Mercurio, del Color Negro a morir, viene la fecun¬dación: la Sal, el Mercurio y el Azufre, son las tres fuerzas”.

Pregunta. — ¿El Azufre es la energía?

Respuesta. — “Claro, en bruto. Estamos hablando en bruto. Después vienen los resultados, porque todo es creación, todo es transmutación, ¿no?, todo hay que crearlo, dentro de nosotros no tenemos nada”

Pregunta. — ¿La Sal que viene sien¬do, Maestro?

Respuesta. — “La Sal viene a ser la parte material, podríamos decirle”.

Pregunta. — ¿En cuál de esos cuatro trabajos conseguimos el control total de las energías?

Respuesta. — “En su totalidad cuando transformamos el Mercurio Seco, ¿no? Porque por el Mercurio Seco viene en¬tonces la debilidad y no puede haber transformación, pero ya cuando nosotros trabajamos con las tres fuerzas, o sea, hemos transformado nuestro trabajo, y ya nace la cuarta fuerza, que es el Fuego, entonces ya hay control, porque en el momento que se despierta el Fuego Sagrado, es porque ha habido un control, entonces la Obra empieza a Traba¬jar. DE AHÍ ES DE DONDE SE EM¬PIEZA LA OBRA, CUANDO CREA¬MOS ESA CUARTA FUERZA, O SEA EL RESULTADO DE LA UNIÓN DE TRES FUERZAS, NACE LA CUARTA, QUE ES EL FUEGO, entonces ya hay un control, ya el Trabajo va perfeccionan¬dose. Ahora, este Trabajo no lo podemos dejar ahí, seguimos trabajando con el Fuego pero en octavas superiores, y para trabajar con octavas superiores tenemos que ir regenerando todavía más, perfec¬cionando para poder elevar en octavas superiores para que esto cristalice en otros mundos, otros planos, otros cuer-pos: Cristalización en octavas superiores”.

Pregunta. — ¿Esa lubricación en el hombre es producto de la lascivia?

Respuesta. — “No, eso es normal, eso es natural tanto en la mujer como en el hombre”.

Pregunta. — Maestro, ¿es posible que en la lubricación se escape un esperma?

Reapuesta. — “No tiene por qué. Vuelvo y repito, no tiene nada que ver la lubricación con la energía. Son dos co¬sas muy diferentes”,

Pregunta. — Pregunta sobre la dife¬rencia entre alguien que tenga varias mujeres, y aún así, está sin fornicar, sin perder sus energías, y sobre el que practica la unión sexual con su esposa.

Respuesta. — “Claro que es muy di¬ferente, porque vamos a poner un ejemplo: usted está enseñado a comer en su casa, en un plato y una cuchara, ¿no es cierto?, Y va a otra casa y le ponen otro plato y otra cuchara, ¿no se siente usted mal? Así es el organismo de uno también; exacto. Entontes hay cambios y esos cambios pueden traerle graves consecuencias a uno, o no es que le pueden traer, sino que le traen, ¿no? Puede ser el hombre muy casto, o sea haber aprendido a manejar las energías pero ahí fracasa, ahí fracasa de una vez”.

Pregunta. — ¿Qué sucede en el aspecto interno cuando un hombre se une por primera vez a una mujer que algunas personas dicen que se forma un ligamento interno, ¿cómo es ese tipo de unión interna?

Respuesta. — “¿Cómo es? ¿Se une aquí o se une en lo interno? ¿Cómo?”

Pregunta. — Aquí en el mundo fí¬sico un hombre se une por primera vez a una mujer sexualmente. Entonces, ¿qué proceso se sigue en lo interno?

Respuesta. — “De hecho, allá aparece, en el Karma unidos, unidos”.

Pregunta. — ¿Qué proceso se sigue cuando un hombre se une con varias mujeres?

Respuesta. — “Pues, el proceso es de que puede abandonarlo la Madre Divina de hecho. Ahora, hay casos delicados en ese campo que no podemos juzgar a nadie, porque hay casos que aquí no son casados y en otros mundos son casados una pareja. Hay veces que viene de arriba para abajo y aquí hay, hubo una variedad”.

Pregunta. — Un individuo externo, por ejemplo, que esté unido con varias mujeres y después, es decir, yo quiero que me hable usted de esta cuestión de las mareas astrales, porque en cierta ocasión se nos había dicho, un señor que tenía bastante tiempo de estar en la gnosis, ahora no esta, que cuando una persona se unía por vez primera a una mujer quedaban como enlazados inter-namente con el signo del infinito.

Respuesta. — “Prácticamente lo que viene a unir es en el Libro del Karma, queda de hecho Ligado el Karma del uno con el otro, o sea, hay un intercambio. O sea, nosotros no podemos con el Kar¬ma nuestro, y nos vamos a echar otro más encima”.

Pregunta. — Después del Trabajo con el Arcano, ¿cuánto tiempo más o menos usted recomienda que se debe hacer la transmutación?

Respuesta— “Mire, después de la desconexión, como no es suficiente el tiempo para transmutar, para que estas glándulas queden completamente vacías, entonces debe estar siquiera media hora boca arriba inhalando y exhalando para lograr, terminando la transmutación de estas energías, que no quede nada, por que estas glándulas necesitan recargarse de energías nuevas. No se debe hacer sino una sola vez en la noche. Entonces se debe, ubicarnos media hora boca arriba trabajando, inhalando y exhalando hasta imaginar que las glándulas que-dan completamente vacías.”

Pregunta. — ¿Con qué Mantram, Ma¬estro?

Respuesta. — “Ya por ejemplo, en la Transmutación después del desplaza¬miento de los cuerpos, solamente ima¬ginar es ver, ¿no es cierto? Entonces ustedes con la inhalación y exhalación suben su energía sexual; no hay mas.”

Pregunta. — ¿Me podría decir cuáles son las mejores horas, si es que las hay, para practicar el Arcano?

Respuesta.— “Bueno siempre es aconsejable en la madrugada, puesto que durante el día uno trabaja, se acuesta con el cuerpo rendido, cansado, enton¬ces ya en la madrugada, tanto el ambiente como el cuerpo, está descansado, enton¬ces es mejor en la madrugada, de las dos de la mañana en adelante, cualquier hora”.
Pregunta. — Sobre practicar el Arcano internamente.

Respuesta. — “Bueno, prácticamente voy a decir esto: la práctica interna solamente es para Maestros que estén Tra¬bajando ya un poco despiertos, porque en realidad, muchos se dejan llevar por el yo de la lujuria y caen en graves errores en lo interno”.

Pregunta. — ¿Cómo se puede evitar eso?

Respuesta. — “Pues, dándole duro al yo de la lujuria. Es que mire, el orden jerárquico dentro del Trabajo, empeza¬mos por el físico, ¿no es cierto? Cuando culmina el recorrido del físico for¬mando el bastón, que viene a ser aquel en el corazón, cuando culmina ya la energía, entonces pasamos de hecho a Trabajar con octavas superiores para crista¬lizar en el vital, terminando acá en octa¬vas superiores para el astral y después el mental: así, sucesivamente en su orden. No podemos, sin haber terminado este Trabajo aquí ir a Trabajar en el astral; eso es absurdo, no podemos dar saltos. Quien está únicamente empezando a Trabajar aquí en lo físico y está Trabajando en el astral, ahí está en un grave error, gravísimo, porque ahí no está haciendo nada”.

Pregunta. — Maestro, hay algunas ocasiones en que, por ejemplo, la pareja no puede vocalizar porque está junto a otro cuarto, entonces, ¿se puede hacer la mantralización mentalmente?

Respuesta— “Mentalmente. Concen¬tración, y mentalmente se practican los Mantram”.

Pregunta— Pregunta sobre el mo¬mento en que se empieza la transmuta¬ción en el Arcano.

Respuesta. — “Bueno, un ejemplo: usted, por ejemplo, pone una olla al fogón con agua a hervir, ¿inmediatamente hierve o tiene un proceso de calentamiento? Con la trasmutación es exactamente igual. No podemos de una vez ir a pretender que reciba la energía el fuego, que estamos trabajando con el Color Rojo, sino, tiene su calentamiento. Todo tiene un proceso, claro”

Pregunta. — Maestro, ¿cuántas veces es aconsejable unirse la pareja en el mes?

Respuesta. — “Mire, lo más aconseja¬ble es una vez diaria, cada 24 horas. Cada 24 horas está la energía en completa madurez para la transmutación. Ahora, si hay debilidades en la pareja, en alguno de los cónyuges, ya hay, podríamos decirle, un convenio entre los dos para ayudar mutuamente el uno al otro, ¿entiendes? Entonces, el organismo es lo más sabio que puede haber (…) no dejarse meter los yoes de la lujuria, porque son los que dañan la Obra”.

Pregunta. — Pregunta inaudible.

Respuesta. — “Necesita el calenta¬miento. Después que haya calentamiento, tiene que lubricar”.

Pregunta. — Pregunta sobre anomalías en la columna.

Respuesta. — “Bueno, depende del daño; hay un depende. Si es un desvío leve o en realidad alguna vértebra fuera del orden, ¿no?, Eso todo depende del daño que tenga. Ahora, si en la pareja, alguno de los dos tiene esa deficiencia, o esa anormalidad, entonces se le pide a la Madre Divina dentro de la práctica para que Ella vaya regularizando esos con¬ductos. La energía es la única que puede reparar cualquier deficiencia del organis¬mo, la energía misma; por eso se dice, energía creadora, ella puede crear”.

Pregunta. — Maestro, ¿qué pasa si des¬pués de haber realizado el Arcano, digamos tres de la mañana y una hora des¬pués hay una polución?

Respuesta. — “Porque no ha elimina¬do los yoes de la lujuria, entonces el yo, la misión de ellos es llevarlo a uno ante la logia negra, se hace una práctica con una maga negra allá y repercute por el cordón de plata al físico. Por eso es tan importantísimo Trabajar sobre los yoes de la lujuria, importantísimo. Ahora, dense cuenta, por ejemplo, que nosotros no somos una unidad, ¿no?, Somos múltiples. Ahora, ¿quién de nosotros se mueve voluntariamente? ¡Nos mue-ven, que es diferente! ¿No es cierto? ¡Nos mueven! Ahora, ¿a quién perte¬nece la legión? ¡A la logia negra! ¿No es cierto? Entonces, como somos ma¬quinas movidas por la legión, pues ellos van a su casa. ¿Cuál es la casa de ellos? ¡Salones de magia negra! Allá van, a vivir escenas, entonces viene la reper-cusión al físico con una polución noc¬turna. Esos son los resultados. Entonces hay que aprender. Miren lo importante que es aprender a manejar su cuerpo astral a voluntad para no caer en esos errores. No quiere decir que uno nunca se puede meter en salones de magia negra, se mete pero se mete consciente; enton¬ces ahí cambia todo. Ya se mete uno porque tiene que meterse a investigar alguna cosa, porque noso¬tros tenemos relación con todos esos salones, porque todos los yoes están relacionados con esos salones de magia negra. Entonces hay que extraer la raíz entera y para poder extraer una raíz de esas tiene que entrar uno consciente, ir a investigar e irnos viendo todos los lazos que tenemos nosotros atados a esos salones, o sea, al abismo. ¿Enten¬dido?”.

Pregunta. — Con una bajada en pleno acto, tengo entendido que se quema un fusible o un cañón, entonces la pregunta es ¿que si con una polución nocturna ocurre el mismo daño?

Respuesta. — “No. Si la Ley le co¬brara a uno, a una persona una bajada involuntaria, como si lo hiciera cons¬ciente, seria absurdo. Hay estancamiento, sí, porque agota la Materia Prima, enton¬ces hay estancamiento; Bajó, se estancó, hasta que vuelva a recuperar, pero no hay los daños que se pueden realizar como si fuera voluntariamente. Ya voluntariamente cambia todo. Entonces ya si el Karma actúa ahí de inmediato”.

Pregunta. — Don Joaco, hay algunos individuos que sufren mucho de polucio¬nes nocturnas y ellos no derraman porque en el momento en que regresan al físico la detienen y la regresan.

Respuesta. — “Bueno, está correcto, está correcto. Porque ahí no le traen dolencia, no le traen esto que expliqué aquí, porque esto que explique aquí es en la conexión. ¿Entendido? Fíjense ahí una aclaración muy importante. Entonces, el que va tener una polución nocturna, vuelve a su cuerpo físico y retiene, no sufre estas Consecuencias porque no está unido”.

Pregunta. — ¿Aunque ya le haya co¬menzado la polución y logre hacer respiración?

Respuesta. — “Todo lo que se pueda “trancar”, en esos momentos debe hacerlo de inmediato. ¿Y saben cómo se “tranca” rápidamente una polución que vea uno que ya, hace uno (aquí el Maestro está indicando parar la respira¬ción), de inmediato pasa, porque el aire está directamente conectado con la energía, entonces al “trancar” la respiración, ni por la boca ni por la nariz, de hecho pasa la acción” (Ver Capitulo 21 de la Obra El Matrimonio Perfecto por el V. M. SAMAEL AUN WEOR)

Pregunta. — Maestro, hablamos del tiempo mínimo de una práctica del Arcano, pero no hablamos del tiempo máximo.

Respuesta. — “Mire, ya ahí es muy importante la pregunta suya por este motivo: porque ya una pareja que haya dominado esos impulsos animalescos y ya se pasa de, pongámosle una hora, ya entra el abuso, entonces ya entra a alimentar el yo de la lujuria también. Fíjese que todo eso tiene equilibrio, ¿ah? Ya una hora es demasiado, enton¬ces ya viene a alimentar el yo de la lujuria, muy sutilmente lo está alimentando porque viene el abuso, no hay equilibrio”.

Pregunta. — ¿Entonces por qué se dice que antiguamente practicaban días enteros?

Respuesta. — “No comparemos el pa¬sado con el presente ni con el futuro. Cada época trae sus reglas, ¿no es cierto?, cada época. Nosotros no somos iguales a como fuimos en la Lemuria, en la Atlántida; estamos completamente más degenerados porque el círculo del tiempo está más (…) Entonces no comparemos eso nunca.

Pregunta. — Pregunta sobre Marte cuando baja a Templar su Espada y Cor¬tar la cabeza de la Medusa.

Respuesta.— “Pues prácticamente el color Negro, ahí tenemos el Color Negro, o sea el cambio del Mercurio Negro, porque hay que Templar la Espada; cada vez hay que Templar la Espada más porque necesitamos ese tipo de energía para poder llegar y tener volun¬tad para enfrentarnos a la legión, ¿en¬tiende?, Entonces ahí se está decapitan¬do” (… parte interrumpida del cassette)

“(…) el hecho de caerse uno y que¬dar caído. El súper-esfuerzo es de levantarse de inmediato. ¿Qué hacemos con tres días perdidos? A las 24 horas debe volver a practicar y tener el cuidado. De modo pues que no debe quedarse caído. Eso es ignorancia, perder tiempo”.

Pregunta— Pregunta inaudible.

Respuesta. — “Mire, prácticamente el razonamiento perjudica en el trabajo. Muchas veces el razonamiento, como es el mismo ego, le hace ver cosas a uno para que uno deje y no intente más so¬bre ese elemento. Entonces debe tener esa fe de que la Madre Divina está actuan¬do (…) Tener esa fe, porque el razona-miento es el mismo ego, entonces le hace ver que no está haciendo nada para que no insista uno, ¿entiende? Ese es el caso”.

Pregunta. — Sobre la lubricación en la mujer.

Respuesta. — “Es que inevitablemente la naturaleza no se puede ir a violar. Cuando hay el calentamiento viene la lubricación por naturaleza. Ya ese es ra-zonamiento suyo, querer razonar una co¬sa contra la naturaleza. Eso es muy natu¬ral. No hay lubricación cuando no hay calentamiento. Entonces para eso es el calentamiento, para la lubricación”.

Pregunta. — Maestro, ¿existe en plena Magia Sexual lo que llaman la mez¬cla de los Hidrógenos? Yo quisiera que nos explicara algo sobre eso.

Respuesta. — (Sin respuesta)

Pregunta. — Pregunta sobre el dolor que produce la excitación.

Respuesta. — “Porque coge el timón el yo de la lujuria, hay demasiada lujuria. Entonces no debe ser pasivo, no debe ser tampoco demasiado caliente; término medio”.

Pregunta. — Sobre la enseñanza de la Magia Sexual a solteros y casados por se-parado.

Respuesta. — “Mire, ese error lo co¬metí yo por todo Centroamérica, inclu¬yendo a Colombia y Venezuela, porque no me gusta ocultar las deficiencias, por que nosotros en realidad fallamos como humanos. Yo fui uno de los que provo¬qué eso y no me da pena decirlo porque fue una falla más mía, de Joaquín. Allí, analizando un poco profundo, mirando verdaderamente las consecuencias que podía traer esto y estaba trayendo muy malas consecuencias porque la ju¬ventud se sentía discriminada, porque ya era por allá afuera y los casados aparte (…) Entonces yo corregí eso de inmediato y corregí por todo Centroamérica, incluyendo Colombia y Vene¬zuela, he corregido ese error que cometí. Ahora, eso fue un grave error que reper¬cutió sobre la psiquis de la juventud y trajo malas consecuencias. Esas malas consecuencias, pues muy natural que a uno se las cobran”.

Pregunta. — Pregunta relacionada con el tema anterior.

Respuesta. — “Prácticamente fíjese, todavía repercute el mal que hice. Yo he venido corrigiendo en todas partes. Como estoy haciendo aquí con ustedes, lo hago en todas partes donde llego y advierto para que ninguno de los instructores o misioneros caigan en el error”.

Pregunta. — ¿A nosotros que estamos haciendo este curso misional nos será posible recibir conferencias en cuestión del Arcano?

Respuesta. — “Bueno, ¿qué están ha¬ciendo hoy aquí? Hay que continuar con este NUEVO ORDEN que se esta¬bleció o lo establecí porque como les digo, fue un error mío. Entonces, yo co¬metí el error, yo tengo que corregirlo y lo estoy corrigiendo sin ninguna vergüenza porque como humano falla uno”.

Pregunta. — Pregunta sobre la absten¬ción, de practicar el Arcano en el “ayuno”, en Semana Santa.

Respuesta. — “¿Cuál ayuno? ¡Dígame a qué clase de ayuno!”

Pregunta. — He tenido que guardar cuarenta días de abstinencia.

Respuesta. — “¿Quién le dijo eso a us¬ted?”.

Pregunta. — Eso dijeron por ahí en el libro de liturgia.

Respuesta— “¿Quién lo escribió? Mire, yo fui uno de los que no llevé eso porque eso no fue una enseñanza dada por el Maestro SAMAEL. No se cuál fanático enfermo, salió con eso. ¿Qué abstinencia puede haber en nosotros? Si no pecamos con la carne, pecamos con el pensamiento. Ahora, en cuarenta días, ¿cuántas poluciones, pregunto yo? ¿Nuestra mente tendrá algún control? Entonces, ¿de cuál castidad, de cuál abstinencia está hablando que se pueda probar con hechos? ¡De ninguna! ¿No es cierto? Entonces yo fui uno de los que no guardó eso; no lo he guardado ni lo guardaré. ¡Está FUERA DEL ORDEN!”.

Pregunta. — Interpelación sobre lo anterior, que se había difundido por estar en la liturgia.

Respuesta. — “Yo he sido práctico y lo soy práctico. Yo no estuve de acuer¬do con eso cuando lo vi en la liturgia, pero yo no practiqué, no lo practico”.

Pregunta. — Pregunta con relación a las Fuerzas de Enoch.

Respuesta. — “¿Y esas fuerzas de Enoch no están dentro de nosotros latentes a toda hora? ¿El peligro no lo tenemos de día y de noche y en cualquier tiem¬po? Eso todo depende de parte de noso¬tros de tener cuidado, no tener la debilidad’’.

Pregunta. — Don Joaquín, el Trabajo ese de transformar el Mercurio Negro hasta llegar al Color Rojo ¿Se hace en un Trabajo de Transmutación o después de un tiempo?
Respuesta. — “De un tiempo. De mu¬cho tiempo y de muchos súper-esfuerzos. No es no más soplar y hacer botellas”.

Pregunta. — Maestro, eso de la caída viene por no transformar una impre¬sión de lujuria que nosotros recibamos en el día, entonces por la noche tenemos problemas con esos elementos que se llaman Incubos y Sub-cubos y son los que toman la forma mental en la noche para hacernos caer. ¿Existe alguna práctica para nosotros eliminar esos vampiros?

Respuesta. — “Con el Color Rojo llega la época en que nosotros quemamos esos elementos, con el Color Rojo, o sea con el Fuego. Ahora, esos incubos, a mi me consta, por ejemplo, que toman forma, tienen vida propia, se mueven, actúan, como grandes demonios, y eso es terrible. En Guadalajara estaba yo, que a mí me tocó abrir el grupo en Guadala¬jara, estuve dos meses en Guadalajara trabajando, formando el grupo, y ahí una señora rosacruz, estando yo en Cuer¬po Astral, yo me acostaba aquí en el Su¬mun, en la noche, cuando aquí recibí el llamado urgente para que me trasladara a Guadalajara que había grandes peligros, me trasladé inmediatamente a Guadalajara, cuando caí en la terraza del edificio, oí la gritería adentro en el salón de todo el personal; Cuando me paré en la puerta, miré y vi un elemento de esos, es como plástico, forma plástica, pero habla, se mueve, actúa; estaba mordiendo a una muchacha su sangre, por aquí, sacándole la sangre como un vam¬piro, entonces yo les dije: ¡Conjúrenlo!, Mientras llegaba yo, porque me pareció que era demasiado tiempo que invertía yo mientras me tiraba (…) les grite; ¡conjúrenlo!, Y el elemento se río y dijo: ¡conjúrenlo!”, Se rió él, y la gente gri¬tando, unos encima de unas mesas, de unos pupitres; en fin, todos gritando, nadie actuaba. Entonces yo, cómo seria que ni me acordé en esos momentos de la espada, en el mismo afán de llegar yo me le tiré “en plancha” encima, y él tenía la mano cogiendo a la mucha¬cha por aquí así. Entonces yo llegué con la mano mía, con esta mano, le aga¬rró la mano de él y lo agarré por el cuello, lo apreté, y entonces le cogí la otra mano, porque son delgados, le cogí las dos manos y el cuello, lo apreté duro, mientras yo sacaba mi espada, y con una mano, aquí, me metió tres uñas así, y al otro día me repercutió en la parte física, al otro día sentía yo el dolor donde me había enterrado las uñas. Cuando yo lo apreté, él me metió unas uñas aquí, uñas así largas como plástico. Entonces esos toman forma. Yo lo digo porque lo he visto, hechos de materia mental, pero les da la forma la unión sexual, les da forma. Por eso es que les digo yo, nosotros somos creadores de diablos”.

Pregunta— ¿Pertenecía a la misma mujer?

Respuesta. — “No; a una señora que trabajaba magia negra; rosacruz”.

Pregunta. — ¿Y ellos se desenvuelven en qué plano?

Respuesta. — “Ellos se desenvuelven en el plano astral y en la cuarta dimensión”

Pregunta. — Y lo peor es que pueden atacar a otras personas distintas a su dueño.

Respuesta. — “Si, pueden atacar; ellos obedecen órdenes, porque esa señora enviaba sus elementos a que causaran daño”.

Pregunta. — ¿Y no se manifiestan en el físico también Maestro?

Respuesta. — “Bueno, si, en algunas ocasiones alcanzan a hacerse visibles y tangibles y causar daños físicos; son pe¬ligrosos”.

Pregunta. — Pregunta con relación a la práctica del Arcano durante la Cuaresma, y de si se puede en esta época comer carne.

Respuesta. — “Mire, de todas maneras los organismos de nosotros son completamente diferentes de uno a otro. Hay organismos que no necesitan comer carne en ningún tiempo, y otros que ya de cierta edad necesitan esos átomos animalescos para reanimar las energías. Entonces no ponemos una regla para to-do mundo. Cada uno debemos saber qué nos hace daño y qué no nos hace daño, ¿entiende? Hay una edad en que ya el individuo o la persona, sea hombre o mujer, deben, no volverse un caníbal, pero si comerse un pedacito de carne, porque esos átomos animalescos repercu¬ten a la energía y entonces reaniman no hay decadencia, no hay frialdad sexual, entonces se necesita. Hay otros organismos que no lo necesitan para nada. De modo pues que, nosotros, si nos volvemos unos caníbales lujuriosos, ¿no es cierto? Entonces, todos equilibrados’’.

Pregunta. — Don Joaquín, en sínte¬sis, para nosotros lograr ese Color Rojo de nuestra energía, ¿qué Trabajos debemos realizar?

Respuesta. — “TRES FACTORES”. Aquí está el Trabajo con los Tres Facto¬res, para obtener el resultado. Si empe¬zamos a morir y a transmutar las ener¬gías, el resultado es el Color Rojo, eso es inevitable. No hay Regla, sino que esta es la Regia para todo. Se está hablando en diferentes terminologías, se está hablando siempre como base funda¬mental Tres Factores, ¿entendido?”.

Pregunta. — Maestro, se ha dicho que en la época de primavera (…) son demasiados los impulsos sexuales…

Respuesta. — “¡Claro que sí!”.

Pregunta. —… y que hay que tener más cuidado en la alimentación.

Respuesta. — “Equilibrio. No sola¬mente en la alimentación sino en nuestro modo de proceder sexualmente. Ese pe¬ligro lo tenemos no sólo ahora en la primavera, sino todo el tiempo. ¿Por qué? Porque en nosotros están todos esos elementos. Somos el microcosmos, entonces, ¿qué vamos a buscar nosotros afuera lo que llevamos dentro de noso¬tros? Estemos en guardia de sí mismo y obtendremos resultados. Si nos dormi¬mos en cualquier tiempo nos podemos ir de cabeza, en cualquier época, porque los yoes están ahí latentes dentro de nosotros”.

Pregunta. — Pregunta inaudible.

Respuesta. — “Pues prácticamente co¬mo hay cambios, que no está bien, no se le da el buen visto, pero vamos a supo¬ner que suceda, después que ya verdaderamente venga un arrepentimiento de los dos, de que sí se reconoce que se cometió una falta, ahí puede haber la práctica, pero reconociendo, ¿entiende? Una práctica brava (con ira) ¿para qué la van a hacer? ¿Para qué, verdad? ¡Eso es absurdo!”.

Pregunta. — Pregunta sobre el caso de que si se toma un vaso de agua antes de dormir seria causa de poluciones nocturnas.

Respuesta. — “Bueno, prácticamente no es el vaso de agua, sino el yo de la lujuria que va a cometer barbaridades en el mundo astral y repercute por el cor¬dón de plata al físico. No le echen la culpa al agua. Siempre uno busca una evasiva. Hay que ser francos PONGÁMONOS A TODO MOMENTO EN EL BANCO DE LOS ACUSADOS, no busquemos evasivas porque nos perjudican, somos nosotros los débiles y esa debi¬lidad la llevamos dentro de nosotros. Entonces hay que agotar, eliminar esas debilidades para poder que haya una transformación de nuestros Hidrógenos, ¿entendido? Entonces, no busquen en el vaso de agua, busquen adentro y verán que ahí encontrarán entonces”.

Pregunta. — Pregunta sobre si la ira repercute en las poluciones noctur¬nas,

Respuesta. — “Bueno, ¿qué sucede por ejemplo, con una persona llena de ira? Es muy natural que tiene que reper¬cutir inevitablemente en la parte sexual, porque sabemos que necesitamos trans¬formar nuestros centros, ¿no es cierto? Entonces, como todos los centros se alimentan de la parte sexual entonces al transformar a ira, transformamos la parte sexual, y ahí viene a Trabajar con el Hidrógeno SI-12. De lo contrario no está Trabajando con el Hidrógeno SI-12 y por esto hay desequilibrio. Entonces, el Trabajo nunca puede salir bien. Por eso se necesita la Muerte, la transforma¬ción del Color Negro. Ahí se está hablan¬do del Color Negro. Esto es el Trabajo con Tres Factores, Trabajando, trans¬formando el Color Negro inevitablemente la práctica sale positiva, va a trabajar en el centro del sexo con su propio Hidró¬geno SI-12 y si seguimos luchando por la transformación a llegar verdaderamente al Color Rojo, pues, podemos dar un “Shock” para que cristalice el Color Rojo en otros planos, otros cuer¬pos, para fabricar otros cuerpos. De lo contrario, ¿cómo podríamos nosotros levantar las octavas hacia arriba? Y solamente se pueden levantar las octavas con la transformación de este tipo de fuerzas para poder cristalizar y fabricar uno sus cuerpos solares, y más tarde en octavas superiores para los Cuer¬pos de Oro”.

Pregunta. — ¿Me podría decir si es cierto que la carne de cerdo quema las energías Crísticas sexuales?

Respuesta. — “Bueno, no es que las queme; quien ha dicho que es que las quema, está hablando de lo que no cono¬ce. El resultado de la carne de cerdo es esto: miremos que el cerdo es un animal involutivo, ¿por qué?, Porque se man¬tiene mirando hacia abajo, pertenece a los mundos infiernos, a la total involu¬ción. Al nosotros nutrirnos de esos elementos, son millonadas de larvas que tiene un animal de esos que van de una vez a repercutir en la parte sexual. ¿Cómo?, Con la lujuria, la debilidad sexual, y va abajo. Yo por ejemplo, el gnóstico que veo comiendo carne de cerdo, o cocinando con carne de cer¬do, digo, no es gnóstico, porque no puede llegar a la castidad. De ello estoy seguro y lo he vivido en carne propia eso. Lo digo por experiencia, porque yo hice ese experimento”.

Pregunta. — Maestro, ¿los derivados del puerco también como salchichas?

Respuesta. — “Todos los derivados del cerdo. ¿Cómo será un “chicharrón?” Se echa al fuego, puede dejarlo usted quemar, sáquelo a ver si han muerto to¬das las larvas, ¿a ver si han muerto? No han muerto todas. ¿Cómo será de terrible eso? Ahora, si miramos un cerdo, no caben las larvas en el cerdo, el cerdo se ve cubierto totalmente de larvas y otras que flotan en el medio ambiente porque no caben, no tienen donde po¬sarse, eso es terrible. Inclusive, nosotros ni aconsejamos tener cerdos en la mis¬ma casa”.

Pregunta. — ¿Larvas de lujuria?

Respuesta. — “De todo tipo, de todo”.

Pregunta. — Pregunta de cómo proce¬der en caso de separación conyugal para obtener un nuevo cónyuge.

Respuesta. — (…) ya después de un año de separación de cuerpos, hay que darle la mano ya, de hecho cambia. Pero si no ha soltado a uno para coger a otro ahí está el Karma metido, pero si se deja transcurrir un año, ya de separa¬ción total, entonces ya ahí cambia, ya ahí hay diferencia. Ahora, ese lapso de tiempo no es que vaya cualquiera de las parejas a decirle. “Bueno, yo voy a dejar pasar un año y voy a conseguirme otro u otra…”. Eso tiene que venir orden de arriba para abajo. No es porque nos dio la gana, porque la “vieja” de noso¬tros nos pareció fea y nos conseguimos una más bonita. De arriba para abajo”.

Pregunta. — Hay personas que antes del año se casan.
Respuesta. — “Bueno, hay diferencia también. Una persona que quedó viuda o que la mujer se largó con otro, o a la inversa, que el esposo se largó con otra, ahí si hay una diferencia, O sea, que no podemos ir a una fórmula para todo, ¿no?¡Hay diferencias de casos!

Pregunta. — Pregunta sobre el período de menstruación y la práctica del Arcano.

Respuesta. — “Bueno, dejar pasar siquiera unos siete días, después de la menstruación.

Pregunta. — ¿Después o antes, Maes¬tro?

Respuesta. — “Después. Antes no, porque sabemos muy bien que en el tiempo de la menstruación, se sabe que no deben haber conexiones, eso lo sa¬bemos de memoria, ¿cierto?”.

Pregunta. — ¿Entonces, vienen a ser 10 días?

Respuesta. — “Prácticamente 10 días”.

Pregunta. — Pregunta sobre la sepa¬ración de cuerpos.

Respuesta. — “Al año de separación de cuerpos. Estoy hablando de la parte tridimensional. ¿Entiende? Ahora, vamos a otro campo, hay muchas parejas, can-tidad, se puede decir que hay un ochen¬ta por ciento, podríamos decirle, que aquí están unidas y en los mundos in¬ternos no son nada. Ahora, tenemos otros casos diferentes que hay elementos que se casaron por la gnosis, se casaron por lo civil, por lo eclesiástico y sin embargo no aparecen como matrimonio allá. (Aquí alguien hace una interpela¬ción) Les voy a dar la respuesta: ¿Por qué? Porque no son las ceremonias que se hagan aquí. Ante la Justicia Di¬vina se aprecia, se califica solamente las parejas que han aprendido verdadera¬mente a manipular, a transformar, no im¬porta que no hayan sido casados aquí, no importa (…)”

Pregunta. — ¿Esos son los legítimos matrimonios?

Respuesta. — “Esos son los legíti¬mos matrimonios; no son las ceremonias de aquí”.

Pregunta. — Pregunta sobre “yoes metálicos”.

Respuesta. — “¡Metálicos no! Ese es un yo que ha creado ese “yo metálico” lo ha creado la imaginación, pero ese yo, eso es creación de nosotros. Son como les decía ahora, formas mentales que les vamos a dar forma, o sea, a cristalizarlos con la energía (…) Es muy diferente a lo que les dije yo ahora: Blanquear el Latón, ¿no? Ahora ya se les metió que hay un yo metálico, ¿ah?”.

Pregunta. — Don Joaquín, y lo peor del caso es que esa persona dice que esa enseñanza se la dio usted directamente.

Respuesta. — “¿Yo? Ha faltado a la verdad esa persona. Quisiera saber quién es esa persona, para que me lo diga y me sostenga donde he hablado yo de eso. Ni por mi imaginación; hasta ahora oigo de esos “yoes metálicos”.

Pregunta. — Pregunta sobre las polu¬ciones.

Respuesta. — “Depende, si es un acto sexual en la parte interna, en la quinta di¬mensión y repercute a lo físico, pues es una polución, de hecho. Bueno, ¿cuál es la diferencia de la mujer y el varón en este campo?, ¿Cuál? Todavía usted tiene en la psiquis de que la mujer es un elemento negativo, lunar, ¿qué no sé qué? ¡Si viene a ser exactamente igual al varón, exactamente igual!. ¿Qué es la diferencia? ¡De sexo nada más!, Lo de¬más, iguales”.

Pregunta.— Don Joaco, qué de cierto hay en eso que algunos han dicho que cuando una pareja saben transmutar y transmutan mucho, y llega un momento en que se ligan tanto que si están separa¬dos ella tiene un malestar o él tiene un malestar en tal parte del cuerpo ella lo sienta allá.

Respuesta. — ¡Eso es “paja”, “paja!” Esos son fanáticos enfermos que van ideándose cosas que no son así; somos muy individuales. En ese campo, quien ha pensado así, es una creación de esa per¬sona. Esos son los enfermos fanáticos que vienen a complicar la vida. UN FANÁTICO ES UN ENFERMO QUE SE LE DEBE TENER PAVOR, MIEDO. UN FANÁTICO NO SIRVE PARA NA¬DA, NI PARA BUENO, NI PARA MA¬LO”.

Pregunta. — Maestro, yo he oído de¬cir que las parejas, después de Trabajar por un tiempo en la Magia Sexual, se llega un tiempo en que, por ejemplo, el hombre con cualquier cosa tiene una caída, o por ejemplo, se vuelve impotente.

Respuesta. — “Bueno, aclaración: quien haya creído así es porque es un débil, un lujurioso. Ahora, que la impo¬tencia si puede llegar por motivo de que haya una separación larga, y órgano que no se usa, se atrofia; eso si estoy de acuerdo ahí, ¿entendido?, ¿Quedó aclarado?”.

Pregunta. — Pregunta inaudible.

Respuesta. — “¿Qué estamos hacien¬do nosotros, o qué busca usted dentro del Movimiento Gnóstico? ¡Hágame el favor y me dice! Bueno, a ver, usted, ¿qué busca dentro del Movimiento Gnóstico?

Respuesta: Dentro del Movimiento Gnóstico busco la regeneración.

El Maestro pregunta a otro: A ver usted “flaco”.

Respuesta inaudible.

“Bueno, usted”.

Respuesta: mejorar.

“¿En qué forma?”.

Hasta morir.

“Bueno, usted “gordito”.

Respuesta: morir también.

“Bueno, no me han dado una res¬puesta exacta”.

Alguien dice: Busco la clave para llegar a la Auto-Realización dentro del Conocimiento.

“Bueno, no me han dado todavía; en parte, pero en síntesis en realidad la frase es: ¡LIBERACIÓN! ¡LIBERACIÓN! ¡Hágame el favor! ¿Qué entiende usted por LIBERACIÓN?

Respuesta: destruir el ego, Maestro.

“Usted, ¿qué entiende por LIBERACIÓN?”.

Respuesta: dejar de ser esclavo.

Alguien dice: yo le digo Don Joaco: Regresar al absoluto. Otros dicen: salirnos de las leyes mecánicas, la rueda del Samsara… Conseguir Conocimiento…

“Bueno, este ha dado más en el cla¬vo. La síntesis de LIBERACIÓN: ¿Por qué estamos aquí como estamos? ¡Por¬que estamos sujetos a leyes de la natu¬raleza y leyes cósmicas! ¿Es o no es? Por eso es LIBERACIÓN. Liberarse de todo tipo de ley, de todo tipo de ley, hasta llegar al Absoluto, o sea, que la Gran Ley penetre y compenetre nuestros vehículos, o sea, el Rayo de la Creación no esté dividido en ninguna otra ley sino a la UNIDAD Y ESO ES LO QUE VE¬NIMOS A BUSCAR AQUÍ EN EL MOVI¬MIENTO GNÓSTICO: ¡LIBERACIÓN!

Entonces de eso que me habla usted hasta ahora, son leyes mecánicas, jugue¬tes de niños; eso lo hace a uno incapaz de actuar como debe de actuar”.

¡Uno debe de ser HOMBRE, deci¬dido a MORIR O A VENCER, No nos compliquemos a leyes mecánicas de la naturaleza! ¡No quiero que ustedes sigan esos juguetes de niños!

“¡Quiero que de verdad tomen las cosas como deben de tomarlas!

¡MORIMOS O VENCEMOS!!! ¡Pero muramos en el Campo de Batalla Tra¬bajando, luchando verdaderamente por nuestra LIBERACIÓN!

¡NO QUIERO MAS JUGUETES DE NIÑOS!!! ¡NO QUIERO VERDA¬DERAMENTE QUE USTEDES SIGAN PERDIENDO SU TIEMPO DENTRO DEL MOVIMIENTO GNÓSTICO!!!

¡QUIERO REALIZAR!!! ¡QUIERO QUE CADA UNO DE USTEDES SE LANCE AL CAMPO A LA BATALLA! ¡EL SOLDADO SE HACE TRABAJAN¬DO, SE PRUEBA CON HECHOS!!!

¡Entonces, qué tantas cosas! ¿QUE TANTAS TEORÍAS?

¡Para nosotros Realizar dentro de nosotros lo que tenemos que hacer son TRES FACTORES, REVOLUCIO¬NARNOS CONTRA NOSOTROS MIS¬MOS!

¡APRENDAMOS VERDADERA¬MENTE HERMANOS!!! ¡LLEGUEMOS A LA SÍNTESIS!!! ¡NO PERDAMOS MAS EL TIEMPO CON TEORÍAS VA¬NAS QUE A NADA NOS VAN A LLE¬VAR!!!

¡POR ESO QUIERO HERMANOS QUE COMPRENDAN LA NECESIDAD URGENTE QUE NECESITAMOS TE¬NER SOLDADOS EN CAMPO DE BA¬TALLA, LA HUMANIDAD ESTA SU¬CUMBIENDO Y NOSOTROS RIÉNDONOS, HABLANDO BONITO, SENTA¬DOS!!!

¿Qué es lo que estamos haciendo? ¿QUE BUSCAMOS?, — pregunto yo —“NUESTRA LIBERACIÓN”, ¿cierto? ¡En¬tonces Trabajemos hermanos por NUES¬TRA LIBERACIÓN!

¿QUE ESTAMOS HACIENDO? ¡LUCHEMOS TODOS COMO VERDADERAMENTE UN REBAÑO DEL CRIS-TO!!!

¡TODOS VOLVÁMONOS SERVI¬DORES!!! ¡TRABAJEMOS PARA EL CRISTO!!! ¡QUIEN TRABAJA PARA EL CRISTO, LO ENCARNA!!!

¡ESA ES LA TREMENDA REA¬LIDAD!!!“.

* * *

PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA DEL V.M. SAMAEL AUN WEOR
-SU DOCTRINA DE LA DIRECTA –

“En cuanto a lo que a mí atañe, soy un Caminante de la Directa, y la Doctrina que enseño es la de la Directa, para los que quieran ir por la Directa, para los que no quieran ir por la Directa, pues, lo lamento porque habrá un punto en que tendrán que definirse: (a)los que siguen la Espiral (nirvánica) tendremos que decirles: ¡good bye! Los que seguimos la Directa, pues, vamos hacia el Absoluto”.

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“…Dense cuenta que no existen dos, ni tres Patriarcas en el Mundo de la Iglesia Gnóstica. Solamente EL QUINTO DE LOS SIETE, del cual yo soy únicamente un Instrumento, tal vez demasiado imperfecto, pero soy el Instrumento…”

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“… Queremos Misioneros que con el paso lento y suave de los Gran¬des Eremitas vayan de puerta en puerta predicando la Palabra…”

“Esa es la clase de Misioneros que queremos”.

“En modo alguno deseamos nosotros hacer de la Gnosis un nego¬cio”.

“¡Fuera las finanzas del Gnosticismo Universal!!!”

“Sólo queremos una sola cosa: ¡Amar profundamente a la huma¬nidad!

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“El Maestro Rabolú como Juez del Karma tiene poderes absolutos para establecer EL ORDEN donde quiera que se haga necesario”

“Indubitablemente el Maestro Rabolú debe derribar muchos ídolos de arcilla y corregir muchos errores”

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V.M. SAMAEL AUN WEOR

BIBLIOGRAFÍA

-Ciencia Atómica: Mensaje de Navidad 1966-1967 por el V.M. Samael Aun Weor.
Mensaje de Navidad 1 967-1968 por el V.M. Samael Aun Weor

-Los Cuerpos Protoplasmáticos: Mensaje de Navidad 1967- 7968. por el V.M. Samael Aun Weor.

-El Hidrógeno Sexual SI-12: Mensaje de Navidad 1966-1967 por el V.M. Samael Aun Weor.

-El Sentido de la Transmutación de la Energía: Trascripción de cassette del V.M. Samael Aun Weor

-El Arche: Trascripción de cassette del V.M. Samael Aun Weor.

-La Cosecha del Sol: Separata de trascripción de cassette del V.M. Samael Aun Weor.

-Alquimia Develada: de la Obra “Cátedras”, del V.M. Samael Aun Weor: editado en Lérida, España.

-La Gran Obra: de la Obra “Cátedras”, del V.M. Samael Aun Weor; editado en Lérida, España.

-El Génesis el Apocalipsis y la Semana Santa: Trascripción de casset¬te del V.M. Samael Aun Weor.

-El Cristo Cósmico y la Semana Santa: Trascripción de cassette del V.M. Samuel Aun Weor.

-La Piedra Filosofal: Trascripción de cassette del V.M. Samael Aun Weor.

-La Integración del Ser: Separata de trascripción de cassette del V.M. Samael Aun Weor.

-Los Doce Apóstoles Íntimos o Partes del Ser: Trascripción de cassette del V.M. Samael Aun Weor.

-La Creación del Sol Psicológico Intimo o La Doctrina de la Vía Directa: Trascripción de cassette del V.M. Samael Aun Weor.

-Sexología Trascendental: Trascripción de cassette del V. M. Sa¬mael Aun Weor.

-La Práctica del Arcano: Trascripción de cassette del V.M. Rabolú.

Esta Primera Edición de “La Piedra Filosofal o Secreto de los Alquimistas”, de un tiraje de dos mil quinientos ejemplares, se terminó de imprimir el día 7 de Octubre de 1984, en los talleres de Artes Gráficas de: EDITORES INTIÑAN

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